Excelencia teatral, con trabajo.
Se produce un hecho paradójico, a veces, en un filme.
Cuando una película se compone de un número importante de individuos dedicados a sacar adelante un proyecto cinematográfico, con mucho esfuerzo. Pues, ocurre que en numerosas ocasiones la escena, esto es los fotogramas de la película, se apoderan del espíritu interpretativo de un actor.
En el caso de la versión Browning dirigida por el inglés nacido en Carlisle, Mike Figgis, y su máximo exponente interpretativo en la figura omnipresente del actor y director londinense Albert Finney. Magnífico y mayestático en todos sus planos.
Albert Finney nacido en 1936 en Londres, es un escrupuloso y carismático actor creado a basa del estudio metodológico. Además, si se cuenta en su estreno en las tablas con la dirección de uno de los más grandes como era Charles Laughton, sólo se puede crecer en el arte de la interpretación.
Su siguiente paso fue iniciarse en la mítica primera escuela de teatro británica The Shakespeare Company interpretando las principales obras maestras de la insigne pluma de Sir Williams. La cual en su sede de Stratford-upon-Avon, en el año 2010 se propusieron la rehabilitación de los teatros Royal Shakespeare Theatre y Swan Theatre, ya en pleno funcionamiento con una amplia plantilla de trabajadores teatrales que ponen en funcionamiento cada año, un buen número de historias en las tablas renovadas.
Todo lo aprendido en tan excelsa compañía, lleva a sus componentes a recreación metafísica por la dialéctica de los textos y la proyección de la voz, hacia el público exigente del patio de butacas. Y un buen gusto por los grandes textos clásicos.
Así los principales actores británicos que se precien, se han acercado a los muros de tan sobresaliente empresa, tanto en su edificio natural como el escogido en Londres. Ya que en enero de 1960 su director artístico, Peter Hall también propuso la adquisición de este segundo teatro capitalino. Después, tras varias disputas se quedó sin una sede regular en la ciudad londinense.
Se puede decir de Albert Finney que fue designado por los dioses griegos y teatralizados, para trabajar con los mejores, así en el escenario como en el cine, ya que su carrera en la gran pantalla comienzo bajo la batuta de otro de los directores más importantes y de Gran Bretaña, Tony Richardson (El Animador y sobre todo Tom Jones y ex-marido de otra dama de la escena británica Vanessa Redgrave) para continuar hasta la actualidad con una carrera impresionante en variedad y calidad.
La Versión Browning de Mike Figgis, es la segunda adaptación de la famosa obra teatral de Terence Rattigan por el guionista Ronald Harwood con numerosos trabajos de calidad como El Pianista, Conociendo a Julia o La escafandra y la mariposa. Tras la primera afamada dirigida en 1951 por también británico Anthony Asquith y con Michael Redgrave (padre de Vanessa) en el papel principal del profesor Andrew Crocker-Harris.
Cada versión Browning de celuloide tiene sus propias identidades en el piel de los dos grandes actores. Lógicamente, en Cinecomio recordamos más la ahora comentada (esperando hacer una revisión futura de la primera), pero hemos quedado abrumados por el talento y la facilidad interpretativa de Finney en esta segunda de Figgis.
Además, de contar con una calidad textual incuestionable por la dedicación a los rasgos del profesor de lenguas clásicas en un momento delicado de su vida laboral, a la cual se ha dedicado en esencia prácticamente toda su existencia adulta.
Hablaremos algo sobre Mike Figgis, ciertos rasgos menos conocidos como que fuera teclista en los movimientos musicales iniciáticos del cantante y también actor, Bryan Ferry y su Roxy Music. Estos conocimientos en la métrica musical le llevarían al teatro para arreglos artísticos, y una puerta para la dirección cinematográfica.
Una carrera con títulos como Lunes Tormentoso o el relanzamiento de Richard Gere, Asuntos sucios, así como su más afamada película Leaving Las Vegas. Comenzando un lento declive que le ha llevado a su inactividad en la realización desde 2005.
En los últimos años ha acometido la dirección de la ópera Lucrezia Borgia (algo que sus inicios como músico serían un acicate), del compositor italiano nacido en Bérgamo en 1797 Gaetano Donizetti, y basado a su vez, en la obra de Victor Hugo.
