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Mostrando entradas con la etiqueta series - Ciencia Ficción. Mostrar todas las entradas
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jueves, 21 de marzo de 2024

Foundation. Season I, II

 


Durante la década de los 50, tras la salvaje era de la Guerra Mundial y sus aciagos resultados en la población mundial, con el fin estratosféricamente aterrador del halo nuclear, el mundo se recomponía de pulmones para arriba, a través del dinero y el comercio más globalizado. También se descomponía de tripas para abajo… Comenzaba la guerra fría y la amenaza constante sobre nuestras cabezas,  como algunos escritores ya empezaron a reflejar en su obra. 

Y Oppenheimer estaba ahí, arrepentido,  puede... como lo estuvo el mismo Albert Einstein, ejemplificado en el documental con la Bomba... Pero, mucho antes de que su personaje fuera el ganador indiscutible de la gala de los Oscars del 2023, Robert O. tuvo que lidiar con los político, y eso, es insufrible. El uso de la responsabilidad, una realidad que, quizás para algunos… debería haber sido más repartida entre las demás candidatas, o sociedades tal vez. Ya hablaré del tema... Méritos… existían… y el miedo a la guerra casi espacial comenzaba, con amenazas atómicas apocalípticas, también en los márgenes de cualquier Fundación… Hasta ahora… Y hágase la luz, religión, o lo que sea... Don Christopher Nolan, ya obtuvo su premio. Felicidades, genios de Hollywood y vencedor de la gala.

Mientras tanto, un treintañero de nombre Isaac Asimov – ya con sus gafas de pasta, pero sin su característico aspecto de melena y patillas, aún -, con su estilográfica de nueva generación, se apartaba definitivamente de la química, para asirse a su corazón judío, - el del otro lado de la frontera con Bielorrusia-, para adentrarse en la literatura scifi más política, social y religiosa, y con el espíritu de la naturaleza humana… y dicha conciencia sobre nuestras cabezas, en la estratosfera. Y otras, aún más incombustibles, que son las cuidadoras de los lobos... auuuuh!

Eso es lo que quería decir el maestro Issac, creo. Porque la complejidad histórica y generacional, de su obra Fundación en múltiples libros, es un agujero negro en el tiempo que nos toca vivir, como una predicción… Algo que muchos seguidores, consideraban casi "imposible" de realizar o versionar en otros formatos más visuales. Tríptico multiplicado entre fe y política, cambios generacionales y culturales, multitud de personajes, gobiernos y revoluciones, un compuesto de crisis armamentísticas, corrupción, negocios, amor al terror, etc... ¡Tres, un guijarro en el cielo, en forma de versión nuclear… Dos, en la arena estelar, de los recuerdos… Uno, Ignición!, ¡boooom! Nice! Cero... la nada. Ya no existimos más. Somos dinosaurios..

El divulgador científico y escritor fanático de los números y el alma interior del ser, dibujó una de las magnas revoluciones futuras en la space-opera, con capital en Trántor dentro del gran Imperio Galáctico, con sus adyacentes exteriores. Sus gigantescas repercusiones del capitalismo, la forma del estado, la sociedad (vamos como Platón a otra escala), captarían la atención de los creadores de siguientes décadas hacia la expansión de grandes sagas cercanas a nuestras estrellas o, muy, muy lejanas. Depende cómo se ruede... o mire.

Esos deseos imperiales o revoluciones en contra, en esferas como planetas… serían la máquina fundacional de continentes separados, de mundos – no estados que han ido modificando sus fronteras paulatinamente -, sino un vínculo con la mente de los que sueñan con reverdecer laureles, a través de la violencia de las armas y sus consecuencias enriquecedoras… Pongamos que hablamos de, los putinescos y Cía, la China corporativa y más capitalista que nunca con sus negocios multinacionales, la añoranza napoleónica de la Córcega francesa o el sindicalismo sangriento de la corona británica… y USA. España o algo así que queda, aspira a lo de libertad, fraternidad e igualdad, pero sin ninguna de ellas, ¿hermanos, pá qué…? Mejor darnos con las cachiporras a lo pintura de Goya.

Mientras, la decadencia guerra-civilista sigue creciendo -también en los USA-, estaremos preocupados en calcular la historia y algunos de reescribir su fundación sangrienta, como ya ha ocurrido en otros lares del cosmos. Ahora, los imperios cayeron y se aproxima la nueva visión comunista ´tirandoawoke` del gran estado Hollywood y otros tentáculos invisibles. Como pisada en una evolucionada nave espacial… de sangre. Tecnología y activismo, frente a la antigua ley del imperio… que fue la base.

La invasión que viene, ya nos había llegado con Arthur C. Clarke y sobre todo con H.G. Wells y la versión radiofónica del maestro Orson, más violentas, esta última más terrorífica, y se hizo mayúscula con Dune de Frank Herbert, a otros niveles de concepción territorial. Ahora los veíamos, los planetas, cercanos y exteriores, que con el pensamiento colonizador extraterretre, el físico Gerard K. O´Neill mostrado en su documental rotatorio, tenía que terminar colonialmente. Por Nos... y otras formas culturales, el impacto visual de las tiras del cómic de Buck Rogers, con el John Carter de Edgar Rice Burroughs, o el aprendiz o jugador aventajado, Flash Gordon de Alex Raymond. Ah y por fin, los seres superiores, el gran Kal-El de Jerry Siegel - dibujado por el canadiense de familia judía holandesa, Joe Schuster, con su mezcla guasona entre Harold Lloyd y Douglas Fairbanks -, y el acabose claro, digo oscuroa... la atronadora sorpresa del cine galáctico con Star Wars. ¡La atmósfera estaba creada!

La Fundación…

El panorama ya estaba despejado, 2001 Una Odisea del Espacio, fue un monolito multidimensional de El Centinela de C. Clarke, que se instaló en la conciencia metafísica de los cinéfilos a través del rostro de Stanley Kubrick y una lente, – otro barbudo despeinado del que celebramos su segunda entrega llevada al cine hace 40 años, 2010 -, y que me produjo entonces el mismo mal que ahora... esos minutos finales son bastante caóticos y atolondrados.  Ahí se descargó toda la filosofía habida y por, imaginar, en una inestable paz que durará varios soles nuevos. Una puerta visual a las estrellas y la AI, a través de su visión y la voz de Hal-9000, como nuevo Prometeo.

Sin embargo, esto de la Fundación sacrificada en favor de humildes y desubicados del mundo, es una paradoja - alguno consideran patraña del independentismo galáctico, hablando de la actualidad -, cuando esos planetas que giraban y se alejaban cada vez más, padecían de órbitas de virreyes, sustitutos en el trono. Eran como clones, pero se hacían los locos... No existían repúblicas, sino generación de familias unidas por ideas, corruptelas y sus dioses armados, que eran invasores foráneos. Aquí, y ahora como antes, cada uno mira por sus intereses. Y algunos por todos... los imperialistas, que haberlos haylos... con su poder atómico.

Por territorios conquistados, o no… por divisas invisibles, que provienen de la ilegalidad en muchas ocasiones. Secuestrando voluntades... con el control del dinero y de las enciclopedias con las que enseñar virtudes o versiones falsas, de sí mismos. Ya que, en todas las sociedades, han existido impostores, defensores de una fe novedosa, idiotas en gobiernos, que buscan su bien personal antes del general, aunque tengan que vender su alma o doblar sus rodillas ante la agenda futura y abrir mucho la bocaza… que es de lo que viven, y sus medios. Es la Fundación falacia.

El pueblo, mezclado y en pie de guerra, en Children of Men, lo captaron muy amenazantemente, se purga ante la geometría y la aritmética de los cálculos, como guetos de terror. Como decían los antiguos filósofos griegos, recordando que su religión era mitológica, coloniales que se transformaban en una república imperial para solucionar devaneos territoriales y del conocimiento humano. Gracias a la dialéctica, que sería el arte de pensar, los dioses inmortales irían cambiando, de a poco… Pero, para eso había que tener cerebro y desbancar a los Titanes tiranos.

La Fundación, se dividía por tanto, otras fundaciones con otras características contrarias, nacían al otro lado del universo, y radicalmente el conocimiento quebrado, se basó en las matemáticas como inicio del todo. Con la métrica, se avaluaron los riesgos, las amenazas y las posibles previsiones, los 300 cálculos de guerras... dentro de los millones de conexiones sinápticas que habrían en el porvenir, incluso artificiales. Con, cada vez más elementos externos conectados al Terminus, que bien podrían llamarse Terminators también mirando atrás, los héroes fueron desapareciendo, creciendo los lobos, y viajar por todos los rincones de la galaxia, fue cuestión de créditos. Hasta caer en un tejado de Blade Runner, donde la metafísica se hizo psico-historia. Esa es la otra versión, de lo que podría ser la procreación, de la que todos opinaban... El Superhombre.

Predicción… el Botón.

Ese botón es el del horror… el miedo con el que convivimos, el cielo en llamas más allá de Orion. La amenaza de un nuevo anticristo, un Robespierre, la bestia del 666, no de las matemáticas puras, sino del verdadero antagonismo ideológico y político. Se busca un nuevo orden mundial… ¿dónde… en la destrucción? Y eso es el poder. Absoluto.

El que siempre gana… futuros hítleres del universo, que asesinan o empobrecen a otros, napoleones de navegación congelada, zares que revolucionaron con sangre, comunismo de purgas - no de murgas, que es más español -, con los republicanos más imperialistas evolucionados, oppenheimers científicos, preparadores del caos y la pandemia, títeres con sus dedos en el botón rojo… dictadores del alma, al fin. Dinero y poder, que mata a sus hijos, y los de ellos, que ya tienen su fecha de caducidad incluida en los genes… que nunca serán, como los imperios caídos. Al final… es lo mismo. Caos.

Números primos, separados, que hacen su guerra. Justo al lado de nuestras casas, como los depredadores, y los políticos actuales son sus clones, solo que, como manchas molestas que no se van, ni con agua. Lo llevan en la piel... Es decir, que los terribles vigilantes radicales se multiplican exponencialmente, en todos lados de la galaxia, sus recuerdos se congelan en las retinas con dolor, sus voces se manipulan en los libros, - otros los quemaban tal que un Farenheit de Ray Bradbury -, o se petrifican en oídos y se enferman, tal que estatuas mortecinas de sal, con los colores del holocausto en vitrinas, en tonos grises como cenizas. Son la futura cabeza de caballo, sajada del mal, de una zona de interés, que mereció más atención, por parte de todos. Mientras los políticos, intentan cerrar las ventanas o taparlas con sus esputos sangrientos, que son veneno, a un lado y después al otro. Falacias, mentiras… la historia es circular, no un conjunto de líneas paralelas. Es una especie de bóveda, donde los ecos rebotan. Como brotes entre el imperio soviético versus el reino clonado, de un Reich tercero.

