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domingo, 10 de marzo de 2013

End of Watch: Gyllenhaal y Peña


Independent Spirit Awards: Nominación Mejor actor secundario (Peña) y mejor fotografía.


Visualizaciones policiales de David Ayer.

En nuestra "civilización" actual, algunos se cuestionan sobre la actuación de las fuerzas policiales. Otros muchos, viendo el salvajismo reinante en sus ciudades, se niegan a rechazar la protección de individuos dispuestos a poner en peligro sus vidas, para salvaguardar la vida y la legalidad.

El director nacido en Champaign (Illinois), David Ayer (Harsh Times, Dueños de la calle) vuelve a realizar un filme sobre la violencia de las bandas marginales y organizadas. Una nueva inmersión a los bajos fondos, en este caso de la ciudad de Los Ángeles, y a la rutinaria faceta de las patrullas de agentes de la ley.
Sin embargo, estando esta revisión cargada de realismo, constata algunos procedimientos poco verosímiles en USA. Ayer se toma algunas libertades y efectismos para la creación de situaciones llamativas para la gran pantalla. Aún así, el aspecto visual de la cinta es impecable.

Por otro lado, esa constatación libre de reflejos violentos, está plenamente justificada si echamos un vistazo a las noticias diarias de periódicos y canales de televisión, dejándonos sin palabras ante actitudes mucho más sorprendente y escalofriantes que en la película End of Watch. Ciertamente, aún más salvajes e inhumanas.

David Ayer deja todo el peso de la historia en dos personajes, compañeros de patrulla ambos. Sus inquietantes andaduras en el coche patrulla por distritos desprovistos de racionalidad, enmarcan una ciudad angelina llena de peligros. Sin dejar de lado, sus charlas diarias. Conversaciones entre acristalamiento blindado, a prueba de balas a veces, y otras refugio de confidencias y risas.
Jake Gyllenhaal y Michael Peña reproducen palabras de compañerismo o familiarmente agradecidas. Todo bajo el ojo curioso de la cámara de su vehículo policial, como de la visión no oficial de otras que los oficiales incorporan a su cuerpo para ofrecer un punto de vista en primera persona. Buen y convincente trabajo de los dos actores.

Toda la trama girará en torno a sus intervenciones, cuando el agente Brian Taylor interpretado por Gyllenhaal captará las imágenes y documentará en primera línea de fuego la rutinaria inhumanidad de las calles y propiedades privadas.
Por tanto, la película transcurre entre casos sangrantes de injusticia extrema, la deshumanización personajes fuera de los cauces normales de la sociedad y el abuso de las armas. Se echa en falta una denuncia directa más radical de su utilización. Así, junto a el tráfico de drogas y otros, vemos como se adentran en vida personal y en sus mentes, pesadillas de realidad. Y como afecta a sus relaciones con amigos o familia.

Ese pulso interpretativo entre los dos actores mantiene la tensión del guión del propio Ayer. Envuelto todo con cierto humor relajante entre caso y caso. Pródigo en lenguaje de la calle.
Además tienen como compañeras de patrulla de la vida cotidiana a dos interesantes y bellas coprotagonistas, en los rostros de Anna Kendrick y Natalie Martínez. Sus papeles carecen de tanto poderío como el de ellos, pero se hacen imprescindibles para sacarnos de los sangrientos barrios. Y ese es su punto, sus relaciones amorosas y sexuales aparecen como giros desengrasantes del argumento.

David Ayer en sus anteriores películas ya doy muestras de su interés por las bandas callejeras y la actuación policial, puntos de vista sui generis sobre la diferenciación entre la rebeldía y la heroicidad. Su posicionamiento de la cámara es altamente impactante (aunque pudiera resultar algo mareante a algunos, no nuestro caso).

La metafísica del héroe sin quererlo ni buscarlo está presente. La ley del más fuerte. Una superficial crítica a los métodos de los violentos y diálogos con golpes de humanización policial. Chispeantes o simpáticos según lo requiera la acción.
Estas son las bases de End of Watch que a algunos resultará demasiado visto, pero no por ello menos brillante. Pues la placa de la dirección recae en un director a tener en cuenta en el futuro.

Posee también un interesante y potente conjunto de canciones en su banda sonora, con registros de rap en nombre de Public Enemy, Salt ´n Pepa o Paris. E incluyendo algunas mucho más cercanas al blues o el rock, de la mano de The Delfonics, Black Rebel Motorcycle Club, Mazzy Star, Mem Shannon o Puscifer, y otros ritmos latinos.
Toda la música riega esta buena película acompañando a impactantes encuadres y poderosas imágenes en las calles, patrullas o despachos, sus reuniones diarias y celebraciones familiares, y la degradación del poder en bandas armadas.

Por eso, Cinecomio recomienda su visionado.
Recordando a David Ayer, una mayor crítica al uso indiscriminado de armas de fuego, con los riegos asociados a nuestras vidas.

*** Buena ****

martes, 5 de marzo de 2013

Newlyweds: Burns casado a Woody Allen.




Dudas.

Edward Burns parece ser que no tiene ninguna. Está seguro de sí mismo y su trabajo.
Newlyweds es su décima película como director, convirtiéndose en un legítimo sucesor de uno de los grandes. Atractivos diálogos y guiños al espectador son su misiva. Además rodada en Tribeca y las añoradas calles de Manhathan, por supuesto.
No sé si llegará a estar a la altura del maestro del Woody Allen confidencial y acético, pero no cabe duda que sus pasos van por el camino correcto.
Quizás una dosis más concentrada de ácido no hubiera estado nada mal, sin embargo, Burns quema adecuadamente con su guión cinematográfico las relaciones en pareja de la actualidad.

Quizás parte de la crítica le niegue esa correlación con el majestuoso cine del mejor Allen. Bien pudiera ser debido a las diferencias naturales de su anatomía física, porque yo creo que el sentido del humor debiera ser mayor nexo común entre ambos. Pero hacer reír es difícil siempre y más en estos días.
Newlyweds está plagado de situaciones relacionadas con el amor y el sexo, con profusión de diálogos (más o menos brillantes) y situaciones duras o simpáticas según la historia avanza.
A su vez, como dije, plagada de guiños cómplices a la cámara.

Son los propios protagonistas y personajes secundarios (todos con cierto peso en el filme) quienes aleccionan, dialogan y se confiesan ante el público en una especie de "documentación" de los sentimientos. Como de las dudas que éstos originan.
Por tanto, la duda y el humor crítico son los grandes herederos del director de Brooklyn.
Siempre me ha gustado el trabajo de Woody Allen, desde sus comedias más disparatadas de sus comienzos. Ese distintivo humor forjado en los clubes de la comedia de los bajos fondos artísticos de New York, y basado en la acidez más disparatada, exquisitamente aderezada al diván.
Esta comparación no tiene porque resultar un lastre para calificar Newlyweds como buena película, y a su director Edward Burns como representante de ese camino abierto con Mr. Allen. Buenos reflejos ante y detrás de la cámara, sin duda.

No se trata de ningún tipo de plagio argumental, cada uno tiene sus propias características personales. Por otro lado, la carrera de Burns está en un momento adecuado para despegar definitivamente.
Si llegará o no a la altura del genio alleniano, está por comprobar en el futuro. El camino es largo y la aceptación de los espectadores una conquista gradual e imprevisible. Además, sus producciones siguen la estela del cine independiente de calidad y justos medios económicos, así es un poco más difícil en la industria.
En este caso, gracias a Marlboro Road Gang Productions por sufragar pequeñas e íntimas películas.

Edward Burns que no te asalten las dudas... tu cine tiene interés y mérito.
Por supuesto que ejerce su doble papel, también como actor protagonista del filme. Y funciona al mismo nivel, quizás con un poquito menos de gracia gestual que Woody, pues es un maestro del humor. Mas Burns en pantalla funciona como galán romántico y ecléctico. Este, por tanto, no debería dudar en incluyendo en poquito más de humor en próximos proyectos.

El reparto se ajusta con caras poco conocidas aún, pero con gran atractivo o magnetismo:

Su mitad de la naranja interpretado con derroche de naturalidad por la actriz Caitlin FitzGerald. Son un matrimonio reciente y no piensan que las dudas lleguen a comprometerlo. El futuro dirá que depara a sus vidas. A través, de su relación vemos un pequeño mundo de intimidades y revelaciones, así como, de los elementos amotinadores a su alrededor.
Como todo matrimonio una prueba de resistencia.

Marsha Dietlein la hermana de ella, Max Baker el amigo de gimnasio de él. Son matrimonio y llevan casados 18 años. Por tanto, sobre sus dudas no hay nada más que decir. Bastantes.

Kerry Bishé interpreta a la hermana de Edward Burns. Es el elemento desestabilizador y catalizador de todas las trifulcas. Se ha apuntado a una vida que no le pertenece aunque no tiene maldad. La relación con su hermano tiene que ser recuperada.
Johnny Solo, a pesar de su apellido, no lo está. Muy al contrario, se encuentra con recuerdos de antaño que tendrá que manejar lo mejor posible. Y además, está casado. Por un momento, duda.
Dara Coleman, su vida completa es una duda. Es un actor con más agujeros en el bolsillo que suerte, sin embargo goza de una libertad bohemia a la caza de una oportunidad.

Daniella Pineda, es una bella joven siempre dispuesta. Satisfactoria aliviadora de penas. Su papel es el más corto, junto al hombre invisible de la encimera en la cocina. Su misión es meramente sexual y provocadora de celos.

Los diálogos y monólogos muestran un escaparate de sentimientos, reflejo de sus fantasmas pasados y futuros. Tanto Burns como Allen se entregan a la brillantez en sus guiones, repletos de situaciones que manejadas con la palabra y una economía austera en los recursos. Prescindiendo de efectos o tomas inverosímiles. Por tanto, su fuerte son los guiones.
Uno, con los años, se ha convertido en un referente y todos los artistas del mundo desearían trabajar con él, al menos una vez en su vida.
El otro, tiene tuvo su comienzo desde lo bajo, tras la universidad junto a Oliver Stonee en la película The Doors como sencillo asistente de producción. Ahora tiene un determinado trecho por recorrer y ver su talento recompensado con el deseo del mundo artístico por participar en sus trabajos. Ojalá.
De momento su siguiente trabajo (del año 2012) repite con algunos de los participantes en Newlyweds, su titulo original The Fitzgerald Family Christmas, comedia familiar con aromas navideños.

Mi idea no era hacer competir las cinematografías de los dos directores nacidos en Nueva York. Simplemente por que la de Allen es estratosférica por ahora. Mi interés era reconocer a Burns y conseguir que Newlyweds sea más conocida. Y si fuera posible, aumentar un poco sus notas en los foros y páginas digitales dedicadas al cine.

Me gustaría tener alguna referencia más en España, pues prácticamente el film por ahora, es una duda.
En Cinecomio nos ha gustado y no tenemos miedo a equivocarnos.
Burns filma y escribe con pulso firme.
Puedes pasar un buen rato con Newlyweds... no dudes.

*** Buena ****

Tráiler en inglés de The Fitzgerald Family Christmas, dirigida e interpretada por Edward Burns. Reparto: Kerry Bishé, Connie Britton, Heather Burns, Dara Coleman, Brian D'Arcy James, Marsha Dietlein Bennett, Noah Emmerich, Caitlin FitzGerald.


Otra divertida comedia de un nuevo director novel que proviene de las series televisivas, Jason Moore. Reparto: Anna Kendrick, Brittany Snow, Rebel Wilson, Christopher Mintz-Plasse, Adam DeVine, Anna Camp, John Michael Higgins.

lunes, 4 de marzo de 2013

Take This Waltz: La Dualidad Cíclica del Amor.


Sarah Polley a la dirección.

Take This Waltz es una película sobre la casualidad y la dualidad.
La casualidad que acaece en cualquiera de nuestras vidas. Y la dualidad desde varias perspectivas. La primera es la iniciación en el mundo de la dirección de Sarah Polley (actriz en Exótica de Atom Egoyam, Amanecer de los Muertos y Splice, o el fantástico film de Jaco Van Dormael titulado Mr. Nobody) y el resultado final es satisfactorio.
Existen dos puntos de vista distintos, el de la crítica especializada que tilda la producción de algo cursi, y la de Cinecomio que se contrapone a la misma.

