5 Nominaciones a los Oscar.
Festival de Cannes: Palma de Oro (Mejor película)
Globos de Oro: Mejor película de habla no inglesa.
Premios César: 10 nominaciones.
Premios del Cine Europeo: 6 nominaciones.
2 Premios BAFTA: Mejor película extranjera y actriz (Riva).
Festival de Cannes: Palma de Oro (Mejor película)
Globos de Oro: Mejor película de habla no inglesa.
Premios César: 10 nominaciones.
Premios del Cine Europeo: 6 nominaciones.
2 Premios BAFTA: Mejor película extranjera y actriz (Riva).
Haneke asusta con la realidad.
¿Cómo serán nuestros días, amor?.
Recordaremos nuestros paseos del brazo, en busca de la edificante hermosura de unas notas interpretadas por una orquesta clásica. Nos sentaremos juntos mirándonos a los ojos, cuando la melodía recordada suena para ambos. En el teatro de los sueños. Tú y yo. Para siempre.
Los corazones se acompasan unidos, acompasados al ritmo biológico de la edad.
Seremos corcheas, difusas, recorriendo nuestro cerebro ajado.
Porque, aunque no me recuerdes ya, apenas, vibraremos como cuerdas convergentes en un mismo cuerpo de piano.
Haneke nos sorprende con el miedo a la durísima realidad.
En una mañana rutinaria, como cualquier otra, ellos se mirarán sin conocerse. Ojos abandonados de muñeca. Sin razón.
Yo promete, sostenerte. Te limpiaré la comisura de los labios, de los restos del último café que recuerdes conmigo. No temas, te cuidaré.
Georges y Anne, Jean Luis Trintignant et Emmanuelle Riva, han interpretado como nunca, esta lucha amorosa en París. Un trabajo dentro de una historia cien por cien realista. La vejez de unos actores en la piel de cualquiera de nosotros. La fatalidad de toda una vida unidos.
Magníficos.
Michael Haneke ha enmarcado el viaje de la vida adulta, en una película Amour que es su guión más clarificador y humanista de su carrera hasta el momento. Una envidiable coproducción entre Austria, Alemania y Francia.
El desgaste paulatino y el deterioro de las células de su cerebro (merecidísima nominación a los Oscars), hace de Amour una importante exhibición actoral de la pareja protagonista. Mostrando al desnudo las cicatrices naturales de los años. Arrugas rastrilladas longitudinalmente en los cuerpos, un proceso irreversible. Lucidez en sus cabezas ante la cámara.
Cuerpos marchitos, para el film más personal de Haneke. Amour es honesta con la raza humana, mostrándonos unas necesidades biológicas en la etapa en que necesitaremos la ayuda de los demás. De nuestra pareja, si tenemos. Uña con carne.
La dignidad del ser humano cuando la enfermedad terrible nos aflija, en nuestros sueños desearemos permanecer eternamente enamorados, jóvenes. Pesadillas del realismo diario.
Otro mal día, chocarán con la frontalidad de esta inexorable fatalidad, su gran prueba de fuego. Si salvan este amor, mantendrán por siempre la hoguera con sus tizones encendidos nimiamente. El rescoldo de la pasión de antaño. Intentaremos mantener ese hálito de vida juntos, el suspiro de una débil llama que ya no recuerdas. En mi interior, mi corazón, alentará ese último pensamiento fugitivo, una esperanza de que vuelvas. En sueños, un susurro me dirá... todavía estoy a tu lado, amor.
Yo te mantendré, digna. Aseada.
La cabeza malintencionada de Michael Haneke (incluida dentro de Trintignant), nos golpea en la pantalla. En una lucha contra el tiempo y los recuerdos olvidados. Plantea una huída, por cariño, un desenlace lacerante de la vida de una persona que ha perdido su timón en la vida. Un amor a la deriva, buscando la salvación de las aguas oscuras de la noche.
Georges y Anne, pilotan la nave por profundas aguas de desolación. Se encaraman en el buque navegando por encuadres intimistas de la convivencia alterada. Haneke es representante ya, de la cinematografías intimista del centro y norte de Europa.
Con su guión, el director austriaco nacido en Múnich (Baviera), desnuda su propia alma y observa los acontecimientos futuros de todos, con un máximo respeto hacia el cuerpo de la mujer madura, la enfermedad en la vejez y la muerte.
Así tenemos a Amour como una larga prueba de resistencia.
Con las fuerzas en retroceso, el filme avanza en tensión e intención. Los ruidos y la música, de años anteriores se detiene para comprender a los protagonistas. Sus últimos instantes serán vividos en silencio, poético y ahogado silencio. Inefable soledad.
Abandonado el cuerpo al desvarío, Emmanuelle podría ganar su gran premio. Trintignant perderá su fisicidad templada, por la frialdad de su último aliento para restablecer sus dudas. Sin embargo, la supervivencia al ser amado, es una condena.
En una belleza de elipsis, se reencontrarán con el amor.
La vida y la muerte como la bella crueldad que manipula Haneke en sus trabajos, es una evidencia de las dotes imaginativas en anteriores filmes. En Amour, no es necesaria. Contracorriente es como siente la comodidad, un artista nacido para contar historias en el cine.
Se aleja de los gustos convencionales y de la deriva actual, maquinaria para juventud digital. Se decanta por la proximidad y la catalogación de la imágenes emotivas. Siempre sin perder un ánimo de puro onirismo. Mágico y doloso.
Por tanto, Amour se reafirma como una de las grandes películas de este año. Quizás, un pasito detrás de la genial Beasts of the Southern Wild, claro está para Cinecomio. Dura competencia entre ambas para conseguir el título a mejor film en los Oscar.
Luego, si no gana una de estas dos maravillas este próximo 24 de Febrero en el Dolby Theatre, sentiré cierta frustración. Pero, me lo tomaré como una ligera pesadilla.
Suerte para todos.
**** Sobresaliente *****
Alexandre Tharaud, Schubert, Impromptus, op. 90, D. 899. Amour B.s.o.
B.s.o. de Amour. Alexandre Tharaud, Beethoven: Bagatelles, Op. 126, n.2 in G minor.
La tercera e hija en la película Amour, Isabelle Huppert, es la protagonista del penúltimo film In Another Country, del director coreano Hong Sang-soo. Tráiler: