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lunes, 10 de febrero de 2025

100 Años de Soledad.



Todo el mundo se pone su camisa resplandeciente, por la mañana. Algunos incluso una careta nueva…

Se disfrazan los padres, de hijos predilectos, que en realidad son enfermos del contagio cíclico… o frívolos compulsivos, en dirección contraria. Depende de la situación en la digestión nocturna, o la guerra pasada, a calzón quitado, o recordando el reproche de  una voz aterciopelada del Jefe, que se forró y vive en caserón… Cada uno pintado con el color que quiera... Y los chivatos, pululando… pagando por meritaje.

También de la época, de la realidad que conocimos o de lo que nos contaron nuestros mayores, y desarrollamos con la perspectiva y la posición propia. Gabriel García Márquez literato de Aracateca, en la comarca de la Magdalena, como aquella…), vivió épocas conflictivas, muy personales en su alma, y las fracturas colectivas en Colombia, las fraguó en la realidad mágica de Macondo.

Sin embargo, nada que ver, o sí… con los lobeznos de Wall Street, de aprendices con piel de cordero, donde la violencia física se convierte en palabras y dinero… En cambio, los hijos de los millonarios, desde los triunfadores en negocios y apuestas, hasta los deportistas de élite y las estrellas de cine… todos, se fueron encontrado con la fortuna en línea sucesoria. No como el personaje de Leo di Caprio de la película de D. Martin Scorsese, que tuvo que engañar desde 0.

O como asciende, - no conozco su verdadera historia -, el protagonista del filme El Aprendiz, con que opta por la estatuilla dorada de 2025, por interpretación modulada de un camaleónico Sebastian Stan. Producto  polémico en la memoria de protagonistas y sus reflejos actuales, arriba y abajo, en el ala oeste de, prefabricado asunto por el guionista Gabriel Sherman, que parece saber casi todo del partido republicano. Y el director nacido en Irán, para la Canadá plagada de aranceles, Ali Abbasi (The Last of Us), no de aquellos, hoy emigrado y danés. Ideologías aparte, o no...

Esto de hablar de política, - no sé si practicarla y ganarse la vida con ella -, es una especie de droga… Que, a veces, te sienta como pastilla de Neo, para la evasión, jeringa de Separación surrealista, sensitivamente hablando. Y otras no… puede hacerte ver pesadillas, horrores inyectados por el trasero… o directamente, transformarte en un monstruo… De los clásicos, pero sin tornillos en el cuello, colmillos o terroríficas máscaras… ¡Qué susto, joé!

100 Años, una generación tras otra…

Esta realidad, mágica literaria, comenzó hace más de un siglo – 100 años para los poco avezados en numerología -, a través de los reflejos dorados en los ojos de una Hispano-América, de lo negro a lo mestizo. Plagada de trances desde las Leyendas de Guatemala y Las Lanzas Coloradas, a las extrañas expresiones de Ecué-yamba-O!, que cambiarían la escritura de Alejo Carpentier, M.A. Asturias, bajo La Lluvia de Arturo Uslar Pietri, a las torrenteras de aluvión, que sufrieron allá por la Ciénaga, en las afueras de la ciudad creada por Don Gabo.

Todo empezó a reposar en los cimientos de aquella Aracateca natal, con los cultivos de tabaco, cacao o plátanos – quizá bananas, tal vez, sexualizados -, que llevaron el tren amarillo a sus hogares construidos en materiales autóctonos, a las reprimendas por los actos revolucionarios de sus trabajadores, y que llegarían inevitablemente… como las lágrimas en la lluvia o la sangre fraterna de la Guerra Civil. En España y USA, también las conocen, desgraciadamente… más de lo necesario…

Dicen que el tiempo posee un envoltorio cíclico, yo creo que no… que se mueve linealmente, pero tiene puntos de encuentro, picos que se convierten en una especie de agujeros de gusano… Que traspasan el espacio y dicho tiempo, dándose la mano, el puño… o los fluidos.

Si el tiempo volviera hacia atrás, y la memoria histórica… sería una peligrosa regresión… Y eso, los seres humanos no se lo podrían permitir, o tal vez sí, quién sabe… Al fin y al cabo, no Gabo, sino los aprendices/zas, a escritores o directores, como los hijos, se guían a través de los caminos, que les muestran sus maestros.

Así siguieron las vías, del surrealismo consciente o la magia realista, Los Sangurimas de José de la Cuadra por la costa ecuatoriana, María Luisa Bombaí entre la cordillera irreal chilena, Juan Rulfo desde México con su Pedro Páramo (algún día tendremos que platicar de él); o en el Aura personal de Carlos Fuerte, como agua para chocolate para Laura Esquivel, en remojo, o en las casas espirituosas de Isabel Allende, hasta los versos satánicos perseguidos, casi vaciados, y en el oriental viaje de Murakami, a los tambores de Guerra de Gunter Grass, sensaciones del ser para Milan Kundera, en guerra interna, consigo mismo y el otro. A la vista del perdido, alienado, y pensamiento platónico de José Saramago, y surcar el río de la vida, de una a otra frontera con España que es El Jarama, de Rafael Fdez. Ferlosio. Que no era el de Macondo, pero como si lo fuese…

Aunque, en muchas ocasiones y en Gabo más, se trata, de una línea recta, no de indirectas sino con meandros salpicados de sangre y esperma, que nos abandona y conduce a la violencia, amargura, pasión desaforada… y esa soledad... que impregna a individuos y familias… qué es de lo que se trata verdaderamente… Aún con toque de cinismo real, mesiánico y ácido, aderezado con humor salvaje.

Los Hijos de la Guerra…

Cada quién pensó en cómo eran esos personajes, en su mente… Los Buendía, uno tras otro, siendo reconocidos públicos o bastardos impúdicos, se traspasaron en letras inconmensurables, las obsesiones, los deseos… y las sensaciones de soledad y fricción. Incluso, las batallas polvorientas, que de una u otra forma, estaban predestinados a enfrentar, resistir, convulsionar… de una contienda o de una hamaca.

Aquellas que son metáforas de la realidad de los países defectuosos, no perfectos  – en este sueño de Colombia, una más -, socialmente, divididos en dos, con las piernas en un fango secular, mientras se golpean con ráfagas de fuego tipo western fronterizo, esas tiendas y casas bajas, esos  puñales… o garrotazos, que es muy hispánico y extremo. Y esto nada tiene que ver con la colonización, he dicho… sino con las herencias patrias e ideológicas, de cada cual. Y de aquellas familias, engendradas, o de engendros por venir...

Aureliano quizás fuera su padre, pero también podría tratarse de su hijo… ¿o no…? O del padre de un coronel que se opuso al casamiento de su hija – diferente a la posición de la madre del otro…-, por unirse a un facha que diríamos por ende… además de mujeriego, macho o machista, y experto en enviar mensajes a distancia… Como el semen.

