Madre mía, del amor robótico...
¡qué escepticons, son éstos gerifaltes de las series de ciencia ficción!
Pues, no saben qué van a hacer en el futuro con estos lobeznos de Kepler 22b... Una alegoría del fracaso en la Tierra.
Por el otro lado, oculto de las lunas... Se acumulan noticias que envuelven aquella historia de detectives (cine negro lo llamaban en épocas...), que establecía el sentido de nuestras vidas, dentro de la película más mítica de la ciencia ficción.
Que además ha cumplido 40 añazos recientemente... sumados a sus peligrosas replicantes, entre pierna y conexión, pues ya serían sexis maduritas ajustadas y más repliconas en el tiempo... si es que la programación de su obsolescencia se lo permitiese, claro.
En el campo de la tecnología del entretenimiento gráfico y videojueguil, se ha publicado la intención de crear un nuevo programa basado en la experiencia amorosa-policíaca, siguiendo los pasos de aquellos clásicos detectives con gabán, que buscaban desentramar un caso complejo y oscuro, ante la mirada de una femme fatale, puesta en su pista de aterrizaje... o su alma.
Pero, disfrutando del paisaje en serie y las neuronas recalentadas del cautivo amante... Bandido, puede que hasta... replicante. ¡Quién sabe! Hay experiencias y conjeturas, de todos los colores y texturas.
Se dice que la película, dirigida por Ridley Scott y estrenada en junio de 1982, pertenece al denominado neo-noir, clasificación que empieza en la década de los sesenta con películas como A Pleno Sol de René Clement y basada en novela El Talento de Mr. Ripley de Patricia Highsmith; A Quemarropa de John Boorman, con el duro, normalmente salvo en su excelente Paint Your Wagon, Lee Marvin que ya hizo de las suyas junto a la bella expoli televisiva Angie Dickinson, en la eterna Los Sobornados de Fritz Lang; y la última pata de este trípode Neo con A Sangre Fría de Richard Brooks con la famosa descripción psicopática y humana, del asesinato por Truman Capote.
Blade Runner se basa libre y oníricamente en la idea original de Philip K. Dick, uno de mis favoritos en el ciberpunk distópico durante el siglo XX, como un reflejo particular del relato ¿Sueñan los androide con ovejas eléctricas?...
O eran unicornios que perseguía Rick Deckard, con cara de ángel, pelo recogido y tupé moreno al estilo años cuarenta... Sólo hay que echar un vistazo, a esas jóvenes capitaneadas por la ingobernable Lauren Bacall frente a las maltrechas gabardinas de Mr. Bogart.
Por supuesto, hay que recordar dos figuras fundamentales, que desgraciadamente nos han dejado en los últimos tiempos, como si no hubiera suficientes profecías referentes a la maldición y el calendario, olvidado ya de los mayas... Míticos profesionales del cine como Douglas Hunt Trumbull, creador de los efectos especiales de la metafísica cinta y la fusión cinético-cinegética, referente del espacio de Mr. Kubrick en aquel 2001 y diosas artemisas, además de ser un visionario, mediante los precursores robóticos de Star Wars dentro de la mágica Naves Misteriosas, con él mismo a los mandos.
También, una genuflexión sintética, por el sonido de Vangelis, el compositor Evángelos Odysséas Papathanassiou... ¡qué nombre tan adecuado!
Padre de la música de Blade Runner, una odisea trilógica, que envuelve al baile entre el detective, su amante Rachael y la derivada filosófica-romántica, conocida como el inmortal replicante Roy Batty. Una lágrima, en la lluvia inexistente de verano, para Rutger Hauer, al que dentro de un mes, lloraremos, tres años de su pérdida.
Esta entrada, es un recuerdo, gracias a la genial imaginación del escritor Philip K. y sus mundos cibernéticos, a la visión más allá de su realidad de Ridley Scott y el dueto de guionistas Fancher/Peoples, que sometieron la estrategia esclavista del millonario Eldon Tyrell, y al creador... padre de la carne revuelta con microchips, o el hacedor del tiempo encapsulado, J.F. Sebastian...