Una vida, la de cualquier persona, la de todos. Cambia o puede hacerlo en un momento determinado. Ese encuentro fortuito en nuestra minúscula existencia, puede cruzar el destino de dos individuos desconocidos o casi. Y el carrusel de los sentimientos encontrados comienza a girar a ritmo de una canción. Bien pudiera ser la del título, del mismísimo Leonard Cohen.
Leonard Cohen - Take This Waltz:


Esa casualidad recurrente sirve de tema inspirador en multitud de obras literarias y cinematográficas, en Take this Waltz, la directora nacida cerca del lugar donde transcurre el film Louisbourg (Toronto, Ontario-Canadá) introduce la cámara en los resquicios de una relación de pareja, en la que confluye una aparición sorpresiva e incitadora.
Esa ruleta del destino (más o menos irreal) juega con los corazones y el deseo, y los giros rutinarios premian a números excesivamente impulsivos, en este caso de la protagonista Michelle Williams (Blue Valentine o Mi semana con Marilyn) se ramifica en dos relaciones a su vez. Entre dos actores (personajes) totalmente contrapuestos, serán el marido Seth Rogen (50/50) y el encuentro Luke Kirby.

La dualidad rutina e innovación golpea cada rincón de su vivienda reconocible por el espectador. La cámara se introduce en los rincones aburridos e íntimos de la relación de pareja, y de igual manera, sale al exterior a reconocer un nuevo mundo.
Excitante como una conversación subida de tono. Sabor picante del humor.
Los silencios y palabras nunca pronunciadas son contrapunto a imágenes de pleno colorido. Las conversaciones de un nuevo reconocimiento del amor se debaten con el sentido propio de la culpa. Entonces, las emociones personales se quedan aprisionados en bocas cerradas. Nunca serán pronunciadas por miedo al futuro o... causar daño a la persona con la que convivimos a diario.

Sarah Polley maneja planos con naturalidad, otras veces, medidamente estudiados. Tonos vivos para la esperanza de algo exótico, en cambio, lugares cerrados y reconocibles por todos, en apagados ocres y habitaciones o cuartos de baño. Personajes que se desnudan en la intimidad de las duchas, mostrando defectos y arrugas. "Todo lo nuevo se hace viejo".
La dualidad también existe en la banda sonora, pues la música se representa como alegría o sentimiento confrontada a los ruidos de cacerolas o familiares de visita. Cuando los acordes de conocidas canciones llegan, la vida se abre paso brillantemente y colorida en espacios abiertos, parques o playas, piscinas ambientales, viajes en carro bajo la lluvia, visiones del deseo o atracciones de feria. Hasta la vida desenfrenada del mundo artístico.

Michelle Williams tiene ante sí, una decisión. ¿Triunfará la ilusión?. Su rubia cabellera sacudida a ritmo discotequero busca una respuesta. La alegría de lo novedoso o la seguridad de un deterioro progresivo de la comunicación.
Pero, nunca estamos seguros del todo. Un encuentro en aquel viejo faro puede convertir la alegría en lágrimas, así como en una escalera de un porche de la casa donde los recuerdos se quedarán en melancólico "yo y tú" o en quizás. La culpa ya poco importa, las vidas corren irreversiblemente hacia puntos desconocidos.

Una sonrisa recordando los temas de la pasión y la diversión, un Dj que mató a la estrella, sufrimiento convertido en muecas sonrientes.
A lo mejor otro encuentro del destino hará girar de nuevo la ruleta. El carrusel del sentimiento perdido.
Michelle te mira al otro lado de la pantalla.
Adiós amor.

Buggles - Video killed the radio star (1979)

*** Buena ***



martes, 19 de febrero de 2013

Amour: Íntimo Haneke.


5 Nominaciones a los Oscar.
Festival de Cannes: Palma de Oro (Mejor película)
Globos de Oro: Mejor película de habla no inglesa.
Premios César: 10 nominaciones.
Premios del Cine Europeo: 6 nominaciones.
2 Premios BAFTA: Mejor película extranjera y actriz (Riva).


Haneke asusta con la realidad.

¿Cómo serán nuestros días, amor?.
Recordaremos nuestros paseos del brazo, en busca de la edificante hermosura de unas notas interpretadas por una orquesta clásica. Nos sentaremos juntos mirándonos a los ojos, cuando la melodía recordada suena para ambos. En el teatro de los sueños. Tú y yo. Para siempre.

Los corazones se acompasan unidos, acompasados al ritmo biológico de la edad.
Seremos corcheas, difusas, recorriendo nuestro cerebro ajado.
Porque, aunque no me recuerdes ya, apenas, vibraremos como cuerdas convergentes en un mismo cuerpo de piano.

Haneke nos sorprende con el miedo a la durísima realidad.
En una mañana rutinaria, como cualquier otra, ellos se mirarán sin conocerse. Ojos abandonados de muñeca. Sin razón.
Yo promete, sostenerte. Te limpiaré la comisura de los labios, de los restos del último café que recuerdes conmigo. No temas, te cuidaré.

Georges y Anne, Jean Luis Trintignant et Emmanuelle Riva, han interpretado como nunca, esta lucha amorosa en París. Un trabajo dentro de una historia cien por cien realista. La vejez de unos actores en la piel de cualquiera de nosotros. La fatalidad de toda una vida unidos.
Magníficos.
Michael Haneke ha enmarcado el viaje de la vida adulta, en una película Amour que es su guión más clarificador y humanista de su carrera hasta el momento. Una envidiable coproducción entre Austria, Alemania y Francia.

El desgaste paulatino y el deterioro de las células de su cerebro (merecidísima nominación a los Oscars), hace de Amour una importante exhibición actoral de la pareja protagonista. Mostrando al desnudo las cicatrices naturales de los años. Arrugas rastrilladas longitudinalmente en los cuerpos, un proceso irreversible. Lucidez en sus cabezas ante la cámara.
Cuerpos marchitos, para el film más personal de Haneke. Amour es honesta con la raza humana, mostrándonos unas necesidades biológicas en la etapa en que necesitaremos la ayuda de los demás. De nuestra pareja, si tenemos. Uña con carne.

La dignidad del ser humano cuando la enfermedad terrible nos aflija, en nuestros sueños desearemos permanecer eternamente enamorados, jóvenes. Pesadillas del realismo diario.
Otro mal día, chocarán con la frontalidad de esta inexorable fatalidad, su gran prueba de fuego. Si salvan este amor, mantendrán por siempre la hoguera con sus tizones encendidos nimiamente. El rescoldo de la pasión de antaño. Intentaremos mantener ese hálito de vida juntos, el suspiro de una débil llama que ya no recuerdas. En mi interior, mi corazón, alentará ese último pensamiento fugitivo, una esperanza de que vuelvas. En sueños, un susurro me dirá... todavía estoy a tu lado, amor.
Yo te mantendré, digna. Aseada.

La cabeza malintencionada de Michael Haneke (incluida dentro de Trintignant), nos golpea en la pantalla. En una lucha contra el tiempo y los recuerdos olvidados. Plantea una huída, por cariño, un desenlace lacerante de la vida de una persona que ha perdido su timón en la vida. Un amor a la deriva, buscando la salvación de las aguas oscuras de la noche.
Georges y Anne, pilotan la nave por profundas aguas de desolación. Se encaraman en el buque navegando por encuadres intimistas de la convivencia alterada. Haneke es representante ya, de la cinematografías intimista del centro y norte de Europa.
Con su guión, el director austriaco nacido en Múnich (Baviera), desnuda su propia alma y observa los acontecimientos futuros de todos, con un máximo respeto hacia el cuerpo de la mujer madura, la enfermedad en la vejez y la muerte.

Así tenemos a Amour como una larga prueba de resistencia.
Con las fuerzas en retroceso, el filme avanza en tensión e intención. Los ruidos y la música, de años anteriores se detiene para comprender a los protagonistas. Sus últimos instantes serán vividos en silencio, poético y ahogado silencio. Inefable soledad.
Abandonado el cuerpo al desvarío, Emmanuelle podría ganar su gran premio. Trintignant perderá su fisicidad templada, por la frialdad de su último aliento para restablecer sus dudas. Sin embargo, la supervivencia al ser amado, es una condena.
En una belleza de elipsis, se reencontrarán con el amor.

La vida y la muerte como la bella crueldad que manipula Haneke en sus trabajos, es una evidencia de las dotes imaginativas en anteriores filmes. En Amour, no es necesaria. Contracorriente es como siente la comodidad, un artista nacido para contar historias en el cine.
Se aleja de los gustos convencionales y de la deriva actual, maquinaria para juventud digital. Se decanta por la proximidad y la catalogación de la imágenes emotivas. Siempre sin perder un ánimo de puro onirismo. Mágico y doloso.

Por tanto, Amour se reafirma como una de las grandes películas de este año. Quizás, un pasito detrás de la genial Beasts of the Southern Wild, claro está para Cinecomio. Dura competencia entre ambas para conseguir el título a mejor film en los Oscar.
Luego, si no gana una de estas dos maravillas este próximo 24 de Febrero en el Dolby Theatre, sentiré cierta frustración. Pero, me lo tomaré como una ligera pesadilla.
Suerte para todos.

**** Sobresaliente *****

Alexandre Tharaud, Schubert, Impromptus, op. 90, D. 899. Amour B.s.o.

B.s.o. de Amour. Alexandre Tharaud, Beethoven: Bagatelles, Op. 126, n.2 in G minor.


La tercera e hija en la película Amour, Isabelle Huppert, es la protagonista del penúltimo film In Another Country, del director coreano Hong Sang-soo. Tráiler:



miércoles, 6 de febrero de 2013

Gangster Squad: La conquista del Oeste.



A sus sombreros, señores de la Brigada de Élite.

Corren tiempos turbulentos, son mediados del XX, el capo mafioso Meyer Harris "Mickey" Cohen, se ha instalado en la ciudad de Los Ángeles. Su intento por conquistarla con todos sus medios al alcance, es evidente e ¿inevitable?... Viendo el rostro ajado de Sean Penn, creo que nadie va a poder pararle los pies, a este ex-boxeador.

Remontándose un siglo antes, por territorios más inhóspitos si cabe, los pioneros precursores de la conquista moderna, comenzaron a llegar a la costa Oeste de Estados Unidos. La violencia y las armas era inherente de aquellos hombres. Gracias a muchas vidas, se comenzaron a poner los cimientos de las nuevas ciudades que conocemos. Su construcción fue a base de sudor, sangre y fuego.

Ruben Fleischer el director de Gangster Squad, sigue edificando con cierta firmeza su carrera cinematográfica (práctica y motivadoramente recién comenzada), démosle tiempo al tiempo. Y balas a las pistolas.

Por estas tierras salvajes del Pacífico, se sucedieron los incidentes y peleas entre vecinos-granjeros, para conseguir adueñarse de una parcela de terruño (más o menos fértil) y poder labrarse una existencia adecuada para él y su familia. Pero además, la construcción de ciudades cada vez mayores, trajo un mundo anquilosado a las mismas. Ya no se trataba sólo de cultivar y comer. Una caravana de individuos buscadores de fortuna se encaramó a los nuevos territorios, hombres y mujeres de vidas muy diferentes.

Aquellos que poseían la callosidad en sus manos por el duro trabajo, vieron invadida su tranquilidad. El sudor de su frente parecía una nimiedad comparado a la prosperidad que se avecinaba por el horizonte a la salida del sol. Porque la proliferación de negocios y comercios de todo tipo, produciría la consecución de caminos ilegales para conseguir dinero.
Las grandes ciudades se iban a convertir en urbes del mal. El juego y el alcohol, la prostitución y los nuevos mercados de compra-venta de armas y drogas, crecieron a la sombra de políticas poco consecuentes y corruptas.

La Costa Oeste era terreno virginal para nuevas industrias. Y la cinematográfica no fue una excepción. Welcome to Hollywood.
Miles o millones de jóvenes de diferentes procedencias, se embarcaron hacia Los Ángeles y transformaron una serie de colinas en la meca del cine. Empezaban a verse tantas estrellas por las calles como en el cielo.
Esos jóvenes (y otros no tanto) fueron el motor para producir el mercado de los sueños. Sus cimientos son los que vemos ahora en las salas de todo el mundo.

Pues bien, los pistoleros llegaron cargados de balas y deseos de hacerse ricos a toda costa. Cambiaron sus cabalgaduras de pelo, por máquinas de asientos encuerados y motores voraces de combustible. Se necesitaba más dinero para costearse una vida moderna. El transporte puso en la cúspide a muelles y puertos de carga, por los que las mercancías entraban y salían por delante de los ojos de agentes muy sobornables. La mafia había llegado al Pacífico.

Algo tarde a la costa de enfrente. En el Atlántico, las mafias eran dueños por la fuerza de negocios, hombres, mujeres y la ley del más fuerte. Las pistolas llevaban años sonando a grandes sumas de dinero. Las muertes no se dirimían por cuestiones de vida, se arreglaban desajustes bancarios. Y la corrupción política siempre mirando hacia el mismo lado.
Hasta que en todas las partes, cuecen habas. Cuando los asesinatos salen diariamente en la prensa, y los ciudadanos de bien se ven acosados e impedidos de salir a las calles, algunos hombres buenos tienen que hacer el trabajo sucio.
La mafia tomaba posiciones, desde Chicago y Nueva York, hombres curtidos en mil batallas, en cuadriláteros de sangre, buscaban el control de nuevos estados.

