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sábado, 16 de septiembre de 2017

Héroes y heroínas, muy animados.


Tiempo de Héroes y Harley´s.


Esporádicamente, suceden por distintos canales de exhibición, algunas producciones de animación, tanto digital como clásica, que recalcan un aspecto menos superficial o infantil. Son historias que convergen en la ciencia ficción dirigida hacia un público más reflexivo y exigente, alimentados por aquellas opciones visuales procedentes de películas anteriores o de los cómics, y ocasionalmente, raptadas del novedoso mundo de los videojuegos, con novedades en CGI y captura corporal.
La factura técnica de estos trabajos, ha ido creciendo con la memoria de las narraciones que recordamos los aficionados, adaptándose a los nuevos tiempos y mentes, siempre coincidiendo narrativamente con determinados elementos de los géneros de fantasía y terror. Donde la fuente originaria se fue convirtiendo en referente de distintas generaciones, que ha sucumbido a los nuevos medios o canales de distribución, como la televisión o internet.

Observando la evolución de estos productos animados, existe un gran salto respecto a la calidad de las imágenes y representaciones fantásticas, con imágenes propuestas por el poder de la tecnología actual y los potentes corazones binarios, que reproducen en alta definición y con la capacidad para elaborar situaciones sobre ambientes más realistas o en representativos mundos imaginarios.
Así, los equipos técnicos se han extendido internacionalmente, con los mejores profesionales en cada campo, para extraer los preciados tesoros que produjeron videojuegos como Resident Evil o su nombre japonés Biohazard desarrollados por la empresa Capcom, que asustaría a varias generaciones de jugadores y espectadores de todo el mundo. Además de una serie de novelas gráficas, seis largometrajes con personajes de carne y hueso (llevados a cabo por el director Paul W.S. Anderson, autor del filme Event Horizon), una serie de televisión y diferentes producciones animadas para la pequeña pantalla.
En el mismo rango de animación, digital para más inri, detectamos una producción rescatada en la película de Paul Verhoeven (Elle), a punto de cumplir 20 años en noviembre de 2017, Starship Troopers. Cuyo origen reside en una serie de episodios creados por el novelista estadounidense, Robert A. Heinlein, para una revista de ciencia ficción en 1959, y posteriormente, publicada como libro titulado Starship Soldier.
















Starship Troopers: Traidor de Marte.


No cabe duda, los directores japoneses de animación, Shinji Aramaki (Appleseed, vídeo Halo Legends) y Masaru Matsumoto (experto en efectos digitales), han captado el espíritu de aquella película de finales de los 90 con un extraño y divertido guion de Edward Neumeier y Michael Miner (creadores de Robocop), relatando un episodio de aquel trooper llamado Juan "Johnny" Rico, interpretado por un Casper Van Dien (también productor ejecutivo junto a Neumeier), que en la interpretación presta su voz al protagonista de esta producción. Al igual que el personaje Dizzy Flores, doblado por el cuerpo y voz original, Dina Meyer, con un asombrosa resolución y curvas anatómicas. Mientras, en un lugar menos predominante la figura de aquel militar llamado Coronel Carl Jenkins, interpretado por el humorista y actor Neil Patrick Harris, aquí curiosamente doblado por un especialista que ha trabajado en películas como 2012 o El Renacido.

Marte se ha convertido en un circo (para pulgas gigantes con mala leche), que se mueven de manera arbitraria, más o menos inteligente, para crear una gran colmena que esté teledirigida por una mente humana, más de lo supuestamente previsto en el guion elaborado años antes y filmado por Verhoeven.
La narración es lineal y basada en sus escenas de acción, bien elaboradas con métodos de digitalización digital, pero cuyos diálogos carecen de interés narrativo, más allá de expresiones épicas y chistes poco ocurrentes de algunos personajes prescindibles, o dirigidos a un público más infantil de lo esperado en la presentación. Es decir, si en este Traidor de Marte producido por Sony, vas a buscar algo más significativo de una buena paliza visual, saltos al vacío o macarrada de láseres, penetrando por cuerpos de insectos que estallan en coloridas texturas viscosas, será mejor que visiones las siguientes intercomunicaciones con el planeta Tierra.

Porque, a pesar de la cuidada factura y la diversión comunal de entes binarios (que no descomunal como los recientes Terraformars de Takhasi Miike), la expresión de los personajes es fría y distante, como el planeta rojo en un cerrado día de invierno. Igual de combativos o echados para adelante, que los representados del primer montaje real dirigido por el holandés, pero mucho menos divertidos o facultados para crear un ambiente más animado. Donde las relaciones son planas como una tableta digital (a pesar de las rotundas formas) y algunos comentarios dejan bastante que desear, al igual que la imagen caricaturizada del elemento malvado. Vamos que los insectos son meros espectadores en una acción, protagonizada por algunos espectaculares movimientos en masa o la exactitud de sus resoluciones gráficas y menos, por los textos aprendidos del pasado. Bastante pasable...
















Resident Evil: Vendetta.


El corte digital de esta segunda propuesta es muy similar en el aspecto gráfico, pero más determinante y atractivo por el lado argumental. Ya que refleja, además de esa calidad técnica del equipo informático de Capcom Company y la también japonesa Marza Animation Planet (Moom, Capitán Harlock y próximamente Sonic the Hedgehog), una fuente artística (algo mejorada en el anterior filme) en el procesado de sus expresiones faciales y, sobre todo, en la profundidad del guion de Makoto Fukami (Psycho-Pass) o el también, director-productor-actor y guionista Joe McClean, dedicado a sus primeros cortometrajes como el curioso título, How to Make a David Lynch Film.
Del lado visual, tenemos al director Alexander von David, poniendo voz a sus capturas faciales en alta resolución y que, además, ya participara en el guion de la primera Resident Evil: Maldición; más la suma de una visión oriental como la del director nipón, Takanori Tsujimoto. Este último, autor polifacético de cintas como Kiru junto a Rinko Kikuchi (Pacific Rim), Bushido Man o las mini-series Ultraman X o High & Low: The Story of S.W.O.R.D.

Significa el tercer producto previsto para animación en 3D, después de la mencionada Damnation y Degeneration, que se ve imbuido por la ambientación radical de los videojuegos y un mejor aporte al género de terror. Superior en muchos casos, interpretativos y narrativos, a las últimas cinco películas de imagen real, o por tanto, más conducido a un público de mayor edad y complejo intelectualmente, sin perder de vista al entretenimiento localizado tras Resident Evil 6.
Donde los personajes representados como la doctora Rebecca Chambers, interpretada por la actriz digitalizada Erin Cahill, dos actores especializados en voces animadas como los héroes del largometraje y, un terrorista biológico con corazón, encarnado por la expresividad del actor John DeMita, con una carrera profesional en numerosas series de televisión, doblando a Jet Li o participando en el elenco con voces adicionales de películas como El Castillo en el Cielo, Lilo & Stitch o la más reciente ¡Canta!

Son dos buenas muestras del CGI animado para adultos, con una tecnología cada vez más extendida y aceptada por los telespectadores del mundo, con capacidad para crear mundos fantásticos o terroríficos, que debería tener la meta de naturalizar los rasgos faciales y dotar a las expresiones de mayor capacidad emocional. Pero, en rasgos generales, películas entretenidas al servicio de la acción animada de la captura de movimientos y el entretenimiento con representatividad artística, encauzada a crear nuevos seguidores.
Lo conseguirán si, los creativos elaboran sus pensamientos o ideas, en base a la interpretación adecuada de los píxeles y la naturalidad de los personajes, con texturas más realistas y paletas de colores infinitas, pero sin perder la vista a el desarrollo narrativo. Que, cada día, pequen menos de aspectos inexpresivos o la nulidad de métodos de interpretación clásica. Especialemente, los sugeridos en esta última entrega, con una elevada manifestación artística de los directores y los equipos informáticos de Capcom.
















Batman y Harley Quinn.


En último lugar, no en el aspecto divertido, nos volvemos a encontrar con los famosos personajes creados por Bob Cane para DC Cómics y en la producción de Bruce Timm, para la cuidada serie de televisión. Una vez, digerida y disfrutada convenientemente aquella, el espectáculo comienza a todo trance, con unos títulos de crédito que recuerdan momentos idílicos de la animación para televisión, creados por Friz Freleng para The Pink Panther y la música sensual de Henry Mancini.
Ahora, entramos en otra oleada gráfica, diferente a la anterior participación del mundo barriobajero y fantástico de una lineal Gotham, donde el Jocker era protagonista de la función, enfrente del murciélago o caballero oscuro. Magnífica recreación, estelar y jocosa, sobre una mente para el espectáculo y el crimen, de cómico fracasado a La Broma Asesina. Aquí, en Batman y Harley Quinn, nada es mínimamente parecido, solamente algunos compases dirigidos a movimientos sigilosos o jazzísticos... que, no es poco, cuando anochece.

La violencia en estos dibujos está aniquilada, se flexiona como un tallo en favor del viento infantil, donde los héroes son oscuros y sus contrarios, de un verde radiante y radiactivo. Seguramente en las antípodas, del nuevo relato, que marcará la aparición de un Jocker administrado por Martin Scorsese y dirigido por Todd Phillips (autor de la desgraciada Starsky & Hutch o la serie Resacón en las Vegas), sin duda, esa será otra historia... ¡Qué placer, arriba el telón!
Pero, este mundo ambivalente con la creación de Paul Dini, es desconcertante y demasiado histérico, por momentos, aunque la reina indiscutible del baile, sea esta Harley Quinn algo infantil y de arranques de plañidera amistosa. James Krieg (guionista de otras series animadas de la franquicia DC), pone la nota discordante también, con una rivalidad plantada de malvados, encabezada por unos desdibujados, la antigua botánica llamada Hiedra Venenosa, su experimentador el Hombre Fluorónico y la aparición postrera de La Cosa del Pantano. Pasemos a otra cosa...

Por tanto, es la siguiente cinta en orden cronológico, dirigida por un creador como Sam Liu, criado sobre los departamentos artísticos del cómic y los orígenes de la serie televisiva. Cada vez más animado para elaborar estrategias contrapuestas, en ambientaciones diferentes y apartados conceptuales, con triángulos más articulados narrativamente, pero no, demasiado fascinantes en este caso. Abordaje animado de corte más clasista (no formal), con conceptos lineales y mandíbulas cuadradas, formas redondas para ellas... en este episodio o largometraje, acá no estrenado en salas de cine, el sentimiento divertido es un vaivén de tacones y trajes arlequinados, sin demasiada gracia.
Excepto, fragmentos de "amor-odio", entre un estilizado Batman y la jovencita de cara pintada como payaso, mucho más inexpresivo el de la máscara del murciélago. La posesión sexual del contrariado Nightwing, (aquel al que se insinuara una relación con el caballero oscuro), y antes conocido como Robin, el chico de verde. Ahora, esperando su turno en la gran pantalla y alejado de esa serie Las Nuevas Aventuras de Batman en 1997. Quizá más sexualizado para el cine a través del guionista Bill Dubuque, autor de El Juez o El Contable, y la visión del director Chris McKay, autor de la Lego película de Batman. Veremos que se cuece en el ambiente.