Como los mensajes de amor, antes de la guerra, que tuvo que mandar a su amada a kilómetros, en la gran ciudad hasta que la familia permitiera el enlace, aburridos seguramente por la insistencia y el quebranto de la niña, en aquella costa del turístico Caribe en Santa Marta… Curiosamente, la tierra del agua, donde se ahogaría el rastro de Simón Bolívar… el que se enamoró de Madrid, de orígenes españoles, casado con una grande de esa España odiosa, de la familia de los duques de Toro. Fallecida de fiebre amarilla, como esos tantos males de Macondo, al que le llevó a vomitar la bilis… propia, aderezada de los consiguientes historiadores de la leyenda negra de España. Qué son muchos y variados.

Y así, llegamos a los herederos, que son pocos y cobardes… Pero, los dejo en la política belicista… Sino al del hijo de Gabo, director de cine, social y feminista, que deja de lado, las ocurrencias de su padre. Pues, los años no pasan en balde, y en México van de otra cosa… de pies a cabeza.

La Herencia… no mágica.

Lo que estamos viviendo en la actualidad es una constante fake news, como dicen los sajones y demás acólitos… con la idea de intentar prolongar sus propios deseos de colonialismo imperioso. Hartos de afanar, con flemático silencio, escupitajos finos y realeza de puñales traseros, a la altura del dorsal... a cañonazos desde, antes de Trafalgar... por Babor! O estribor, depende de la tormenta...

Y el coronel, se convirtió en General, como aquel otro, medio hombre… y enfermó para siempre, con la sangre dolorosa de la crueldad en sus ojos guerreros. Sin embargo, muerto Gabo, se acabó la magia… Y en el nombre del hijo, no aprendiz de Mago, ni que recibiera la influencia de aquel otro coronel de la infancia del escritor, conocido como Nicolás Márquez, - que mató en duelo a Medardo Pacheco, como en Macondo pero sin lanza -, y no llevarle a 3 hijos oficiales y otro 9 de mujeres diferentes; se embarcó negándole la mayor al padre, en esto del guión y dirección de cine.

El cine… que es a la vez, esa especia de truco… que sale de la realidad de unas máquinas magicas, y oscuras, y unas mentes, con grises, unidas en un río de Macondo, de colores. Y que se transformó en una industria, fosforita, de neones, a veces decadente, a bananas, por aquí y por acullá… y de dónde proceden algunos lodos. Riadas, delitos y fuegos internos… Y así, los hijos de Norteamérica, fatuos o no, de todos los sitios del mundo, empezaron a convertirse en pieles rojas, socialistas o más, incluso hasta musulmanes que plantan su bandera… y el hijo mexicano de Gabo, pasó de obra y su premio Nobel, y concluyó a su discurso, con un definitivo:

“… la interpretación de nuestra realidad, con esquemas ajenos, sólo contribuye a  hacernos más desconocidos cada vez, menos libres, y cada generación, más solitarios”. Así, declinó su Cónclave particular, de momento... Ya que nadie sabe, como acaba historia, o sí… premonición ursulínica.

Comentó: “No, no está en mis planes, porque no funcionaría recrear su Macondo… ¿Por qué…? Por dos motivos, uno sería la película en sí misma, algo secundaria, y segundo, Gabo y yo tenemos diferentes obsesiones, y por tanto, no nos atraen los mismos temas…”. Y no se creyó el lema de los Buendía, lo predestinado… y se conformó en showrunner del Jefe, como si cualquier cosa... ¡No, de su otro lado conyugal y politicastro en DF, no voy a hablar…! Y en esas estamos…

… en esa soledad mecánica; con voluptuosidad; carnal; patriarcal pero matriarcal; entre cometierras, limpiabajos, tragasables, adivinadoras y puteros; la maestría de lo surreal; sale a flote en metáforas, elipsis, hipérboles; hasta el fondo de río y venas, tintadas; de troncos y raíces, inventos, costumbres; realmente vívidos; como loco apasionado; cuerdo ecléctico; cambiante patrio; gitano sin rumbo; jefe de las letras; del español perseguido; mágico hidalgo; reportero Universal; esqueleto en Ciudad de los Muertos; al embrión clásico; la resurrección en serie... y del  cuentista letrado. Al recuerdo de abuelo, premiado, casado con la hija del boticario… sin mancha. Quijote… de los tiempos. Era, y será...

Cuando la televisión colombiana, de producción Dynamo (se une con México, Nueva York y Madrid, la mezcla… blanca…), en cíclico motor de imágenes brillantes, llevadas a Netflix con gratitud al autor, y surge la excelente dirección de Laura Mora y Alex García, aunque de unos segundos López… que realizando un trabajo esdrújulo, da calidad sorprendente a priori para muchos, mí, disfrutamos una producción de quitarse el sombrero… No de paja, sino de fieltro de máxima calidad. Menudo regalo de serie… a ráfagas políticas, y pólvora… que dejarían desnudo frente al pelotón a más de uno… firmado, Cine, de este mundo de Macondo, para el otro.

… 100, menos tres…

Absolutamente, fuimos perdiendo a sus personajes en soledad, a los maestros, o padres cuestionados en el pensamiento, de los que se guiaron los aprendices, y sobre aquel Río Manzanares… Ciudad Perdida de la arqueología del pueblo Tayrona, se acabó el Amor en los Tiempos cíclicos del Cólera.

Papalelo, como llamaba al Coronel que mató a uno, se encontró en la ficción, pues era narrador de historias y lingüista en la sombra familiar, además de colocarle sobre la pista “del milagro del hielo”. Le decía al joven Gabriel: “Tú no sabes lo que pesa un muerto…”. De ahí, el surrealismo en sus expresiones metafóricas…

Sobrevivió, sin embargo, el recuerdo de su abuela ciega, no Úrsula aunque lo fuera… gallega imaginativa, con supersticiones de la tierra y superpoderes en los cielos, macabros, con augurios y signos del más allá. Una inspiración, al igual, que aquel abogado, aparentemente para El Aprendiz, pero con otras pulgas atlánticas

Sin duda, a 97 o menos 3 de 100, tenemos a la ceremonia de los Oscar´s de Hollywood, que se dividen en dos… como la Sustancia, con visiones distintas, y civiles, del mundo. Incluso de la perspectiva histórica, el realismo contemporáneo, y la magia artística...

Y sumado a ese Aprendiz, que tiene su miga… me dispongo a decir que, a pesar de la polémica religiosa que puede inculcar, en estas y aquellas familias… Cónclave es un peliculón, que como el río de Macondo, te lleva en su corriente, te moja como un aluvión, y te deja sorprendido de la factura y el suspense… Las interpretaciones, todas correctas sin estridencias ni miradas extrañas, junto a la dirección del alemán Edward Berger (Sin Novedad en el Frente, The Terror), te controlan la mente cinematográfica, como si del mismo Alfred Hitchcock se tratara. Excelente, sinfonía, sin clásico academicismo, sin embargo.

Y en último aliento, trotando a lomos de un caballo salvaje, como el humo blanco de una guerra entre rojos, cardenalicios, y azules, globos de Separación, social y política… no, no hablaré de Emilia Pérez, porque no acudí a su llamada mejicana, ni publicitaria, ni manipuladora... Ni de los posibles premios técnicos, que se disputarán entre la Dune y el Nosferatu de Robert Edggers, del que aprendió de Murnau y Stoker en viajes por Cárpatos… Mientras otros siguen los pasos del padre de todo el cine actual y social, Nicolas Hoult, del lado no cerrado del caso polémico de Clint Eastwood, irrealmente reconocible, Jurado Nº 2…

Lily-Rose Depp, la otra rosa oculta de Johnny the Cry, con su ex Vanessa Paradis, y Bill Skarsgard, el Conde Orlok, frente al conde mágico de algunos últimos Macondos del cine… The Florida Project (2917), At Eternity´s Gate (2018), The Lighthouse y Togo (2019), Siberia (2020), Nightmare Alley (2021), The Nortman (2022), Poor Things (2023), o Kinds of Kidness (2024). Willem Dafoe, estuvo con John Waters en aquel Lágrima roquero de Depp… premonitorio encuentro familiar…

 … y lo bordó en La Sombra del Vampiro, como Max Schreck, actor de la línea literaria, cíclica, del colmillo de Bram Stoker, que se completa ahora, con sangre nueva… Qué se le puede pedir más a Don Willem… Un Oscar próximo… Toc, toc… ¡Déjame entraar… en tu vida!

Se dice que… Gabo perdió la visión de un ojo, el izquierdo… por mirar directamente a un eclipse… ¿o fue a la Luna, de amor y sangre…? Diluvio de flores amarillas, - de monstruos y Gabtos con Flow, ya hablaré otra noche -, o cómo hablar de temas complicados, pasando por encima, surrealmente... y por Macondo, gracias Maestro.

domingo, 5 de mayo de 2024

Shôgun. Season I

 

Un pueblo que pierde su tradición, ya no se puede considerar un verdadero pueblo… Sólo un reflejo de lo que fue. Un espejismo.

Aquellos enviados por la mente de Frank Herbert sobre el planeta Arrakis, y sus reliquias de su familia empaquetadas, se encontraron con unas raíces desérticas en la memoria, olvidando gracias a las “especias” y la violencia sagrada, lo que fue aquella cabeza familiar del toro. Esa extravagante actividad que la casa Atreides, simboliza con la sangre sepultada del progenitor en los cuernos, en una tragedia planificada contra la misma. Bóvidos de dos cerebros, como aquel genio…

Los hombres y mujeres, fremen, mientras se ocultaban en la obscuridad profunda de sus ojos azules, en busca de la inmortalidad al menos espiritual. Alguno visualizando el futuro que les quedaría por disfrutar, aunque sea, cayendo a través de la guerra santa o yihad, y que el Elegido trata de evitar, dicen… Es tan evidente la referencia, que te quedas pensando como… ¿los insectos? Sagrados.

En la misma tradición de culto que padecieron… ahora, como la de la odisea del protagonista de aquel Viento y el León, la especial ética de Mr. Connery, que se encuentra con el amor secuestrado al estilo shogunato. Completando un viaje de diez años de las drogas a los espacios, por las palabras de The Anderson Tapes con Sidney Lumet – recordemos a su otro elegido de Network -, hasta la atmosférica del procesamiento industrial espacial… Pero deteniéndose en esa lucha contra los herejes de la Alemania nazi por el desierto del Sahara.

Actualmente, las costumbres tensas vuelven a la costa temblorosa de ese  archipiélago bajo el Sol Naciente, con palabras escritas por el autor James Clavell, guionista del planeta encarcelado de The Great Escape y personal de The Fly. Que dialogan así: “Preferiría vivir 1000 vidas, que morir así, contigo”. Y remando a la historia dramática del Japón, con Shögun o Comandante, y que fuera interpretada en la televisión ochentera, por un estilizado Richard Chamberlain y el poderoso Thosiro Mifune, una magnética asistencia del cine de Akira Kurosawa y como miembro arraigado, a la trilogía del Samurái.

Pues los ejércitos, por tradición, necesitan de estos líderes románticos, y sus heroínas al lado; tal que fueran los selectos enamorados de un dedo divino, que en el caso de Nippon (aquella que transformara su capital en Edo y su legado histórico), vendría señalando la personalidad sagrada del Emperador ante los enlaces. A través del Señor indicado en la tierra, y la guerra civil, o no.

Desde aquellas luchas con pueblos marítimos del Norte de la era Kofun, sus jinetes con carcaj a espalda, se desenvolvían a la perfección en el dominio de arco y espada, usada por el filo y los remates en punta a sus enemigos, entre la China de los Tang y Korea, que sería un enfrentamiento extendido hasta el asesinato de una reina en la guerra ruso-japonesa y el colonialismo y el reclutamiento forzoso para la IIGM de sus ciudadanos, en las industrias militares de Hiroshima y Nagasaki. Perpetuándose como guerreros típicos a la conquista de la región de Saikaido y la isla de Kyüshü, – historia del Mesolítico o Edad de Piedra -, en el famoso Mar de la China Oriental, y madurando como samuráis. Y miembros de la resistencia frente a la primera invasión mongola, ensombreciendo el cielo de nubes de flechas vs. el Kublai Khan, durante el s. XIII.

Luego, aparte de la gran figura, las estrategias tribales formaban guerrillas o cuadrillas, con héroes contra las pesadas corazas del ejército imperial. Dirigidas por aquella figura militar todopoderosa, con tentáculos civiles en tres episodios temporales, que los diplomáticos y jurídicos, no tenían más remedio que aceptar, con aceptación forzosa de la población nipona, tanto que llegaba a ser considerado como “Rey del Japón”.

Shögun, así lo reconocían ya, en el siglo XVI, cuando el antiguo taiko falleció y nombró como cabeza del clan Oda, a un regente adulto para que los clanes no se enfrentaran de nuevo, ante el Consejo, y anterior a  que el joven sucesor se acercara a su edad madura de jefe real. Por ende, ya habían existido dos eras de shogunatos, la del clan Minamoto y sus 3 miembros, y la Ashikanaga con 16 titulares, que serían derrocados por esa misma orden Oda del señor feudal Oda Nabunaga… cuentan que en enfrentamiento crucial de 3000 guerreros versus 40 valerosos samuráis.

Este que cuenta la serie, sería el mandato tercero, acercándose aun s. XVII y conocido como Tluwaga, que se significase con la famosa figura del Último Samurái y el emperador Meiji.

Esta es la historia… Pero, la verdad novelada de aquellos días, es la siguiente apariencia… justo cuando el comercio extranjero rivalizaba para diversos reinos, compañías de Oriente a Occidente, quedando Timor en manos lusas y el paso jacobino por el Japón. La fe a un lado, que si hubiera triunfado una sola de las corrientes, el futuro de la humanidad hubiera cambiado para siempre… como en aquel estancado exterior de Arraquis. Mas…

Las costumbres ancestrales…

Son aquellas que trascienden a las posiciones individuales, al pensamiento cambiante y, a veces, hasta a la lógica. Existe una escena – que curiosamente, trasciende del cine clásico, por la cantidad de epítetos insultantes en la tradición nipona-, que el anfitrión reprende al extranjero por no hacer ruido al comer y así otorgar la buenaventura por el alimento cocinado, con un “parece un bebé mono”. A lo que el primero responde haciendo un gran sorbo ruidoso y ser catalogado entonces, como verdadero simio. Si eso ocurriera ahora en otro sentido… sería catalogado de prohibido.