Los mafiosos abusaban del poder político, con amenazas y ráfagas de brillantes metralletas.
Pero, un pequeño reducto de "galos" o de otras nacionalidades o etnias, fueron llamados por incorruptibles, a combatir a hombres como Mickey Cohen, el ex-boxeador. Brigadas de policías cansados de ver caer a sus amigos. De ver morir a los jóvenes en las calles como consecuencia de partidas de drogas adulteradas. De chicos que disparaban a chicos, para hacerse con un control ficticio de las propiedades del barrio, cuando los capos dirigen en la sombra.

La expansión del imperio estaba tomando su forma. Y los Gangster Squad se oponían frontalmente a la mafia, usando sus mismas armas. La fuerza y la intimidación, la guerra de guerrillas.
Las balaceras de pistolas y ametralladoras automáticas, se fueron recrudeciendo para salvaguardar a las generaciones no natas.
Era el resurgir de la violencia, de aquellos pioneros del Oeste, con sus Colt´s en la mano, el lejano Oeste en la edad cercana. Los hombres duros volvían a hacer uso de sus gatillos y sus puños con duro hueso de roer. Todo para evitar la nueva invasión de los conquistadores más sanguinarios.

Un ex-boxeador con deseos grandilocuentes de poder e imagen, un jefe y ex-soldado de grandes guerras reclutando a su nueva compañía de asalto, unos compañeros hastiados de ver injusticias en sus barrios, un compañero ligón de chicas apartadas de la circulación por sus poderosos novios, un comisario que impone con la cara de Nick Nolte, mujeres de policías que sufren y otras de mafiosos que no pueden huir. Una comitiva de corruptores y corrompidos, degradados en negocios y asuntos turbios, bandas luchando por un terruño de ilegalidad y tráfico de sustancias.
La chica que quería hacer carrera en el mundo del cine, y se ha convertido en la pelirroja voluptuosa y peligrosa. Su misión ahora, es ser la dueña de una lujosa mansión en Berverly Hills y ver su vida publicada en papel couché.

Sin embargo, otros barrios repletos de comerciantes y trabajadores empobrecidos, de diferentes etnias formaron sus propios territorios en el downtown del extrarradio. Códigos de conducta diferentes, culturas diferentes y amistades también. Así, Chinatown emerge como otra pequeña ciudad matrioska de la gran urbe angelina.
La lucha policial de estas brigadas, se tuvieron que adaptar a sus escasos recursos técnicos y económicos, se adentraron en las culturas de sus nuevos conciudadanos, aprendieron a recorrer sus calles diferentes. Estos Gangster Squad se forjaron a golpes fuera de la ley, con golpes guerrilleros para derribar estos poderosos cimientos mafiosos.

Su función fue necesaria para mantener un cierto orden, dentro del caos. El derecho a la vida debía estar asegurado, la de sus familias y vecinos.
Por tanto, este nuevo y trepidante a ratos film de Ruben Fleischer (a pesar de no poder visualizar su versión original) alcanza un aceptable grado de entretenimiento. Con interpretaciones de gestos duros. Actores de rostro impenetrable en la actual cinematografía americana.
Los pioneros de botas y vestimentas de piel de res, se cambiaron en el siglo veinte, por hombres violentos de sombrero y traje de fieltro. Es el cambio esencial del espíritu sanguinario del hombre. Sólo cambiar la fachada.

*** Interesante ***

Distribuidor: Warner Bros. Spain --- Facebook

martes, 5 de febrero de 2013

Le fabuleux destin d'Amelie Poulain.


El mundo mágico de Jean-Pierre Jeunet.


2001: 2 BAFTA: Mejor guión original y diseño de producción. 9 nominaciones
2001: 4 Cesar: Película, director, música, diseño de producción. 13 nominaciones


Amelie es una sonrisa.

Amelie no es únicamente una película, es una mujer. Una idealización aventurera. Un sueño.

Sus ojos negros profundos podrían ser acechantes como una noche sin luna, pero sin embargo, devienen en cálidos y luminosos. Porque van acompañados a todos los sitios por una boca sonriente. Su espíritu risueño se basa en el buen humor y el compromiso.
En dicho mundo, muy personal y emancipado, la femenina Amelie ha cumplido atemporalmente los 40 años.
Gracias al cine se nos conservará joven y aventurera, toda la vida. De su estreno han pasado 12 y se mantiene en forma, ya que la magia sigue presente en sus escenas oníricas.

Es posible que ya no sea, la misteriosa jovencita que enamoraba con ocurrencias ingeniosas y chistosas, aunque creo, proseguirá con su carácter filantrópico.
Algunas arrugas recorrerán ya su fino y terso rostro, mas los sueños no tiene que ver con la fisicidad natural de un joven parisina.
Quién te ha visto y quién te ve, Amelia, tu cabello negro liso, tus ojos profundos mohínos, tus zapatos-botín vuelan tus ilusiones en tacones de pisada firme, resolutiva. Vestidos uniformados en coloridos tonos salmón.
Creo que seguirás siendo la misma.

De su nacimiento en el barrio mítico, cuasi mitológico completamente bohemio de Montmartre, en un París acompañado por el acordeón, pocos datos se conocieron. Pero, unos años después la bebé, se convertiría en una "polvorilla" inquieta.
Sin embargo, el público sabe que la vida es un tiovivo continuo. Y la felicidad sube y baja (por eso, a lo mejor, la gente cargada de realismo no comulga con el imaginario de la cinta, los menos). En Cinecomio nos gusta, el surrealismo.

Amelie no lo sabe todavía, pero la causalidad le reserva sorpresas alegres y no tan positivas. A partir de ahora, deberá compartir los sueños con su desolado padre.
No te desprenderás de la condición de hija, y comprometida con todos, sobre todo el que te dio la vida, destinas tus esfuerzos para mejorar su autoestima. Una perspectiva que mejorará los rasgos de padre, hacia una persona más sociable y con deseos de seguir adelante. Porque descubrir es vivir. Viajar.

Ya en tu edad más madura, enamoraste a muchos espectadores. Quizás a mi también. Otros te odiaron, quizás por tu forma tan positiva de ver las cosas. Y eso no es aceptable en los tiempos inestables actuales, donde los sueños se han recortado.
Pero, tu dedicación a los demás, no te permite lujos con el coqueteo amoroso. A Amelie le gustan los juegos y acertijos.
Para ella, el amor sin misterio no es lo mismo. El amor es un antifaz, aventurero.
París se convierte en su campo de juegos.
La estación y una máquina de fotografía instantánea, un amor a descubrir. Que se convertirá en un amor para atrapar.