Igual que rebotan los rayos catódicos que llevaron a Mary Shelley a construir su monstruo eléctrico, universalmente humano, una individualidad... que construyó un corazón que tenía su propia vida, y luego enfermó de soledad, hasta alzar la mirada a otro u otras, cuerpo de fémina, con otra cabeza, otro cerebro y género sentido. La novia de Frankenstein – siendo el joven marcado por el padre, es el monstruo -, que se reproduce en una Pobre Criatura, una de las autodenominadas Poor Things (cuando debieran ser otra mente), científica reivindicativa, que abandona toda su existencia olvidada, para descubrir el mal en el mundo y aprender… y no poder cambiarlo. 

¡Salvo su propia historia femenina! O la de Emma Stone, cuyo cabello negro resurge como el ave fénix, en llamas. Y ´dios` creó a la mujer,  - como fuera… o eso del universo en un bang evolucionado -, y el hombre con rostro monstruoso – como siempre actualmente en la pantalla, me refiero a ellos - , ya no serán héroes de Bowie, ni en Fundación en serie. Y forjaron el futuro de una procreación pelirroja, distinta hasta entonces, que los sustituyó como un robot. Repletos de bilis y dolor, al estilo clásico… se quedó casi desnuda, masacrada, apenas con un vestido del pasado helénico, de la corte del rey desnudo. Y definitivamente, esa república ya no busca sólo la igualdad, depende quién seas, a quién te acerques, qué comas, a quién ames… y se buscará la venganza, al principio o el final del círculo, en una revolución esférica.

Una y otra, guerras, frente a la visual Oppenheimer de un dolor, no predecible, y la de las flores del genio Scorsese, formaron el imperio de los sentidos, antes de las balas, el brillo de las ideas, el olfato del mal, el peor sabor, que confluyen en el sentido del peso acumulado de la culpa, de una nación, de un imperio, de una república. De los tontos, o los muy listos... Mientras, la superpoblación augurada por los escritores científicos, pongamos Asimov´s metafísicos, no magos, no paraba de crecer, padecer demagogia y devorar la cueva de Platón. Eran metafísicos de bolsillo, de red. Así… no se cabía, poco espacio para tanta ni pedagogía ideológica. Al término, o Terminus conspirativo, damagógico, alguien apretaría el Botón. Y finiquito, como mi cartera...

Y Asimov… se clonó.

En un documental, tal que un visionario que abre su propia cápsula del tiempo, se volvió a ver a sí mismo, en el espejo de su pensamiento futuro. Con el rostro periférico de la historia y la ciencia… ¿fe? Puede, aunque no… De eso no habla la serie, se lo salta en el espacio, y vosotros deberéis opinar... Pero Platón a los 30, promulgaba que la dependencia de los maestros, podría ser perjudicial, e Isaac puede que lo pensara, ya que en su frontispicio mental, como en la fachada de aquella Academia, rezaría “Nadie entra aquí sin saber geometría y le preocupaban otras cosas del carácter humano y su mente. Por ejemplo, energías y paralelismos.

Ahora se ha tenido que reinventar la historia, en forma de imperio de los sentidos hacia lo aristotélico, cambiando las formas y su esencia, creando nuevas leyes y jurisprudencia, caustica, no filosófica… Ahora, todo se basa en el dinero, el que ganan abogados sin escrúpulos, comerciantes enriquecidos, mercaderes de la carne, por una libras de peso... y te lo quieren controlar, como el presupuesto de una serie. Es, en toda su estrategia, el Impero de la Ley, no de los Sentidos, que sería mas imaginativo. Por eso quieren controlarlo, me refiero al poder, claro.

Vamos hacia el imperio de los mediocres, abogados sin escrúpulos – puestos en nómina -, con alcaldes corruptos, parejas transhumanistas, genios de puticlubes, insufladores de polvos, roboces o robotas, ministros manipuladores, presidentes con trono, reinos perdidos… hacia el imperio de la Uniformidad Básica y Esencial… Gracias a ellos, como bien señaló el mismo George Orwell… con su ojo avizor. E, ¿Isaac…? ¿Dónde quedó…? En holograma, pues a repetir el mismo discurso. Puede ser, una y otra vez, el futuro de la alienación. Verdad que el mundo no está loco... ¡somos nosotros!

Por consiguiente, ninguna república o su evolución – en Fundación -, puede considerarse perfecta… y menos, éstas. Solamente parches para el dolor, masculino y femenino; como ese clon que busca la felicidad de los seres queridos – que no del espíritu, pues ya está muerto - , como el sentido romántico de Poor Things, como los del imperio de las nieves de los Andes, y su creador, como un monstruo marcado; el Napoleón histórico y pensativo frente al mar de Abel Gance y sus colores pastel; el jinete que quería más a su caballo que al resto de habitantes del planeta, Tierra, pero ya estaba enterrado en vida, el Imperio del Mal absoluto, derrotado por un vómito de sangre... los sonidos de sus tripas; la heroína de las flores de la Luna que ha sido resucitada por el maestro, en su tierra de adopción, familiar, que ahora son propietarios de casinos, de allí y más acá, zonas negras en Europa también, al otro lado del estrecho límite, ¡sinvergüenzas políticos! Y caras, casas de apuestas digitales… Este es el futuro… la psico-histeria.

El acabose, es el rostro con lágrimas de Mahershala Ali -que volverá a renacer Blade, un mito-, como una cápsula del tiempo pasado de Bram Stoker, con estoque… La alegoría de El canto del cisne, o Swan Song de la actual ciencia ficción, anglosajona, pasada por la mente de un irlandés de Dublín, que te lleva a un círculo sin fin… La revolución científica es una esfera, una lágrima, que encoje el alma. El Imperio de los Sentidos, al fin.

Pero… el imperio de las Repúblicas, es una ilusión óptica. Al final da igual... ¿Seremos globales o individuales… reales o clones? 

Postdata... Y alguien se preguntará... ¿no vas a opinar de la serie...? Pues no, eso os lo dejo a vosotros, que yo estoy en mis trece, doce más uno, de ver... Una próxima, mera crisis... Sin héroes, lo mejor son los clones, y sólo existirá wokismo desilustrado.


domingo, 24 de diciembre de 2023

Severance. Season I

 


¿Cuál es el sentido de una actividad laboral? Claro, además de sentirse valorado en la sociedad… el objeto sería una compensación o pago al empleado gracias a la labor realizada para la empresa o una institución.

Sin embargo, a lo largo de la historia de la Humanidad, esto no siempre fue así… Recordando un cartel que colgaba en la entrada del campo de exterminio de Auschwitz, donde se apuntalaba como un clavo hiriente, morboso,y bastante sarcástico, el lema “El trabajo os hará libres”, pero ocultando esa verdadera obscuridad de sus mentes… o el corazón.

Y en sentencias de los protagonistas arquetípicos de Don Miguel de Cervantes, curtido en mil batallas, tintas en blanco y entuertos variopintos, como ellos… 1, “Quién lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”. 2, “La Libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres, entregaron los cielos”. 3, sentando que éste, amigo de la Panza versado en principios y consejos, como representante de los trabajadores actuales, no alocados, expresaba… “Sé fiel a tus ideales”.

Si bien existe la leyenda de carácter metafísico, subjetivo, sobre palabra de Groucho Marx: “Estos son mis principios… pero si no le gustan, tengo otros” …, con la cual muchos asentirían observando la cuestión laboral o política, tan cambiante como piel de camaleón durante siglos, especialmente en esta ubicación que me encuentro… El caso es, la trepanación…

El borrado sistemático de lo que percibes, o eres, tal vez lo que te atrevas a pensar… o pensarías en alguna ocasión. En eso, ha quedado la pertenencia a algo, un grupo o pensamiento, triste. Muy peligroso…

¡Ah!, y pisar duro, sobre todo, aquellas cabezas sentenciadas, o las que aparecen en multitudes anónimas, fotocopiadas como en una Matrix sin sentido. De forma que, el pisa-cabezas, el trepa… alcanzará su objetivo. En otro sentido, del anarquista laboral, que cualquiera puede hacerse con esa gestión del trabajo y sus estructuras socioeconómicas, con lo cual se acabaría con esa labor competente de la excelencia y por supuesto, con una medida drástica que, sin embargo, hizo avanzar a la sociedad a lo largo de la historia. La competencia y, en cierta media, el riesgo.

En definitiva, de una u otra forma, ser triunfador, o clasificado como referente social… para algunos, depende de los ideales. Puede que… con el fin prioritario de casi siempre, llenarse los bolsillos. Al final, es la eterna lucha entre el trabajo o el hambre… que muchas veces vino provocada por las guerras… Esas que causaron la muerte de millones de ciudadanos por todo el planeta… daba igual si miraron a su izquierda o a la derecha, les pusieron a trabajar como ´malditos condenados`… Ya no estaban.

Pongamos el caso comunista-stalinista, con sus mortandades millonarias (más bien ejecuciones y purgas), que también mandaron a muchos condenados al frío de un gulag, siendo generosos en trabajos forzados... Y mientras tanto, así ¿quién pagará la fiesta…? Pues, tó quisqui…  

El Refinamiento de los Microdatos…

En ese contexto turbio de la explotación más salvaje, dejando aparte esa esclavitud que fue moneda común en las culturas y demás regímenes autoritarios, existen los exprimidos como esencia de un zumo de Lumon. Se caracteriza por una separación sistémica, con un sentido u otro, hacia la llamada de la Severance. Es decir, separación de los términos o condiciones de conciliación, consigo mismo (con tu identidad real) o sus familias, de la ruptura de las experiencias de vida… y por último, derivado al despido, a ser posible con alguna indemnización. Sino, resta el silencio… o la muerte.

Puede que nunca lo sepamos…. De momento, esa no es la cuestión. Lo principal es la esencia del surrealismo, que podemos contemplar desde la presentación inolvidable de la serie, en una especie de matrix laboral de los sentidos. Cambiando píldora, por inyección al trigémino... con consentimiento. Y expresada además con la música de Theodore Shapiro, que crea una onda encapsulada de ensoñación pesadillesca, sarcástica, respecto a las acciones reales de los compañeros de viaje. Sin lugar a dudas, va a resultar una odisea... dividida en temporadas, que ya esperamos... quiero decir, deseamos pinchar.