Ah, y por descontado a los atractivos saltos belicosos y una estructura esquelética para el sexo dramático-espacial, Joanna Cassidy y Daryl Hannah, inolvidables como diosas peligrosas.
Ahora, llamemos a las puertas del extraño paraíso, o no... sobreviviendo la decadencia terrestre de Raised by Wolves y su franja vital... como una muralla que vaya, desde la playa hasta el monte, desde el monte hasta la playa... Allá sobre el horizonte... Bum, bum, ¿quién es...?
Al diente de la serpiente, o el corazón del amigo...
El Amigo...
En 1982, Ridley Scott se alimentó con esta pequeña joya literaria del scifi, con la misión de engendrar, sin proponérselo, una esperanza. Dentro de una pequeña obra maestra del Séptimo Arte, que no sembró demasiado entendimiento entonces.
Su visión sucumbió a la idea universal del dador de vida y la experimentación a intervalos desconocidos de la memoria, cuestionando la hegemonía del pensamiento humano y su fortaleza emocional, ante la criatura con más tornillos que el monstruo de Frankenstein... Nuestro querido Prometeo, de la ciencia ficción.
Así, el replicante, protector del ser humano... se convirtió en nuestro amigo.
Un rival tan poderoso física e intelectualmente, que ni Harrison Ford, ni cualquier engendro no mecánico, tendría posibilidad de vencer en un humedizo encuentro sobre las azoteas... excepto, tal vez, una nigromante o Lamia, que es femenina singular... y con buen ojo. Cualquier hombre, se vería un poco descatalogado, viendo la flexibilidad de aquellas mujeres biomecánicas, pues sexualmente funcionarían como verdaderos imanes, domadoras del magnetismo genérico.
Hoy, sin embargo, son expresiones rígidas, con extremados poderes volcados con quién les lleve la contraria... Pues, a una palabra o grito, son capaces de derretirte el cerebro.
La criatura es un momento en el futuro de la procreación, una oda a la amistad mal entendida. Replicación de material genético que no mira la fecha de caducidad, porque no la sabe o se la grabaron a fuego, aunque hace todo lo posible por acelerarla al máximo, con sus credos y rivalidades.
Luego, cuando llega la tranquilidad, ante un mar bravío, se detiene, intentando volver atrás en el tiempo, como buen lobo que es separado de la manada.
En Raised by Wolves, existen 7 semillas que brotan de la ciencia y la inteligencia artificial en la matriz, trasladando los guiones, entre shakesperianos y chandlerianos, que surcaron aquella romanza en Blade Runner, a una batalla sistemática por la supervivencia... muy de reyes, princesas, diosas y ´mandaos` pringaos... con el reto de los valores supuestamente humanos, como los factores que nos rodean... digamos... la maternidad, cuasi divina entre Lamia y la gran Abuela de la humanidad... y una paternidad, protectora en dispersión mental... produce entidades diferentes.
Así, entre lo que hay que hacer para sobrevivir en un ambiente extremo, o incluso, lo que estamos dispuestos a creer... para esconder los intrínsecos miedos.
Ser humano, frente a su espejo, reflejando una imagen clonada, debido a ingeniería genética que marcharía muchos iones por delante de nuestra realidad o crecimiento. Nacimiento sin sufrimiento, expandirse en cualquier lugar apropiado del universo desconocido... una posibilidad entre millones de estrellas, para calentarse en una nueva camada alimentada, puede que, hasta unida por una vez en su historia...Sin embargo, la genética es la genética, y se divide en dos pares de cromosomas, como en dos géneros o más, varios hemisferios en cada gen... ¡quién sabe lo que nos depara el futuro!
La cuestión amigable entre congéneres, no se nos dio demasiado bien en el progreso social, pues existimos... porque peleamos. Somos verdaderos machos alfa, fabricando nuevos artefactos de guerra e ideas contrapuestas... mientras buscamos la semilla del árbol.