La vida es una telaraña que se entreteje cada día, haciéndose un entramado de personas con sus deseos, sueños y terrores. Se podría decir que Amelie es la araña, que vigila para devorar todas esas pequeñas historias que se cimbrean en su hilvanada seda. Brillante, llamativa y atrayente, esta tela tejida de historias paralelas, tienen su vida propia. Privada, pero descrita a voces por Jean Pierre Jeunet, elaborado a la verde limón con su amigo Guillaume Laurant. En tonos vívidos fotografiados por Bruno Delbonnel y montada con una música inolvidable de Yann Tiersen.


El acordeón. De rancio abolengo austriaco ideado por Marck Muñichz en 1829, parece que el origen europeo de los instrumentos de lengüeta libre está en los órganos soplados orientales, que se habían extendido por Rusia en el siglo XVIII, el invento se atribuye al emperador chino Nyu-Kwa, 3000 años antes de Cristo (el Sheng).
Numerosos inventores acoplaron diferentes características al instrumento. Desde el parisino Pinsonnat, creando el typófono, que daba una sola nota fija, hasta Eschembach, que unió varias. En cambio, sería Cyrill quien se hizo con la patente, aportando a la sonoridad un fuelle y cinco botones, cada uno al ser pulsado, producía dos acordes, uno al abrir y otro diferente al cerrar el fuelle. Estos diez acordes bastaban para acompañar numerosas canciones.
Yann Tiersen - La valse des monstres:


Pues bien, 1973 en París, en una onírica calle del barrio de Motmartre, nace Amélie Poulain. En el seno de una familia pinturera y pintoresca. Genuinamente francesa. Le encantaba hacer muecas, jugar con serpentinas en forma de matasuegras, comer gominolas con formas llamativas en las yemas de los dedos, serpentinas y recortes de papel a discreción e incluso, está en posesión de su flamante máquina de fotografías.

Durante esos primeros años, convive con las manías y fobias de sus progenitores, asimilada por un mundo adulto que no comprende sus ensoñaciones y jugueteos con la magia de vivir. Además, estos mayores no se dejan entender ni quieren.
Además, de su lustrosa y brillante cabellera recortadamente zahína y su apertura de ojos considerablemente bellos, su rasgo más distintivo es su atractiva personalidad y arrebatadora imaginación.

Cuando esa cabecita se pone a pensar, puede detener el tiempo jugando con pequeños recortes de papel, con golosinas en forma de dedal comestible, haciendo muecas sin parar, Una probable vocación cortada de raíz debido a las equivocaciones del mundo de los adultos. Verá postergada su incipiente interés por el devenir futuro, y su relación inequívoca con el retrato. Quizás, el periodismo impreso habrá perdido una surrealista y atrevida fotógrafa. La repostería gana una simpática y servicial camarera en una de las cafeterías más recordadas del cine. Les deux molins.

Es probable que el fallecimiento extrañamente prematuro de su madre, más bien kamikaze, le impulsara a una búsqueda de trabajo sin mayores pretensiones que ganar un poco de dinero. Da igual, el café abre sus puertas diáfanas por sus enormes cristaleras y su luminosa sonrisa esparce sus influencias por la pintoresca sucesión de personajes que por allí van a convivir. Cómplice de sus vidas.
Amélie trabaja como camarera y también como maestra de ceremonias del costumbrismo imaginativo del director galo. Jean-Pierre Jeunet.
Se establece una relación de afecto del público de pantalla grande con el pequeño círculo de todos estos bohemios.

La complicidad de Amélie con ellos, conlleva a una conclusión. A falta de perspectivas individuales, en la búsqueda de aventuras exóticas con héroes y enamorados, su mirada irá a ayudar en el reencuentro de la felicidad de sus amigos. Si lo consigue ella será la mujer más feliz del mundo. ¿O no?.
Desde luego el egocentrismo no entra en los planes de la joven por ahora. Mira, a su padre ya le ocurrió. Y por ahí sigue enloquecido con sus cachivaches y perdido en construcciones metafísicas sobre templos enajenados con el pasado. Un monumento coronado con el enano y posterior compañero de viajes de la "Blancanieves" voladora.
Pues, toda esa propagación del bien en sus congéneres, choca con el recuerdo que le prohibió hacer sus fotos por provocar accidentes. Si los mayores son los que los provocan. Una pesadilla recurrente que desvaría en la obscuridad de la noche, a través de la contemplación de viejas series y películas en glorioso blanco y negro.
No hay justicia en este mundo.

Toda vida rutinaria, tiene sus momentos de fractura con picos de ensueño. Amélie un día conocerá a Nino y el mundo dará un giro como la torre Eiffel de alto. Tan enorme como una estación central. El amor se va a propagar por el barrio.
En cuerpo y alma se entregará a su nueva meta. En carne y mente.
Mediante su poderosa mente imaginativa, Amélie idea un juego surrealista para alcanzar el corazón del joven y posible hombre de sus sueños.
Ella es de las mejores personas de París (esto parece molestar a algunas personas a ambos lados de la pantalla), y sus amigos se lo agradecerán cuando el gran juego termine. Con su colorido vestuario en tonos pastel ribera francesa, impregna el atractivo visual que desea compartir con los demás. Un tono para cada collage de este guión.
Esta chiquilla es capaz de hacer llorar al pintor más enclaustrado y prófugo en creatividad colorista. Al encuentro del surrealismo inalcanzable dará al lienzo los colores de la vida que le faltan. Un niño en edad adulto, en sus ojos renacerá la ternura como consecuencia de su emotiva relación. Las pinceladas se volverán firmes en manos y mirada rejuvenecida.

Amélie se encarama a su disfraz de Zorro, repartiendo la justicia para todos. Sin olvidarse por fortuna del buen humor y la aventura. Se vengará, sin infringir heridas graves, del tontorrón frutero que vilipendia al gentil aprendiz. El ultraje del tirano, es necesario, para cicatrizar el deshonor de lo injusto. Lucien reirá: "Collignon tête à gnon".
Difunde cartas de amor con perfume a coqueteo. Risas de sexo desenfrenado contra la pared. Ruidos jadeantes de cafetera expreso. Golpes y chinchineo de vidrio. Los hombres han vuelto sus miradas al amor y se olvidan los achaques de la edad. Una camarera ha abierto esas puertas herméticas, dejando un resquicio para mirar desde fuera. Dejando hacer y disfrutando. Sonriendo.