Es como la representación de una compañía de actores, pero, sin saber que obra van a representar, ni cual es su significado. En este refinamiento de las cosas, ponemos el acento viendo la serie de Apple TV+, sobre la cuestión filosófica de los hechos laborales, en contraste con la percepción personal de sus protagonistas. Conformando un parte esencial de distorsión planificada, o no, veremos, con el conjunto o familia. Con el Nos hemos topado, que se ha elaborado dentro de la psique. Y es lo verdaderamente significativo, para ellos y para los espectadores.

Los datos son como los gruñidos de la realidad, frente a la pantalla… que empiezan a escucharse cuando surge el primer abandono, o depuración estratégica, a pesar de los hechos o los compromisos. Tal vez más peligroso de lo que parecía en la oficina, sentado esperando una especie de casualidad que alimente el ego del jefe y sus planes de expansión… pues ahora, abrimos los ojos... somos uno. También en el momento que se presenta “Ella”, esbelta y pelirroja, a su manera sexy, sin alharacas, y que mantiene una idea elevada en su cabeza, la singularidad. Los demás parecen embobados, los 4 o más allá… puede que alguno… embelesado hasta la baba.

Ella, como aquellos, es ese dato que fue seccionado como la sustracción de un viejo compañero sustituido, y posiblemente amigo de la sección resistente que irá creciendo con el tiempo, a medida que identifiquemos la separación. La razón frente a nuestros miedos, el hambre, la falta de trabajo, la creación o el azar… el suicidio de cualquier forma. ¿O un asesinato…? Quizá.

Por tanto, ella, sin nombre al principio… es un dato incompleto, formado por su vestimenta o aspecto funcionarial, y la función como ´nueva hija` de… Kier Eagan. Una especie de dios todopoderoso, por encima del bien o el mal… o un mero dibujo animado.

La Óptica… del Diseño.

Ella es una mente voladora, aliada con la percepción e hija de lo que podría ser un CEO en revisión, sí… es una actriz con un papel especial, llamada Britt Lower. Pero, sus compañeros de reparto de Severance, no se quedan atrás, hasta formar un trío mágico y cómicamente surrealista, con uno que empezó enterrado casi a 6 metros bajo tierra y se codea con la próxima Madame Web, en la interpretación destacable de Adam Scott. Más, el descubrimiento de Zach Cherry que, es como un flotador al que agarrarse, cada vez, que hay turbulencias mentales.

El segundo trío, o incentivo popular, es el compuesto por tres nombres encabezados con mayúsculas, que pueden ir desde la sheriff o conductora, hasta la más gótica. Puesto que sus números en el cine y la televisión, son deslumbrantes, fascinantes o terroríficos, depende de la idea desempeñada, y sus dotes para la actuación, vienen avaladas por nombres, como… Patricia Arquette, John Turturro y Christopher Walken, casi nada para despertarse en esta distopía actual, del futuro.

Pues el tiempo, define las estructuras, las formas y los sueños… el onirismo es cómplice de lo que vemos, sin revelarnos la verdad, de momento. Salvo pequeños saltos en el guión, que no se pueden contar tras la primera presentación en el olvido, y lo que esconde en realidad su interior. Resaltado con las líneas pulcras y sencillas, marcados despachos como salas de hospital, asépticos, inmorales, manipuladores de las sensaciones… ya que recrean hasta el arte clásico. Puede que disfrazado… porque en realidad, nadie se muestra en consonancia, con la imagen corporativa. Esto es, el humor es diferente al del jefe.

Y en eso, como en el suspense artificial, las interpretaciones son fundamentales, para hacernos creer lo que vemos, sin hacernos los suecos a estilo Ikea, tal que un desfile de diseños de producción, pero sin saber el qué, o para qué producimos. ¿Somos… o seremos acaso, robots…?

La empresa se define por ese frío carácter, poco emprendedor, salvo pulsar el libre albedrío aparente... que mejora con los demás peones en el tablero cuadriculado de vinilo o mamparas de cualquier material plástico, oleoso, para envolver nuestras mentes desnaturalizadas… Porque ellos, son la clave que mantiene el engaño, su enardecimiento de la empresa secreta, o la excepción que marque la regla, que desconocemos. Así destacamos la parte blanca, la mala, con reparto de gofres falsos a la sugerente Dichen Lachman, o el perro fiel, en las arrugas faciales de Michael Cumpsty y el máximo representante de lo incorruptible o no, Tramell Tillman, que es esencial como una infiltración.

Y en la jeringa cargada de la realidad, encabezada por el creador del todo, Dan Erickson, con manos y ojos de cámara o producción, para Aoife McArdle y el mismísimo Ben Stiller. Se filtran con su representación gráfica, las ideas fuera del trabajo, con Jen Tullock, hermana del prota y su esposo consejero emocional Michael Charmus, y Yul Vázquez, el liberado momentáneo,  esperando otro bocado de realismo, o ser desperdicio del pensamiento crítico.

Números… y cabritos.

Jugamos a un juego peligroso, que duró dos años en realizarse, rodeado de cabritos/as como de virus encapsulados, cuando se produce un mero formalismo, un engaño… o volcado al cubo de la basura. Todo está milimetrado, hasta el diseño, empujado con un émbolo de mentiras, con salas como celdas de castigo, para las excepciones más comprometidas o dudosas, hasta para el supuesto Descanso final… Excepto la aparición de una determinada expresión, un chiste o un sentimiento oculto en la percepción de las palabras y opiniones… Qué luego, sabremos que son una especie de sacrificio, casi ritual.

Un ritual que significa el futuro distópico, que no nos atrevemos a soñar, pues no existe tal descanso, sino que somos vehículos… ¡Mira, allí hay un aparcamiento! Cabritos, me lo han quitado… en el último respiro. Mientras que, fuera de los gritos, las pesadillas más negras aparecen, como lo hacen los susurros, para no despertar sospechas del más arriba… y los roces, que unen manos en lugares insospechados.

En esta disgregación entre cuerpo y alma, los trabajadores son como fotografías deconstruidas de lo que fueron, o son, en sus vidas privadas… Si las recuerdan… tal vez, no. Son ideas del pasado, en un pretérito que nos atropella, parecido a un canal o serie de televisión, pagados con cuotas… que, muchas veces, después ni recuerdas su visualización.

Percepciones que vimos con los hermanos Coen, en píldoras diseñadas en el Barton Fink o el Gran Salto sobre un fraude; estuvimos aparcados sin sentido, poniendo el cuerpo en una Matrix que demostraba la hiperrealidad tecnológica, en nuestros cerebros en peligro; como en esos momentos de aburrimiento en el empleo de Terry Gilliam en aquella surrealista Brasil; o pequeños bocados de realidad, Reality Bites, que el Mr. Ben menos cómico, ya entrevió en generaciones perdidas… Y por supuesto, en otras producciones más cercanas que te voy a aconsejar, si quieres. ¡Bueno, y aunque no! Que para eso, sirven los despertadores… de conciencias.

Suicidios… o asesinatos.

Si queremos hablar de pesadillas, y mentes ofuscadas con su realidad, tenemos que hablar y estudiar, el cine de don Martin Scorsese. Si no, no sabes o sentirás, lo que es un verdadero ´trabajador` con problemas, bastantes severos…

Con todos esos instantes, que coinciden en la serie Severance y el resultado laboral, los internos y los externos, los conscientes, mágicos, esperpénticos, reiterativos, confusos, aleatorios, melódicos, silentes, polémicos…. fuera de lugar, en otro lugar, en tu casa, con tu familia… se necesita observar, e investigar los hechos. Los rastros en la memoria, o el cerebro, lo que dijimos en el pasado y regresar a esos cabritos que pueden ser como los corderos en silencio… Porque, sin ellos, no estaríamos ante una película, como de Mr. Scorsese, o una grieta, o Ruptura.

Propuestas mentales que dejan etapas sangrientas entre pasado o el futuro, entre jefes y empleados, a través de sumergir al espectador en un hábitat prohibido, de atmósferas lunáticas… o en el interior de una jeringa, que tantas veces sucedió en el cine. Con todos esos brochazos, pringosos u oleaginosos, que despiertan los consciencias más olvidadas, y que vuelven para enterrar los fantasmas de otras épocas críticas, o revivirlas, como sicólogos invitados a la fiesta,  que llevan al suicidio, ¿o asesinatos… eh? Como no he estudiado lo suficiente, prefiero la observación, simple y vouyerísticamente, de la desconocida historia que sirve para hacer justicia a las mujeres de un pueblo indígena como retrato de zafiedad mental. Memoria, antes de caer en la alienación o el comportamiento extremo del Taxi Driver o incluso, del Joker.

En la histórica Killers of the Flower Moon, también se aparece un King, con el espíritu hueco de emociones y un extraordinario Robert de Niro, entre las figuras amenazantes de Ella, puede que directa al Oscar, Lily Gladstone  y el manipulado compulsivo Leonardo Di Caprio, que se desdibuja física y mentalmente; pero no cierra la constelación de interpretaciones, pues queda Brendan Fraser y un Jesse Plemons, que hace gala extraordinaria de devora-escenas de postín y de sombrero a lo Pinkerton. Si no la has visto aún, puedes quedarte en tu pozo de ambición… porque la flor del tiempo, te supera.

Como decían en aquella isla… “Y la palabra importante aquí, es vivir, vivir como una pareja libre en el mundo real”.

La Guerra… del empleo.

El ambiente laboral, en ocasiones, es bastante alienado, casi como un asesinato encubierto de veneno. Tanto grupal como personalmente, puede resultar sofocante como despertar que se repite una y otra vez, hasta encontrar la salida, pongamos el caso del agente en Boss Level, que se levanta para rescatar el amor perdido, en todos sus futuros y halla decesos. Con un Frank Grillo rescatando a Naomi Watts, ¡quién no lo haría…! de las garras de Michelle Yeoh y un renovado Mel Gibson vestido de King moderno de la Mafia. Más comercial que otros scorsesianos... 

En el salto de tiempo, también otro detective que juega a ser Juez Supremo de En la Sombra de la Luna, con la sangre de Una como aquellos Santos Elegidos de finales de los 90, que ajusticiaban elementos subversivos y peligrosos, de una obstinada declaración de soberbia representación o xenofobia en ramificación, a lo norteamericano de nuevo. Sólo que aquí comparando flores, todo es ficción, adelantada a una explosión que resuena a pretérito imperfecto. Más tergiversada también la relación familiar.

