El cine en general, y el
hollywoodiense en particular, se nutre de profesionales que desembarcaron de
muchos lugares diversos, con proyectos de lo más variopinto… y en las
producciones que se ven en competición hacia la carrera tenebrosa, con
nocturnidad, de los Oscar´s, tocan todos los palos desafiantes de la
actualidad. Y determinadas series, también… y más si se trata de revisiones en
el Hospital Médico de Traumas de Pittsburgh, a triajes entre Warner, el creador
Mr. Gemmill y los herederos de Michael Crichton. Empezamos bien, la jornada… en
fin.
Podemos ver extraños capitanes de
barcaza… Con el Pianista aquel, Adrian Brody se acreditó socialmente,
maltrecho, y se metamorfosea de nuevo, para The Brutalist. Polémicas de voz en
el panorama, que piden descalificación… o no… Años tras tocar históricamente
aquellas podridas teclas de la guerra, vuelve para ocuparse obras y asuntos
ficticios, que adornan el proyecto y atacan los cimientos de aquel sueño
americano. Migración forzada y sexo no consentido, es la cuestión del rechazo
en construcción contemporánea.
Hablando de mentiras, en este caso
hermosas en su envoltura, más en tiempo pocho de papas… Cónclave posee una
narrativa de superación, superior y más adictiva… Sin drogas duras… El
personaje de Ralph Fiennes, sin tinajas ni ponzoñas, asemeja a ese fraile culto
de Sean Connery en El Nombre de la Rosa. Decantándose como uno de los máximos
favoritos a mejor actor, junto a Sebastian Stan, el divino Colman y el Chalamet
de todas las salsas… O mejor folk, rock espacial.
Según algunas lenguas y la mente
propia que le resta un texto sobre Sing Sing, nos inyectamos en el sustancioso
universo de la femineidad y sus reclamaciones sociales. Metióse entre pecho y
espalda, un concentrado de Demi Moore a la desesperada, que la explota sin
contar esa casquería final… veremos si acaba estallando en gozo. Y no por la
edad…
La xenofobia es guía, descontando a xenomorfos
que se rigen por otros tipos de contagio… y es la epidemia extendida hasta los 60
en USA. Los siglos la mutaron de trabajos forzados en esclavitud, a una etapa
en que los derechos comenzaron a forjarse con Mr. Lincoln y demás. Hasta la
sorpresa de un libro, que grita en silencio mortuorio hoy, la represión de los
Nickel Boys. No sólo por una historia negra y criminalmente escondida, sino por
su vitalidad visual, el descontrol rítmico… que te viene a recordar en algunos
ejes, la vertical de las escenas de otra tapada, como Anora. La bella y la bestia,
invisible… con rosa infantilizada.
Así mismo, arroya el destape
protagónico, - en los otros no voy a meterme, lágrima fácil, gritos histéricos,
y superficialidad en la historia semejante al de una prostituta, que enamorara,
eh… a un millonetis -. Pero en ambos filmes, contemplamos la brillantez
escénica y diversidad de planos, enfocados o no, hacia mundos sórdidos
diferentes, donde el espectador puede preguntarse – mi cabeza lo hizo -, el
porqué de esos planos y su resolución, y que tras el ruido, acabas
comprendiendo en su conjunto para el caso de la violencia racial. En el otro,
un mar de dudas, estereotipos y fluidos… Tras un terraplén de sexo y
videojuegos.
Especialmente volcados ante Ella, la
mamá-abuela, que pudiera haber sido la ganadora por naturalidad, en la alegría
y el dolor… aunque lo será seguramente, Felicity o la Rosselini, por encima del
cadáver de Wiked, el engendro xDio. Menos mal que, nos queda la seguridad
social… ¡Hale, entubación y a seguir aspirando!
Érase una vez… urgencias.
Con las demandas sociales hemos
topado, con los topos también que van escarbando buscando la luz… ¿Verdad
cinéfilos de solera y principiantes…? Nos vamos conociendo, ya que aquí ocurre
de todo, y aunque es muy parecido a la realidad, va ultraconcentrado, de tal
manera y modo, que todas las polémicas se presentan entre las blancas paredes
de este hospital de emergencias clínicas. Más que una oleada, es un tsunami,
del que es imposible salir indemne…
Cualquier individuo se ha visto
paralelamente en algún caso, o semejante, y más después de las miles de muertes
acaecidas durante la pandemia. Hijos de fruta, hermano… así hoy vemos el
triunfo de la corrupción y ciertos lobbys, sea por el poder, la superioridad
moral o la pasta gansa. Que también se demanda, esta última, en caso de los
técnicos, entre aliens, nosferatus y ratones del desierto…
Aún nos queda, una etapa oscura del
pasado, al lado del director y guionista, Jesse Eisemberg y Kieran Culkin, que
se vaticina como ganador, sin humos… o mejor dicho, sí…. Pues representan la
causa judía en un periodo, en el que vuelven las quemazones del pasado y los
hechos dramáticos del genocidio a través del Holocausto. Ahora, a vueltas con
persecución ideológica que todavía perdura. Como los rastros de sangre
familiar, los pensamientos de dictador asesino y la gente que lo siguió… hasta
el suicidio colectivo.