Ella tiene a su padre, y a su gato. Pero, va a necesitar algo más. Amélie va a dejar atrás muchas cosas. Ya están entregados a su dueño los objetos encontrados tras la baldosa del olvido. Cambiará el recuerdo de las fotografías de antaño por otras más actuales que le llevarán a volar en estaciones de metro. En cabinas de la suerte.
Todos contentos. ¿Esto es malo?. No.
El aprendiz se revela como maestro. El tirano arrepentido se convierte en asustadizo. El público feliz.
El escritor sin éxito encontraría una buena historia en todo este maremágnum emotivo. El gnomo viajero su destino. Los sueños se enfrentan al realismo de lo cotidiano, porque los objetos cobran vida. La música envuelve lo visual.
Dulces sueños, Amélie.
Buenas noches.

**** Excelente *****

La Valse D'Amelie (Piano):



Yann Tiersen with Orchestra in New York:



Los Personajes Principales:
Audrey Tautou ... Amélie Poulain
Mathieu Kassovitz ... Nino Quincampoix
Rufus ... Raphaël Poulain
Lorella Cravotta ... Amandine Poulain
Serge Merlin ... Raymond Dufayel
Jamel Debbouze ... Lucien
Clotilde Mollet ... Gina
Claire Maurier ... Madame Suzanne - la patronne du café
Isabelle Nanty ... Georgette
Dominique Pinon ... Joseph
Artus de Penguern ... Hipolito
Yolande Moreau ... Madeleine Wallace
Urbain Cancelier ... Collignon

martes, 29 de enero de 2013

Flight: Un Washington de altos vuelos.


La Culpa.

En una sociedad en la que salen a relucir las noticias y sus repercusiones, sobre escándalos económicos y morales, la corrupción se instala en todas las capas de la misma. Lógicamente, éstos producen unos efectos negativos en todos los aspectos. Sobre todo, la fiabilidad de puestos de responsabilidad, en manos de personas poco capacitadas o nocivas en cierto momento.

Denzel Washington encarna a la culpa de todos esos individuos.
En la película dirigida por el director Robert Zemeckis, Flight, le ofrece una oferta que no puede rechazar. Washington vas a despegar y sobrevolar sobre las distintas opiniones que pudiera tener la crítica cinematográfica en los papeles anteriores que acometiste... y el bueno de Denzel, dijo, bueno Robert me voy a ir comprando en traje de Ícaro, si me consigues hacer renacer de las cenizas.

Dicho y hecho. El actor norteamericano realiza una de las mejores interpretaciones de su carrera, siendo merecidamente reconocido en su nominación a mejor interpretación masculina en los Oscar. Y totalmente, digno contrincante de Daniel Day Lewis.
Su papel del capitán Whip Whitaker es una muestra de cómo un actor (o cualquier otro individuo en su trabajo), tiene la oportunidad y el reconocimiento en un momento determinado de su carrera extensa. La edad no tendría porqué ser un óbice para contrastar la valía de un intérprete, o trabajador en otros funciones.

Además esto, Denzel Washington lo ha sabido utilizar muy bien en su interpretación, de sufrido y avocado al desastre, con un piloto de aviones comerciales que se ve en la encrucijada de elegir. Una elección dificultosa para cualquier ser humano. Salvar la piel quemada de uno mismo, a base de ungüentos insospechados y poco fiables; o por contra hacer frente al mal sin tapujos. Desnudar su alma y despojarse del lastre de la mentira, en un descenso imparable al infierno del olvido. Sin bálsamos de Fierabrás. Ya que si uno, es capaz, de renacer de la incineración de sus alas y posterior caída al vacío, debería hacerlo sin sumar cargos adicionales y criminales a sus conciencias.

Vivimos en una cultura de la legalidad muy cuestionable.
Soportamos y reconocemos, la parcialidad (casi una postura cercana a lo criminal) de los representantes que deben velar por la verdad ejerciendo una justicia, nunca mejor dicho, consecuente con la misma.
Por lo tanto, la protagonista principal del filme Flight, además de la culpa, es la responsabilidad. Como ciudadanos de bien, nosotros y los representantes de impartir justicia, abogados y jueces, deberíamos hacer acto de conciencia de servir a la verdad. Si no, ejercemos esa responsabilidad sobre nuestros propios actos, y medimos las consecuencias de los mismos, estaremos debatiendo siempre si hicimos lo correcto.
Por tanto, si la mentira prevalece en nuestra postura errónea, el peso de la culpa recaerá sobre los hombros hasta el fin de nuestros días.

Sin embargo, Robert Zemeckis, reparte durante el metraje algunas e indiscutibles verdades. Lo que añade brillo a un trabajo bien realizado.

El humor que desprende Flight, siempre ha estado presente de alguna forma en su cinematografía. En cambio, en esta película se hace representante diferencial de un sentido crítico, y bastante cínico. Un humor que se separa radicalmente de todo su trabajo anterior.

Sus filmes primerizos reflejan una espontaneidad más dirigida hacia la franja joven del público. La carrera de Zemeckis ha sido también una especie de Ícaro de altos vuelos. Con el éxito generalizado en taquilla, quizás, le faltó un reconocimiento más experimentado con otro tipo de historias que contarnos.
Forrest Gump, y posteriormente algo menos Naúfrago, fueron los puntos de inflexión (para un servidor) en su carrera. Siempre haciendo guiños a los recuerdos de nuestros héroes de juventud, musicales o literarios, Elvis y soldados caídos en la destrucción de la guerra o Robinson Crusoe luchando contra los elementos de la catástrofe. Así, ocurría también en su trilogía de Regreso al Futuro o sus referencias al comic y el cine negro en, ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, o más modernos y cercanos a sus amigos como Spielberg, admitiendo el regusto por los aventureros de civilizaciones perdidas en Tras el Corazón Verde.

Pues bien, tras aventuras desiguales en la animación digital, nos trae su cinta más adulta. Con un reparto experimentado y potente.
Segunda verdad: para representar unos diálogos que sean convincentes, es mejor, rodearse de los mejores actores. Y he aquí, que Flight tiene a un ramillete de ases en la manga (sólo hay que repasar sus trabajos anteriores), como Kelly Reilly, Bruce Greenwood, James Badge Dale, Melissa Leo, pero sobre todo Don Cheadle y el inigualable John Goodman.