¿O serán hembras alfa...ya? Parece un reflejo normal que manifiesta la realidad matriarcal, conocida en muchas sociedades y culturas, ahora muy televisivo para Ridley Scott y su producción, a pesar de esos ejemplos despreciables de enfrentamiento, manipulación psicológica y la generación de violencia, aún más monstruosa... proveniente del verdadero monstruo escondido en convivencia.
Dos criaturas robóticas, amigables con nos, a imagen y semejanza, convertidas en profesores o armas definitivas, según la ocasión... con la misión de alimentar a sus lobeznos y mantenerlos fuera de las peligrosas funciones, tanto orgánicas como relativas a la imaginación, o el credo. This is the question!
Al Diente de la Serpiente...
Al nacer, vamos tomando conciencia de nuestra existencia y nuestro lugar en el nuevo mundo, explorando... la experiencia y el conocimiento de las cosas, da sentido a lo que nos rodea. Somos inocentes, indefensos, aunque existen algunas criaturas que mantienen una resistencia innata a ciertos peligros. Hay especies, incluso, que fabrican veneno suficiente para defenderse de ataques de posibles depredadores. Mientras buscamos en nuestras heces, algo que llevarse a la boca... ¡No, niños, caca!
No, no son fofos y blanditos trozos de carne, ya que se hacen duros extremófilos, que mantienen una esencia condensada por milenios de evolución, resistiendo vivos, entre ese primer instante al abrir los ojos y el final de todo.
Son individuales organismos, lanzando escupitajos como reptiles, procreando para mantener un número sostenible de elementos en la cadena, escamosos frente a otros seres que fracasan, atacando o defendiéndose en grupo, como insectos, arropados por los más fuertes, hasta que pueden salir de caza y calcar aquellas artimañas de depredación, o reproducción.
Algunos elegidos, en cambio, serán capaces de fabricar ritos frente a la pérdida emocional de un miembro de la manada, o se cuestionarán esos errores que pudieron haber cometido con ellos... piensan... perdonan o se resignan... lloran...
La serpiente, es un demonio que va por libre. Pero, con sus ojitos puestos en el demiurgo.
Se alimenta de los demás, repta cuando no procrea porque está en su ser primitivo, no se dedica a enseñar más de lo necesario, delimita el pensamiento libre de sus jóvenes clones en crecimiento. Nunca muere, pues se repite en la forma y la esencia.
Es una extensión 2.0 de aquella criatura que envenenase a los seres humanos, salida de las escrituras sagradas como fuerza del mal y amante del sufrimiento eterno, en respuesta al pecado original de los hombres y su desobediencia como especie poco fiable. Es castigo poco misericordioso ante un Dios que no admite la tentación. Por eso su enfrentamiento, para saber quién es el más fuerte de ambos, castigador o leguleyo...
La serpiente es obra literaria que comenzó en textos bíblicos, entre Adán y Eva, si bien no sabemos haya una correlación narrativa con esta serie Raised by Wolves, se le parece bastante, dentro de lo caótico y la magnitud de los acontecimientos.
John Milton escribió en su Paradise Lost, "...hoy más, ya conocemos su poder como conocemos el nuestro, de modo que no provoquemos, ni rehuyamos con temor, cualquier guerra a que se nos provoque"... y en esas estamos, aquí, hoy.
También expresa por fauces del mismo Satanás, "el de obtener por medio de la astucia y del artificio, lo que la fuerza no ha alcanzado, a fin de que en adelante, sepa por lo menos que un enemigo vencido por la fuerza, sólo es vencido a medias".
Pero, ¿quién es el protector... y, ¿quién la serpiente?
El Árbol del Conocimiento.
Habrá que echar mano a él... al conocimiento, digo.
En la base de su existencia, mísera u oníricamente dorada, además de una muerte, más o menos, programada, coexiste una consideración diferencial con otras criaturas prefabricadas... que sería, el raciocinio, además de esa capacidad para la creación...
Padre... Madre... quizás, no lo entienden metafísicamente, porque tienen unas coordenadas confeccionadas por alguien de antemano, pero tienen y conocen la otra posibilidad, el libre albedrío. Y esa capacidad de la ciencia, para pensar, que Mr. Ridley Scott como productor y el creador Aaron Guzikowski defienden en HBO Max, y que comenzaron a desarrollar como un embrión hace dos años atrás durante una primera temporada, más redonda y esencial.
Ahora estamos en otra tarea o batalla, emparentado con sus famosos androides perfectos, a la replicación infinita de algunos errores sistemáticos que se cometieron en aquella, irreconocible Tierra.
El fruto de la decadencia, es la reiteración sin semillas que plantar, ante la nueva oportunidad para formar una sociedad pacífica, caer en la desidia de un mal juego. La mente se bifurca, ante la responsabilidad o las huellas del miedo, como afluentes de un río que desembocaran en un mar extremadamente ácido, por precipitación... como ramas manchadas por sangre, cuando el depredador se encaramó con su víctima en las fauces.
Hay que conocer, quién está encima de la cadena de la supervivencia, o sino... alguno rezará para sobrevivir, parece el Kamino...
Bien, el problema... es reconocer quién es quién en la historia... quién puede considerarse como ejemplo de un dios mitraíco, por ejemplo, y quién demonio... o dicho de otra forma, quién dentro de las criaturas, se ve como víctima y quién, como depredador... y la educación, qué es y para qué sirve...
Tal vez, por eso, las noticias que planean sobre una cancelación, porque las alturas a las que aspiramos, son demasiado para este mundo material e instantáneo, incapaz de mantener la atención de un espectador frente a la televisión.
Algo está cambiando, y en tan poco tiempo... pareciera un involución, de nuevo.
Un tema tan provocador, y confuso, es una alegoría del Árbol del Conocimiento, balanza entre el Bien y del Mal, demasiado poético y complicado también, porqué no destacarlo... inconsistente, para elaborar una producto perfectamente condimentado o exquisito, válido para todos los paladares.
Enlazarlo con la extrañeza de ese paraíso, que se puede convertir en tumba para la especie, donde los primeros nacidos, tienen ciertos comienzos emocionales, no crece al ritmo del enamoramiento entre Deckard y Rachael, sino guerra entre semejantes con ideologías o credos. Lo demás, lo maléfico, puede que no lo veamos ya, jamás.
Se expresa en El Paraíso Perdido: "Ha comido, y vive, y conoce, y habla, y raciocina, y discierne, cuando aquí era irracional..." Y, el hombre que antes fuera considerado como un maestro o profeta, se acaba elevando sobre las ruinas del árbol y la semilla de la serpiente, sobrevolando nuestro horizonte como un ser de carácter invertido, un verdadero diablo, quizás.
Para desentramarlo, quizá debería Scott y su equipo, dirigirse a espacios más concentrados e independientes a todo el ruído, contar una pequeña historia filosófica, separada de la serpiente que crece como una plataforma con intereses ya, a estas alturas.
La proposición narrativa y visual, para retirarse de ese camino endogámico al poder, es dificultoso, por diferentes motivos. Lo espeso de la estructura metafísica, para congeniar con estos lobos pensantes y su búsqueda de alimentos, perdidos en una franja entre géneros, que empiezan a crecer y a abrazar el poder, convertidos en la batalla eterna... situada en la inmensidad de un espacio transversal y casi limpio, que mantenga a las siguientes generaciones de convivientes en paz.
Los extremófilos humanos, y otros que empiezan a entender su existencia, más allá de la misión programada, se esconden tras el velo de sus percepciones sinápticas del pasado, al igual que nosotros tratamos de tapar nuestra propia alienación en el mundo que conocemos. La Abuela, son los pechos de la humanidad, o no. Ya que se destapa, enseña su rostro, pero no sabemos muy bien para qué...