También puede ser un enfrentamiento de caracteres, como ocurre con los abogados del caso The Burial, para sacar un beneficio indemnizatorio por la misma cuestión, o parecida sin las muertes forzosas, para la defensa indígena a través de Tommy Lee Jones y ese despacho variopinto. Bien por Jamie Foxx, que es el reflejo de la piel de los muertos. Escarbando en el sentido negativo laborioso, se puede conformar como una prisión o The Mill, en la que la empresa se convierte en carcelero de los destinos de quienes deberían ser libres, al menos, en su privacidad…  Comulgando con piedras de molino, rodando al diario con la inteligencia programada. Y si no caes en ninguno de estos contubernios o limitaciones, entonces, disfrutas de tu situación en el trabajo. Enhorabuena, compañeros.

Mientras que, los otros viven en la opulencia, esa búsqueda de la excelencia estará sesgada, manipulada para conseguir un efecto placebo que nos haga protagonistas de la historia… sin serlo. Mecánicos autómatas, como aquellos asistentes en Blade Runner, a través de unos que retiraban de la circulación a los jubilados, o a punto de serlo, según su deidad creadora. Ora pro… reprogramados.

No lo sabremos nunca… el futuro. Y esa es, sin duda, la gran inquietud de Severance, gracias a la aspiración de lo que queremos llegar a ser, y decírselo a los que nos controlan en estos GH globalizados, para no ser tratados como monigotes o guiados como un gran “mecha japonés” hasta el retiro o desempleo. Arrastrando piedras... puede que recuerdes al Prometeo.

En fin, estas representaciones visuales del nuevo Hollywood de las plataformas, son formas de crear otros ecosistemas alternativos, guiados a la producción y la dramatización narrativa, que evite dicha ruptura entre el corporativismo y los egos.

El pelo asilvestrado de la bruja de Blancanieves, frente a los siete obreros enanitos, que representa la silenciosa intransigencia del ser, gracias al comportamiento del personaje de Patricia Arquette… Los que fueron esenciales, en trabajos más allá de Oriones, en metafísicas complejas, o silenciados, ya sabes King, como meros terrones de azúcar moreno, para el café de los que se creen dioses… y la alternativa de un 2024 que apenas empezará, con otros caídos en el paro forzoso o en la guerra que se avecina, intentando  evitar convertirse en títeres sin alma… como aquel Jean Gabin, frente a la avioneta de Erich von Stroheim, en la gran escapada a La Gran Ilusión de Jean Renoir. Otra, que rodada en plena batalla aquí, entre verdaderos vecinos y hermanos, se va acercando al cumpleaños centenario.

Después la 2a gran empresa, con la llegada del nacionalsocialismo, denominado obrero… la María de Fritz Lang, huyó de allí en busca de libertad, nada más que añadir, hasta el 27… Bueno sí, que Severance ´es parecido` a campo de concentración y que ahora el Ser Supremo, será el dinero digital, como no. Con ello no podremos movernos libremente, ni para comprarnos… ¡un fucking gofre!

Me falta una, pero quién diría que nos cruzaríamos con un obrero especializado, Un Panadero, vestido para matar tal que en el pasado. Cuando Ron Perlman, que parecía cocido... se vuelve un Santo de aquellos Elegidos, contra el King, que es... el verdadero Mr. Lobo, Don Harvey Keitel. ¡La Masa está preparada!, siempre ha habido clases. Arriba y abajo, como en aquella serie, con diferentes tipos de sangres... y en The Baker hay bastante, aunque parezca falsa.

Servido en Bandeja de Plata, seguro, puñeteros picapleitos… calculando gracias al dios Mr. Billy Wilder… como diría aquel director, españolito, que se vistió por primera vez de blanco y oro. ¡ Y amén! o no… Feliz Navidad, Mr. Lawrence. Y feliz cumpleaños 40, del notable filme de Nagisa Oshima, el del Imperio de los Sentidos… donde Ryüichi Sakamoto, la verdad no existe sin el yo, y el otro imperio de David Bowie, se dieron la mano por última vez. Más música mágica, que fabrica amores como sudokus libres… descansen en paz ya, ambos.

 

 


sábado, 18 de noviembre de 2023

Pluto. Season I

 

Recuerdas… en la superficie terrestre, una explosión de perspectiva atómica y unas letras en rojo sangre. El año próximo, el joven proyecto de Akira del maestro dibujante, el japonés Katsuhiro ­Ôtomo y su Neo Tokyo con sensación de velocidad y vértigo, cumplirá 45 años… y menudo resultado, un Ser Superior, para un film inigualable en detalles gráficos, estética, planos animados por capas dibujadas y, por supuesto, montaje de escenas en persecución.

Pero, vamos a remontarnos un poquito más lejos… A la mitología romana, donde residían los dioses heredados de los helénicos, pero, con otros nombres. Allí en la antigua Grecia de los estados en guerra, el Hades del inframundo era representado como un viejo de barba cana, con cetro y tocado de casco, forrado de piel de perro, regalado por los Cíclopes… Aquellos gigantes con extraña visión de las cosas. Hesíodo el poeta y el comediógrafo Aristófanes después, decían ser hijo de Cronos y Rea, hermano de Deméter (homónimo del barco de Drácula), y que el mismo hermano Zeus, cegase para que actuara sin prejuicios ante el mal. Por eso, además de representar la abundancia de cosechas o la riqueza, también era emparentado con las malas acciones. Su color era el verde de las hojas de ciprés, expresión de la melancolía y el dolor.

Para los romanos en cambio, era un niño con la cornucopia en su lecho, y poseía el poder de arrebatarle sus dones a los no virtuosos… como crítica a una parte de la sociedad poderosa ateniense. Curiosamente, uno de los hijos del dios supremo, Zeus, fue representante de la virilidad y la fortaleza, como el Hercúleo romano, y por tanto, adalid del orden olímpico o protector del mundo, frente a los ctónicos o espíritus del inframundo. Cada cual, con una misión…

Su nombre era… Pluto.

Antes de la explosión de la 39 Guerra Robótica, proveniente de Asia Meno, se forjó un imperio denominado persa, compuesto por telúricos de Anatolia turca, hititas del oriental o bizantino, armenios y la gente lejana de la antigua Siria, con su capital en Persépolis (hoy Irán), posteriormente arrasada por Alejandro el Magno. Claro, en los dibujos se veía una ciudad estudiantil y más atractiva, humana, como la excelente película animada basada en novela gráfica de Marjane Satrapi ¡Viva el Rock y las mujeres, joe! Excepto las de … plástico.

Darío el Grande, amplió el territorio conquistado por su antecesor Ciro II el Grande, llegando a la India, Egipto, Grecia, Rusia, Bulgaria, Rumanía y la Ucrania, hoy quemada por los cohetes. Siempre… la guerra. La tercera pata, o brazo clavado en el suelo, sería Vals con Bashir.

En la historia real, le sustituye Jerges I, el de los 300 con su literatura o la imagen de Rodrigo Santoro en adaptación distópica del cómic de Frank Miller, combatiendo con un Egipto medio faraónico ya, al que somete, pero no conquista… Cambiando del denominativo babilónico y del zoroastrismo primero, al de Imperio Persa, que intentando vengar al padre de su derrota en Maratón, se enfrenta en II Guerra Médica, contra atenienses y aquellos bravos espartanos, para ser derrotado finalmente en la batalla naval de Salamina. Hoy alimenta el tronco de los ayatolás, su vieja capital norteña en Shiraz y la ley abusiva de la sariá administrada por la nueva Teherán, como se explica en película animada. Es una parte del Islam anacrónico, amigos, y la sombra alargada que tapa aquellas flores cortadas. Quizá también, otras…

Lo que es meridiano, es que al cine y la literatura, le gustan los relatos históricos y la mitología, aquellos que residen en nuestra memoria…

La Mecánica Cuen… Cuántica.

Determinada memoria no se borra… se diluye como las lágrimas en la lluvia… o la tinta.

Para algunos, en primeros lustros del siglo XX, eso de los robots, sonaba a instrumentos para la cocina o cuentos fantásticos, como máximos defensores sociales de las Metrópolis, en el origen cinematográfico como,  para la ídem de Fritz Lang. Esa es la raíz, de casi todo… hasta que llegaron los replicantes de Blade Runner de Ridley Scott.

Sin embargo, esos niños, no lo recuerdan… son una especie de dioses primitivos… ni los de entonces, ni mucho menos, los de hoy…

Por el contrario, empezaron a creer a grandes rasgos, incluido en la España tardía (hoy en descomposición), cuando emergió la primera imagen resplandeciente de Mazinger Z, en los postreros años 70, como un reluciente dios. Esa tele animada, los dejaría atónitos, aunque la generación fuera sesgada de capítulos, empezaron a entender de Mecha, antes de que supieran pronunciar su nombre manga o a sus dueños, Gô Nagai y su jefe de Metrópolis, el gran Osamu Tezuka, el genio detrás del samurái Totoro, pero también de Astroboy.

Antes del planeador rojo de Koji Kabuto y sus gigantescos puños mecánicos, quién no tuvo unos… Japón creció con Gigantor, cuyas batallas ciclópeas serían un alto riesgo para la salud de edificios colindantes, por sus batallas épicas con pilotos. Simplemente amantes de Metrópolis, como el autor de Iron Man 28, Mitsuteru Yokoyama, otro de los padres del cómic nipón.

En los 80, quedamos que los robots ya no se parecían a Robbie, ni los aparatos arquetípicos que sirvieron como guía a los de Star Wars, personalizados por Douglas Trumbull en sus Naves Misteriosas. Sin hablar de cuántica aplicada, todavía, sentados frente a Saturno y los trabajos manuales de Bruce Dern con las plantas. Como los de la generación anterior, se montaron en las alforjas de Easy Rider y las notas de Steppenwolf, luego se sentaron en las estelas, casi fotónicas, de Tron.

Esos parajes, se intercalaron en la novela de Arthur C. Clarke, los que el maestro Stanley Kubrick, desechó para su viaje odiseíco en el 2001. Siempre, todas las fechas, van quedando atrás, inmisericordes… En la misma Akira, sería el 2019 y de bomba, por ahora, nada. Sí, ciudades en llamas, la crisis laboral en aumento y terrorismo, desgraciadamente. Que igualmente el director de la precisión quirúrgica, obtuvo en la nombrada Naranja a través del totalitarismo, la censura… y otras bandas delictivas.