Singularmente a la risa nerviosa, la desbordante gracia natural de nuestra querida Harley Quinn, parece no tener descanso sobre la plaga botánica, cruzando la cuerda floja de la diversión. Es decir, descontrolada para espectadores infantiles y tensa, en curiosa correspondencia con los guiños dirigidos a los mayores y la música. Comparada con La Broma Asesina, Mr. Liu se columpia con algunos decepcionantes minutos de comicidad plana, sin aquel grafismo surrealista, que defrauda a todos los seguidores de tebeos o novelas gráficas, y demás "haters" gráficos más atraídos por la violencia. Pero, es un producto elaborado para los más pequeños.
Lo mejor, sucede a lo peor, con un número de gemelos que pondría colorado a Frank Sinatra, que da pistoletazo a una actuación sobresaliente y asincopada, donde la gracia del rock-punk se eleva, dejando un buen sabor de boca.
Porque, ella, es la reina de este cabaret simpático, animado y musical. La estrella de la televisión, para bueno y malo, como en la real película del Escuadrón, animada en el minimalismo tonal y los colores neutros, en la excesiva sencillez de los escenarios y el grafismo, lejos de la historia y las relaciones entre los personajes. Ella, es la gracia y el desastre...

Batman y Harley, musical y gráficamente, no están tan mal, sin tocar lo sublime en ningún momento, sobre todo, si amas la animación clásica, que es su verdadera fuerza más allá del guion. Gags inocentes para todos los públicos, tirantez amistosa, defensa ecológica y redención de la fémina actual, se convierten en la apuesta de DC Universe Animated Original Movies, para extraer la esencia de la serie y adelantarse a su próximo encuentro, el de Jared Leto y la rotunda Margot Robie, en Harley Quinn vs. The Jocker... Dirigirán a la par Glenn Ficarra con John Requa (Crazy Stupid Love, Foicus) ... ¡Ains!
Después de puertas verdes inter-dimensionales, frustradas apariciones gigantescas, y división placentera, nos quedamos con la banda sonora y sus muecas, más expresivas que todos los personajes digitales juntos. las fuentes de otros intereses sociales como los aspectos ecológicos o las bandas sonoras. Héroes y villanos, se rinden a sus pies (los de miss Harley) que, cuando se arranca, los deja atrás a todos... Reina del Show, aún, con ese carácter infantil y las lágrimas compasivas. Pues, al calzarse las botas punk y el sincretismo gráfico, deja plantados a los anteriores elementos digitalizados u otros soldados binarios.

Conceptualmente, vacío de contenido. Un Gotham menos dramático u oscuro, gélido en los trazos, desangelado en los ambientes, particularmente creado para Harley Quinn. La frescura animada entre coles de bruselas sin gracia, maestra de ceremonias, ruptura de la responsabilidad civil o la privada, y por descontado, una emocionante banda sonora. Salvo estúpidos cantarines idénticos... Creo que se notó, la falta de la mano de Warner.

martes, 12 de septiembre de 2017

The Leftovers, season 2.

Otros 9 hacia el 2: Todo lo que sube...

En la serie para HBO, producida por Warner Bros Tv y Film44, todo lo que sube, debería tener un pronunciado descenso a lugares inesperados, sórdidos, húmedos u oníricos. De aquellos, The Leftovers del infausto año de la partida con la banda sonora compuesta por Max Richter, evolucionarán otros divergentes. Se reproducen y nacen otros, se desplazan y se emocionan en otras condiciones... y mueren en mundos desprovistos de sensibilidad. O desaparecen sin rastro, para quien este familiarizado con sus problemas pretéritos.
Si recuerdan, nos propusimos narrar las vicisitudes de aquella increíble "Ascensión", de la Partida non grata, haciendo un recorrido por nueve descensos al infierno y el paso de la ficción a nuestro pensamiento individual. Del actual 9 de septiembre, con las pupilas encantadas y el gesto alucinado, resurgimos tras aquel apasionante octavo capítulo de la primera temporada, donde confluían los caminos. Entrelazaban las emociones y las percepciones, para abarcar distintas regiones de la filosofía y la metafísica. Una joya de la televisión, no adecuada para todo el público, esto es, para todas las mentalidades.

Con sus personajes inconfundibles e irrepetibles, recorreremos sus pasos indecisos y sueños. Hasta descubrir el mundo interior de cada uno de los integrantes de esta pesadilla existencial y compleja, construida indivisiblemente entre su creador Tom Perrota y la visión en transformación virtual de Damon Lindelof. En una categoría fuera de registro, que nos hará perder la noción del tiempo y el espacio.
Parece que el guion está exento de desavenencias o inconsistencias reales, hasta fundirse en una atmósfera conceptual, a veces sin palabras o repleta de expresiones desnudas. Notas que no responden a respuestas concretas, sino que te irán sumergiendo en infinitas sombras o capas existenciales, con matices más próximos a una determinación fantástica que a una revelación divina o unión poderosa de factores. Aunque, si existe una especie de redención religiosa de la sociedad.
Por otro lado, las implicaciones personales son el motor de esta gran tormenta, un huracán sostenido de emociones y relaciones privadas, que componen un panorama desasosegante y heterogéneo, donde cualquier giro argumental es determinante o visualmente especial. El comienzo definido de cada capítulo, podría dar al traste con esas cuestiones propuestas sobre la superficie, para sumergirnos en próximos secretos con su música minimalista o esos temas especialmente elegidos por los creadores.

Como la prueba del 9, los resultados se ciñen a las imágenes recreadas, a la exactitud editada en una batalla épica. Elaborada para combatir el aburrimiento con espectáculo ocular y conceptual, y con las notas musicales recorriendo la angustia, la paz o el desorden social. De hecho, el compositor criado en Edimburgo y nacido en Alemania (de Hamelín para ser más exactos y musicales), Mr. Richter había descrito estos ambientes cargados, en anteriores trabajos para el cine, como las maravillosas Vals con Bashir, Perfect Sense, Shutter Island o Arrival.
Cada movimiento compaginado y seccionado, se aparta de las encíclicas espirituosas o de la búsqueda de una comprobación matemática de los condicionantes que se suceden e impactan al seguidor habitual de la serie. Tanto los físicos como los sobrenaturales, sean éstos, grupales, imaginarios o individuales.
O, acaso estamos ante un juicio universal indeterminado, señalando nuestros nauseabundos pecados como sociedades enfermas o fracasadas. Donde los pensamientos sectarios recalan en todas las capas sociales y la marginación queda enclaustrada entre verjas de metal, por que se trataría de una separación deseada por otra clase de inteligencia superior u organización secreta.

El son de la Novena.

Porque de nueve en nueve, contemplamos estupefactos, las estupefacción continua de esos Culpables Remanentes, intrincados fumadores y silenciosos. Escondiendo el gato de las nuevo colas tras el humo o la evaporación de los recuerdos, la memoria de su comportamiento tendencioso, que irá ofreciendo al resto, un golpe directo a su malograda situación personal o desgracia familiar. Tanto que, posiblemente, te harán rebrincar en tu asiento (de frustración o sorpresa) o hacerte sangrar, sacando tu piel a tiras, como Goliat en su cruel sacrificio aparentemente sin sentido.
A un nuevo destino, nos dirigen, donde las circunstancias cambian, pero no, el entorno de aquella masiva desaparición y los sentimientos encontrados que prevalecen eternamente. Eso se debían cuestionar, aquellos otros sufridores elegidos, o no, al azar. Por consiguiente, una división sentimental que describe unas pautas indeterminadas, cambiantes, que tendremos que ir descubriendo tras, una especie, de renacimiento de la serie. Haciendo nuevas preguntas que parecerían inútiles a priori, para un jefe de policía que se hunde en una involución personal y las voces que ocultan las decisiones adecuadas, la sinfonía que guiara sus movimientos. A veces sólidos, otras, desconcertantes o sugestivos.

Ya que en esta segunda temporada nos trasladamos a un rincón llamado Milagro.
Después de aplastarnos emocionalmente, degollarnos sin miramientos y enterrarnos en el olvido. Lacerarnos, colgarnos o lapidarnos vivos, atropellarnos, quemarnos sin respuestas... los vestigios nos golpean hasta olvidarnos del presente, o el futuro imposible, confrontados a la verdad de una desaparición masiva que trata de no zaherir sensibilidades, a duras penas (guiño, guiño), sino hacernos despertar con el puñetazo de unos avatares colocados a traición.
Nada volverá a ser lo mismo en la tierra de los justos, o los pecadores, de los niños invisibles y los perros, con su instinto voraz como el de los hombres. De nuevos sueños que se hacen realidad en jaulas enterradas, de cruces en la frente de malditos y humillados, de peces que boquean y náufragos que intentan desprenderse del peso del saber o el dolor del estar.
La terrible existencia del dolor, viaja desde el Amarillo del olvidadizo Texas hacia un lugar llamado Miracle, que parece una selva de prodigios e indecencias. Con sus congregaciones estelares y faltas, o un lugar similar al sitio real, al arcaico estilo retrógrado de la Edad Media, con su combates amurallados, sus pecados lascivos o sus convicciones religiosas, o de culto irracional o sangriento.

Ahora sus creadores (donde incluiremos, por descontado, a sus diversos directores), han envuelto al protagonista principal en un caso inaudito que iremos descubriendo hasta el segundo de los nueve. Magnífico y sorprendente (1 + 8). El individuo otro legal y cabal, se ve involucrado en una situación violenta de ocultaciones y decisiones, que se mueve por un universo paralelo de sensaciones. Una nueva vía, una vez agotado el texto original, que propone convertir las desapariciones de ayer, en dolorosos reencuentros y deseos fantasmales. Que no se pronuncian, pero se sienten y soportan...
Diferentes espacios de la mente, para un nuevo contrato privado con la muerte o la nada, tras la armonía del traslado y las fotos con huecos congelados. Aquellos vestigios ya se dejaron de hablar, pelear y sentir, por no se sabe qué motivos, ni con las implicaciones de quién... Pues, ya no se reconocen entre ellos. Algunos nuevos ni se soportan ni comprenden, separados en diferentes estadios de la conciencia, la sociología, la metafísica y la realidad, la confusión universal de un hecho, casi divino. Siquiera, parecieran sentirse vivos, resignarse, ni amarse. A veces, la incomprensión y el odio, lo invaden todo.
En este instante del rodaje, con la confusión generalizada y la expectación de un público entregado, las canciones recorren nuevas estancias privadas o territorios espectrales, con los actores que participaron en la primera temporada y esas incorporaciones raciales, ya familiares también. Prodigiosas en determinados episodios, irreales o surrealistas, enfrentados a hijos o amigos, supuestos.