Pero existen más expresiones, racistas, desde perros rabiosos, a las ratas estúpidas, que eran ejecutadas con terribles castigos, siendo el que pone la carne de gallina – nunca mejor dicho - , aquel que deshace la carne del reo en una olla de agua hirviente. Se quedan los terribles alaridos, como grabaciones salvajes en la memoria, igual que los sonidos ahogados de una impactante Zone of Interest. También he rescatado la cinta del género chambara del director Hideo Gosha, que cumple 60 años, el título Three Outlaw Samurai, que posee numerosos nexos comunes con la novela y las series de Shôgun. Las penas a latigazos, ceremonias del té, laceraciones del chantaje con secuestros femeninos, defensas y apuñalamientos por decreto, los samuráis errantes y los ronin, el poder opresor al pueblo, juramentos eterno y amores perdidos, o hallados con halo de tragedia shakesperiana… arroz, tinta, gachas, sexo y el puré, la sangre… la traición y la venganza… y en otro extremo clasista, hambre. Dentro del sentido culinario tradicional de la cocina japonesa, recomiendo la serie Samurai Gourmet, que os aproveche.

Ah, y uno de los míticos actores japoneses, Tetsurô Tamba, que estuvo con Mr. Connery en Sólo se vive dos Veces. Y por supuesto, la tradición de los personajes con el gran Kamatari Fujiwara – un auténtico retrato cercano al gran papel de Tadanobu Asano en la serie -; y que participó con el maestro Akira K., en Barbarroja, la obra maestra El Infierno del Odio, Sanjuro, Yojimbo, Los Canallas duermen en Paz, La Fortaleza Escondida, Bajos Fondos, Siete Samuráis, y la inmensidad de Ikiru.

Mientras, los reinos expedicionarios de la vieja España y, claro, los piratas que buscaban riqueza y sangre, se ven reflejados en el reinado sajón y la mirada perdida en el amor, de Cosmo Jarvis. Como británico a bordo de un “Holandés Errante” y sus centenares de fusiles y sus 30 cañones, amarrados al fondo del Japón. Realmente, el representado marino William Addams se quedaría allí, alimentando familia en Inglaterra, el primer occidental en hacerse samurái a las órdenes de oda Nabunaga y legando a sus nuevos hijos, herencia en tierra japonesa.

El protestantismos sajón, se convirtió en aliado y consejero, de las excelencias de aquel pueblo que luchaba por volver a sentirse unido,  íntegros y dueños de su propio destino… Y esta era, la estrategia para el legado de un nuevo Shögun y su creación Edo, actual Tokio.

Un Mundo Dividido…

El Japón del S. VIII se denominó Yamato (islas del anillo de Fuego, más Hokkaidö, Henshü, Shíkoku, Kyüshü y Okinawa), en manos del emperador Jimmu. Del cual, Narohito sería el descendiente directo número 126 como propietario del trono del Crisantemo.

La figura divina en cultura japonesa fue, además, sacerdote de la religión shintö. La que veneraba a los kami o espíritus de la naturaleza y sus acciones monumentales, incluidos, terremotos fundados por las aletas de los feos bagres. No los Kais, que serían introducidos genéticamente en los estanques imperiales… Y al otro lado del arco, y del agua sagrada con sus jardines particulares, los daimyos y sus ejércitos de samuráis, que significaban el poder del clan, desde el siglo décimo en manos de señores feudales. Y sus planes de conquista de valores, traiciones ocultas o sorpresivos ataques al enemigo. En esta ocasión con rostro de María, interpretada por la actriz y cantante de Nueva Zelanda, Anna Sawai.

Los sacerdotes guerreros, yamabushi, cambiarían a otras rivales creencias y oportunismo de comercial con la ruta de la seda, fueron los causantes de diversos estilos de lucha y dominio de armas tradicionales, como el maginata, el uso del arco con precisión, la espada corta y la larga (alaisho y katana), fueron los elementos cruciales en batallas épicas y especialmente sangrientas. En los Tres Forajidos Samuráis, se observa gravemente, al estilo prohibido del western, el remate por la espalda, la salpicadura oscura en recuerdos sombríos del impresionismo alemán, y escenas de persecución a caballo a simios-humanos, antecesor en unos años a aquella novela y película exitosa, Planeta de los Simios.

La escuelas se dividían en sôhei, budistas expertos en el ninjutsu, e ikkô-ikki, campesinos sintoístas y nobles locales, que se sublevarían al gobierno de los samuráis entre los siglos XV y XVI. Ahí comenzó también una extensa costumbre de varios siglos de estudio, hasta la actualidad, sobre las excelencias de la farmacología, el esoterismo y la infiltración, además del incipiente abuso de explosivos con grandes asaltos, bombas y asesinatos calculados. De los que surge la figura fantasma del shinobi, después conocido como moderno ninja. Esta parte es esencial y visualmente atrayente, con luces y sombras, dentro de aquel filme, los de Kurosawa o la serie Shögun de Hulu y FX, con el productor Michael de Luca (exjefe de Dreamworks) que tiene su mente enfocada a una era rusa postacopalíptica con Metro33, el exceso de Warhol y una nueva estela de Suicide Squad… por no hablar del seppuku.

Y este es el tema de la tradición y su título honorífico, que menos entiende un creyente, un jesuita o un protestante, un consejero y católico convertido, una heredera de fe, o un gusano del desierto… y el mismo perro foráneo de un amo. Sin aparentes, suspensores…

Comenta la princesa, bajo escritura Dune… “La influencia política en el seno de una religión ortodoxa, es inevitable… La lucha por el poder, impregna el adiestramiento, la educación y disciplina de su comunidad… Sus jefes deben afrontar inevitablemente un dilema interior: sucumbir al oportunismo completo para mantener el poder, o arriesgarse al autosacrificio en nombre de esa ética ortodoxa”… Pues eso.

El antecedente y la prisión.

Los verdaderos ficcionados Tokunaga, reducirían los privilegios del estatus samurái - clase nobiliaria y bélica – con sus sagrados códigos de honor. Emparentando en latitud y tiempo, con los aparecidos en túmulos de rituales en terracota, rodeando a su señor. Mientras en el Estrecho de Korea, crecerían las almenaras, el tráfico marítimo de pilotos o anjin-sama (sama es el título modal de excelencia), la prefectura de Nagasaki, esa New-Tokio en perspectiva… y la amenaza de China.

Ahí surgieron las primeras visitas extranjeras – se estima que ya hubo un africano antes -, con lenguajes desconocidos y experiencias de guerra, totalmente diferentes a lo luchado y sentido entonces. En la antesala comercial de una nueva guerra civil, terrible y cubierta de heridas, que sus filos sabían mediar y repeler, gracias a las estrategias del Señor y la aparición de los proyectiles a distancia. Serían comandantes de navíos.