Lo de Goodman es otro trabajo para recordar, por su fuerza interpretativa y naturalidad ante la cámara.
Pues bien, tras aventuras desiguales en la animación digital, nos trae su cinta más adulta. Con un reparto experimentado y potente.
Sólo tengo elogios para todos ellos, encabezados por su protagonista D. Washington.
Aderezados con un magnífico guión y una banda sonora con canciones, que ya de por sí son historia del rock y de nuestras vidas.

Tercera verdad: La verdad.

Un guión que premia la verdad como fin último. Ideado por John Gatins, joven e inexperto en estos lares tan comprometidos de la escritura para el cine, y que sorprendentemente por su calidad, ha sido premiado con su candidatura para El dorado.
Porque una vida no puede fundamentarse en una huída contínua. En cerrar los ojos ante nuestros actos más detestables, ya que de ello dependen las oportunidades de muchos otros que nos rodean.
Porque el uso del alcohol y las drogas en determinados ambientes laborales es inaceptable, para cualquiera con dos dedos de frente.
Sumando las consecuencias políticas de las empresas, los pactos con compañías aseguradoras, medios de comunicación difamadores o engañados, magistrados, etc, etc... Muestra a este Flight en una "fight" en el barro de la realidad actual.

Y por último, la responsabilidad.
La de un cineasta con un público que ha crecido con él, y que le pide más emotividad y sentimiento.
La de un actor negro, que ofrece otra visión de su carrera como héroe ejemplar. En múltiples matices cromáticos.
La del uso de productos ilegales. Con la aceptación de las consecuencias y estragos que pueden causar en la vida.
La de abogados que defienden las causas imposibles, con medios poco edificantes. Periodistas que se dejan engañar por el impacto mediático de la noticia y el éxito personal. Los empresarios que manejan grandes cantidades de dinero, sin considerar las almas que ayudan a su propio beneficio.
El peso de nuestro pasado, que engaña a nuestro futuro.
La aceptación de la muerte, como algo natural.
El honor... de los que ya no están.

**** Notable ****

Flight-Soundtrack:Joe Cocker Feeling Alright


miércoles, 23 de enero de 2013

Bestias del Sur Salvaje: Somos hijos de la Tierra.


Coherencias bestiales.
















Una película algunas veces se mide por las miradas.
Como por ejemplo la mirada de la pequeña Quvenzhané Wallis.
Y la sal del mar y las lágrimas.

Cuando nuestros antepasados luchaban por su vida, en territorios extremos y salvajes, sus ritos quedaron plasmados en piedra y otros materiales. En La Bañera, esas grabaciones se imprimieron en carne.
Si bien aquellos primeros artistas, en sus cuevas iluminadas con fuego y manos temblorosas por el frío y la humedad, propagaban sus escenas de caza o batalla, ahora los tatuajes cuentan las antiguas historias como carnales juglares.

En tiempos remotos, las bestias buscaban subsistir con sus progenies, enfrentándose a valientes guerreros por la necesidad de la carne. Sólo los más fuertes sobrevivían con el fin de perpetuar su especie. ¿Salvajes?.
Pues bien, Las Bestias del Sur Salvaje, se quedaron dibujadas para la posteridad de las generaciones en carne y piel. Y sólo, sobreviven los más poderosos, en efecto.

En esta Bathtub (sita en el Delta Sur de New Orleans, Louisiana), su sociedad empobrecida se quedó anclada en el agua. Casi arrinconada, aunque no de sentimientos. Sus habitantes luchan igual que sus antepasados, por la supervivencia, día a día. El tiempo detenido en una Edad Media de enfermedades, hambruna y muerte.
Serían las bestias de épocas pasadas, pero también existe una especie de alegría y ganas de vivir, a pesar de las muchas dificultades y pertenencia a la tierra y el mar.

Estas luchadoras comunidades atrapadas en la pobreza y el lodo, poseen unos valores individuales que priman y están basadas en la libertad.
Y hay que ser muy fuerte, como Hushpuppy, para salir adelante. Su futuro le pertenece, porque sus ojos son puros y oscuros como el mismo.
Todo lo que observamos es a través de su profunda e inolvidable mirada. El joven director neoyorkino Benh Zeitlin pone la cámara con gran acierto en sus ojos negros. También en el padre de Hushpuppy, el actor debutante Dwight Henry. Casi al mismo nivel que la pequeña y también primeriza en trabajo y nominación al Óscar. Quvenzhané tiene su pequeña "gran" oportunidad.

La unión de sus dos personalidades construyen unos lazos, que aunque parecen resquebrajarse ante tanto infortunio, permanecen inquebrantables por su envidiable limpieza de espíritu.
Ya que las lágrimas derramadas servirán para nutrir a aquellos que nos alimentaron en nuestro comienzo. Las manos que nos sujetaron en infinidad de ocasiones para no dejarnos caer, estarán unidas en el barro salado, luchando como los cazadores contra estas nuevas bestias.

Personalmente, me ha encantado la poesía y la banda sonora que desprende por todos sus fotogramas. Los personajes quedarán como luchadores en el barro, y su pelea infatigable, en una mirada llena de ternura... y con unos ojos difícilmente olvidables. Para la eternidad del buen cine.

Cuando la vida nos obliga a ser duros,
mientras las bestias buscan nuestra carne,
cruces de lanzas con colmillos de uros.

Hushpuppy con su viva mirada inquietante,
derramará sus lágrimas buscando coherencia.
Con su padre una sóla persona, una existencia.
En Bañera de vida y muerte, emergente.

Somos hijos de la Tierra,
y del agua salada.
En una descorazonada,
la herida no se cierra.

Pequeña muchacha de ojos azabache,
protectora, tu madre vigila.
Desde de este lejano escaparate,
latas para gato, te envía.

Como carne en La Beñera
a todos da la vida.
Fuego y agua,
la niña crecida.

Elementos purificadores,
asesinos acechadores.
Fragua y humedad,
casa y ojos, soñad.

Tú, serás una Hushpuppy de verdad.
Pues, la fuerza acompaña tus manos,
y tu corazón, evidentemente.
Inmersa en tu enorme voluntad,
como bestias y hombres en el barro,
niña, te convertirás en mujer coherente.

Y si el mar, devora todo a su paso,
no sólo la sal, también el retraso.
La conciencia ecológica a la deriva,
escuchadla, o no tendremos salida.
El corazón y sus lágrimas son el caso.
Hushpuppy´s, padres,
Bestias del Sur Salvaje.

No os perdáis esta película.

***** Excelente ****

Benh Zeitlin: Once There Was a Hushpuppy - B.s.o. Beasts of the Southern Wild.


Cinemomio: Thank you

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