Da igual que sea ideología de derecha
o izquierda, el genocidio no conoce de egolatrías coloristas… y todavía quedan
algunos en el tintero, musicales o animosos, si bien la saturación no es buena.
Si no ganas tiempo, priorizando que es gerundio, complejo y parcial… ¡He dicho…
como un Brad Pitt en el turno!
De Thelma… al terminal.
7 vidas tiene un gato, pero un humano
no, al menos sin un alienígena en la barriga… En los casos más o menos
urgentes, rebuscando en las estructuras sociales y el problema irresoluble de
sustancias malditas en expansión, lo más importante se dice, es la atención. Y
más si se marca con tinta roja, en un libro de excel, que hay que presentar al
juicio…
Esa mecha prendió rápidamente por
Estados Unidos y, Pittsburgh no es más que una condenada ciudad más, dentro del
infierno de droga dura. Hay claros en los muchos oscuros… del panorama en las
calles. A ver, El Brutalist, los chicos de la esencia del gusano, de la droga
por redes y tecnología, el dinero pagado por fluidos, sangre para vampiros,
tentación de IA en escritura y arte, en Anora hay vicios por todos lados…
quizá, el menor sea el de la música rock y, sin embargo… existen numerosos
caídos, hasta en los 27… ¡no hay más vidas de gato!
Un solo premio animoso, espiritual,
capitán glorioso, sangro de gato que fluye hasta el alma… Si los gastos sanitarios,
que todos disfrutamos con nuestros impuestos aquí, hasta allá, sirven para
cerrar las heridas, o para desangrarse en desgarradores infortunios actuales,
es la cuestión. Y todo cuesta, cada vez, un huevo más… alguien se lo estará
llevando crudo, o ya se lo gastó en fiestas variadas, máscaras y vacunas
invariadas...
Por supuesto, temas controvertidos que
están amontonados en las camas, rebuscados para fomentar esa variedad del
wokismo en producción… y condensados por horas laborales, que pueden llegar a
dejarte un poco exhausto, como a los profesionales de la medicina pública. Sin
embargo están, tan bien presentados y documentados, que pueden significar un
salto cualitativo, sobre series de médicos que a todos se nos vienen a la
mente… o el corazón, y yo no recuerdo – salvo una próxima y excelente, como los
dardos mortales de Dopesick, sin Beetlejuice por favor... O no es cierto, enfermeras
y doctores, médicas genéricas… que os atraen y enamoran, en un abrir y cerrar
de párpados… ¿eh ´impacientas`…? E impacientes pacientes o as… Ejem.
Es lógico que, la serie The Pitt con
gestión de Mr. Brad en recámara, - no mortuoria -, se lustre de cierto tono femenino,
que no completamente ´feminista`, aunque va de sí; pero si representa loa
evidencia de una sociedad moderna, que pide soluciones… Cuando algunas se
arreglarían, con cadenas perpetuas, como diría mi amigo Mr. Clint Eastwood en
Jurado Nº2, cuando no, una buena inyección en vena… Pues, lo de siempre en esta
historia, larga como la humanidad y el poder del más fuerte, es esa depravada
actitud de hombres violento, física o emocionalmente, que como las adicciones,
desatan la violencia. Y en los casos laborales, los trabajos más peligrosos o
riesgosos.
La salud les importa un ´güevo`, en
el caso de Ellas, una regla… y en cambio, y la sociedad globalizada está por la
labor de enfrentar los miedos, de Nosferatus contagiosos, la incomprensión y el
racismo, que componen el universo mediático o profesional… Semejanza a este hospital,
tal que bosque con sus diferencias animalescas, sus demagogias y tendencias
depredadoras... Realmente, al final siempre existe una luz… ¿tras la tormenta?
Pájaro, o hay gato encerrado…
Triaje… de mente.