Después, el emperador ordenaría el dominio de las artes marciales a todos los funcionarios y militares, flanqueados por sus corazas características, arcos, carcaj y las dos espadas en cuestión, y los elevados cascos cónicos, cargados de rasgos simbólicos, o jingasa.

Los ronin… del amo.

Los samuráis errantes se vendían por unos ryo, desde el periodo Seengoku de Hidyoshi Yotomi, hijo de campesino como relata el filme con el apodo de taiko, que instauraría la ley única y libraría la construcción residencial del Castillo de Osaka.

Ese periodo de clanes en guerra, precedió a una restauración imperialista, con dos cortes diferenciadas, en el Norte y el Sur, que daría paso a otro shogunato.  El gran Nobunaga fue derrotado en su templo y realizado seppuku frente a un Akechi o casa tradicional guerrera, y este trascendería a la famila del regente Tokugawa Leyasu, en el que se basa el papel hierático y flemático de Hiroyuki Sanada, como estratégico Lord Toranaga. Referente de obras nombradas, como la serie Mensaje en las Estrellas: Guerra Intergaláctica, el terror profundo de Ringu y secuela Rasen, el primer amor o Hatsukoi, El Último Samurái junto a Tom Cruise, el viaje al círculo solar de Danny Boyle, Sunshine, los legendarios 47 Ronin, la postrera investigación de Mr. Holmes con Sir Ian Mackellen – celebrando a su Gandalf inolvidable, o despidiendo hoy a uno de los suyos, Mr. Bernard Hill y capitán del Titanic -; así como miembro del reparto de las series Lost, Hawkeye y Westworld.

Devinieron enfrentamientos con lanzas, arcabuzazos - necesitaban de vigilante mientras se recargaba el tiro -, y se multiplica el seppuku, ese sacrificio autoinfringido con tantô que se llevaba colgado a la cintura y no confundir con el sable corto o wakizashi, para luchas en templos o habitaciones bajas de rodillas o en posición saiza. Esa cuestión “honorífica”, que se llevaba colgado del obi en la cintura, que desentrañaba de lado izquierdo a derecho ventral, y rematado para evitar el dolor lacerante.

Lejos momentáneamente del tema, es aquel kamikaze, que entronca a la II Guerra Mundial, siguiendo al Señor, como verdaderos hombres y mujeres bomba, o diablos aéreos.

Amor… silencio.

Una óptima ceremonia del té, requiere de unas palabras, en este caso no poéticas, de reconocimiento a la persona querida que lo prepara cuidadosamente de acuerdo a la costumbre ancestral. El amor, sin embargo, no reside en el líquido, sino en los posos del fondo… Y en los silencios ahogados, tras esas finas paredes de celulosa de arroz, que serán desmembradas como algunos de ellos…

Ocurre algo parecido a la novela Dune, en que los amantes se ven envueltos en una serie de desatinos o pruebas, que hacen girar sus destinos o el futuro deseado… De hecho su creador, Frank Herbert, tendría sus decepciones en las costas de Oregón, incluso con su pensamiento ecológico, que vio cambiar la faz de las dunas en un proceso de reverdecimiento con plantas foráneas, para evitar el avance de dichas crestas invasoras de arena. Como amores embravecidos… o religiones – que él mismo estudió y practicó -, esperando al Elegido.

Al final, la Duna, derrotó al Imperio. El solitario se hizo con el poder en forma de Shôgun – pero evitando una batalla gráfica que era deseada -, y el sueño se convirtió en pesadilla lisérgica, silenciosa, para alguno... con lengua pero sin cabeza.

El clan en manos de Herbert, se transformó en familia vampírica, con la homosexualidad reprimida en suspensores, violencia de gladiadores que no dudaban en golpear por la espalda… estaba en juego, la propia vida frente a maestros de esgrima… filos para defender y atacar, punta para rematar, religiones espirituales y estilo zen en la ropa, blancos y negros, épica de islas parecidas a planetas diferentes, gusanos que crean sismos como los bagres, samuráis galácticos al estilo de su maestro H.G. Wells.

Queda la herencia de cinco libros y los hijos-nietos, es evidente… con Alia en el pensamiento y sus movidas, con la mente que es la catarsis femenina de ellas, las expoliadas en los Tres Forajidos Samuráis, sufren, violentadas, son vendidas por unas monedas y pelean… al final.

Al fin y al cabo, es apariencia, parece que el interior del desierto, sobre o bajos las dunas, no existe el mal… y eso, es ciertamente sorprendente en estos casos. Cuando suena el eco de la guerra, por toda la galaxia.

Datos curioso… ¿sabía ud. que Dune comparte premio literario de Fantasía, el mismo año que El Señor de las Moscas de William Golding? Y algunos las consideran obras inferiores, pues… ¡silencio!

Han significado ser referencia de sagas familiares, caídas de imperios grandiosos y comienzos post-apocalípticos que, bien podrían tratarse, como colonos juveniles en planetas lejanos que sirvan de futuros destinos, contra la desaparición de la sangre… ¿se necesitarán drogas para el viaje, energías atómicas… clones de nosotros… madres reverendas? Es decir, ¿lobeznos y lobas?

¿Amor quizás…? Silencio… Mientras, un hijo de lobo de mar de la Armada Real, navegaba sobre olas, no de arena, para aprender a conocer y reinterpretar las viejas historias, o batallas de antaño. Como en una Rebelión en las Aulas, o la metamorfosis interna de La Mosca, paso de la juventud en Malasia golpeado como prisionero por los japoneses en Singapur, a la guionización de la memoria y el esoterismo. Fue su verdadero plan Tokunaga… un gusano oculto en la suya.

Y en este Shögun – me vienen flases de aquel Chamberlain frente a Mifune, muy lejanos como huellas en la arena-, memorias de producciones de Daei Eiga (ideado por Kazuo Mori) y su relevo Dinei Studios, cuentos sobre el ciego Zatoichi y su leyenda mercenaria, imágenes de Kenji Mizoguchi, Ozu, Kurosawa, Takeshi Kitano, Takashi Miike en lo oscuro… y la productora Toho y su paralela Shôchiku, por supuesto Ran, y las sombras, de Three Outlaw Samurai. Y conexión sangrienta con Samurái de Ojos Azules, claro… Arigatô!

Ah, de nuevo… y la música, con epicidad timbal y voces guturales, que entroncan los tronos… de Atticus Ross… la de la épica de la notable Dune 2, de Hans Zimmer… que paralelamente compuso la de Kung Fu Panda IV, ¿habrá una estela sobre el linaje del Emperador Shaddaam IV, en la piel de Mr. Christopher Walken…?

Mr. Walken, el actor referente de una generación de cazadores y recolectores de especias… el que surcó el viento para comenzar su carrera junto a Sir Sean Connery, en The Anderson Tapes del director Sidney Lumet… Ya está, espiral – que es un universo -, completada.

Se me han quedado algunas pequeñas historias en el tintero, pero ya habrá ocasión para más mazmorras… y dragones. Chau… meni.

 

lunes, 20 de febrero de 2023

Band of Brothers.