Ellos se despiertan confusos como los espectadores, con un nuevo guion bajo el brazo, sin saber bien a qué atenerse o dónde mirar, ni en qué pensar en el futuro. Condicionados por la ocultación de datos, de encuentros sexuales al límite, de vaivenes de la conciencia o cuestionamientos morales, de grandilocuencia en hechos mágicos o milagrosos, y actuando en el día a día, gota a gota, río a río, universo a... universo.

De la muerte y el nacimiento.

Aquella que conoce el secreto, se va con él a la tumba. Y no regresa... o sí.
Decididos a comentar como evolucionan mentalmente, o en el "más allá", nuestros amados, o no, vestigios. ¿Seremos buenos en nuestro interior o exacerbadamente malvados? Mientras los seres con alma blanca, aparente, siguen observando, fumando o follando como animales. Como decía la canción: Fumando espero al hombre que yo quiero... no tras los cristales alegres (salvo alguna curiosidad o gag surrealista), sino que se elevan disgregados en un espacio contrastado. O, destrozados como los escombros sumergidos en una batalla naval.
Si en el pasado, quedaban enlazadas sus adyacentes historias, ahora tras nueve, se muestran como piezas deslavazadas dentro de un enorme rompecabezas, con implicaciones metafísicas y visiones rayanas de la ciencia ficción. Que proclaman nuevas desapariciones en sus propias existencias y, posiblemente en otras por conocer, como relámpagos que van describiendo zigzags recurrentes en su odisea pragmática hacia el suelo. Hacia un impacto de consideraciones bíblicas o una tomadura de pelo, pero siempre en la búsqueda de completar un circuito, más o menos, cerrado ... o simplemente, perdido por otras dimensiones.
Igual que Clarice, intentando desprenderse de los ruidosos corderos. Curioso, en busca de la paz o aquel mismo silencio.

La historia, se inscribe en aquella luz del pasado. Con la directora Mimi Leder describiendo la trágica concepción prehistórica y el sufrimiento de una familia que no empieza con buen pie, diríamos, sepultada por la divina providencia u otra cosa inconcreta fuera de nuestra comprensión. Frente a los instintos básicos de una sociedad incipiente, ante la depredación y el ritual, un evento fortuito (o de carácter divino) silencia el descanso con un rugido monstruoso y, de golpe, la indefensa madre se encuentra solitaria, luchando con sus escasas fuerzas y la impotencia de un destino cruel. Luego, el dolor de una madre y, la extravagante suerte del que trae al mundo, el neonato que parecía tocado con el dedo de ese dios inmisericorde.
La vida resurgiendo, a través del dolor y el sacrificio, cuando normalmente sabemos que ella, en ese revés vital o instante de peligro envenenad (incluso la más horrible de las mujeres o madres pésimas), defendería con su propia vida, la debilidad y la inocencia. Lo siguiente, es un arduo camino hacia el crecimiento de algo incomprensible, sumergido y silenciado, de momento. Excepto por la música...

De nuevo, hasta ese noveno de dos, veremos cómo se suceden los próximos cambios en los personajes, acompasados a esos temas que nos identifican con ellos o nos sumergen en nuestra propia intimidad o pensamiento. Enfrentados a su doloroso destino o curioso divagar, a través de emociones universales que, volverán a replantear otras comprometidas situaciones y encuentros inesperados, como la muerte y su ocaso renacido. ¿Ángeles o diablos?
Los supervivientes del naufragio, no han tenido tiempo de olvidar (algunos ni lo desean), se materializan después de aquella quema, para trasladarse al único lugar en Estados Unidos (quizás en el mundo conocido), donde no se ha producido ninguna desaparición y se conforma como un lugar de peregrinación para las masas, verborrea de creyentes, negociantes o huidos, en busca de un futuro robado.
Donde la siguiente pregunta es, el siguiente paso a emprender o consejo a insinuar. después de la inmutabililidad del silencio y la fría levedad de un ser, que ya no existe como entendemos la existencia. Porque... ¿a dónde seríamos capaces de llegar? ¿qué límites estaríamos dispuestos a sobrepasar? Si los lugares que esconden las respuestas, se acercan a la nada o a lo incomprensible para un mortal. Quizás, un niño tenga la respuesta...

Una familia se compone, alrededor de la migajas y notas musicales, mientras la otra se descompone en ensordecedoras reclamaciones no oídas, ni manifestadas aún. Solamente para aquel que pueda escuchar su lengua, su socarrona voz y consejos que no termina de convencer, a un distinto guía familiar u hombre de fe, perdido en el caos de una nueva Sodoma y Gomorra.
La locura se está apoderando de todo lo que empezaba a tener sentido, pero, en las pesadillas no existe lugar para una bocanada de aire fresco o explicaciones fuera del universo lynchiano. Todo es angustia que se retuerce en el interior y deforma los rostros del mal, que describe círculos y bracea intentando recuperar el oxígeno de sus pulmones. Huellas que inoculan el odio en la mente que no cree, ni lo desea, simplemente, porque una existencia se volvió invisible y las lenguas que proclaman un advenimiento o fuerza divina, parecen estar tergiversadas por la duda o la falta de razón.

Luego, edificando alrededor del sitio o acampada enloquecida, una extravagante familia se aproxima al caos, incluidos, perro recuperado de su sacrificio ritual y bebé rescatado del primer vidente o visionario fraudulento. Cruzando puentes y salvando las distancias que quedan al otro lado del muro, o la valla de la vergüenza, buscando la ubicación real entre la verdad y las creencias, entre una implicación moralista de los deseos... o una interpretación de los sueños.
Quizás un engaño... todo depende de la canción con que se envuelva su historia, con la mirada racial de una sociedad a la inversa, o una observación a la escena privada y sus contactos espirituales. La vía de la realidad al universo invisible o paralelo, mediante el suicidio entre sueños y declamaciones de otro mundo tangible. Pájaros en la cabeza que quedan libres y son aplastados por el peso de la conciencia. De muertes forzosas, pozos sensibles con entregas de almas, renacimientos, recriminaciones que son desprendidas de aquellas madres sordas (o sin habla), de hermanos que se reencuentran con la falsedad y el miedo, despedidas, hundimientos de la razón o de los siguientes herederos de la fe... tramposos o no tanto, veremos. Me voy acercando a ese sustancial 9 + 9 + 9.

Música para 9 lecciones, vitales o disociadas.

Por supuesto, alrededor de él, giran las contradictorias circunstancias y atractivos fantásticos que deambulan como perro sin collar, o deidad sin sacrificio. Justin Theroux se hace acompañar de sonidos y aros concéntricos que se disgregan en dimensiones desconocidas, que reflejan el alma de los callados, el amor perdido o los motivos hallados para emprender un largo, y peligroso camino. Al todo o la nada.
Es héroe y villano, que naufraga en una orilla desprovista de sentido, como un juicio universal a la carta... o terriblemente caprichoso. En su viaje existencial y musical, comprobamos los cambios en su semblante y la implicación personal, arriesgando todo lo que le queda... que es mucho, comparado con otros, nuevos enemigos, detectives de huellas y de hostias, no consagradas. Cuando los hijos se esparcen en esta tierra, y en otras ajenas, clónicas, magnéticas, profundas como un pozo oscuro, calientes como la sangre, húmedas como sus lágrimas... o los deseos.
De ellas... preparándose para un paseo por su/nuestra mente.



Al otro lado, hay un polígono de 9 lados (recibe el nombre de eneágono y uniendo sus puntos), por tanto, se forma o se encuentra una estrella de nueve puntas o de Goliat. Donde la absorbente Ann Dowd y el sexo obligado de la actriz Liv Tyler creciendo en todas las direcciones en la serie, se convierten en las dos caras de una misma moneda. Que muere o crece en una riada incontenible, luchando en una batalla sectaria que se distancia y no sabemos, aún, hacia qué lugar de la religión o la conciencia, se dirige... seguro que, seguirán siendo impactante.
Sin duda, la mejor sintonía que les identifica, y a todos sus antiguos compañeros, podría ser...


Tras el salvaje comportamiento observado en la ficticia Mapleton, con toda aquella secta sacrificada en mor del silencio y el humo de sus pulmones, la jauría humana se traslada al lado de la protección, de la misma forma que lo haría el Guy Montag de la novela de Ray Bradbury y su exacerbado comportamiento, siempre mirando de soslayo a su terrible desgracia personal. Luego, asistimos a un cara a cara dramático entre la razón y la fe, la verdad contra la ficción... lo mágico con lo tangible. Es decir, las creencias frente a los sentimientos.
Sólo que aquí, en este apartado rincón, de resistencia profunda y magnificación de las emociones, la caza de brujas parece más real, observando la actualidad de enfrentamientos raciales y otras convergencias espirituales. Mientras que, paralelamente, el antiguo sheriff interpretado por Justin Theroux, tendrá que hacer frente a las voces que no se pronunciaban, al gesto fantasmal... matrimonios incompletos que interpretan actores como Kevin Carrol y Regina King, abrirán nuevas puertas al conocimiento o la pérdida. Haciendo oídos sordos a las señales, o negando la violencia que practica el odio, para descubrir la diferencia física y cerebral, que existen entre Jovan Adepo y la bañista sugerente Jasmin Savoy Brown.
Esta es su historia paralela y renovada.


De la misma forma, encontramos a los hijos que fueron, o seguirán siendo, amistades o enemigos, ya lo comprobaré personalmente. Con el nuevo mesías o salvador interpretado por Darius McCrary, propagando la palabra de un ser visionario o la estafa de aquel, que transportara el misterio del nacimiento. Mientras, la odisea de Christopher Eccleston se dirige hacia la redención de la sociedad completa, o la locura... y la inconcebible resistencia de Janel Moloney, despierta concebida y vuelva a caer en estado catatónico o vegetativo.
Posiblemente, seamos testigos de un renovado choque de maternidades, de polvos ´estelares` y universos conectados a través de la muerte, conexión directa con... no sé... ahora mismo, comunica.
¡Ah! No. Es el padre, el maestro Scott Gleen, entrando por la pantalla directo a nuestros sentidos, como una alucinación. Igual que, aquel ser digital que se aparecía al desconcertado James Wood, en la cinta Videodrome dirigida por el mago visual David Cronenberg.


Por supuesto, no hablaré de Primos Lejanos, ni el descubrimiento de Mark Linn-Baker (el primo Larry) y su extravagante situación, falsificado su desaparición y escondido en Nuevo México... Segundo ¡ah! ... la joven actriz Margaret Qualley tendrá que seguir lidiando, con el horrible problema de Death Note. Lo pillas, ¿no?


... Hasta dentro de nueve.

jueves, 7 de septiembre de 2017

American Pastoral.


En el nombre del Padre Caos: Ewan McGregor.

En primer lugar, y en mi descarga lectora (no he leído la novela homónima de Philip Roth), ante la admiración por un actor descomunal como, el ahora también director primerizo, Ewan McGregor. Admito que mi interpretación de la obra, American Pastoral, puede haber un desliz generacional y privado, ante las múltiples repercusiones sociales de la Norteamérica contemporánea a la guerra de Vietnam. Y que la historia reflejada por el guion de John Romano (The Lincoln Lawyer), más las escenas comprimidas sobre los sentimientos de los personajes, pueden resultar algo incompletas sobre la época histórica, según la crítica cinematográfica. Pero, no siento que, su trabajo sea insustancial o desaprovechado narrativamente hablando, ni endeble en la interpretaciones. Salvo, un final algo precipitado, cuando los trofeos del pasado se convierte en vestigios hoy.

Todos esperarían, gigantescas columnas de humo y huecos enormes en la vida de las personas, cuando la historia de esta, aparente, unidad llamada los Levov y el cabeza de familia de origen judío, interpretado por el mismo Ewan McGregor triunfador de la tercera temporada de Fargo, se sostiene en el recuerdo perdido y el deseo destructivo. En su círculo privado, y por eso, se convierte en microcosmos dentro del caos social y generacional de una guerra maldita.
Nada sabemos, apenas un reproche de la infancia y unos ojos traicionados, cuando su historia se recuerda a través de las fotografías en sepia y la memoria de un actor (algo desperdiciado) como David Strathairn, la frialdad glamurosa de una Jennifer Connelly como madre estilizada (un amor de juventud, propio y extraño) y estrella apagada por un exceso de celo, por la joven que emergió del hielo de una mirada, en la revolucionaria Dakota Fannig. El tridente de una tragedia americana, no tan pastoral, contada en retrospectiva a través de la efigie de antiguos amigos y la imagen mediática de la perfección, de puertas para afuera. Sin embargo, el efecto que produce esa idealización de amor, puede resultar algo exagerado o sacado de contexto, porque resulta demasiado forzado en el tiempo y la memoria de la joven. Un recuerdo amargo, como veremos a continuación:

En el mundo convulso, cuando el cine llevaba en marcha hacía más de medio siglo o la televisión desplegaba sus primeras dos décadas de hogareños encantos, la guerra volvía a salpicar a la sociedad americana y al mundo, esta vez, mucha más localizada y pegajosa como una mano pringada de cieno pantanoso. Una parte de la juventud de los sesenta, escandalizada por los políticos y las armas, alzaba su voz contra la muerte en territorio extraño, pero, en la Pastoral Americana se concentra en una trayectoria silenciosa de una muchacha y apartada del nido, por una atracción contradictoria y peligrosa, sobre todo, para los inocentes.
Tras las noticias y las bombas de humo, se concentra el fuego de una relación incandescente, grabada en la piel y en las retinas, también bastante acomplejada. Que responsabiliza a la educación de sus tutores, de todos los males habidos y por haber, casi sin responder con su extraño comportamiento y el desorden psicológico. Esas pequeñas turbulencias interiores, que significarán un sacrificio mayúsculo del amor, y un pensamiento interesado o caprichoso. Una especie de pasión inocente, que degenera en un verdadero complejo de Electra, caótico y visceral, sobre la figura de un padre altivo o sufridor, durante sus dos estancias temporales.

En cambio, el proceso posterior, se magnifica ideológicamente y se vuelve atractivo en la mente perturbadora de una amistad inconsistente, que atraviesa la carne en busca del corazón. La situación se vuelve extrema (o extremista), lesiva consigo o la representación femenina de la maternidad, con el recuerdo incoherente y mínimo, de un simple signo no calculado, no cuidado. El guiño o suceso que se vuelve monstruoso, calentado en un crisol de indiferencia, reservado en la mente como un cartucho de dinamita a punto de estallar.
Luego, cuando el pensamiento se hace exclusivo y adolescente, regresa imparable a cobrarse el precio del naufragio familiar, los vestigios de un pequeño e íntimo ´leftover` narrativo. Aquí, sus bocas empiezan a soltar toda la tensión acumulada, frente a un silencio, y las tiranteces terminan saliéndose de sus cauces normales, se retuercen psicológicamente y estiran al límite, mas su consecuencia no puede ser otra que la ruptura. Mientras una huidiza Miss Connelly, confusa en el rol particular, se desenvuelve correctamente, mientras su marido graba y se olvida. Algo no muy corriente...

Estos son los cambios significativos de una generación, o un grupo de cabezas de Cerbero, separadas y entregadas al odio irracional. Salvo la mente compasiva del director, personaje literario y protagonista de la película, que emerge como un fantasma a la frustración y ese mal incrustado entre ojo y ojo, ojo por ojo, desencantado y esperanzado, pero humillado.
Existe una pequeña corriente fresca, que invade algunas escenas con descaro, bajo la interpretación de la actriz de Orange County, Valorie Curry, entregada al engaño (y próximamente al director Fernando Diez Barroso en la cinta After Darkness) con desenfrenado placer sexual y ese cocinado caldo de cultivo que termina en sopa boba, húmeda, eso sí. En fin... Todo acaba en una fuga, sin sentido, un paseo marginal por el recuerdo de una época y una historia romántica, que degenera en tragicomedia griega. Un precedente, quizá, de la desconexión que nos acosa, con dudas y dolor, con un mundo que se desmorona por el egoísmo, el pánico o la incultura. Vamos, nada nuevo, pero globalizado.

Por tanto, American Pastoral, no es un canto de libertad, siquiera un mero poema idealizado. Tampoco una súplica, sino, un simple gesto que termina por explosionarte en la cara. Ya que se sustancia en la inocencia, disfrazándose de rebeldía o amenaza juvenil, para termina sucumbiendo en la edad adulta, cuando solo resta un vestigio sobreprotegido de los buenos tiempos. Un recuerdo doloroso, y sangrante, como un espejo que se refleja en la época actual, por muchas latitudes del globo. Pero, al que le falta brillantez o más peso narrativo, más descenso a los infiernos, cuando todo se desmorona y vuelve estereotipado, incluso la película.
Derritiendo las emociones en un amasijo incomprensible, o demasiado retorcido, con un protagonista invadido por los acontecimientos externos y la marginalidad padecida en carne propia. Un partido que empieza a perder, este jugador llamado Ewan Mcgregor (apalizado por la crítica general), pero que no se desilusiona por esa falta de calidez profesional o, la pérdida de valores de los protagonistas. Igual que un eco del pasado, resonando en sus cabezas, la desgracia atraviesa una fotografía en blanco y negro, para atravesar la vitrina de los numerosos trofeos de antaño y establecerse como una especie de muesca, algo disminuida o camuflada por el paso del tiempo. O del montaje y el presupuesto...

En definitiva, interesante salto al vacío, con un arranque frustrante y polémico, que no se hace El Sueco. Que se mueve por estancias celosas de la privacidad (meramente religiosas, machistas o culturales), para desembocar en el horror social y terminar recordado como un flashback amistoso. Algo decepcionado o atónito, por las revelaciones ocultas en capas sociales y la destrucción de un sueño, infantil, por una bomba ideológica.
Jennifer Connelly será protagonista en la película Only the Brave, junto a Taylor Kitsch (John Carter, American Assassin), Miles Teller y Josh Brolin; mientras que Mr. McGregor regresará como intérprete en Zoe de Drake Doremus (Equals) y como Christopher Robin frente a sus pequeños, el autor de Winnie the Pooh, entre otros. Sean felices y coman perdices... si pueden.

Tráiler Only The Brave, de Joseph Kosinski.


Tráiler Detroit, de Kathryn Bigelow.



domingo, 3 de septiembre de 2017

Guardianes de la Galaxia, Vol. I


Los Guardianes de la Galaxia.

Es screwboll inhumano y galáctico:
De los confines del universo, ha reaparecido una saga de héroes que andaban en las nubes... perdidos en las páginas del Universo Marvel de los cómics, para demostrarnos que su palabra es ley. Y carcajada...

Es curioso que una franquicia como ésta, con la variada personalidad de sus personajes, haya sido entregada a Disney para crear sus aventuras en una serie de películas. En la que Los Guardianes de la Galaxia es la primera, con la que parece despegar definitivamente. Más increíble aún parece la nominación de un nombre propio, emergido de las entrañas underground o el cine denominado ´casposo` de los 80, a través del tiempo y el espacio, más satírico que nunca.
James Gunn ha recorrido las abominaciones y divertimentos de la factoría Troma (fundada por Lloyd Kaufman y Michael Herz en 1974) para acercarnos unos héroes infantiles o juveniles, en un entretenimiento masivo que ha llegado con oleadas de risas y mamporros. Sin olvidar sus reminiscencias morbosas, ablandadas por la distancia recorrida en el viaje Disneyland.

Pocos se acordarán de la primera incursión de los Guardianes de la Galaxia, aquellos superhéroes adelantados posiblemente a su generación, enfrentándose a mundos desconocidos y amenazas fantásticas. Alfa Centauri estaba a millones de años luz de nuestras conciencias y sus problemas cuánticos, se resolvían por la necesidad de unir fuerzas más que combatirlas como un equipo de élite, contra poderosos enemigos.
Muchos años de luchas intelsticias y amenazas fantasmas, para cambiar la perspectiva allá por el año 2008 con la aparición de unos diferentes y descerebrados Guardianes. Debemos su nacimiento tras las revueltas sociales y políticas, de la mano de Dan Abnett y Andy Lanning, que describían otros mundos, a parte de este maldito. Héroes con personalidades y cualidades semejantes a las humanas, pero con peculiaridades y superpoderes cósmicos, para hacer atractivo su mundo de ficción y el scifi clásico de tipos duros como aquel Fantasma del Espacio o Los Supersónicos, Superman, Flash Gordon, o aquellos Herculoides o Defensores Interplanetarios, también de Hanna Barbera.

Pero, desde 1969 a 2008 cambiaron los componentes del grupo dinámico y el director nacido en Saint Luis (Missouri), James Gunn se fijó en su etapa más moderna para dar el salto a la gran pantalla.
Un casting amplio y acertado para los personajes. Su manera de contar la ciencia ficción, con diálogos chispeantes, da una extensa panorámica que abrirá para los protagonistas del universos, historias futuras y venganzas.
Además, rodeándose de actores que cambian sus apariciones acostumbradas por esta aventura espacial, como Glenn Close, John C. Reilly, Benicio del Toro o Josh Brolin. Más un divertido grupo de cinco variados cuerpos y voces para los protagonistas, que tienen ya legiones de seguidores.

Peter Quill o su alter ego espacial LordStar. Ladronzuelo imitador de otros viajeros en su busca de fortuna. Gamora la experta en patadas voladoras por encima y debajo de la cintura para sus escarceos sentimentales o Drax el Destructor saltando desde la cuerda de su planeta para golpear con estilo de wrestler a sus enemigos.
Y una pareja diferente, Rocket Raccon, mapache mal encarado con un tercio de hombre, diseccionado y tirador de élite; Groot, un humanoide árbol protector y sacrificado la completa. Consiguen un efecto "buen rollo" entre pequeños y mayores de todo el mundo.

Se ven obligados ha salvaguardar el equilibrio en la galaxia de la amenaza Kree (sin desmejorar sus pretensiones crematísticas) y convertirse en una fuerza interespacial atemporal, a través de espacios paralelos. De momento, sigue esta moda de fundir las páginas del cómic con la imagen digital en la gran pantalla y crear nuevas franquicias.
Gracias al creador y todopoderoso de Marvel, a quién el tiempo no parecer mellar en su longeva visión, Stan Lee el terrícola, se une a Disney para no olvidar que los tebeos que leíamos de niños, nos seducen de mayores con sugestivos recuerdos.
Algunas ideas "tromáticas" semi olvidadas en el tiempo, como el romanticismo indulgente y rebelde de la pareja protagonista.

Otros guionistas se suman al filme para regarlo de sinsentidos, dobleces adultas y chistes soltados en cascada por estos guardianes intransferibles, saltando de la tinta a unos efectos fabricados en los Estudios londinenses Shepperton.
La habilidad del equipo técnico para crear mundos anamórficos y el atrevimiento de Disney para salir de sus proyectos más clasicistas y decantarse por la acción, la aventura, humor y música, ha sido efectivo. El argumento es mezcla de humor blanco, entretenimiento y guiños para todos los gustos y edades, con diálogos enfrascados en mundos internos y peleas absurdas.

Stan Lee y Disney entregaron los poderes a Gunn, para presentar en el cine a unos héroes poco conocidos, olvidados en planetas de segunda división de la gran Liga Marvel. Para volver como verdaderos representantes de la franquicia más lunática y risueña de la editorial.
No sabemos si tuvieron que pararle los pies o Gunn echó raíces por sí solo, pues se dulcifican las bromas o desprenden de su mirada más morbosa. Da igual, porque el resultado ha sido diversión a tope, olvidándose de Troma, o anteriores filmes, Super (un superhombre en su torpeza), Slighter o Movie 43. Su colaboración con Peter Farrelly le abre las puertas a grandes producciones.

Esto es una recreación del encuentro de Los Guardianes de la Galaxia, en plena guerra Kree contra los Xandarianos.


Abandonando el planeta Tierra no sabía lo importante que significaría la música para él en su vida futura.
Ni tripulando las naves más veloces del universo, su mente viajaría más deprisa que, a lomos de los acordes, grabados en su pequeño y anticuado walkman. Era ponerse los auriculares y dejarse llevar hacia las estrellas...

Desde su desaparición a finales de los sesenta, en la Tierra se sucedieron las guerras, y la igualdad de oportunidades entre razas y mujeres era un hecho. La música era más estridente y en el cine habían aparecido héroes como Luke Skywalker o Han Solo.
StarLord es la mezcla de ambos, con inteligencia y chispa, su juventud y apariencia de adulto, le convertía en bribón descarado y mujeriego. Un buscador de las aventuras espaciales y el romanticismo.

- Llevo años cabalgando estos rincones de la galaxia, al igual que un llanero solitario en busca de aventuras. Me lo paso bien, conozco chicas y, de vez en cuando, consigo algo de dinero.
- Ya tengo la gema en mi poder -sonrió a James Gunn, de soslayo.
- Tu consigue esa piedra que yo os haré millonarios. No os preocupéis por vuestros valores, ya con Super vi las posibilidades de afrontar un proyecto sobre superhéroes.
- Pero James, que esto no es un proyecto Farrelli. Estamos en el mundo Disney.
- Por supuesto, en el fondo soy un niño. Respeto por ellos. Nunca mienten y te dicen lo que no les gusta a la geta. Esta aventura va por ellos, aunque intentaré dejar mi rúbrica.
- Nada de vísceras saltando por los aires.
- Tranquilo, estrellita.


(Sin embargo, las fuerzas de la naturaleza ocultas en la dichosa piedra atraerán a su espacio vital, otras personalidades que confluyen en una suma de equívocos. La desintegración del buen rollo por un exceso de avaricia).

- Mirad lo que tenemos aquí, una piel verdosa cubierta de curvas y vaya curvas.
- Fíjate en las cosas que podríamos compartir tú y yo... hmmm - Gamora le atizó una patada que casi deja sin conocimiento a LordStar.
- Hey chica verde quieres que mi roll de conquistador me abandone, ay. Esa piedra tiene un propietario, y soy yo LordStar.
- Yo no estaría tan seguro, barbitas.
- Yo soy Groot.
- Esto se está pareciendo demasiado a un circo... mujeres con piel de serpiente, mapaches que hablan y un... ¿árbol?
- Yo soy Groot (cuatrero dice el humanoide mitad árbol, y le golpeó dejándole a los pies de la policía).
- Quietos los cuatro, quedáis detenidos por el desbarajuste que habéis montado. Destrozasteis una pasarela y varios puestos de venta, una fuente... Muchachos estáis peleando rodeados de gente en un centro comercial.
- Hey y tú, Zoe Saldana... vete pasando por maquillaje que te tienen que dar unas capas de azul. Te llama Cameron desde su mundo.
- Ay, madre. Pintarme de azul, para luego volver al verde que te quiero verde.


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Gunn ha reservado el papel de cowboy espacial, deslenguado y chulesco a un conquistador llamado Chris Pratt, al regazo de pilotos con Halcón Milenario o exploradores terrestres como Indiana Jones, más musculado y con barba semi-descuidada.

- Vaya la que habéis montado, sois unos ladrones sin escrúpulos ni educación.
- Mira quién fue a hablar. El irresposable número uno.
- Esa piedra me pertenecía, patético humano simiesco. No sabes que están acariciando con tus manos de entrometido.
- Claro que sí, chica verde. Dinero, poder y mucho dinero.
- Yo soy Groot (Y la muerte, tradujo el mapache).
- Un mapache traductor y un arbusto, esto parece National Geographic. Tenéis algo más que añadir...
- Yo soy Groot.
- Imbécil - añadió acentuando la contestación del humanoide. No intentes hacernos perder los estribos tocándonos las narices.
- ¿Narices, dices? O más bien hocicos, tal vez, raíces - dijo sonriendo.
- Yo soy Groot (Piensa en verde hombre, serás más feliz).
- Pues conmigo ni sueñes, ni me nombres, soy Raccon. Humano narigudo.


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Su heroína cambia la tonalidad que no el registro "avatárico", para meterse en la piel férrea de una fémina guerrera llamada Gamora, experta en la lucha cuerpo a cuerpo e interpretada por Zoe Saldana.

- Eh muchachos, cuidado con tocar a la dama. Su piel se identifica con dulce carácter, pero peligroso comportamiento en la lucha.
- No me pongáis vuestras sucias zarpas encima o tendréis que tocar a vuestras mujeres con una pajita. Soy Gamora hija del poderoso.... y os haré comer vuestras manitas de cerdos.
- Nosotros si te hincaremos bien el diente, perra verde - dijo el más criminal de los reclusos.
- Aquí, Drax el Destructor, caeré como una tormenta de fuego sobre el que toque a la dama. - Drax se acababa de unir a un grupo de cinco elementos a cada cual más peculiar y diferente.
- Vaya vaya, la montaña de músculos se ha enfadado, se inflamaron sus estúpidas venas.
- Y acompañado del perrito rabioso. Pareces escoria a cuatro patas.
- ¿Cómo? No intenteis detenerme... A por él... (LordStar y Groot, le pararon pataleando en el aire).
- Tranquilo muchacho enmascarado, te harás daño.
- Aaaaaaaaaah, no soy perrito de nadie... soy un mapache, y manipulado genéticamenteeeee, eh.
- Bonita historia, a Drax le han asesinado a toda su familia. Y yo, necesito la venganza.
- Todo muy bien, pandilla de chiflados, pero necesitamos salir de esta cárcel. Si queréis orinar en mejores lugares, hay que abandonar el agujero de este calabozo.
- Mirad Groot está comenzando por sí solo a mamporros. ¡Al ataque!
- Si hay que apoyarse para escapar, empezaré rompiendo algunos cráneos. Soy Drax.
- Tranquilos, las chicas también sabemos defendernos solas. - con rápidos movimientos de artes marciales, Gamora dejó fuera de combate a 4 fuertes criminales, en pocos segundos. Morder el polvo estelar.


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Una vez en el exterior, la gema tenía una fuerza inigualable y un precio incalculable. El interés despertado en varias estrellas a la redonda, había llamado a personajes de todo método y condición dispuestos a artes criminales para apoderarse de ella y su poder. El peligro era inminente.

- Gamora, gracias eres muy valiente y sexy luchando. Te gustan las piedras brillantes o buscas dominar el universo.
- Deseo venganza. Y tú vas un poco de sobradete, majo. Guarda tu lengua y lo que tiene bajo esos pantalones ajustados, pueden sufrir un accidente al separarse de tu cuerpo.
- Hum, fuerte caracter como me gusta, me recuerda a una pareja de gemelas que...
- shhh.
- Vale, habrá que esperar a una ocasión mejor de acercar posturas. Tal vez, bajo una lluvia de estrellas recién creadas.

(Y se puso los cascos, pulsó la tecla anticuada de Play y viajó a bordo de su pies, con unos graciosos pasos. Era el recuerdo del lugar llamado Tierra al que perteneció un día. Y a su familia...)

- Este chico está en las estrellas, es gracioso. Lo extraño es que se coloca ese artefacto en sus orejas blancuzcas y entra en un trance o alucinación... esa forma de caminar no es de este planeta.
- Baile, se llama baile. (y algún día tu piel de batracio hembra entre mis brazos, sin poder ni querer escapar).


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El trío invitado a la fiesta romántica del truhán y la princesa, es un grupo compuesto por las extremidades rocosas de un luchador del ring, Dave Bautista pelea en el espacio con el título espacial en la Unión de Constelaciones y el Cinturón de Orión, el tronco protector de la naturaleza, el dinero y los amigos de ambos en la voz monotemática de Vin Diesel, y por último la cabeza pensante, chismosa y cambiante de un zorro con máscara como Bradley Cooper. Todos forman la parte buena y chismosa de la peli.