La cuántica robótica, estaba más diluida en el alma de un experimento genético, cuyos poderes parecían ilimitados, al estilo de otro. Y la raíz, estaba plantada como la base de la IA de la era informática, que empezó a traernos recuerdos, de Juegos de Guerra, ´roboces simpas`, destructores, asesinos del tiempo y Kirk Douglas, la versión rubia del ciborg en Almas de Metal, con origen Michael Crichton.

Eso no es todo, eso no es… todo, amigos.

Del Cuento… a la Metafísica.

Nivel atómico, molecular… peligro… y todo quedó atrás, como en el documental de nueva generación, híbrida y delimitada en desechos, dirigido por Oliver Stone, Nuclear Now. Hoy tomada como limpia, para gusto de los campos floridos.

Gigantor, Mazingueres… eran abismales en su concepto y la visión del anime, si bien, las cosas no iban a detener su crecimiento, como la energía emergente del difusor y de los chips. Generando un calor y color, monstruosos, hasta la misma trasmutación o la transhumanización, que generara aquel pequeño unicornio… En cambio, Harrison Ford comía, y eso no era cosa de robots, excepto para la cuántica alimenticia de Pluto.

Así como en Neo Tokyo, la vianda era variada, un poco de Metropolis y la estrangulación económica de Alex deLargue en su ojo, la amistad de los niños con los Mechas, algo de estética europea como ciencia steampunk en April y luces estroboscópicas de Akira, o el romanticismo de Elemental de los ídems, sumado al corazón androide de los replicantes; en Pluto se ´metaelabora` la convivencia con humanos y se genera la conciencia del sentimiento igualitario hacia el cable, entre carne y máquina. Elevado a su máximo exponente, la copia exacta. Con una excelente manufactura, que no llega a la síntesis detallista del dios Ôtomo, pero te deja conforme con el recuerdo de aquel ´joven`, viejo.

Ah, y los detectives fantasmas…

Todo lo narrativo en Akira, como en este Pluto de Paramount Global para Netflix, significaba la diferencia exclusiva de una era, aunque absorbía principios de otros filmes, o incluso, la odisea de La Tempestad de William Shakespeare, de Fritz y su musa de metal que escribía como un ángel, real Thea, y de aquellos años de moteros, de conductores a lo Mad Max, de las clásicas metrópolis plagadas de especies y estética cyberpunk, en subsuelos, sueños, puertas del cielo como tornados… de sus famosos Anillos… a la experiencia de un simple, detective.

Al otro lado de la plutocracia ciega, más allá de las dimensiones griegas hacia el espacio exterior y sus tabernas, la mecánica cuántica enarbolaba  los derechos de los trabajadores, pronto… y eliminaciones de determinadas categorías peligrosas. Es un mundo cruel, con asesinatos en los brazos de Pluto, de Terminators a lo Sean Connery en una cacería solitaria, como lo fue reflejo de Hannibal, el caníbal sibarita. No de flores, ni de pieles… sino de yantares.

Donde las esquivas cosas de la mente, ya no son tan enormes en la materia corpórea, sino que se desbordan a través del pensamiento del niño, como Ser Superior de la especie, conectada al todo. Héroes, como los dioses de antaño, vestidos con mono de motero, pelo lacio oscuro, perfectamente diseñado, o simulaciones con capa de supermanes. Aunque estén rasgadas por los daños y el dolor de la pérdida. Una generación que se alimenta de bits.

Esta ciencia, la entienden a estos ellos, of course.

Una generación con las manos en la máquina, y la mente en la inteligencia que viene, que los más adultos ni la recuerdan apenas, salvo los más friquis de más de cuarenta y tantos… Con lo que cuesta hoy en día, mantener a una familia entera, y luchar para esquivar los peligros y las injusticias, que acechan en las sombras o las redes.

¡Las guerras no son buenas…!, pensó Epsilon, ni en la República de Tracia, ni en los Estados Unidos de Naoki Urosawa, su creador para tv. Es magnífica, sí, padre, luchador contra ellos, como todos los padres que se precien del mundo, mangakas del mundo, delineado y aseado, con dotes sensoriales, inteligentes… amorosas. Su capítulo del piano, es un placer. Tal vez por eso, los cyborgs se parecen a nosotros, para que no veamos el posible peligro de enfrentarse a una inteligencia más poderosa, que sin leyes, no se detendría jamás. Bien explicado queda en el documental de Robots Asesinos, en serie de fabricación, próximamente.

Lo próximo será niños vs Terminators, o Nexus 7 interrogados por el FBI de David Fincher… ojalá, xDio… Por cierto, recomiendo encarecidamente para los más afónicos geriátricos, el documental sobre la historia de los cuernos de Dio, Dreamers Never Die, xDio^2

Y la Traca Final…

Angelicales seres que significaban el final de su aliento, sin saberlo, recordando sus momentos de gloria… más allá, de los mismos dioses. Más lejos, más fuertes, sabios como el humeante cañón de un Blade Runner que terminó su trabajo. Como un niño que se enfrenta al primer amor, o al último, la última flor arrancada.

Ya con cara de anciano, llena de arrugas que trae relatos de HAL-9000 cantando su recuerdo, del Skynet en defensa a ultranza de esta nueva generación por delimitar, del Ghost in the Shell y sus batallas callejeras, incluso heredero de Aelita, en la multirepresentación de roles.

Si significará una nueva especie, o no, con conexiones sinápticas elevadas, es otro cantar de los cantares, u odisea homérica por desentrañar en el futuro… De momento Plutón, va aprendiendo del gusto por lo sensible como The Creator, mas, mucho más divertido y exhuberante, lo lleva al héroe, niño, como partícula subatómica de dios, dentro de un mundo, cada vez más alterado y extraño.

Un dios Astroboy, frente a los 7 ´Roboces` Magníficos… antes de que vuelvan las guerras Médicas 40 y sus ejércitos de 300 guerreros robóticos, siempre quedará un Mont Blanc para perderse. O meterse en una grieta a través del subsuelo, según Oppenheimer o Abril, en el mundo extraordinario de la Europa Steampunk, entre el Napoleón (que veremos su beligerancia) y sus dragones de fuego, ¡Putain de guerre! C´est magnifique… là-bas… o Up.

Porque lo de los Venture Bros, no le entendí… será porqué dejé de ver héroes animados de nueva generación, hace tiempo… o en los tiempos del primer Evangelion, que peinamos ya 5 canas desde el 2019, hacia el 49 de la agenda claustrofóbica. Pero qué bonito fue, cuando nos subimos en el planeador vertical de Koji o montamos en aquella moto pegada al asfalto post-moderno de Akira, xDio. ^^


Akira Soundtrack. - by Shoji Yamashiro


Pluto - Soundtrack by Yugo Kanno


Blade Runner BSO - by Vangelis

domingo, 27 de agosto de 2023

Proyecto Lazarus. Season I

 

El otro día me puse, por mera curiosidad, a ojear a los Saint Seiya del creador manga japonés Masami Kurumada, experto dibujante de artes marciales y boxeo… y me quedé profundamente aletargado al poco tiempo. Y eso que, existían en los dibujos del anime, todo tipo de acciones relampagueantes y luchas singulares, en tierra y en las capas superiores de la atmósfera. Pero, las cosas se tuercen ya desde bien iniciado el combate en los cielos mitológicos, cuando me pongo a investigas que se trataba de una coproducción entre Hungría, EEUU y el propio Japón, con un director polaco que llevaba varios lustros sin realizar y una amalgama heterogénea de guionistas e igualmente extravagante de intérpretes.

Ahora, en estas línea siguientes me debería referir a la película Oppenheimer, por ser el retrato del famoso físico que trabajara y guiara al Proyecto Manhattan, para desarrollar la más poderosa bomba jamás creada, antes que el imperio nazi (porque esos sí que eran racistas e imperialistas) consiguieran adelantarse en la reacción en cadena para dominar al mundo con idénticas fisiones nucleares. La historia se basa en la biografía El Prometeo Americano, en este caso, creador de un hijo que devorara las entrañas de los seres humanos… y por descontado, un verdadero dios de la guerra en los próximos siglos o más.

Entonces antes de dar más explicaciones de mi intento de visualización frustrado, quiero recordar dos producciones muy distintas, en el transcurso de la guerra con visión japonesa, desde La Mujer del Espía y aquella visión aterradora para finiquitar el problema mundial y las consecuencias sobre las víctimas de la NO necesaria sobre Nagasaki, en aquella lección magistral del maestro Akira Kurosawa, titulada como una lluvia... radiactiva, Rapsodia de Agosto.

Pero, si me toca la fibra ver las repercusiones científicas, filosóficas, bélicas y personales, que se esconden en la verdad del documental de NBC, To End All War: Oppenheimer & The Atomic Bomb o El Dilema de la Bomba Atómica. Donde se plantean todas esas cuestiones que pudieran haber quedado ocultas, como antiguos residuos nucleares, bajo las alfombras de nuestra memoria. Siempre pensando que J. Robert Oppenheimer, además de líder carismático y algo introspectivo, fumador empernido, también fue judío que quería acabar con todo el desastre y un futuro destino terrible del mundo. Probablemente… Ya veré lo que ha hecho, pues se le nombra en este interesante documental, al británico Christopher Nolan… ya lejos de la catarsis temporal de Memento en aquel cambio apocalíptico del año 2000. Y no reventó nada, ni un puñetero ordenador… salvo el mío hoy, con el calor.

Ahora, hablando del plan y el tiempo, pegaré un salto hacia el reverso de la rotación cuántica como un buen Supermán, para sumergirme en la organización de una institución ultra secreta, hija del MI5 o 6, con la misión de perseguir la marmota en un denominado Proyecto Lazarus. Hijo del guionista Joe Barton (El Ritual) como la bien considerada por crícitos, serie anterior sobre triadas en Londres, Giri/Haji… que tengo en catálogo próximamente. Si la consigo descifrar… en plataforma.

Recordando el impacto que tuvo el estreno munidal del Supermán dirigido por el carismático Richard Donner, que en paz descanse, con guión compartido entre otros por el Robert Benton de aquella pareja mítica Bonnie & Clyde o El Día (de la marmota dorada) de los Tramposos, inolvidables... y el gran Mario Puzo, que de organizaciones sabía un montón... con ese hijo de dios en leotardos llamativos, hijo Jor-El, Marlon Brando, que cumplirá los 45 años en septiembre. Gracias a todos y el inolvidable Christopher Reeve. Por Clark Kent. Ya no existen los héroes... 

asín, sorry

El MI5/6 … con esteroides.

