Entre dos mundos.
En poco tiempo, visionar dos películas de producción independiente (no con idéntico tema) pero sí muy relacionadas por su carácter intimista y relacionado con situaciones en distintas etapas emotivas de la vida. Ambas siempre con el universo de los sentimientos, tanto para el caso de comenzar un sentimiento en los protagonistas, como para dibujar el término del amor. Una hecha en lengua francesa pero en Canadá, la otra en inglés y localización en París.
En este 1er. Amour observaremos estas dos proposiciones en una historia sencilla y rodada con mucho respeto por sus personajes, a pesar de las confusiones o traiciones. Acercándose a ellos, intentando reflejar sus distintas acciones y querencias sin buscar el daño al otro sexo sin más.
Esta película sincera nos llega desde un país que no sorprende ya con sus notables producciones cinematográficas. El cine canadiense tiene una industria y unos profesionales que intentan contar las historias que quieren contar, manteniendo una calidad constante y efectiva.
En este caso, un joven director procedente del documental y de nombre Guillaume Sylvestre, es también el creador de unos diálogos cargados de naturalidad, concisos y en algunos momentos brillantes. Diríamos que no es una película al uso de unos tiempos atropellados por la prisa y el ruido, porque en el primer amor es más importante el susurro y la placidez de la proximidad. Por tanto, otro director novel con visos a seguir su devenir profesional.
Toda cambia.
Hubo una época en nuestra infancia que fue la del descubrimiento de los movimientos de los adultos, pero sin serlo todavía.
Pudo ser en un verano de un año cualquiera (cerca de los catorce) cuando esos cambios eran evidentes en algunos aspectos físicos y mentales, construíamos las bases de nuestra personalidad.
Como los jóvenes actores y protagonistas, Loïc Esteves y Marianne Fortier, en el descubrimiento de sus personajes y de un posible futuro oficio. Muy correctos los dos.
Además en el film 1er. Amour, tenemos algunas otras buenas interpretaciones como la de Macha Grenon con amplia carrera y parcipación en otros trabajos como The Pianist o Las invasiones bárbaras, como de su pareja del largometraje interpretado por Benoît Gouin (sin desentonar en la acumulación de equívocos argumentales). O curiosamente, dos jóvenes que aparecieran en el brillante film (muy recomendable) titulado C.R.A.Z.Y. del director nacido en Montreal, Jean-Marc Vallée, con los nombres de Pierre-Luc Brillant y Jean-Alexandre Létourneau.
Ella:
Una chica de su época. Le gusta la música de moda y divertirse.
Cuando aquel año conoce a un chico mono, se produce un acercamiento en pos de una amistad que pudiera durar para siempre. Quizás amor.
Sin embargo, una diferencia de edad de a penas unos años, puede resultar una muralla infranqueable. Es difícil conquistar esa fortaleza desde una voz cambiante con armonías disonantes o de pito, aún con el bello demasiado incipiente.
Aquellos gallos que salían de la garganta del chico, parecían insuficientes en su cabeza. Como si fueran incapaces de expresar un sentimiento tan "poderoso", más bien, el resultado de una atracción irracional por una joven sorprendente y diferente de las que había conocido en su colegio o amigas.
Anna rebosaba amor. Su carácter era la libertad, pero ésta siempre puede tener un coste a pagar.
Ese verano la joven te introduce en su mundo novedoso, te muestra la música con la que se divierte, su risa. Ella sabe que el roce de su cuerpo produce una extraña sensación en Antoine, como ya le ha ocurrido con otros más mayores. Es el mundo creado para el goce y la experimentación. Le enseñará con sus amigos, la animación con alcohol o drogas.
Demasiado atractivo como para pasarlo por alto. Es posible que ella pueda conseguir todo lo que se proponga con sus encantos ocultos.
Porque es evidente que para Anna, el sexo no es un secreto. Y mucho menos un tabú.
Los prejuicios se han dejado atrás en otros veranos anteriores. Tiene diecisiete años y está dispuesta a practicar y ofrecer amor, a todo chico que le guste y le apetezca.
Él:
Otro verano de vacaciones a la ribera del lago canadiense en Quebec, bajo la protector acompañamiento de sus padres.
Un nuevo intento por mantener a toda la familia unida, por que en el futuro los caminos se hacen andando, o pilotando una pequeña embarcación de recreo.
Los ojos limpios de Antoine, serán los nuestros es esta pequeña historia.
En Le premier amour, observaremos como se comportan los más adultos desde sus catorce. Aunque éstos, algunas veces, le miren como un niño. Es posible que en determinados comportamientos, los niños se comporten como los mayores, y a la viceversa.
Es querido y ha sido educado en los valores de la libertad.
La educación recibida puede tener el peso suficiente para redondear un nivel cultural medio-alto. Y Antoine es muy consciente de todo lo que sucede a su alrededor, incluso puede crear una opinión propia y defenderla a costa de equivocarse. Peor sería mirar hacia otro lado, y traicionar a aquellos que quiere.
El amor es tan vaporoso como una bruma cerca de la ribera (ubicación en el río Saint Lawrence que atraviesa la ciudad de Quebec siendo el segundo más largo de Canadá), o como una borrachera y sus consecuencias al día siguiente.
Por ello, cuando cruzamos a la otra orilla, nuestras miradas ya no serán las mismas. Eso suponiendo que puedan volver a cruzarse.
Le 1er. amour, es otra muestra de interesante cine independiente y más concretamente hablado en francés.
Y es también, una película consecuente con una historia sencilla y transparente, a veces, respetando los silencios con evocaciones culturales o paisajes cargados de bucolismo. La música clásica interviene para calmar las tumultuosas situaciones y atracciones, para acentuar la sensación de pérdida.
Si no te interesa, el cine con tintes intimistas sobre las relaciones humanas, no es tu historia.
Tampoco es un film que deje una huella imborrable en tu historial cinematográfico, porque estas etapas vitales, son reconocibles en nuestras propias vidas.
**** Notable ***
Tráiler del film francés de animación Ernest et Célestine, dirigido por Benjamin Renner, Stéphane Aubier y Vincent Patar.
Tráiler de Le Weekend, dirigida por Roger Michell. Reparto: Jim Broadbent, Lindsay Duncan, Jeff Goldblum y Olly Alexander.
La Vida Secreta de Walter Mitty, dirigida por Ben Stiller. Reparto: Ben Stiller, Kristen Wiig, Adam Scott, Patton Oswalt, Shirley MacLaine, Kathryn Hahn y Sean Penn. Tráiler: