Dunquerque, en fríos números.
Hay algunas películas de ficción o basadas en hechos históricos, Dunkerque sería una de éstas, que son capaces de cambiar ciertas características de una zona o región determinada. Veremos si también conciencias, a pesar de los escalofriantes números que guardan los archivos de nuestra memoria. ¿Casi olvidada?
Pero, con motivo del estreno de la décima película dirigida por Christopher Nolan (Memento y autor de la oscura trilogía de Batman), además de las funciones de guionista y productor de la misma, el director británico se ha convertido en el auténtico faro de aquellos dramáticos días y referente actual de la cinematografía mundial. Con sus silenciosos personajes e impactantes imágenes rodadas en los mimos escenarios que entonces.
También, en el punto de referencia de ciertas relaciones nacionales entre naciones contrarias ideológicamente, y la apertura de nuevos focos de tensión bélica, que se vienen produciendo a lo largo de los últimos tiempos. Que sería bueno recordar con esta espeluznante guerra mundial y sus fríos datos, entre nombres borrados por los trágicos sucesos...
Por ejemplo, se estima que en el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, la población mundial contaba con cerca de 2.000 millones de habitantes que, entre 1939 y 1945 estarían abocadas a los designios de una mente desquiciada y personalidad megalomaníaca. Casi la totalidad de naciones se verían imbuidas en el conflicto armado, con aproximadamente un 3 por ciento de la población cayendo por efecto de la ideología enemiga y de sus armas. Esto es, entre 60 millones de asesinatos directos y 20 muertes más por causas relacionadas con enfermedades o el hambre, de los cuales un millón y medio serían niños.
Un extenso reguero de cadáveres y sufrimiento, que se produjo en cualquier localización del planeta, en cualquier medio físico, alrededor de 5000 embarcaciones de los aliados hundidas por torpedos nazis, con un total de 260 buques de guerra ingleses y 138 franceses, contra 994 submarinos alemanes hundidos y 53 destructores, además de las numerosas pérdidas de la aviación y el uso, por primera vez, de armamento con capacidad de destrucción nuclear.
Prisioneros, horribles experimentos y mutilaciones, violaciones masivas, desplazados... con amplias repercusiones para la masacrada Polonia y los principales países involucrados como la URSS, China, Japón, Estados Unidos; y las diferentes naciones europeas, con cerca de 88 mil belgas, 810 mil fallecidos en la república francesa y 388 mil británicos.
Todo comenzaría con una invasión relámpago que pondría a Europa en un brete y que acabaría con una pausa estudiada para una futura reagrupación, por lo que sería denominada una "guerra de broma" o Blitzkrieg. Nada más lejos de la realidad que se avecinaba, cuando las tropas nazis de la Wehrmacht se adentraron a fondo con sus carros blindados y conquistarían amplios territorios de Luxemburgo, los Países Bajos, Bélgica y Francia; dividiendo a las tropas aliadas por la frontera natural de Las Árdenas con dirección al Canal de la Mancha. Ahí, precisamente, es donde nace la historia de esta guerra contada por una mente preclara, datada para los grandes retos fílmicos y mediante la fortaleza física de un equipo de rodaje. Es decir, con la mirada de Mr. Nolan sobre la pacífica costa de Dunkerque.
Para ello, contará con un grupo de actores expertos, encabezados por el brillante Kenneth Branagh (Valkiria, Asesinato en el Orient Express) interpretando a un dedicado Coronel Bolton o el intrépido y estupendo actor, Mark Rylance (El Puente de los Espías, BFG), próximo a protagonizar dos proyectos de Steven Spielberg como The Kidnapping of Edgardo Mortara y la fantástica Ready Player One. Así mismo, algunos novatos como el debutante Fionn Whitehead (próximamente en The Children Act junto a Emma Thompson y Stanley Tucci), Mickey Collins (The Yellow Birds), Aneurin Barnard (Templario, Citadel), Jack Lowden (Pan, Negación) y el renombrado cantante mediático Harry Styles, que forman un reparto que marcha desde la épica sudorosa al horror, y viceversa. Desde la dramática supervivencia individual o grupal, a la defensa de las respectivas patrias, para evitar su caída en manos enemigas.
En el lado social de la actualidad, se ha producido una especie de renovación cultural sobre el terreno y una novedosa corriente turística se abre paso a través de aquella costa, hasta esos extensos y llanos kilómetros de playa norteña dentro de las arenas del territorio francés. Dunkerque está cambiando aquella concepción exclusiva y portuaria del pasado, por otra apreciación más significativa que da protagonismo al turismo patrio y de ámbito internacional. Por supuesto, gracias en gran medida, a un referente cinematográfico actual como es Mr. Nolan... a pesar de sus muchos y variados detractores, entre los que no me encuentro, si bien no me atrae demasiado su obra última conocida con el nombre luminoso de Interstellar.
A sus 47 años (recién cumplidos este 30 de julio pasado), Christopher ha estado siempre unido a su barrio londinense de Westmister, aunque su madre es originaria de Estados Unidos, y desde muy joven, vería aquellas historias de héroes a través de juegos relacionados, metodológica y físicamente, con la imagen y el cine. La vida o la muerte, a través de una pequeña cámara de Super 8, como otros creadores contemporáneos o anteriores a su generación.
Hasta ser atraído por las vidas ocultas y consiguiera financiar su primer largometraje rodado en un arriesgado blanco y negro durante 1998. Desarrollando un propio guion cinematográfico con el nombre de Following, que narraba las vicisitudes de un escritor en paro, obstinado persiguiendo a ciudadanos anónimos, vecinos de su Londres natal, en busca de esa inspiración necesaria del creador para otear su próxima obra. Y al final, encontrarse en medio de una trama criminal angustiosa que cambiará los roles de observador y perseguido. Una genialidad iniciática, en definitiva.
Luego, llegaría ese enorme salto mortal y temporal, con el suspense inmemorial de la notable paradoja titulada Memento, diseñada argumentalmente por su mano derecha y hermano, Jonathan. Un segundo muchacho Nolan, sólo por edad, despierto y creativo, seis años menor que él, que firmaría la consagración definitiva de ambos y este camino profesional dirigido a empresas mayores. ¡Con apenas 30 años de edad!
El resto, que no es poco, habitualmente junto al autor narrativo de la absorbente serie Westworld, escribiendo los textos que han marchado junto a una figura oscura, entre insomnios, trucos y orígenes. Como un odisea épica y triple, que recorriera la sombra de un caballero oscuro, una gata ingrata, un payaso, y ese triste superhombre de hierro. Para alcanzar ésta, su primera incursión dentro del realismo bélico y los declarados episodios de la 2ª Guerra Mundial, elaborados como un gigantesco plató sangriento o escenario lúgubre entre la supervivencia o la muerte.
Volviendo a su resistencia... A finales del mayo de 1940, las tropas odiosas de Hitler se apoderaron de gran parte del territorio francés y Europa, mientras las fuerzas aliadas (compuestas por varias divisiones británicas del ... y francesas, más una parte del ejército belga) quedaban partidas, como muchos corazones restarían. Desfallecidas y desprotegidas con el Océano Atlántico a su retaguardia y la amenaza en el aire, de una posible aniquilación o invasión de cercanos territorios.
Entonces, la figura oronda de Winston Churchill (del que tendremos pronto un biopic tardío), ordenó la evacuación de las ejércitos sobre la arena de la playa de Dunkerque por cualquier medio al alcance. Una vez, los diques y puertos habían sido destruidos con intensos bombarderos de la ofensiva alemana o sus cazas conocidos como Stuka, contra los versátiles Spitfire ingleses.
En esta defensa a ultranza de los valores y la humanidad, se puede volver a medir el riesgo y dolor, a través de gélidos y salinos números, ya que unos 200 mil soldados británicos y más de 100 mil franceses-belgas, serían rescatados o conducidos de nuevo a Inglaterra. Gracias a una treintena de destructores y un puñado de pequeñas embarcaciones de carácter civil, que forman parte importante en el filme Dunkirk. En este punto, las cifras varían considerando la participación verídica de dichos marineros, desarmados, en una cantidad ejemplar, aunque casi inapreciable. Por contra, como dije, no su determinación y valor para enfrentarse a un enemigo, si cabe mucho más brutal e imbatible.
En este instante, congelado en sal y arena, de planificación cinematográfica, Mr. Nolan o Chris para sus amigos, se propone realizar una incursión narrativa a modo de documento gráfico. Sin escalas prácticamente, esto es, sin un guion estructurado, aunque tuvo que rendirse a las circunstancias. Algunos pensamos que hubiera sido una idea brillante y eficaz, constructiva o surrealista, el emplear el tiempo adecuado para adecuar el silencio máximo, condicionar al espectador con menos diálogos y delimitar esas 76 nuevas páginas para entablar una defensa alternativa. Aún, menos coordinada y concisa con lo que demuestra su obra Dunkirk. Hubiera sido una tarea mayúscula, sin complejos, el llevar la guerra a otros aspectos conceptuales y más visuales, gracias a la calidad fotográfica de Hoyte Van Hoytema, que toparía con la resistencia de una complicada Operación Dínamo, una vez derretida la aliada Línea Maginot.
Además avalada por todo el movimiento técnico y de personas que han participado en la película, vistas las cantidades manejadas y el esfuerzo estratégico para conquistar los 3 elementos, in situ. You´re entering a Big War!
Otros números... de Cine.
Se suele decir que los números marean, sobre todo tratándose de un pacífico espectador medio. Sin embargo, existen otros aspectos destacables como un 75% de película con calidad IMAX y el uso, por primera vez, de cámaras en mano para grabar las escenas dentro de los navíos. Estos formarían parte de una flota ´cinéfaga` acondicionada por el propio equipo de Nolan, compuesta por 3 destructores de la Armada holandesa en el papel de destructores británicos de 1940, el verdadero torpedero MTB 102 que sería uno de los últimos en partir en aquella misión y 50 pequeñas embarcaciones, como un yate de 13 metros construido en 1930 y pilotado por la familia de Mr. Dawson, en las secuencias más características sobre el tranquilo lago Usselmeer.
Aviones preparados con dos cabinas para permitir la grabación en vuelo, un Yakovlev Yak-523052 representando al Supermarine Spitfire, dos Spitfire Mk.IAs, un Spitfire Mk.VB y un Hispano HA-1112 como el Messerschmitt Bf 109 para los combates aéreos. Copias de impacto rodadas con cámaras sumergibles IMAX o adheridas en la superficie para simular los hundimientos de maquetas a gran escala. Todo para un presupuesto de unos 100 millones de dólares, ya superada esa cifra en apenas un mes con una recaudación en la primera exitosa semana de cincuenta millones.
En esta maldita e infausta guerra, muchas almas de variadas nacionalidades y algunas alimañas también cayeron... Protagonistas ingleses, franceses y belgas, pero curiosamente, Nolan evita retratar en paralelo a ambos bandos, con lo que denota a la cinta de versatilidad práctica en las escenas de acción y un ejercicio de simplicidad a la vez. Sin ampulosidades, ni violentos saltos de cámara entre enemigos. Un nuevo acierto del director que se centra en lo básico, en el silencio del miedo.
Londres envió prácticamente todo lo preponderante en sus puertos, para cruzar el canal de 33 kilómetros, mientras una misteriosa decisión de Hitler demostraba cierta pasividad con la URSS en el punto de mira. Posiblemente, también debido a aquella derrota que sumaría a países como EEUU a la endiablada batalla que no paraba de crecer o, la experimentación con armas balísticas de largo alcance para la maquinaría de guerra nazi.
Ideas bélicas plasmadas bajo la batuta del compositor habitual (seis películas juntos), Hans Zimmer que denota a la banda sonora de todo tipo de sonidos metálicos, enrevesando la épica con toques minimalistas.
Dunkerque situada cerca del paso de Calais y a escasos 10 kilómetros de la frontera con Bélgica, es el tercer puerto en importancia con 89 mil habitantes. Se beneficia del empuje de la película de Nolan, poco a poco, mutando esa perspectiva industrial con una novedosa y más limpia, revitalización del turismo, que ha aumentado en 9 millones de ingresos con la visita de más curiosos nacionales y extranjeros. Comenta su Tercera Alcaldesa: “Todavía es pronto para que tengamos cifras de evoluciones sobre el turismo este año. Pero, observamos un aumento significativo en el número de visitantes (por ejemplo en el Museo Nacional sobre la Operación Dínamo), incluidos turistas británicos, alemanes, estadounidenses y, por supuesto, franceses. ¡En 15 días, el museo recibió 3.500 visitantes!”, agrega complacida tras superar los 19 millones de euros para toda la región de la Alta Francia.
Mientras, la memora fílmica recuerda a los caídos y gran parte de esos supervivientes (aquí los franceses tienen algún tipo de queja), reivindicados tras la máscara de un superdotado para altos vuelos. Hombres recordados e interpretados por el irlandés Cillian Murphy con sus defectos y facetas, el hierático y magnífico Branagh, con el actor James D´Arcy o un ciego John Nolan, sin olvidarnos del rostro estratégico de Tom Hardy, que no necesita más que una mascarilla para transmitir... of course!
Otros, turistas de vuelta también, conducidos por los tres elementos posibles que causarían estragos. Los tres protagonistas ruidosos, testigos de las calamidades infernales de la sangre sobre la materia. Sólido, líquido y gas, se bifurcan y vuelven a unir (posiblemente, uno de sus defectos temporales que podría haberse encarado con imágenes naturales e imaginación), para que vencedores y desafortunados vencidos por ahora, formasen parte de los más terribles hechos que puede perpetrar nuestra raza inteligente. Por tierra, mar o aire, morirían jóvenes menores de 21 años, toda una futura generación que lucharía por la libertad actual de una Europa dividida, de nuevo. Mientras la unión y la fuerza del equipo de Nolan se puede disponer al rescate del Héroe británico, por excelencia.
Muchachos salados que murieron a bordo de sus naves agrias, sobre botas embarradas, arrasados y quemados, en contra de un método sanguinario y decadente de esclavitud racista. Entre ardientes arenas, la nieve soviética o las cámaras de gas. Christopher N. refleja sin estridencias, la esencia silenciosa de esos tres órdenes, transpirando en el ambiente con héroes anónimos, enfundados en sus máscaras del Aire. Pilotando hacia la gloria de la nada y el todo, camuflados, disfrazados o creciendo al timón del destino imperfecto. Si bien, para ello, haya tenido que repetirse conceptualmente, coordinando los esfuerzos técnicos y las manijas del tiempo. Compartimentando su mente en cada elemento.
Quizás no sea momento de hablar de premios, sólo de gran escape. Alejados de la mente extraviada y enferma, que guía a una nación a la miseria o la deshonra colectiva, debido a las atrocidades y crímenes cometidos, que se conocerían tras su macabra ideología, poco después. Sin apenas inmutarse, malvados edecanes, ante los pedazos de mutilados, jóvenes compañeros de fatigas entre el frío, el fuego y el horror, de un Dunkirk aliado con los tres elementos. Bañados en sudor o salpicados de sangre, simplemente, se volatilizaron por los deseos grandilocuentes de un loco.
Dunkirk, la película se ha convertido en un acontecimiento cinematográfico de gran calado. Sus imágenes desdobladas en tres, pertenecen al recuerdo colectivo, desde el espolón prefabricado de nuestro pasado más lúgubre y aquellos nombres no pronunciados.
Significa la vuelta de un héroe, junto al director oscuro... esta vez clarividente y todopoderoso, que ha retratado con acierto y perfecta estética, aquel regreso del pozo de un infierno nazi. Con sus valerosos protagonistas, sea volando, marchando o navegando en el horizonte. Sufriendo.
Nolan se marcha al ritmo de una banda sonora, silenciosa y cadente, tensada hasta el límite del latido. Propagando esa materia que forma parte del terror de un gran hundimiento a oscuras. Con un bombardeo plástico, extendido como el calor pegajoso de llamas asesinas o el miedo ahogado en una caja metálica, resonando. Gracias al retrato de uno rostros demacrados, marineros y oficiales, combatiendo contra la propaganda de un régimen de Horror y el Holocausto más abominable. Porque, simplemente, aquello no debió existir. ¡Nunca! .... Ahora que nadie nos oye...
Seres humanos con diferentes trajes, Stukas vs. Spitfire, buques vs. submarinos, lobos sanguinarios contra mansos. Escuadrones defendiendo aquel Canal de la Muerte, contra la muerte misma. Chicos no profesionales, trémulos y cadentes como el sonido. Heridos graves de la memoria... cualquier pudo haber sido uno de ellos. Gracias Nolan por recordárnoslo.
Dunkirk Soundtrack - Supermarine, by Hans Zimmer.
Tráiler Murder on the Orient Express, de Kenneth Branagh.
Tráiler The Party, de Sally Potter.Tráiler Bitter Harvest, de George Mendeluk.
Tráiler Serie Taboo (BBC One y Scott Free).