- Somos ladrones y hemos llegado hasta aquí para sacar una buena tajada.
- Si no te hubieran inmiscuido en nuestros asuntos, ahora Groot y yo seríamos ricos. Un mapache de vacaciones en las costas del planeta Bilis-X y sus bailarinas de tres encantos. Aguas amarillentas enriquecidas con nutrientes en C-666.
- Agüita amarilla, aaagh. Yo quiero aplastar a.... he venido para mojar su oreja no mi poderoso culo.
- Pues, uno menos en el cotarro para repartir. Así, tocaremos a más nosotros tres, no es así mapache.
- Yo soy Groot (parpadeó con recriminación a lo oído).
- Ok, mi amigo tiene derecho a su parte. No le lastimemos en sus raíces más profundas.
- Está bien... así podrás abonarte... a la televisión por cable.
- Hahaha
- Yo soy Groot (no supo si molestarse, pero optó por una sonrisa profident sin hacer leña del árbol caído).
- No le gusta la tele, pero acepta si te disculpas. Prefiere la tranquilidad en el bosque, plantarse todo el día en el jardín a leer las hojas y susurrar el viento al resto de la naturaleza.
- Y sino, volaremos la cárcel con todos dentro. Tengo un plan, vayamos a por nuestro dinero, cara guapa.
- Con delicadeza y sin llamar la atención. Qué sois muy aparatosos.
- Ya... y tú eres un agujero negro.
- Tragón.
- No, con tu estúpida profundidad.
- Yo soy Groot.
- Qué dice...
- Que no ridiculices a su linaje, tiene parientes cercanos en tu planeta y otros imaginarios, llamados Ent.
- Yo también leí a J.R. Tolkien.
- Yo soy Groot.
- Lo dice en serio, pasos de ganso.


++++++++++++++++++++++

Todo su propósito de pasar desapercibidos, para tener a todos pendientes de 4 0 5 chicos duros, o verdes.
La mitad de la galaxia siguiendo sus pasos, sus cabezas. Necesitarían naves para esquivar las hordas enviadas por Ronan. La guerra contra los Xandarians podría acabar con la victoria total del señor oscuro si consigue la piedra.

- Vaya tela la que se está montando, las estrellas están calentitas.
- Casi morimos todos.
- Gracias por salvarme la vida. Pero, no pienses que tienes mis pies en el bote.

Mientras Ronan ponía su voz más gutural, con sus esbirros comandados por la antes pelirroja, Nébula o Karen Gillan.

- O me consigues la Ronan, o te vas a tener que echar el Oculus, en proyectos fantasmales. Nebulita.
- Como se lo diga a mi abuelo Thanos... a ti si que se te va a caer el pelo. Ronin.
- Y Gamora.
- Le chamusco el pelo a esa estúpida adoptada y malcriada.

Una vez concedidas nuevas naves con poder "láaaser", los cinco se sometían a cuestiones transcendentes y planeaban sus próximos y peligrosos pasos.

- Eeeh, tú crees que me quiere. No.
- Mira animal sin pelo, rosadito cowboy... No me fastidies.
- Cuando consigamos el dinero, podrás comprarte una casa con jardín. Pasear y hacer tus necesidades.
- Y tú, unas clases de sevillanas. No te digo.
- Creo que nos están persiguiendo...
- Poseo unas dotes de conquista, una atracción irrefrenable para el sexo opuesto. Mis pies hablan por ellas.
- Yo soy Groot.
- Dice que te los laves después de actuar.
- Humanoide-vegetal, animal-humano, venas poderosas, hombrecillo. No os quiero molestar con vuestros profundos comentarios, pero tenemos una cuadrilla detrás. Dis pa raaaaaar!!
- Maldito arbolito, ya me llamarás cuando no tengas abono.
- Ha sonado a anuncio de comunicaciones. Haha
- Mira, Rocket cepíllate esa dentadura y recuerda que no eres más que una cuarta parte.
- Yo soy Groot -quiso recordar, cinco.
- Por él ... te la hinco.
- Yo soy Groot -te quiero... lo mismo.
- Dejemos de hacernos paj... (piiiiiit Disney). Tengo un arma y sé como usarla contra los malos... Banzaiiiii!


Abandonando el romanticismo, la charla inteligente y los sueños de futuro, se sentaron a los mandos de sus naves.
El joven cowboy colocó una cinta en su walkman y comenzó un baile de disparos que iluminó todo alrededor. Había cazas por todas partes. En el espacio se intuían ruidos de explosiones, pero la música acompañaba el baile de los cisnes en multicolor. En esa batalla épica, se sentían como héroes clásicos griegos o romanos, sin embargo, estaban en el 2014 y su sentido del humor no caería en la gravedad.

- Vamos gatete, no te subas por las ramas del arbolito. ¿No sabes disparar mejor?
- Cómo te atreveeees... aaaahaaaaaaaah. -desplegó toda su habilidad para el gatillo.
- Yo soy Groot -no es gato, es mapache.
- No me hagas sacar las garras, soy un prociónido y mitad más hombre que tú -gritaba Rocket mientras seguía abatiendo enemigos.
- Siempre, mapache saltas defendiendo a don verde.
- Soy su protector, el me defiende. Somos amigos.
- Perdona Sr. Mapache y además sabes disparar. Mis músculos estarán siempre a tu servicio. Tú me salvaste también, ahora, tengo que destruir a Thanos. Por Kronos, gracias a este poderoso cuerpo. Aniquilaaaar.
- Hey, hey musculitos. Te has olvidado tus pastillas de fósforo hoy. Calma.
- Primero, debemos defendernos de Ronan y mi hermanastra o algo así, Nébula... son poderosos y sedientos de sangre.
- Dejadme al listillo del martillo. Se lo haré tragar por bocazas de la galaxia.
- Más música, ¡acción! Grandes éxitos de la Tierra en los ochenta, guau. Came on!


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Toda fuerza fusionada en la gema deseada por Ronan interpretado por Lee Pace (volveremos a verle en El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos, como Thranduil) y por otros personajes, nos lleva a guerras en la galaxia, chistes espaciales y extraterrestres con divertidos maquillajes o diseño digital.
Compitiendo en malos modos tenemos a Michael Rooker en modo desfasado (ya apareció en su anterior película Super) maquillado y listo para clavársela al más pintado (de verde u otro color, la flecha digo). Otro que tal baila, Korath el perseguidor interpretado por el todopoderoso Djimon Hounsou. The Collector con un Benicio del Toro, divertido sobre todo, y Josh Brolin saliendo del mismísimo Titán o luna de Saturno, en su forma de semi-Dios interesado por las artes oscuras y la muerte.

- Me cachis, cada vez tengo a más tipos malvados, imitando mi voz. Pues, a ver quién la tiene más oscura.
- Soy Korath, ahí creo que os gano yo.
- Con lo bien que estaba yo, por la selva y mis revoluciones -dijo Benicio del Toro cambiándose para interpretar a Escobar.
- Dónde habéis ido a raparos. Yo siento algo de picor -exclamó Yondu Udonta rascándose con su flecha.
- Claro con lo que tiene incrustado en tu cabeza.

- No sabía yo, que una mísera piedra iba a montar todo este jaleo. A este paso podrán hacer un largometraje -Dijo Drax.
- Oye macho que estamos rodando una -replicó James Gunn.
- Yo soy Groot... (No conocéis El Señor de los Anillos o qué)
- Yo sí, apuesto a que te refieres por lo que ocurre por poseer un Anillo.
- Yo soy Groot (caramelito para el humano)
- Gamora, de los años que llevo cabalgando por el universo, nunca había visto unas estructuras tan divinas...
- Tú estás fatas, chaval.
- Ese Sauron era un primo mío, al que gustaban demasiado las sortijas -se oyó desde arriba, el vozarrón de Thanos.
- Esto se nos está escapando de las manos.
- Yo soy Groot (y las ramas)
- No seguid, seguid. Yo sigo rodando todo -sonreía Gunn tras su cámara.

- Y Arturo, conocéis al rey, la espada y otra roquita. Épico.
- Pues yo querría más Amazonas, guerreras en sus trajes ajustados. Sería otra historia.
- Tranquilo, tomo nota -contestó Gunn.
- Yo quiero participar también -dijo Tom Cruise que pasaba por allí de visita.
- Meto más Troma o no... No me atrevo. Qué diría el pobre Walt.
- Yo quiero ver a la Wonder Woman.
- Esa pertenece a otra ganadería comiquera.
- A mover la colita. Los mapaches somos más certeros que los humanos.
- Yo soy Groot (y nuestras esporas...)
- Necesitamos apoyo y una nave. Tengo un amigo azul que nos tratará bien.


- Maldito humano cobarde, ahora vienes a pedirme ayuda. Mi flecha se pone nerviosa.
- Si me matas, perderás un negocio fabuloso.
- Mi tripulación me reclama tu carne, pimpollo.
- Comerrrrrrr! -todos a coro.
- No jodáis, yo os llevo al restaurante Arguiñanus. Pero tú, te vas a tener que quitar esa cresta.
- Con este hambre y por un plato del chef de las ondas, yo me afeito hasta la perilla.

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- Yo soy Groot.
- ¿Qué ha dicho el amigo, arbolito?
- Nada que os interese, algo de plantar una semilla.
- Chistes guarros, no eh? -avisó con cara de susto el director. Mientras miraba el pecho de Nébula.
- Os agradezco que me acojan en este espléndido grupo comandado por la estupidez machista, chicos. Yo allá en el monte, tan aburrida con mi pseudo hermana y tío del mazo.
- Guapa, nos seduces con tu boca, ojos, tersa piel de ranita... Ven te demostraré como dar unos sencillos paso de baile.
- Pues, tendrás que demostrarme más cosas. Hasta que no salves un mundo o dos.
- Qué exigencias, j... corcholis.
- Vale, vale... Cortad el rollo, yo si que he tenido una vida lamentable en los laboratorios humanos.
- Yo soy Groot -te quiero, Rocket.
- Y yo a ti pequeño, Grooty. Nuestra amistad echó raíces hace mucho tiempo.
- Bien tomo nota... La próxima aventura tendrá un "remember" de vuestro reencuentro emotivo.
- Yo quiero matarrrr...
- Vale Drax, ahora te traemos una Play o algo.


++++++++++++++++++++++++++

- No, si al final este chico, le mete por detrás el Martillo a su dueño.
- Todos juntos apretaaaar. Esto es un equipo, Vamos.
- Maldito Ronan te has dado cuenta que cambiaste una letra con Conan), imitador.
- Ya me habéis cabreado, a tomar por saco el arbolito de Navidad. Ya tenéis leña para la chimenea.
- Cómo... qué has hecho con mi amigo Groooot, muerte y destrucción a Ronaaan.
- Ya no soy Groot (Ronan es un imbécil como la copa de un pino)
- No sé, este chico tiene una mirada que contagia. Si al final se carga al malo, le voy a tener que facilitar un poco el baile.
- Hey, no os quedéis mirando. Qué yo sólo, no voy a poder combatir el poder de la gema. Dadme vuestra fuerza.
- Mecachis, ahí tienes mi zarpa. Y mi brazo poderoso... Y mi piel verdosa, cariño.
- Siento algo en el estómago. No sé si mariposas, baños de lunas, luciérnagas... o gases.
- Tomaaaaa Roniiin, burn burn! -gritaron todos juntos. (Y el Thor de negro, se derritió como un heladito en un chiringuito al sol)
- Formamos parte de un nuevo grupo... Somos Los Guardianes de la Galaxia. Y, déjame tu número de teléfono, chica verde.


Como en su nacimiento con Troma, James Gunn toma nota del cachondeo para futuras citas intergalácticas, con la necesidad de captar adeptos infantiles se pierden tramas más indeseables (recordemos su comienzo con la película Tromeo y Julieta o la más reciente Super) pero aún habrá posibilidades de ofrecer otras caras más atrevidas en siguientes entregas.

El espacio ha sido conquistado, y también los corazones de muchos aficionados al scifi y al cómic con su humor y acción, en el primer fin de semana la recaudación ha convertido a los Guardianes de la Galaxia en el filme más arrollador del verano, superando a Capitán América: El Soldado de Invierno. Más de un millón de personas ya ha visto en España la película que lleva recaudados más de 540 millones de dólares en todo el mundo, aire fresco ante los grupos monopolizadores tipo Vengadores, Inhumanos, Liga de la Justicia o X-Men. Parece que alzan el vuelo con pretensiones de seguir consiguiendo atractivas metas.
En los Guardianes habrá incorporaciones significativamente femeninas. Veremos como se posicionan, los rostros.

- Y el árbol no dice nada ya.
- No, sólo baile -contestó el director.
- Música y a cimbrear las caderas, ven Gamora.
- Ahora no LordStar. Que me parto, tronco.
- Pues, los mapaches también tenemos una vida sexual activa.
- Ese es mi gatete.
- ¡Imbécil, soy de otra especieeeee de mamíferoooos!

The Guardians Five.


*** Buena ****

Guardianes de la Galaxia, vol. 2

Guardianes de la Galaxia Vol. 2: Dale al Play...

Los Guardianes han regresado, y por fortuna o el dios pretérito del cosmos (algo enfurecido), pocas cosas han cambiado...
Todos esperando que apriete el botón, con su cara de niño que nunca ha roto un plato y su mirada perdida en el horizonte. La diversión narrativa que los seres humanos, siempre han visualizado entre la humanidad y una mente, excesivamente megalómana (si posee oídos, que dudamos) o endiabladamente sádica y apocalíptica. ¿Eh?
Despierta Groot, todo ha sido un mal sueño... ¡ponte a bailar como Gene Kelly!
I´m Groot!
Ah, no... ya lo dijo un personaje de Twin Peaks, ¡maldito!
I´m Groot!
Vale disculpa, la culpa siempre será de la lluvia cósmica... y recuerda:
Not That Button, baby Groot! O tocaremos the bottom.
I´m Groot!
Que no me harás caso a mí... que escucharás lo que te diga Mr. Gunn. O.o

Y comienza a el segundo baile, con una escena sacada de aquellos musicales de Broadway, pero, con nuestros amigos o protagonistas de Guardians of the Galaxy, en pista y danzando como vegetales animados, exhibiendo músculo entre guiños monstruosos y efectos delirantes o graciosos. ¡Vaya entrada!

A este lado del universo ´desconocido` y luminoso, el sonido forma parte de su esencia ecléctica o naturaleza amistosa, por encima de todo... excepto de la diversión.
La música permanece sostenida por el humor y la acción, flota en el ambiente y sigue manteniendo los mismos efectos en los protagonistas, rebeldes recalcitrantes o poliédricos de ayer, con alguna incorporación emocional. Son como músicos impertérritos de un naufragio cósmico, balanceándose entre el bien y el mal.
Pero, nunca se hunden, porque son héroes legendarios del cómic, creados entre Arnold Drake y el colorido de Gene Colan (autor del terror de la Tumba de Drácula y el extraterretre-ánade, Howard), por allá en 1969, época de cadillacs y rockeros. Hoy modernizados por Dan Abnett y Andy Lanning, para mostrarnos la cara posible de lo impredecible.

Llevados al cine hoy, esto significa, carcajadas coloristas y un poquito de... It´s Showtime!
Su rebeldía no tiene fin, a partir de brillantes o pugilísticos diálogos, que persiguen la acción espacial con ese humor característico de la primera. Se han ensamblado como grupo cinematográfico, particular y diverso, que se mueve por las canciones de antaño y bailan a su son... claro, también al de sus naves, armas plasmáticas o láseres. Siempre que se lo permita, la olvidadiza mente de aquel pequeño brotecito o retoño, con su contoneo para todas las edades y géneros.
Sí, es el protagonista como dijimos y sabíamos, recordado por el gentilicio de Groot y su ´despierto` cerebro en crecimiento vegetativo. Todos quedaron encandilado por su enorme sapiencia de secoya o defensor de lo verde, ahora saltando de su maceta diminuta o terreno inestable, y cimbreándose con las ondas hertzianas. Pero, divirtiendo al universo con su ritmo florecido... y acercándose al estrellato con paso suelto y danza, firmes.


I´m Groot!
Perdona plantita, se nos ha colado este clip ochentero.

Música celestial o espacial.

La música es buena para el crecimiento físico e intelectual, ahora, Groot se ha convertido en un pequeño simpático y juguetón, que no descansa ni en sueños. Con algunos centímetros de más, sigue desarrollando otras habilidades, tal que el movimiento de pelvis, como un tallo flexible al viento, tronco.
También, establece su posición con el colorido vómito contestario, o dubitativo, no sé. Lo veremos en los futuros desafíos de los Guardianes al otro lado y las lagunas arborícoras de su mente, ojeando libros de biología o historia de sus grandes predecesores en la Tierra.
Si bien, antes, que su pasión por las novedades informáticas y la tecnología, veremos a sus progenitores o compañeros marcianos, con sus movimientos guerreros en la pista de aterrizaje y alguna disposición diferente en sus vestuarios, pensamientos y... corazones.


Podría ser una de sus pasiones, más ecológicas a priori y respetables ante los diversos mundos, es el dedo derecho del padre, que apunta en todas las direcciones de la Galaxia Marvel. Star-Lord, siente su presencia en las alturas (o bajuras), como los problemas derivados con los bailes no correspondidos, y esa devoción por los botones y las dudas...
Ya lo advertimos, cuando Miss Quill se acercó a un extraterrestre como J´son, o ante determinados estirones y los deseos de la futura familia... que no se puede hacer nada. Sino que se lo pregunten a los viejos residentes del espacio cerrado y los azules de Alfa Centauri, viajando en el tiempo y transportándose a nuestro Planeta Azul y caja de ritmos.


Esto no acaba en la tonalidad, ni en unos simpáticos centímetros contestatarios. Sin tiempo a respirar, por instantes, pareciera que el arbolito es el niño bonito del guion, aunque existen otras pequeñas evoluciones no cerebrales ni sentimentales. Alterables e inestables como un clon que no ha tenido infancia feliz ni visto películas 3D en Imax, o un gigante violáceo con un humor de pe... de mapaches. Una pareja tensa como los músculos y compenetrada a base de chistes e improperios, también alguna entradilla sexual para acercarse a los mayores, de actos no de edad.
Alrededor de, representante vegetal y un astroboy ya crecido, se esfuerzan en seguir sus pasos extraterrestres, los danzarines que aparecen en los títulos ulteriores. Seres, otrora marginales, que evolucionen alrededor de una hecatombe ruidosa, prismática, a través de un caleidoscopio fluorescente e infinito, no sé de cuantos trillones de tonos en la paleta y años luz. Dos fuertes hermanas enfrentadas, a raíz de los jueguecitos de su tutor, aquí, desaparecido en combate.
Ahora, deberán aprender a bailar de nuevo...


Al menos, van aprendiendo algunas frases ´savias` y cimbreos... ¿o no?
Y es que, ver el crecimiento de una criatura, en graciosa libertad y armonía con el mundo, pero un dolor de cabeza para los nuevos, como Pom Klemetieff o Mantis para los amigos espaciales, Sean Gunn el colega inseparable del gran Michael Rooker, o los malos extrovertidos de todo esto. Unas relaciones tan emocionantes y complejas, como la aparición de un pariente inesperado, que te empieza a tocar... todo lo que tienes controlado.
Tan curioso como los cambios hormonales, o cambiante como los rasgos emocionales que se establecen en tu círculo de amistades. Temeroso como las ideas de tus contrincantes acérrimos, o enemigos sedentarios en una guerra virtual, de consolas, cercanos a una batalla campal en Internet, con bots peleándose entre sí y destrozando cualquier rincón del ciberespacio. Aunque, siempre exista una resistencia, más o menos, activa. Aquí encabezada por Sylvester Stallone (sí, el Juez Dredd), Ving Rhames (Pulp Fiction), Michelle Yeoh (Tigre y Dragón), la voz de Miley Cyrus (no registrada), la de Seth Green como Howar el Pato (¡heim!), o el mismo e indisoluble Stan Lee, como un astronauta con amplio sentido del humor o gran caja de resonancia... diríamos un arco iris en el mundo Marvel.


No obstante, algunos reglones se escriben torcidos, como una relación paterno-filial, o como una cresta que no encuentra su posición exacta, dentro del cajón de los calcetines. Desafiantes como un beso furtivo bajo las estrellas... o soñado al menos, se alza los ideales fantásticos (y fanáticos) de un mundo idealizado llevado por una mano con piel de serpiente. Sin duda, algún resto epidérmico de nuestra juventud.
Igualmente, contradictorio como un personaje encarnado por un Ego, desafiante como un otro disfrazado de paternidad o divinidad con hambre insaciable. Un dios con botas de serpiente cascabel, para bailar un taconeo country.
Es el alter ego de Chris Pratt, metido en cintura, por el carácter de Snake Plissken. El fantástico y sibarita, Kurt Russell, aquí algo más ofuscado con una vuelta atrás de 34 años en los píxeles. Aunque no únicamente en el cuerpo, también con un cambio cerebral, todopoderoso y romántico... Sin embargo, olvidado en pos de la unidad universal. Esto es, una vuelta atrás en el espacio y el tiempo, musicales ambos.


El Ruído y el Color Estelar.

No debemos olvidar otras atractivas circunstancias que envuelven un producto para el entretenimiento más continuista, gracias a... Groot.
Observar como la familia sigue creciendo, desde el guion contradictorio y el entretenimiento visual que propone el director James Gunn, animando a otros para unirse a un espectáculo fuera de lo común. Como la creación de este cosmos brillante e imaginativo, de proporciones infinitas y épicas, con numerosos aciertos narrativos o divertidos diálogos que bucean en el pasado (algunos pensarán que repetitivos), mas con el ánimo de preservar su fuerza interior (amor y amistad) o las diversas localizaciones de este territorio extendido, flotante. Que diseña formas y múltiples polarizaciones en el aire, para favorecer el aspecto artístico o conceptual del tebeo, en defensa de las maravillas naturales, y las otras. Las que manifiestan el futuro de nuestra especie... que digo una, de todas las evolucionadas...