Si bien no es difícil ver una correlación límbica, con los senos... se me ocurren dos motivos. Aunque pudiera a ver más, según la biblia de Mr. Guzikowski.
Prisioneros... de la violencia.
Ese fue el camino a la derrota... la incitación irreversible al odio.
Provocó nuestros abusos irracionales... Ese fue el proceso de la destrucción sobre todo lo conocido y pensado, sin una semilla que plantar.
La ciencia ficción no ha parado de buscarla, ya que la memoria sobrevive en cualquier cerebro que pudiéramos poner a salvo, de otras interferencias... Pero, es complicadísimo.
Ahí, radica la verdad de esta historia de supervivientes y monstruos, que encontraron una forma de sentir, aunque no tuvieran una conexión espinal o un referente ideológico, o filosófico, o de cualquier otra forma...Raised by Wolves, se enfrenta a nuestra propia aniquilación... si bien, no volvamos a ver o sentir, pues... no es comprensible.
Ese es el árbol seco de nuestras vivencias, de nuestros pensamientos... y también, la cicatriz en nuestra carne o cerebros... es la amenaza de un replicación indefinida, sin deseos. Hasta caer en el infierno de la aridez mental, bajo el agua de un argumento de Lovecraft... Húmedo y viscoso, sin tentáculos aparentes por el momento. Salvo el cordón umbilical.
Quizás, antes de la semilla de la amistad, hallamos la del odio, que fomentó esta violencia.
¿Cómo saberlo...? Imposible, pues somos sus prisioneros eternos.
La protección estructural de la manada, debió enfrentarse con el malestar en otros tiempos, incluso a otros semejantes que plantaron esa semilla frente a la supervivencia del grupo (de eso sabia Mr. Kubrick), cuando no existía el amor apenas, ni el sexo consentido, ni la ayuda al debilitado, ni la superstición... tal vez...
La violencia es esa serpiente que se enrosca entre las piernas, para hacerte trastabillar y caer de bruces ante los extremos, frente a nuestra propia inteligencia. La que sería capaz de crear cosas increíbles, como esas mismas puertas de creación en el vientre de otros seres, a imagen y semejanza. Pero, mucho más poderosos y capaces de cambiar... ¿hasta dónde? No, no lo sabremos.
La semilla, sea cual sea, y sus características filosóficas... incluso las malas o redundantes... podría ser la plantada en otro poder distinto... que siempre llevará nuestro ADN, o una réplica mental de nosotros, que sería el siguiente paso... como la propia historia de la humanidad, o la guerra.
La próxima cosecha... Bendita tú eres, entro todas las mujeres... o no. Y bendito es el fruto de tu vientre... ellos lo llaman Sol, que es una perspectiva más efectista o luminosa... volverá a ser de supervivientes... o de seres deformados. Vamos depredadores o carroñeros...
Salvados en el fondo de un mar perturbador y vitriólico como la monstruosidad, o el poder más diabólico. La siguiente cosecha, o camada, es una incógnita que intentaría subsistir... Una cosecha navegando por el infinito, a la deriva... o no. Siempre... una nueva incógnita, a unos paso del final de algo.
El fruto del conocimiento entre el Bien y el Mal, lo hemos visto en la historia siempre... como un peligro, una bomba de relojería... obtener más poder, y una explosión nuclear que acabe con todo...
Da igual quién fue padre o la madre... el resultado es la muerte, y eso no cambia, sea por motivos naturales o por nuestra propia mano de seres... con intelecto... ¿seguro?
El paraíso tiene tres pilares, el bien, el mal y nosotros... que somos ambos.
Raised by Wolves se acaba, o volverá en otra forma, dejando incógnitas, demasiado complicadas o extravagantes, depende del observador... porque la metafísica es un rincón perdido de la memoria, del conocimiento.
Mas, la historia de Blade Runner es eterna, con apenas 40 años cumplidos. Blade Runner es la respuesta, la de Ridley y el sueño de Philip K. Dick... mi respuesta.
¿Y el unicornio...? El unicornio es... otra cosa.