Thelma y Louise, desafiaron las
reglas… lanzándose al foso de una radicalización, con ambulancia sin luces, ni
cruces en su vestimenta, sólo cargadas con pólvora… y en esas estamos, que esto
no se cura, a base de tiritas… Era ante un cónclave, reivindicativo, que se
lleva por dentro… sea de una forma o de otra, debiéndose respetar todo
pensamiento legal, y cualquier forma de pena... exonerada por juez.
Y en el lado humano, si serán
debidamente cubiertos, gastados, o serán meritoriamente tratados, es la cuestión,
como casi todo lo que depende de la pasta gansa… Pues la sicología no es lo
mío, frente a ofrendas mediáticas con bailes y demás reclamaciones cantosas
políticamente. Que, esa es otra cuestión, y se entrevé sobre los hálitos
finales de las familias enfilando la última vida – no de gatos -; o ciertas
perspectivas pretéritas que se incitan sobre divanes y camas, cuando la mayoría
requieren de derivaciones psiquiátricas, u otras... Esas que sí necesitan
tratamiento, o… cárcel para el alma.
De materias incontroladas o
manipuladas, según la máscara, se distinguen males tópicos y derramas, hacia
bolsillos de particulares o interesados que no podemos desviar
de ese foco principal y necesario. Y eso que en Pittsburgh y otros sitios, no
estamos en guerra… aunque la sentimos de nuevo… bastante cercana en medio de
este bosque de cemento, u otro semejante... por eso, se alían… las cabezas…
El miedo es libre también, así The
Pitt necesita de cabeza amueblada, que organice el caos y el todo, aparentemente…
Que dome hordas de maleducados, idiotas, desviados, retorcidos, dementes… y se
desviva por los heridos reales. Arriba o abajo, como la serie… a quiénes
necesitan de prioridad… no de derivación o el triaje, del triage napoleónico… sino
de la humanidad por el no muerto. El otro está bien, viéndose desde otro lado,
o ninguno. Oscuro como el señor ese de los colmillos… ¡y qué curioso! No está
Mr. Dafoe ni el Herético, ni el Conde de Montecristo, o animosos Vigilantes, ni
atropellos por el camino… dorado.
En Oz es responsable de cada uno.
Pues, en determinadas circunstancias de la vida, todo convertimos en dudoso,
insatisfactorio, agresivo, humillante… terrible. Cuando el adiós es lo más
común - bye premiooo…- a lo que nos encaminamos… y lo será. Ya que la ciencia,
no halla solución, como no remedia los cambios, hormonales o climáticos… ni
termina con los ataques víricos, o en internet… Demasiado Flow, o gato
encerrado, por acá, por allá... en cualquier sitio, en todo tiempo. A jornada
completa, de quince horas… aún resta una segunda ronda.
¡Silencio! Se cura… al otro lado, con
o sin el abogado del Aprendiz, - que merecería un premio aparte -, queda la
gestión, con los números de las obras hemos topado y, ahí siempre se miente, de
un lado para otro; se presentan motivaciones, se ocultan las estrategias, se
enmascara la verdad, se sesga la capacidad, o se resienten ante la presión, se
lanzan cuchillos al pie, o espaldas… se descentra emocional, arterial… mente. Y
se prescinde, digamos, de una coordinación por un número, una ideología, una
cama más…
Metafóricamente hablando como el general
de unas tropas salvajes, y la ayuda de cerebros artificiales, lejanos hermanos
de sangre, en los cerebros ´cableados`, en batallas diarias, perdidos como náufragos,
y bajo los extremos, botas de guerra, últimos estertores, sangre envenenada,
ahogamientos… en busca del elegido, en cónclave, y la hermandad de la salud,
santificada, por la metodología y la ciencia… ¿Existirá el más allá, gato…?
Y zarandeados por el maldito triaje… unos
abandonan esta orilla, hacia el espacio como un periodista melenudo. Y en la
Tierra, condicionados por políticos realmente,
llevado a un suicidio colectivo… ¡quilosá!
Lo sustancial…
Al menos, en esta entretenidísima
serie, queda un resquicio para la esperanza, reciclaje, de géneros… y el humor.
Caustico como el fluido vital de un alíen… recalentado como el corazón de un
robot.
Los espectadores no se convierten en,
sino que somos los pacientes y visitantes, dolientes o abandonados, destruidos…
incluida la razón. Y los sexos, que brillan por la falta de inteligencia,
natural o artificial, como las voces del arquitecto…
En busca… de remedio, La sustancia,
que elimina el dolor o ese padecimiento focalizado en el tiempo, emponzoñamiento
de la sangre o dolor extendido por todo el cuerpo. Hasta que el mal crece,
irreversible como la ideología, sintiendo que nos dividimos en dos… uno de lado
más conservador, y otro atrevido con nuevas terapias… a palos… garrotazos en
otros lares… Incluso, observamos lo insustancial a través del espejo social…
que quiere evadir la muerte, con una foto...