 


El Tiempo parece algo lineal, sobre todo, en la edición de cine... que se lo pregunten al chico en The Fabelmans... pero, la ciencia ha comprobado que no lo es, sobre los márgenes surrealistas del universo. 
Ni tampoco en la narración, la verdad, como está demostrado en la historia del Séptimo Arte, tantas veces. Solo hay que hacer un retorno al pasado... para comprobar las distintas oleadas belicistas. Luego, llega un episodio de paz imaginaria... y vuelta a empezar.
¡Como los posibles premios, que también se tocan!

Steven Spielberg, compone una secuencia esencial por los caminos embarrados de la Segunda Guerra Mundial y sus exhibiciones sangrientas, o en tonos grises. Empezó hace ya mucho tiempo, cuando retrataba a sus probables héroes en el desierto de Arizona, con amigos intérpretes...
 Poco a poco, como se desliza un periscopio sobre el horizonte... de nalgas y humor, para una extraña sensación onírica, efectivamente risueña por aquel 1941, claro estaba el gran John Belushi y su interés para volarlo todo, pese a quien pese, bailaras o no. 
Y prosperar en salto hacia el final con la Lista de Schindler, ya se sentían esos andares en sus pinitos por casa y las persecuciones juveniles, hasta enfrentar ese descubrimiento mediático del Holocausto, que impactara a los medios por la deshumanización sistemática a sus ancestros judíos, en blanco y negro... casi.

Plasmó el dramatismo en las costas temporales del Día D, hasta los tuétanos salvo el Pacífico que vendría a dramatizar más aún, encadenados después de retratar los diferentes pelotones del asalto aliado y sus pocas esperanzas de supervivencia personal.
Allá, se enfrentaran con un nido de avispas de hierro, fluido y pólvora, las tripulaciones de Tom Hanks en Salvar al Soldado Ryan, descubrir el carisma histriónico del próximo Christian Bale en El Imperio del Sol o responder a esos holocaustos étnicos y acabar en el antihéroe internacional, tal vez inspirado por las propias historias de su padre... que no, gableman.

Un pacífico, que nunca estaría tranquilo con el recuerdo y sus máquinas, incluidos trenes de juguete para transporte de grandes espectáculos, representados en cortes y hazañas visuales, como algún director con heridas y un parche en el ojo. Por supuesto, existían los héroes a la contra... ofensiva. En apariencia de maestría.
Otros episodios trascendentales se asoman, claro está, por guerras a horcajadas sobre caballos sin herrajes o esos encuentros, no tan ocasionales de nuestro héroe favorito, Indiana Jones y los nazis, desde su 1981 en arcas monumentales. 
Vamos un consumado experto en estas lides bélicas, que desprende humanidad, como sentenciaría aquel en consecuencia familiar y extrema: "Por eso lo llaman la selva, cariño"... , por supuesto de fuego. Y celuloide incendiado.

Lo siguiente qué será... ¿una película con vaqueros y diligencias? Tal vez, jaja.

Carrera de héroes.

Los héroes siempre caen desde las alturas, como el horizonte imponente.
Sin embargo, los dólares no caen por decantación de los hechos anecdóticos, sino por el trabajo... Normalmente, eh.
Rangos supremos de la producción y la narración con imágenes, son los chicos de su propia Compañía, no tan fácil. El esfuerzo os hará hombres, se decía... y la imaginación, artistas como su tío, Judd Hirsch, el mismo de tantas historias sobre la Luna. Otros les llaman lunáticos, sin imaginar...

Pero, poniendo una marcha atrás a la correlación de los hechos y el pensamiento crítico de Spielberg y otros maestros, vamos a soportar el caos de la guerra, porque era necesario, reencontrarse con la sangre... que pudiera haber sido en Compañía de Hermanos. Una gran banda, al unísono, con unos pocos años de diferencia para HBO, la esencia del cinematógrafo y sus posteriores Dreamworoks especiales.
Kilómetros y kilómetros de película, recuerdos desintegrados de nombres, carne putrefacta de sonrojos, acosos intemporales que asoman en las cenizas, rescoldos de la Vieja Europa. ¡Siempre!
Pobre Europa, siempre en el alambre de púas... Él lo siente, y bien, nos lo hizo sentir a todos.

Así son los héroes, que nunca descansan... ¿para qué...? ¿Para fenecer...? No olvidarse, hermanos de sangre.
Así, el comenzar la vida y terminar a inicios del nuevo siglo, en esta producción televisiva de alto calado, casting de miedos, y amasijos de recuerdos reales, retales de sus vidas... fotos a contraluz de las heroinas.
Ahora recordada como Bandas de hermanos, sangrientos... Junto a su otro en la producción bélica, erguido en el horizonte de sucesos, Tom Hanks que participó en el guión, para más implicación realista.
Se fue adaptando esta epopeya descarnada, sobre el escrito del historiador Stephen E. Ambrosse y los actos heroicos, por obligación y unas raciones de dinero para las familias. 

Es una correlación de ejemplos de movimientos contrastados entre el horror y su arte, desmembrados, entre ambas partes y conciencias vitales... 20 años y uno más, pasaron antes de su propuesta actual y personal con la memoria, sus... Los Fabelmans. Retales de su otra vida, agujeros de balas a contraluuuz... Una de las candidatas favoritas para los Oscar´s de este año. Sin duda, y el surrealismo se lo permite. La otra guerra de guerrillas, en familias de padres a hijos, madres a hijas, y eso. Dos piedras en el sendero del cine.
Pero afables y emocionantes, muy afables, gracias. Gracias a todos, en todas las partes, en todos los tiempos, que son el mismo héroe, la luz y sus sombras.

Pero, de eso ya se hablará en comparación con guerras sud-realistas y más allá, como de The Batman vs Joker´s variopintos en negro cuero y otras escenas cotidianas del cine, pues me faltan algunos episodios que visionar con un solo ojo, babiloniadas de Scrooge... En fin. ¡Ay... el tiempo!

Pedazos de... Historia.

Un asesinato real... Pero antes de  ese derramamiento de sangre inicial, buscaremos el dato objetivo y universal, a través de una verdadera riada que significan las guerras en consecuencia, dramática.

Tanto de involucrados directos en las acciones bélicas, o criminales de los distintos bandos, como de los desafortunados ciudadanos que reciben inocentes, más héroes indiscriminados en tantos lugares como árboles tronchados, esos actos de violencia explotando a las puertas de sus casas. Nos sentimos en 1944, casi nada en la descripción nauseabunda de los hechos... ruido de motores, y huevos estrellados. Hacia cualquier lugar que dirijas la mirada... Spielberg lo vio, se lo dijeron, por una ventanilla, mira al horizonte... coj...
Siendo aquellos, aplastados, soldados o políticos al mando, y otros... seres perdidos... todos como rocas rodantes. Todos de padres a hijos... blood of Brothers.

Historias empezando con el antecedente, de lo pequeño, la individualidad, se establecería la división a partir de esa misma sangre, en los reinados del Viejo Continente y las diferentes revoluciones sociales, que estaban a la gresca masiva. Como ocurrió tantas veces en el pretérito de la especie, llamada inteligente. La historia es como una caja de bombones, recubiertos de... por todos los lados, menos por uno... El Arte.
Spielberg, David Lynch, Tom Hanks, John Ford... Ellos son el Séptimo de Caballería... de "Artellería".

Ante las calles de Sarajevo, con explosión fallida y un acierto a bocajarro, se derivaría a la mayor masacre conocida hasta entonces, en las primeras décadas del s. XX, hasta la Banda de ahora. 
En la Primera Gran Guerra, 15 millones de cadáveres se pusieron sobre un tablero infecto, de distintas nacionalidades en descomposición orgánica, entre enfermedades atrincheradas, reemplazos desubicados de horror, piojos en retaguardia y últimas bocanadas al barro. Bien lo saben en, Sin Novedad en el Frente, la notable e infernal película dirigida por Edward Berger, que Alemania ofrece como candidata a la estatuílla dorada de Hollywood... Merece la pena verla, y no repetirlo, por consideración.

Ese catastrófico belicismo de familia, que se incita en bloques, al menos fue esquivado por un Alfonso XIII de España, que lidiaba con otros menesteres más de matar por casa, quedando al margen de los futuros incordios, y metidos en camisas de once varas, como el cuadro del Duelo a Garrotazos goyescos, muy negros, en el lodo propio... ¿Para qué buscarse otro...?

Allí desencadenó la Triple Entente, Gran Bretaña, Francia y Rusia, "casi como hermanos...", y la secreta Central o Triple Alianza de germanos, italianos, concubinos en el odio racial, y los prusianos de aquel extendido imperio austro-húngaro, para habernos matao...
Ah, y en el ring también, ¡sus enormes negocios coloniales en juego mortal!
Los puentes entre espías, funcionaron en todas las facetas, políticas y económicas, creando una verdadera animadversión que perdura, pacíficamente, ¿seguro tú? Pasaron a The Courier en la Guerra Fría y otras con nuevos misiles, que nos asustan como piedras prehistóricas de inteligencia... El espionaje está al orden del día, de los estados y sus partidos políticos... de sus guerras.

Aquí, volviendo al frío bosque, voy a hacer un pequeño inciso histórico, para ajustar información con sectas ideológicas y emisión de la esclavitud en tierras cubanas... Que, si bien España, tuvo participación con los afincados allí y procedencias de otros territorios americanos... decir que Isabel la Católica promulgó un edicto para su abolición en todos los centímetros de su reino. A lo que se opusieron, especialmente, negreros y ricos comerciantes de origen catalán, que serían en siglos postreros, los precursores de un independentismo feroz, más separación ideológica y humana. Por ir contra la corona contra sus propios beneficios con esa actividad ilícita y criminal. En la WWII, hubieron millones de personas esclavizadas, trabajando para el odio por un cuenco de huesos, y un ojo retratado.


Después de esas protestas temporales y la independencia de diferentes estados, más cerca de nuestro Atlántico, otros tomarían relevo y aprovecharían la ocasión, para reescribir la historia, alargar la Leyenda Negra, hasta nuestros días, pongamos norteamericanos de nuevo cuño, holandeses y belgas, porteños sudamericanos frente a mulatos, ingleses escabullendo responsabilidades... es así todo. También en el mundo musulmán y rapto de mujeres africanas, hubo a millares, y de europeos igualmente... incluso japoneses forzaron y sentenciaron a miles, el otro lado de los pacíficos, como por parte de China en otros épocas. El inciso, está formalizado... con respeto al tiempo y las conciencias.

En las guerras, además de muertos y escoria, también existe esa esclavitud para aprovecharse de la mano de obra sin remuneración y otras violaciones belicosas, que normalmente no se ven, ni se recuerdan entre tanto salto al vacío, con las mujeres.
En Hernanos de Sangre, esto es una evidencia, pues la mayoría de su reparto es del mismo género, excepto encuentros con la desesperación femenina, su psicología frente a nuestra violencia por la fuerza. Es un espejo diferencial, que se masacró en primera línea a los hombres, y en olvido a las hembras... y miles de huérfanos.
Toda aquella triple entente de machos, y generales en la retaguardia pidiendo más derrame, unos porque sí y otros para finiquitar... formaría con el tiempo, la misma alineación del odio. De la misma forma, que muchas mujeres miraron para otro lado y tuvieron que enterrar sus fantasmas. Salvo algunas Mataharis, y enfermeras de urgencia, que existieron en todos los bandos y horas.

En la II GM (o WW para los anglófilos), los archienemigos que se enquistaron políticamente a favor de dictadores como Benito Mussolini y el infame de los infames, innombrable sin apellidos, gracias a dios y los juicios, Hitler se disparó en los huevos...
Bien ungido en el odio, su cerebro, para incendiar nuevamente Europa y el mundo, desde el fatídico 1940, hasta ir expandiendo sus tentáculos a esas colonias africanas, tan denostadas y explotadas en siglos, a sus vecinos diferentes, por una Asia que explotaría en diversas causas, hasta incendiarse casi por completo, de refilón Australia en olor colonizado, pasando por aquel imperio otomano, mezclas de sangres en las trincheras... aquí son hoyos... y llegar gráficamente, a las primeras instalaciones encontradas sobre Pearl Harbor... aunque EEUU, ya estuvo presente y efectivo, en aquellas estribaciones por el lodo excavado de 1917.

El miedo es un vehículo a la nada. Bueno sí, a los muertos de miedo. Y Steven sabe un poco de eso.

Las Capitulaciones...

La derrota, como la victoria, sería entre una guerra de tricheras, cada uno intentando mantener su cabeza erguida por encima de los hombros del otro... Así quedo la cosa, con una maldita revancha que se jugaría en la formación violenta de la primera Yugoslavia y lo que vino después.
La capitulación debe ser dura, cuando tienes que rendir cuentas a los vencedores, que no te perdonan ni una, sobre todo, si ocasionaste algunas de las atrocidades, o las que acontecerán...

El avance de las tropas en el enfrentamiento salvaje de la II GM, fue muy diferente aunque también existían esos agujeros en el terreno, pues se avanzaba a distinta velocidad, como los tiempos. Y los vehículos militares empleados para el combate, las armas de repetición y elementos humanos, quizá, mucho mejor preparados para el cara a cara, a cierta y resolutiva distancia.
Así empieza, con el adiestramiento de la mitificada Compañía Easy, del 506 Regimiento de Paracaídas y 101 División Aerotransportada de los USA.
El resto son los episodios, uno por cada registro temporal coordinado, que emergen de los recuerdos de los protagonistas reales y las expresiones, adaptadas a cada nivel educativo, de los componentes esenciales de esta serie condecorada por la historia de la televisión.

Por tanto, las capitulaciones se entregan con realismo, en la victoria o la derrota, que también las hubo en ambas partes, con vísceras impactadas en pantalla y miembros amputados, como si del mismo M.A.S.H. se tratara, pero sin cortapisas, ni humores. Salvo los desprendidos por las balas o la  descomposición. Eso si que se ve bien, en la tortura grupal de los soldados alemanes y demás, sobre la producción de Netflix de título original, Todo Tranquilo en el Frente Occidental, allá en la comarca norteña francesa y apuntada por el dolor personal del protagonista.
La sangre de hermanos y la opinión crítica o antibélica, se dan la mano, como lo hizo en su tiempo y ocasión, el mismo Dalton Trumbo y su cuerpo inmovilizado en la tragedia shakesperiana de hospital.

En la 1ª entraron en juego los primeros blindados y submarinos, los primeros estertores de gases tóxicos, para cobrarse sus primeros trofeos humanos, que durante la ofensiva de los 100 días, forzaría el rendimiento sin condiciones de Alemania con el Tratado de Versalles, muy a pesar de sus mandos, que en algún caso, sirvió una verdadera carnicería en la última bandeja.
Pero en la 2ª, sería más monumental, debido a la inmensidad de la catástrofe europea y los juicios de Nuremberg, hacia una rendición absoluta que se expandió al Imperio de Hirohito y su famosa imagen sobre cubierta, de una paz inminente tras la fuerza excesiva.
Aquí me toca recomendar otro espionaje de cine, con la narrativa en aquellas etapas belicosas, de La Mujer del Espía´, dirigida por el japonés Kiyoshi Kurosawa, para definir sentimientos ocultos en el final de la guerra.

Entre ambas, las revueltas revolucionarias mantendrían las cosas políticas caliente, sólo hay que mirar para nuestros adentros, las tripas patrias. Una espoleta programada que significó la programación de Steven Spielberg en sus años tras la cámara, hacia el Segundo Gran Estallido entre hermanos, de raza, o no, y condición. Bueno tampoco, porque los camaradas provenían de muchos ámbitos sociales, aunque especialmente, el de rango militar de carrera y los más bajos, en la mayoría de casos. Esos pobres diablos, que vivieron los suficiente para completar una familia.
Es la lucha contra el auge del fascismo, proveniente de las calles, no olvidemos, y el castigo perverso sobre unos seres humanos, que algunos consideraban inferiores... y que los dirigentes aupados por el pueblo, no vieron como humillante.

¡Malditos Bastardos...!

Decía John Ford al joven cineasta de Los Fabelmans, la película íntima de Steven Spielberg e interpretado por el director de los extraños horizontes David Lych, que éstos dentro de una localización mediana en encuadre, son poco interesantes o sosos.
Quizá por eso, John Martin Feeney, el comandante en la Reserva de la Marina de EE.UU. los contrastó como jefe de la unidad fotográfica de la Oficina de Servicios Estratégicos y grabaría las horribles imágenes en vivo, y muerte... del desembarco en las costas de Normandía. Después desolado por el salvajismo, se encerraría tres días en una habitación al mando de varias botellas para olvidar... ¿recuerdas a Martin Sheen en su Apocalipsis Now y la de Francis Ford Coppola?

Algunos cowboys noctámbulos, no soldados, confirmas la exactitud de sus expresiones... “Cuando seas capaz de diferenciar el arte de colocar el horizonte en la parte inferior o en la parte superior del encuadre, en vez de justo en el medio, puede que entonces te conviertas en un director bastante bueno. Y ahora, ¡a la puta calle!”. Él posicionó en la luz.
Los Oscars 2023 sentenciarán la contienda entre horizontes de agua, familiares surrealistas, rocas rodantes y rock.
¿Cual es vuestra favorita...? A verlas en paz.

Los jóvenes soldados norteamericanos, les gritaban "Malditos Bastardos", algunos tan imberbes como ellos. También asustados por las órdenes de sus locos superiores... más que dictadores.
Algunos soñaban personalmente con rebanar su gaznate, pero tuvieron que supurar, si podían con los escasos medios e higiene, los enormes manantiales de muerte que, sino, supondrías terribles cicatrices para toda su vida. Nada experimentados médicos de urgencias, sin la pizca de humor sangrante de posteriores guerras, como recalcaría aquella inolvidable M.A.S.H de Robert Altman y sus posteriores suturas en tv. Auténticos héroes sufridores con misteriosos automatismos psíquicos y emocionales.

Los cuerpos destrozados de paracas, sirven como consagración a aquella violencia mundial y las manos que intentaban restañar todo ese dolor, es un marcapasos de las imágenes en nuestros hogares con el ahora, que realza la referencia bélica y muerte de las ciudades petrificadas.
Todo es una parte documental de los hechos, sin reservas como en el Midway de Ford, menos en su rodaje editado y expuesto al público del famoso Desembarco. Reservando episodios para los productores Tom Hanks y Tony To, sumados al puñado de directores sobrenaturales de producciones televisivas, como David Nutter (X Files), los británicos Richard Loncraine habituado a las acciones guerreras de Ricardo III y David Leland (The Land Girls), el danés dos veces nominado Mikael Salomon y el experimentado Phil Alden Robinson (Los Fisgones, Campo de Sueños).

La Banda de hermanos, actores es inmensa, prodigiosa encabezada por hombres aerotransportados, muchos al éxito, como unos jóvenes Michael Fassbender, Tom Hardy, James McAvoy, Simon Pegg, David Schwimmer, Neal McDonough, Colin Hanks, un esencial en la serie como Ron Livingston y un ganador del Globo de Oro, que sobresale por encima de todos, Damian Lewis.
En fin, tantos hombres buenos para la actuación, que sería una tarea imposible de realizar en estos instantes del comentario... pero que dejan huella, de haber pasado por allí... una serie de Steven Spielberg. Descubridor de estrellas, como héroes de la pantalla. Los que se quedan con la chica, aunque no lo busquen... si es que sobreviven y la suerte les sonríe.

Band of... Horizons

Y se acabó, esto es la guerra... ir recogiendo los trozos de nuestras vidas pasadas y futuras. Porque nunca parece tener fin... como el cine, este afortunadamente claro.

Lo saben tantos en el frente, como el maestro John Ford lo proclamara, detrás del humo de su cigarro. James Belushi tras el humo del éxito y otros horrores... Padres y madres, frente al desengaño y lo absurdo de las guerras de otros... Tom Hanks y su enorme carrera ya, después de tantos años, tras aquella despedida que vimos en la arqueología... El muchacho anónimo que se convirtiera el héroe, tras el humo de su canuto... sólo momentáneo, claro.
Héroes dorados, como los tíos y sus sueños, sus huevos... salvo que haya sorpresas pequeñas de Irlanda o Suecia, sinfonías de teclas con Tar, o la fusión de los sentidos especiales y la acción desbocada, dirigida al corazón... ya diré como son... ahora estoy con el hermano mayor.

Porque el verdadero héroe, es el que ya no se puede levantar, ni pensar, ni amar... Por eso, todos somos víctimas de la historia. Excepto los surrealistas, imaginativos, narradores... fotógrafos de vidas.
Excepto Mr. Spielberg, que es un niño y su ilusión nunca se apaga... como las balas de aquellas pistolas.
Y su Mayor Espectáculo del Mundo... La Magia, su ojo... y El Horizonte.
 
Band of Brothers Soundtrack - Michael Kamen
John Williams - The Fabelmans Soundtrack

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