El reloj reiterando la hora de una confusa trama, que se irá esclareciendo, ya nos pone sobre la pista de la marmota. Incluso, metiendo pequeñas dosis de humor cínico sobre el fin de nuestros días… o la vuelta a empezar, una jornada de perros… de la guerra.

A un nivel planetario, no transportamos con Paapa Essiedu y su ´amor`, correspondido, en principio, olvidando aquel suicidio asomado a la ventana… hasta el final del todo, una y otra vez. Como una pesadilla de viajes temporales para evitar el caos de lo inevitable. El desamor… es decir, cada quién por su lado. Muerto o vivo, bajo la levedad.

Para ello, hay que tomarse una gran carga de emociones galopantes y persecuciones, que nos saquen de la realidad de estos tiempos caóticos. Que se parecen en algo, ¿no es verdad? Y despertarnos en diferentes localizaciones, según la narrativa dispara sus amenazas o concesiones emocionales de los protagonistas. En algunos momentos irreales, nos puede parecer que visitamos héroes de Marvel con poderes especiales, desde el Dr. Strange, pasando por Ligas y Flashes Dc y aterrizando en la última (y virtuosa visión ultra animada) de Spidermanes en el Multiverso, de las cuales me extenderé hasta parecer a aquel Nicolas Cage alienado, bajo el sofá de Besos de Vampiro… Conio, ¿he dicho besos? No, no… Delete.

Sin embargo, en este Proyecto Lazarus de AMC Tv, no destacan los seres poderosos de otros puntos temporales o de la galaxia… Hey Nicolas? Ni viajamos en vacaciones transatlánticas por el océano de sectas Dark, como aviso de siguientes apocalipsis por aterrizar en mi TL; ni pensamos… que se han podido identificar con la idea de una serie de policías del tiempo, no aquel Timecop u otros Sherlock´s mutantes en busca del asesino, sino del patrio Ministerio del EntreTiempo. No no, que Lazarus, se ve bien y tiene excelente producción artística y … narrativa, vale.

Estas organizaciones cuasi gubernamentales, se quieren desviar de los besos románticos, que nos desvían de la misión… Salvar la Tierra de los h.d.p. que quieren acabar con ella y con la convivencia. Y no se les ocurre mejor idea, que con la ayuda de maquinitas de H.G.Wells sin explicación científica, eso sí, interaccionar con el pasado a través de posible agujeros de gusano, no de bolsillo. Sino, a lo grande.

La Bomba… Marmota.

Así, sin agujeros negros, salvo el último de la primera temporada, que viene de una explosión estelar… nos metemos en los designios del terrorismos cuántico y las divagaciones morales de una relación. No forzada, salvo en la mente. Mientras las bombas marmotas, sobrevuelan nuestras cabezas… mantengamos la paz.

Esas situaciones extralimitadas, son las que dan vidilla, porque nos divertimos con los cambios y la sucesión de encontronazos de Lazarus, que a veces, es como Magoo, con sus augures y presagiadores innatos. En cambio, no están tan duchos en la intervención de consecuencias románticas, pues el amor también puede acabar. En tragedia personal. Y los besos… son como bombas borradoras de recuerdos.

Lo que importa, además de la acción trepidante, es esa amalgama de sensaciones privadas de los personajes, elegidos por sus habilidades o el odio, dependiendo del lado de la fuerza que visiten… Una y otra vez… modificando sus intereses y las bofetadas de la vida. La sangre, el timbre, el despertador, las gotas, el resplandor, la Tierra, nosotros… el Espacio. Qué liante es este Lazarus, por dios.

Sin embargo, salimos airosos y deseosos de visionar la siguiente temporada ya aprobada. Por sus buenas interpretaciones, que encabeza el protagonista caótico del filme Men, o Los Gangs of London, que también los debe de haber… sólo hay que visitar sus periódicos y sus estrategias. Este es el plasma astrofísico, que tendremos que dirimir en el futuro y sus consecuencias, que podríamos ver caer a nuestro alrededor… como besos destructivos. Y luego… no me acuerdo.

El mismo plasma terrorífico que proviene del firmamento nocturno, cuando en los cúmulos de estrellas… una diga… hasta aquí hemos ´llegao`. Prometeos… Y se implosiones como ella sola, demostrando que la fuerza gravitatoria de atracción, no es nada, y que el próximo horizonte de sucesos, se tragará hasta tu luz. Aplastando a todo aquel que quiera llegar a la segunda base, o puerta trasera de otro universo. Dónde tampoco existirán recuerdos, porque el amor deberá resurgir o morir incinerado bajo otra teoría de supercuerdas divididas en 10 dimensiones, más una temporal, la que saltará por los aires, bajo la culpa, como en super-rings de boxeo genérico.

Como propulsó la Teoría de Schrodinger o de casualidad, o sí o no… que el gato quedaría atrapado en la telaraña, tal que una multitud de Spidermanes, de todos los tipos y condiciones… como una gran montaña de electrones que chocan entre sí, en giros gravitacionales, con la masa de cuerpos celestes a gran velocidad… hasta que… Booom! Los pares se disparan, las partículas se aniquilan, gracias a la fuerza de gravedad de las estrellas y la presión de labios fundidos… como nuestro Sol.

Lo estamos sintiendo, la Puerta de Tannhäuser no existe… pero sí, las bombas. Esta es la verdadera Teoría del Todo, pan, circo… y muerdos. Ah! Y mucha contaminación…

Pero, al menos, con Lazarus nos divertimos y soñamos un mundo en paz… o no. Comienza el segundo asalto, próximamente… como en la guerra de Dune.

Vueltas y vueltas, a la realidad, para nada… Esto no lo arregla, ni Lois… y menos, un Supermán.

 


jueves, 29 de junio de 2023

Silo. Season I

 

Desde mucho antes que, Sir Arthur Conan Doyle escribiera aquella epopeya fantástica titulada El Mundo Perdido y la presentara en retrospectiva con la opinión o tesis fílmica... Yo busco que una historia pueda interesar a un niño con la perspectiva de adulto, o un adulto que todavía conserva la mirada de un niño...

Pues, realidad y fantasía, se han dado la mano, desde textos mitológicos o nuestra poderosa imaginación. Pero, con un cierto orden... ya que la visión de la extraordinaria Tierra de Maple White y el profesor Challenger, significa un compendio de ello. De la época y de las ganas de imaginar... y del rodaje de la versión cinematográfica, porque también debió ser una auténtica aventura.

Por cierto, igual de fantástica, vista en la actualidad como los críticos de aquella Royal Society londinense, esa primera versión cinematográfica del clásico dirigida por Harry O. Hoyt que infundiera el espíritu recreativo e infantil, de nuevo, a Steven Spielberg para configurar la génesis nucleótida del Parque Jurásico.


Pero antes, hay que remontarse mucho más allá... casi a épocas de la construcción de los mitos antiguos, para sentir que la historia se acerca mucho a la fantasia, y al contrario, dependiendo del pensamiento crítico de cada uno y su lucha interna con la poderosa imaginación. Platón, como el padre de la filosofía, se enfrentó con su conciencia crítica para separar el mundo sensible, lo imaginario o no verdadero; de aquello otro que si merece la pena, de verás o la verdad, que reside en el mundo del conocimiento superior.

Siendo éste, una especie de ascensión desde una determinada doxa, opinión o mundo regido por los sentidos,  a la epístome de mayor peso,  que sería esa cuestión verdadera del mundo inteligible, y siempre, a través de la dialéctica y la razón... Quizá, por eso al amor platónico, se le exige lo inalcanzable a penas... porque no se rige por esa regla.

En la fe, Platón o también conocido como El Ancho de Espaldas, quizá porque cargaba con las culpas de otros... pensaba que todos los términos importantes como bondad, justicia, virtud o la misma existencia del ser humano, proceden de unas creaciones inmateriales (o incomprensibles dioses) universales, que desembocan en teoría de las ideas y la de las formas. Lo perceptible por los cinco sentidos materiales, engaña a nuestro intelecto, ya que lo sensible debería ser desestimado y alejado de la verdad absoluta. Ahí llegamos, al Gran Hermano controlado por unos pocos privilegiados, que sería una copia de esta opinión o falsa idea de lo importante. El conocimiento... o la copia dirigida del saber.

Sin embargo, aquellos dinosaurios que parecían una quimera tras su desaparición hace millones de años (y coincidiendo con primates primarios), ahora corrían y se apareaban,  parecían más cerca del Nos. Luego, la modernidad trajo las posibilidades de un ADN en ámbar, anda que no se ha escrito... y la ciencia del cine, puso el resto. Magia, fama, dinero... como ha quedado demostrado en nuestras pantallas... Al final, la obra artística es un mercado... ¿es lo que quería Platón acaso...?

Quién sabe, si en la realidad fuera como en aquella meseta elevada sobre la selva amazónica... Nos comeríamos a los dinosaurios en un santiamén.

Claro, el filósofo heleno procedía del abuelo socrático, del hambre de conocimiento, y daría oportunidad a corregirlo a su hijo metafísico, Aristóteles, otro devorador de teorías, y no se iba a conformar... El primer gestor universitario, iba a proponer un mito llamado de la Caverna en el Libro VII, el de los capitales, para efectuar el paralelismo con un prisionero regido por sus sentidos. Volteado a la fuerza en la obscuridad ante una pantalla, donde cree que la realidad pasa ante sus ojos, pero que al escaparse de la exacerbación de una falsa realidad, pasa de esa ignorancia al libre conocimiento.

Ahí reside la metáfora con esta sociedad globalizada e informatizada en cualquier parte, móviles cargados para fotografiar posibles fósiles... A través de una pantalla iluminada en nuestras ligeras vidas, o ataviadas, con la consecuente inquietud que nos alimenta a diario, para querer ir al cine, consultar una propuesta determinada o, simplemente, olvidarnos de nuestra realidad. 

Es decir, pasar de una luz artificial, al conocimiento, a la luz sobre un largo viaje y los dinosaurios en las sombras... Que comenzaron siendo un mero contacto físico y no creyeron en la Academia de las Ciencias Naturales... Esto es lo insospechable, lo más difícil de conseguir. El Aprecio... pero el cine, siempre lo tiene.

En la película clásica muda, lo hicieron como en la novela de ciencia ficción, alejándose de las teorías científicas del detective de brillante intelecto, Sherlock Holmes, aunque también le animaban otras posibilidades poco naturales. Mientras que en el filme moderno de Mr. Spielberg, se conseguía a base de conocimiento genético, del ansia de aventureros científicos, para adentrarnos en una posible realidad pasada... que es posible en la fantasía. Tal vez, más allá... A veces, puede resultar horrible como todo. 

Terrible como la posibilidad de engendrar vida humana, sin la intervención de un óvulo y un espermatozoide, sino con una simple molécula privilegiada de la genética, una célula madre convertida en embrión. Y... ¿quién lo iba a decir? Pues el cine, como en aquella historia de Los Niños del Brasil tan ´presuntuosa` entonces... y peligrosa.

Sólo cabe decir que... Platón identificó el verdadero conocimiento como la idea del Bien o denominada epistemología... y ésta debe ser compartida por toda la sociedad.

 

El precio sería, ir apartándose de la política en varias ocasiones, hasta la liberación. Porque, sencillamente, acabaron desilusionándole las acciones corruptas o criminales, que siempre había considerado en manos de los más aptos y preparados. Sin embargo, probablemente, sólo viera o sintiera, que esta era una copia, el peso de la historia. O tal vez, una idea derivada de la idea inmaterial del mundo conocido. Es decir, otro engaño...

Lo mejor es que fundó la Akademia de Atenas, visitó Egipto e Italia, donde se le enciende la luz filosofal en piedra y desierto, después sería condenado, encerrado y hecho esclavo, y murió en el 347 a.C. con su Libro VII, o sin ella... como todos haremos. Era la idea de un ser humano, privilegiado eso sí... por su mente.

Silo de Mentiras...

Los silos son edificaciones, receptáculos o sacos que en forma de cilindro, sirven para conservar grano, arena u otros materiales orgánicos. En realidad, sería cualquier tipo de ubicación física que se significa por características diferentes como estancias subterráneas, profundidad, sequedad y la obscuridad interior en términos absolutos... de negritud. También para esconderse, personas o sus armas de destrucción masiva.

De momento, la serie Silo producida por AMC Studios para la plataforma de Apple TV, nos plantea una sociedad futurista transformada por un pasado apocalíptico, que desconocemos, pero no importa. Donde los ciudadanos, supervivientes en aproximadamente 10000 unidades y más, se ven encerrados de un exterior tóxico, en una realidad paralela... que no te cuento... ¿Para qué? Para fastidiarte la historia, pues no...

 Apartados del conocimiento, eso sí, de la teórica idea de su existencia, la prehistoria como evolución de unos dañinos primates, que les han llevado a esta pasarela de apariencias. Una madriguera viviente que se nutre de las entrañas de la Tierra y que se alza hacia las estrellas desconocidas u olvidadas.

Te diré, sobre la estructura espiral de varios cientos de pisos adocenados y un motor mecánico, generador de energía, no cuántica. Con engranajes como camiones steampunk. Y por tanto, fuente del mantenimiento orgánico que rige más arriba. Abajo están esos curritos, tan necesarios...

Algunos de los artífices metafísicos de esta serie, son los guionistas, hoy y mañana en rebelión, con el noruego Mortem Tyldum que escribiera elementos policiales del Jack Ryan de Tom Clancy televisivo o la miniserie, Defender a Jacob con Chris Evans (Capitán América, o la narrativa AI de Free Guy); sumándose el poder creativo del canadiense Graham Yost, que repartiera su mente entre Brian de Palma en Misión a Marte, la película La Última Fortaleza con Robert Redford, ejem... y James Gandolfini. Más la creación de la serie Metrópolis (no visionada por el escribiente) y una parte necesaria de los maravillosos guiones de The Pacific y Hermanos de Sangre... Para el jefe de sueños, Steven Spielberg.


Pero volviendo a los primeros escarceos del siglo pasado, podemos asistir a aquella aventura cinematográfica, maravillosamente sigilosa, titulada El Mundo Perdido de 1925, con sus dinosaurios sepia y otro colores evolucionados en cromos. Poseedora de la fuerza suficiente,  imperturbable a aquella historia de Sir Arthur Conan Doyle y la ficción científica, que tanto nos sorprendería en el futuro... Ya pasado. 

El Parque Jurásico fue una versión aleatoria de la modernidad genéticamente terrorífica ya, pues hemos visto virus de colores... dirigida por Mr. Steven y que, en apenas dos meses, cumplirá 30 añitos con todos sus dinosaurios digitales y algún esqueje animatrónico del tiempo ochentero. ¡Felicidades al escritor Michael Crichton que perfeccionó la creación desde aquella Westworld que residía Kirk Douglas... y a sir Arthur, que bastante le toca! 

Otra curiosidad de los efectos especiales de The Lost World, es que iba a ser el comienzo de una ciencia cinematográfica basada en la animación ´stop motion` a cargo de un artesano maestro llamado Willis H. O´Brien que tendría que vérselas posteriormente con los pelos indomables de King Kong, entre vientos de la isla y la Gran Manzana.


Todo parece obra de una gran imaginación... ¿verdad?

Pues en Silo, existen diferentes conexiones fantásticas, desde la caverna sensible de Platón y sus imágenes controladas por la gran mente, el ojo del Gran Hermano de 1984 ejercida por el pensamiento crítico de George Orwell, y las diversas opciones en que la sociedad se ve sometida a un amontonamiento vital en configuración de distintos niveles sociales. A la evasión de las reliquias... Bien podría ser un tipo especial de WW, sin ideas pero con las penas, aquí sin tratamiento informático o negado a los sufridos convivientes. 

Una Fortaleza Infernal o Escalera de Jacob del crimen, que ha tenido varias versiones como la Gattaca de los elegidos para la gloria, la confusión en la realidad de Matrix, con aquellos danzarines subterráneos... o la rebeldía callejera de The Warriors. También a la utopía destructiva de un extraño edificio en High-Rise, la familiaridad enfermiza de los Parásitos y otros terrores coreanos o asiáticos, como aquella en que un rascacielos de oficinas, se disfrazaba de gore... No recuerdo como se llama... ni la encuentro ahora.

Y por descontado, una paralelismo distópico más que evidente igualmente, con todas sus versiones maquineras, incluida la última serie discutida, basada en la novela gráfica El Rompenieves de origen francés y terminal en los gigantes Park Chan-wook y Bong Joon-ho.

No todo lo que vemos es la realidad, o sí... sentimos. Tal vez, nos estén ocultando algunas claves para que, los presentes, no sepan a qué atenerse, a qué aferrarse... a no ser que fuera a ese motor steam que tanto les ilumina en la obscuridad de sus días... A quién amar. Porque el control natal es una ley de excepción para todos, la base de una Fortress, al igual que la información y el registro de los conocimientos científicos, el primer gafapasta de la nueva historia.  Con los recuerdos de un exterior prehistórico ya, y las aventuras clásicas que peligran debido a la contaminación del ambiente terrestre, al conocimiento del todo, pero de nada... El movimiento real de las estrellas en el firmamento, mezclando las elecciones... y la informática, de nuestra era globalizada.

Ser o no ser, esa es la cuestión del Silo... Pero, ¿qué es el amor platónico...?

Estructura... del silogismo.

Le pese a quién le pese, los únicos que pueden hallar la verdad, en el crimen, son los investigadores. No todos, porque algunos policías han podido caer en las garras de la corrupción o el delito inherente... Mas, en el Silo (no del Testigo Único, ojo, con Mr. Ford), la búsqueda de dicha verdad, o la realidad metafórica dispuesta en niveles de poder, se presienten como las amenazas inequívocas y en silos se esconden los motivos. Silenciosos, como una memoria inutilizada.

Cada uno posee las suyas, pues en la falta de información, desencriptación del mecanismo, los lectores o espectadores, hacen sus cábalas ocultas para seguir manteniendo el interés... Y no desprenderse de esta madeja. Además, si no has leído la raíz criminal en los libros casi homónimos como es mi caso, Las Crónicas del Silo, escritos por el norteamericano Hugh Howey, existen claros referentes detectivescos y estructuras distópicas puestas a disposición del silogismo final.

Algo que se va complicando, a muerto, puede que asesinado, por capítulo, en sus primeros debaneos con el exterior y un conglomerado jurídico-político, que recuerda a otras obras. Pongamos ese 1984... en perspectiva y la observación de una estructura similar de planificación distópica, realidad alternativa, secreta, al acecho de las costumbres y los sueños, de inquietudes por el conocimiento libre y, por si faltaba poco, una estrategia social para el control de la natalidad.

Se podría comparar con algunos regímenes autoritarios y ocultadores de la verdad, con un red de espionaje que comprime los derechos ciudadanos, una educación guiada hacia la comuna global, pero interesada en la escasa proporcionalidad del conocimiento entre sus miembros. Y una justicia adecuada para mantener prioridades comunitarias en primer lugar, por medio de un supuesto Pacto o democracia electoral. 

Vamos lo que viene siendo un cierto tipo de políticos populistas, que se han puesto de moda, más aún tras la pandemia y el recorte generalizado de libertades... Más a más, en este Silo social que asemeja a comunista, el motor se gripa y el cabecilla de la red, está interpretado por Tim Robbins. Actor crítico con todo, del que habíamos perdido la pista hace aproximadamente cuatro años, feliz regreso Tim.

El papel protagonista cae en las femeninas dotes de Sarah Fergusson (Dune y en la próxima Misión Imposible, ambas con dos partes) que es cabeza reproductora también, pues la sheriff que intenta tirar del hilo vertical, posee el cerebro de parecidos razonables. Otros agentes individuales y valientes, como por ejemplo, el Sean Connery de la fantástica Atmósfera Cero de Peter Hyams, que nos remonta al Sólo ante el Peligro de la profundidad oscura de los silos de grano. Nos recuerda que, este director, precipitó las persecuciones narrativas de Cazador a Sueldo y otras investigaciones criminales, o como adepto a la farsa, en otra película irreal que me encanta, llamada Capricornio Uno. The Space...

Como dije, cada capítulo, un desencuentro... Los cameos son fuente de flexibilidad interpretativa, en ellos tenemos a un David Oyelowo, que se coloca la escafandra y da un paso al pasado de InterestelarNolaniano, o la búsqueda de la verdad entre criadas y su señora, una voz superiora que le manda. Ian Glen, como padre que no podía faltar en una familia cinematográfica y médico especialista, que tampoco debe. Ya conocemos su personalidad dedicada desde Juego de Tronos o la saga Resident Evil. Y un huequito especial para Will Patton, como miembro residente de los sheriffs arrepentidos del viejo Oeste o Silo, que ha pasado de empezar caminando Sin Salida, o encerrarse en la agorafóbica Copycat, a la trampa ambiental de las serie La Cosa del Pantano de DC (remito, no estaba tan mal) y este poli, pensante a horcajadas, del Silo con Estrellas... Falsas, no. Porque son cameos, de varios capítulos y se agradecen, mucho.

 El listado se puede convertir en una hélice helicoidal, una carrera de resistencia hasta la cima, pero sobre todo, tendremos que acordarnos de Ferdinand Kingsley porque viene de The Sandman y es el hijo informático por excelencia de la torre inversa, como aquella Fortaleza Infernal, que lanzaba al freak al estrellato, pero un poco mejor. Pues allí acompañando a un impasible Christopher Lambert que venía de arrasar con Greystoke y Los Inmortales, estaba un Jeffrey Combs, salido de las entrañas de la bestia cómica en Un Hombre con dos Cerebros y Reanimator, con gafas. También Clifton Collins Jr. como Nino Gómez curiosamente (Westworld y El Callejón de las Almas Perdidas), a Kurtwood Smith (Resurrection) imposible de desencajarle en la villanía comenzada con el mejor Robocop ochentero y Aquellos Maravillosos Años. Y por supuesto de Stuart Gordon, que aunque en Fortress no estuvo muy fino, siento algo de debilidad zómbica, sónica, límbica... Todo tiene su conexión.

Entonces las claves están sepultadas en varios cientos de metros, o lo parecen, si no eres suficiente inteligente... con encriptados en una cápsula del tiempo al igual que el ADN mitocondrial, inscrito en las huestes de El Ejército de los Muertos y la búsqueda de la superficialidad en Las Vegas, pensando en revolución; y más concretamente en el laberinto informático de hace 50 años aprox., cuando los discos duros eran los reyes de la ubicuidad lógica. Para silogismos, los suyos... La salida o solución, parece que sólo puede ser violenta, como la Decisión de Partir, enterrada por pasión, amor o cualquier otra diversión acuática... espléndida investigación del raciocinio caótico en la mente de un coreano inolvidable, conocido como Park Chan-wook y sus mujeres violentadas, pero poderosas. Pues, ahí estamos también... realidad o no.

Con los peores vecinos del Mundo, en los cuales se puede agriar su carácter por la pérdida, de la memoria, y adentrarse en una especie de disparidad social. Ya sabes, dualidad estilo al cavernoso Metrópolis, dos niveles muy diferenciados como en Elysium, la memoria articulada en el fenómeno de Días Extraños o Blade Runner, y la naturaleza kaftkiana de los eventos pasados y futuros, como la ocultación del rostro del poder en They Alive, el paralelismo completo de la investigación física en varios niveles complejos, falsos tal vez, pongamos la búsqueda de lo surreal en Twin Peaks, que empezaba con un cadaver, la excavación moral de Desafío Total, el mundo colorista de Altered Carbon, yo me quedé con ganas de más, o hasta, ciertos capítulos de Black Mirror... Próximamente en mente.

Vamos p´arriba, p´arriba, al último piso... ¡Ándale, Ándale!

Un Club muy longitudinal...

Estas películas post-apocalípticas, enclaustradas en cubículos, más o menos colectivos, se desarrollan entre piezas que van encajando poco a poco, episodio a episodio... temporada por temporada. Esperemos que no demasiadas, para marearte. Otro día hablo de esos cubículos... 

Serían como un juego de Tetris, descendiendo en posición vertical por la pantalla y acelerando el ritmo, con esa cancioncilla, en este caso compuesta por Atli Örvarsson que tiene ecos sonoros, me parece a mí, a la serie Westworld. Incluso cuando cierras los ojos y entras en estado catatónico, en sueños digo, sigues oyendo el ritmo, viéndolas caer como un martirio soviético y les das vueltas hasta que encuentras la posición correcta para eliminar otras filas. Muertes de la ingeniería geométrica jueguil de primera generación.

En fin, que la película Tetris del director Jon S. Baird (El Gordo y el Flaco, Vinyl!) recorre ambas escenas dramáticas y cómicas, la realista que transcurre por una Rusia ochentera con las buenas interpretaciones de Taron Egerton, Sofya Lebedeva o Toby Jones, más un reparto de artistas localizados; y la más irreal, que transita órdenes entre el oficialismo y el KGB, provocaciones comerciales y amenazas familiares, la propiedad en un contexto político incierto con los comunistas, o luchas intrínsecas del novedoso mercado de videojuegos entonces y diferentes compañías electrónicas que empezaban una carrera fulgurante... O no, depende del lugar. En busca de la cuadratura más redonda...

Ahora que caigo... hablando de cuadraturas. Fue antes del rodaje de El Mundo Perdido, anterior a la escritura novelesca de dicha aventura por Sir Arthur Conan Doyle, casi treinta antes que la creación del propio Sherlock Holmes... 


Cuando se creó en Londres, según la reunión de Cheltenham con Joseph Hooker (director de los jardines de Kew) y un jovenzuelo Thomas Huxley que defendía a Darwin en su Teoría de la Evolución y describió su Teoría Vertebral del Cráneo, que debían concentrar esfuerzos con las mentes de biólogos y zoólogos, para evolucionar la ciencia de la época. En contra de los llamados "leones rojos" o viejos aristócratas de la sociedad victoriana.

Así se instauró oficialmente, El Club X de la Royas Society, con la incógnita por bandera, en número décimo y el rechazo de cierta ortodoxia cristiana que mandaba por ley, ante una interpretación más cosmológica y naturalista. Vamos que buscaban el poder científico, más o menos, como en estos momentos de reflexión globalista, para cambiar la sociedad... ¿el mundo...?

Darwin pensaba que la competencia entre personas es básica ante la escasez alimentaria, aún no se hablaba nada, of course... de la necesidad de comunicación en los hogares, pues los ordenadores eran embriones palmarios del cerebro humano. Y el único disco duro eran las obras impresas y el conocimiento de los huesos enterrados de antepasados, sedimentos y dinosaurios. Pero también que los obreros, por la búsqueda de esa corporación de cargos electos de los mejores, sentían tendencia natural a cierta holgazanería... No lo digo yo, que conste... Aunque, todos deseamos más tiempo libre, si cabe... Por entonces, existían más motivos raciales o diferencias de clase, que abrazaban la teoría del Eugenismo.

Pues, algunas de esas consideraciones y teorías fuera de lo explícitamente necesario o científico, eran discutidas en aquellas sociedades casi exclusivas de estudiosos combativos buscando la identificación del grupo, que quedan reflejadas en los rifirrafes del comienzo de la expedición al Mundo Perdido.

Cuando les sobrevino el deceso esperado para todos, la sociedad era ya un tanto anacrónica, pues los nuevos científicos habían cambiado, más especializados en las distintas categorías, separando lo social-político, de otras consideraciones. Donde las universidades, que siglos antes los españoles habíamos construido en el Imperio intercontinental, se convertían en una ventana abierta al mundo humilde de la ciencia compartida. El fin de las sociedades secretas a parte de la Sociedad Real o el Athenaeum perseguido por Platón... identificado en el poder de los electos, los mejores en Jurídica y el conocimiento de El Pacto marcado a sangre en el Silo.

¡Los tiempos cambian... que es una barbaridad!


Y ahora, aquel joven y apuesto aventurero, excreción del periodismo atávico, dispuesto a todo para hallar las huellas del amor, abrir la puerta al peligro y hallar al romántico en la ventana... Nos vuelve a visitar, en contra de todas las vicisitudes sociales de los países, la explotación de los recursos, las guerras, las alimañas que esconden, los casos esotéricos y más allá, hasta vimos el espacio... hasta la dirección de la cuestión científica y la acción trepidante en lo visual.

Indiana Jones y el Dial del Destino, con James Mangold (Logan, Le Mans 66), nos visita a través del tiempo, no perdido, como aquellos bichitos del Cretácico ante el gran Chicxulub que impactara sobre la costa del Yucatán. Recuerdos monumentales de lo que puede venir, y carnívoros seres, cazadores, muy anteriores a la existencia de los primeros homínidos en la Tierra en contraposición al escrito del creador de Mr. Holmes.

Es lo que ocurre con la aventura y la carne... que al final llega la ciencia... y todo lo cambia. Es, ¿imaginación... o realidad? ¿qué comes... qué piensas?

Tú decides, como sucesor de Indy...

Si bien, iempre habrá alguno que te suspenda, lejos de corriente generalizada. ¿O no...?

SILO -  Apple TV+ Original Series Soundtrack


Conclusiones finales... A esta especie de tesis cavernaria y filosófica, he propuesto terminar la argumentación con un silogismo de la infamia habitual de la vida. Y es que uno se pone a investigar a tipos/as, como buen sheriff del cine, y se encuentra hablando finalmente del ADN, con lo cual se puede llegar a dicha conclusión... Gattaca fue un hito moderno al acometer estos asuntos que, ya en poco tiempo, se volverán indispensables, y segundo, que si hubo un actor elegante y que dejaba su ´huella` en todo trabajo que realizaba, ése era Alan Arkin. Un profesional, hijo de inmigrantes ucranianos judíos, que ganó el premio Tony en su primera interpretación en el teatro de Brooklyn, para a continuación, conseguir dos nominaciones casi consecutivas en las primeras películas en las que participó en Hollywood, como la desternillante ¿Qué vienen los Rusos?, del admirado director Norman Jewison, entre otras autor de El Violinista en el Tejado, Jesucristo Superstar y la última incorporación de Garci a su programa, la excelente En el Calor de la Noche.
Y después de su estreno, Mr. Arkin se encamina al drama de la Gran Depresión en las tierras sureñas con El Corazón es un Cazador Solitario, junto a la musa de Clint Eastwood, Sandra Locke... y nos robó el mismo, porque Alan Arkin hacía todo bien, incluso perseguir el Adn de Hawke, Thurman y Law, sin quitarse el sombrero. D.e.p. Actor!
Tráiler Los Niños del Brasil, de Franklin Schaffner. Director de El Señor de la Guerra, Paton, el encarcelamiento de Papillon y el experimento genético involutivo, o no... de El Planeta de los Simios

Cinemomio: Thank you

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