Cuando lo vivido es lo que dejamos
atrás… amigos e imborrables recuerdos, injusticias de segunda clase o errores, y
seres queridos, miembros… de la familia. O no… ¡maletas!, que pesan como un
viaje a lo irracional de la humanidad. Acuchilladas, bombardeadas, invisibles,
ya.
Es la intransigencia o la violencia,
de cualquier tipo, que en The Pitt se halla en los pasillos, y atiende a todos
los paneles electrónicos, de lo reclamable ahora, concentrado en una inyección
directa a los cerebros, alienados o no. En ese aspecto es inteligente, perfecta
estructura, sin perder ápice de interés, y el enjuiciamiento personal, tras
cada píldora administrada, por vía intravenosa… A veces, de manera vampírica. Donde
los estereotipos, que haberlos haylos en ambos equipos, condes y mordisqueados…
deberían estar sanados o extirpados hace tiempo...
Y esto que podría ser fácil de abatir
con buenas administraciones, o un gato lanzado al estrellato – no sé si como un
caracol, de otra especie -, se choca frontalmente con economato de prevaricación,
que existir, exístela… pues en necesidad, todos saquean los tesoros. La
representación artística comprende todo esto… y lo retrata salvajemente, sin
tapujos… a veces, sirve de vomitivo ante los casos más sangrantes, corte fino
de escarpelo, balanza de las necesidades y las demandas sociales.
Se carga como jeringa que apunta a tu
corazón, al de todos… O va directa a la espina dorsal, sobre la sombra de un machismo,
que no es lo mismo que una violación enfermiza o la crueldad… del asesino.
Donde una de las mayores causas, es la adicción polémica, que enloquece o
deteriora, hasta hacerlos parecer más salvajes aún… normalmente hombres.
El cine es como una ventana abierta que
ventila los secretos, de ministerios y sus datos ocultos… Viaje de primos
lejanos, que se sienten desbordados por la existencia sesgada, el horror y la
emoción. Un bofetón a la sinrazón y el odio, que debería observarse desde
diferentes planos y pensamientos libres… un baile desnudo con la conciencia
propia, no ideada en una calculadora… y el siguiente paso a dar, compartir…
sería no perder la oportunidad. La vida, que sigue siendo lo más valioso,
impredecible… y doloroso. Un momento de humanidad, es una lágrima que se seca,
con un último aliento.
En el otro lado, esencialmente
entretenimiento, también cura la serie de Warner, y no, como las tres horas y
media, de otras… ni las canciones, que te vacían el alma… ni memorias
artificiales que siente, por ahora… Y la culpa será compartida, entre todos, ellos
y nos… antes de que las lágrimas se confundan con otros humores… fluidos
invisibles en un desierto alimentado por las Dunas, y del fentanilo, los posibles
males que nos entran por la puerta trasera y extirpan el sentido común… en una
construcción irrealmente, verdadera. Espejismos, que no son.
Al otro lado, del Flow de la vida y
muerte, 7 vidas románticas de los gatos, o la única de perro abandonado… Frente
a desprecios o abusos…, el Desfile de sombras y jugadores empedernidos, malpagados,
viciosos, de la Sucesión a la postrera Separación, con sustancias en la mente,
perdidos… desahuciados. Los vigilantes, novatos o experimentados, escépticos,
luchadores, por la salud y honestidad, si bien, algo maquiavélico, malhablado,
injurioso, maltrecho, decepcionado con esta realidad, indómito/temerario, esclavizado,
solitario, manchado, desprevenido, vejado o sentenciado… uno más, como un hermano,
hermana de sangre. De los otros…
Guerrero al fin y al cabo, jefe de
urgencias… Aunque, algo deprimido de visiones pretéritas que fueron reales, como
la vida misma, enajenada o… ese suicidio del Ser. ¿La Leyenda de un Indomable…?
¿Has visto a Mr. Hatosy, el de Animal Kingdom…? Tal vez, sólo 1 de 8… Vamos
rodando como una piedra… Que, de otros temas, canciones y actores, ya contaré…
O no… Depende si queda, alguna cama libre… muro que salvar. Nino, ni nooo,
education…
Que, esto, parece la casa de Bernarda
Alba… coño, de la Bernarda. Jefe Noah Wyle… ¿estuvo usted con Donnie Darko…? Chí. Esquizofrenia,
another brick in the wall… aca-báramosss.
¿Has dicho
Wolf…? Noo, Gato.