Y, por supuesto, continuar con el ritmo imparable, que confiere a la cinta de una embriagadora velocidad, sin pausas ni prisas. Un trabajo minucioso y alegre de un grupo, divertido, que se identifica con las evoluciones de los magníficos efectos especiales y las conversaciones de los personajes, parte de la familia ya.
En definitiva, los demiurgos de un universo caleidoscópico, basado en estructuras naturales, las fuerzas imposibles del cosmos y las construcciones faraónicas, recreadas en estelas o en nebulosas conceptuales, con formas geométricas de composición fractal. Un infinito de formas elaboradas por genios de la informática para la industria cinematográfica, ya cercanos a la maestría, como los de esta mágica reunión en la composición de bits: Animal Logic (Paul Butterworth), Framestore (Jonathan Fawkner & Patric Ross), Method Studios (Nordin Rahalli), Scanline VFX (Jelmer Bosksma), Trixter (Alessandro Cioffi & Adrian Corsei), Weta Digital (Guy Williams), Lola Visual Effects & Cantina Creative.
Por tanto, vuelve a la dirección, el capitán de esta loca tripulación, creador de espacios y guionista llamado James Gunn, tan chulo como un San... Groot. Apoyado por su hermano bostoniano y productor de Marvel, Kevin Feige, la caja de la risa tras la mayoría de las últimas pelis de Marvel Studios.

Para ello, han respetado aquellos dibujos trazados por la imaginación (de su real paternidad) y el espíritu roquero sintonizado con la música compuesta por Tyler Bates y un montaje enloquecido de visiones fantásticas y canciones... Unas veces calmado, otras muy loco... pausado, rápido, lento... les´t go, please... I´m Groot, elaborado en el editor por Craig Wood y Fred Raskin.
En la historia romántica, se desarrollan los encuentros de Chris Pratt y Zoe Saldana, el pensamiento rocoso de un cálido Dave Bautista, la paradoja del animal Bradley Cooper encontrando un rasgo humano ante tanta locuacidad, propia y extraña. La ´compasión` del gran Michael Rooker como Cupido, aunque no su flecha furtiva, y la prioridad protagonista de un Vin Diesel que reclama más música y letra.
Al menos, a la misma altura de una hermanastra interpretada por Karen Gillan o la Mantis sensible sufriendo algunas maldades lingüísticas y emocionales del reparto. ¡Ah!, sin olvidar las expectativas futuribles de la maldad dorada de Elizabeth Debicki, líder de los Sovereign más estirados.
Aunque es complicado explicar cómo, Miley Cirus se encarga de poner voz al masculino sistema operativo conocido por Mainframe o que, Seth Green platique en la silueta de un palmípedo sin fronteras... Incluso sentimos a Jeff Godblum y David Hasselhoff se convierte en el baúl de los deseos, mientras Stan Lee como siempre... se recrea en la Luna.

El Sonido Galáctico... volverá.

Cualquier baile o gesto, no vegetativo. Cualquier centímetro en el estirón, será remarcado de nuevo, entre explosiones estelares y su banda sonora.
Será mediatizada, ya que significa algo dentro del cosmos y de alguna forma, nos conecta a todos. Buenos o malvados, humildes y divinidades, tratando de ser felices, ante tanta mediocridad o maldad galopante. Síntomas de una dramática revolución o un pensamiento excelso, caótico para las especies y el futuro. En este planeta diseñado por el dedo divino de Quill, y amenazado por el pulso de un botón, mediante la mente ´despierta`, del dios Groot de la animación galáctica.

Un dibujo nuclear, no exento de violencia y divertimento para mayores, que necesitará a los héroes del tebeo con el fin de extremar la vigilancia sobre este mercadeo de dolor. Un equipo heterogéneo o racial, que significa la protección de todos los inocentes... o no. Quizás, más destrucción.
Por la música y pies danzantes del universo, aquellos pequeños y revoltosos Groot´s que posean el ansia de aprendizaje y la libertad. La gracia por los juegos, harán que sus muecas contagiosas, giren como peonzas saltarinas, sonriendo, otra vez a la confusión... Esa débil memoria, siempre con un guiño de ojo cómplice.
Es decir que, por todos los revoltosos que tuvieron un pasado en diversos planetas, alterado o mutado, volverán a subirse a los árboles, peleando con una espada hecha de una rama tallada. Navegarán los piratas de la infancia y del espacio exterior... u otro más cercano, comiquero, fantástico y literario. ¡We´re the Groot´s!


Aquel año llegaron silenciosos, midiendo su entrada (que no sus expresiones), como si pocos les conocieran por estos lares. Y se han ido conformando como una auténtica revelación de superhéroes del futuro, mágicos e interespaciales entrañables, tal que un vestigio de los vaqueros a este lado de la frontera o aquellos marinos de nuestra infancia, surcando las olas gravitacionales, en navíos sin calado ni agua. Izando su gracia al ritmo de un tema pop o el irresistible rock.
Propagaron su risa a la nuestra, con letras y canciones. Su amistad sin, aquellas fronteras reales, ni diferencias en colores. Desintoxicando la egolatría de las redes sociales es espacios virtuales, reformando un amor reservado para melancólicos y descreídos, practicando la coreografía espacial y bípeda en escenarios binarios. Siempre sin perder de vista, la coordinación y el sacrificio.
En estos momentos de gloria conceptual, mencionaremos a los precursores de estos efectos visuales y las variaciones plasmáticas el arco iris, como pintores digitales. Aún más fluorescentes si cabe, desarrollando una generación de avatares con infinidad de ráfagas multicolores, como láseres incandescentes y pupilas de tonos ígneos. Al calor de la música, como si una espace ópera se tratara...

Pero, en el fondo de un cajón, nos entra cierta duda repetitiva. Su humor fuera de lo común (para estas edades tempranas, soy Groot... sí pequeño todavía) o temperamento extraplanetario, se manifiesta demasiado infantil a veces... soy Groot, lógico.
Sin embargo, no olvidemos que su rotundidad visual y la ágil narración, corre a cargo del giro futurista de Walt Disney, un divertido James Gunn y el sabor con gran solera, de un astronauta del cómic. A sus órdenes General Lee.

Más en forma que nunca, física e intelectualmente, hasta que los pies quieran seguir danzando. El gran cowboy, en términos generales, puede seguir contento a horcajadas. Cabalgando por su singular espacio, plagado de fenómenos, en el mejor sentido de la palabra. Asaltando mundos oprimidos en su mente secular, con sus 7 magníficos del universo. Ante una teoría del todo, bastante bifurcada o comprometida.
Toda la dispersidad de frikis evolutivos, se reúnen con los especímenes gráficos y los otros, más parlanchines, para compartir entretenimiento.
Gracias a sus diferentes formas de conocimiento, su energía grandiosa, sus juegos marciales y los avances técnicos. Los guerreros espaciales, serán nuestros ´leftovers` y su batalla a distancia, un reencuentro potencial desde la celulosa al celul... digo hardisk. Pero, no tan lejana como la comunicación actual, o el moribundo rock&roll. Se va gastando, desfalleciendo y perdiendo las baterías, como un arcaico walkman que terminara distorsionando, reproduciendo sonidos grotescos de otro mundo, con la oxidada banda grabada en el casete.

Solamente por un suceso imprevisible, un final en la balanza del bien y el mal, entre ese lado aparentemente luminoso de un dios oscuro... demasiado evidente.
Pero, James Gunn y su equipo, tiene movimientos guardados en la cómoda de una habitación, que se irán viendo en próximos episodios de nuestro crecimiento. Amo y señor de la Galaxia Disney, siente preocupación por las enseñanzas extrovertidas de un padre, obsesionado por controlarlo todo, como un fantasma del pasado, incluso la vida.
Mientras, su rebelde hijo muestra otras tendencias todavía inconcretas o indefinidas, pero que demuestran la savia que corre por sus venas, I´m groupie Groot!
Seguro verdurita... nos embarcaremos de nuevo. En esa y mil batallas más, igual que Vengadores.
Haciendo frente a todas las enfermedades o impurezas del universo conocido, y por conocer. Luchando por parientes, plantados en cualquier confín bajo o sobre las estrellas. Guiados por la brújula que indica el norte, del rosavientos y el pulmón verde de numerosos planetas.
Aunque en, nuestra tripulación, la suya de Gunn, exista algún tipo de bucanero entregado a la bolsa o el cofre, a desafiar el océano profundo y amenazar al resto de marineros. Siempre hay alguno...

También, deberemos mirar en nuestro hogar. Cuando algún pirata apodado el Verde (I´m Green Groot), se impaciente con las órdenes confusas del capitán, condicionado por una enseñanza familiar, pero no, específica o sanguínea. Que alimente sus malas pulgas, por mor de la rebeldía y no de aquellas habilidades, sustentadas sobre el pellejo de un ágil depredador. Voto a brios.
Otra batalla generacional en curso, cuando se manifiesta la desunión habitual, cuando el precio a pagar ha sido mayúsculo y pintado de azul cielo. Rindamos los honores, a pesar del precio pagado y no la pérdida de la libertad como ciudadanos del cosmos. Con veinte salvas de cañonazos.

Por tanto, el conductor o demiurgo, no podrá empezar a construir el futuro, destruyéndolo como el hombre de las dos caras de esta historia. Ni podría amar, sino muestra respeto por ella, en la libertad de elección, la diversidad del pensamiento y las formas de vida. Por muy pequeña, y dubitativa, que esta sea... A bordo, siempre, un equipo que navega o rema a buen ritmo, más o menos, unidos. Capaces de transformar nuestro mundo e infundir, más inteligencia emocional en el resto. Hasta alcanzar los objetivos no diseñados dentro del universo dividido y salvaje, cruel o violento, manipulando los mapas de bits para elaborar otro viaje, bajo esa tormenta de fuego o arco iris digital.
Texturas sin fin, sonrisas evolucionadas tecnológicamente. Para distinguir a los nuevos piratas del espacio o aquellos guardianes de tesoros hundidos, como la esencia de una energía conjunta y limpia, la imaginación artística y conceptual, el carisma... A un golpe de botón derecho... no izquierdo... ¿y tú quién eres...?

Las gélidas despedidas, no se me dan bien... ¡quién sabe! En nuestras lágrimas criogenizadas, podríamos conocer nuevas estrellas o incorporaciones galácticas, vicisitudes de familia y las que vendrán disfrazadas para el espectáculo del Séptimo Arte. Bajo una lluvia de pléyades, Vengadores se levantarán, alrededor de fuegos galácticos y la memoria, bajo el atardecer terrestre o el atardecer Celestial, para recordarnos que el amor es el motor que mueve todas las emociones. Especialmente, las más aguerridas o innovadoras.
Aquel rumor de dios vengativo, pasando el tiempo, cambió los registros y su aspecto luminoso, por el calor del caos y frialdad en las palabras pronunciadas, vestigios... como un esqueje quemado en un infierno de verano o una guerra radiactiva. ¡Naturaleza Imperfecta!... ¿no es así, Groot?
¡Pulsa el botón! Sonríe... clic.

Cinemomio: Thank you

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