Su último trabajo ha sido un libro con el título de el Cine Digital de Mike Figgis, contando el tratamiento con dicho formato como experimentaría en las películas Timecode y Hotel.
En la presentación del libro manifestó:
“Ante todo, quiero que este libro sea realmente útil. Hace ya mucho tiempo que tomé una determinación conmigo mismo: no quedarme nunca información para mí, siempre transmitirla”.
Esta versión Browning se sustenta en una base con tres columnas fundamentales, tres rasgos característicos de la naturaleza humana como: la crueldad, la compasión y el honor. Además de los factores educativos implícitos en una obra tan académica.
Cada uno de estos distintivos del individuo son sufridos en las carnes del gran Finney, con una variedad de tonalidades en el cambio de su personalidad, sencillos pero arrolladores por su sencillez en la actuación. Matices que construyen en unos días, la vida del viejo profesor en sus momentos críticos de jubilación en la relación laboral. Es decir, de toda una vida.
Esta enorme historia se desarrolla en su totalidad en las distintas estancias o cuadros teatrales en el escenario de la Abbey School, una escuela de rancio abolengo y reglas totalmente british en sus normas educativas. Dónde el profesor de griego antiguo, es considerado como una especie de ogro sin sentimientos por la mayoría de los alumnos y sus propios compañeros en la enseñanza. Incluidos el director y su propia esposa, interpretada con pulcritud emocional por la actriz Greta Scacchi (por otro lado, mucho más joven y brutal en lo emocional que su fatigado marido), de nacionalidad británica y orígenes italianos.
Greta también comenzaría su carrera artística sobre las tablas, siendo reconocida al instante por su facilidad y belleza, junto a Miranda Richardson otro gran rostro de la escena inglesa.
El tratamiento de la dureza del maduro maestro y sus métodos educativos, siempre sin agresividad más allá de su dialéctica, conforma una variedad de rasgos en el rostro de Finney según va sufriendo su cambio interno. Abriendo los ojos con magnánima prudencia y educación a los errores cometidos en su vida, también la personal en su matrimonio. Observando el pasado como manera de conseguir y ofrecer la libertad de pensamiento y emocional, de sus colegas, alumnos y esposa.
A través de unos diálogos brillantes, nos reconocemos y comparamos con las diferencias de nivel académico, de los protagonistas. Un elenco completado con solvencia por Matthew Modine, Julian Sands, Ben Silverstone, el carismático e imprescindible Michael Gambon, un joven prometedor ahora lanzadísimo Jim Sturgess (Upside Down) o Maryam d'Abo.
Así estos últimos instantes, para el comienzo de una nueva vida, se convierte en un viaje junto a Finney por la búsqueda del honor perdido, por muchos años de insultos y vejaciones a las espaldas. Y aunque sufre este despertar tardío, el compromiso con su labor docente le devuelve con creces (y ciertamente con una agria nostalgia) al reconocimiento del trabajo serio pero bien ejercido y la libertad individual.
La falta de lealtad y la crueldad de la persona más cercana, produce en el espectador una especie de compasión, que el mismo protagonista de la película se niega en aceptar.
Su monólogo final es de una belleza conmovedora.
Totalmente recomendable para mentes con inquietud por el humanismo, y por una forma de hacer cine pausado pero con un latido constante. Y buscadores de golpes para las conciencias.
**** Notable ****
Próximos estrenos del cine británico, sus trailers en Cinecomio.
Michael Winterbottom, su nuevo trabajo The Trip. Reparto: Steve Coogan, Rob Brydon, Claire Keelan, Margo Stilley, Rebecca Johnson. Tráiler:
Del director Dan Mazer, el filme I Give It a Year (v.o.). Reparto: Rose Byrne, Anna Faris, Rafe Spall, Simon Baker, Minnie Driver, Stephen Merchant, Jason Flemyng, Olivia Colman.
Por último, el director Ben Wheatley con su película presentada en Cannes, Sightseers (Turistas). Reparto: Steve Oram, Alice Lowe, Sara Stewart, Tony Way, Jonathan Aris, Lucy Russell. Tráiler: