Todo comenzó subrepticiamente el 23
de Octubre de 2077. Explosivo pero oculto, como una espiral de caos y
destrucción, pasada por bits reservados. Sin embargo en nuestra línea de tiempo, digitalizada con botones
de on/off, empezaría mucho antes con esta serie de juegos post-apocalípticos.
En ellos, una sociedad norteamericana
esencialmente, separada por momentos, de Canadá y México, en el punto de mira
de la extranjería cotidiana, se separaría de facciones en constante lucha… ¡claro!
La Guerra Nunca Cambia… pregonaban en
los altavoces mediáticos, y no tanto… Y por agente contaminante, también el resto
del mundo civilizado, o no… Se constituiría una formación árida, con estas
banderas cuadriculadas, llenas de estrelladas barras, tras la caída de las
bombas… Más eso, es otra cuestión… Ahora vamos con, Ella Purnell.
Ella, joven de Miss Peregrine y en
deprimente suceso de Kick-Ass 2, o como aparición en una de las primeras
liquidaciones de Yellowjackets; se puso a construir juegos divididos en
ejércitos de muerte, como de posesos, como voz de Arcane y al fin, moradora del
refugio 33. Por consiguiente, se convertiría en hija de nuestro querido Kyle
MacLachlan, que… ¡qué os voy a contar a los aficionados a la ciencia ficción y
al maestro David Lynch… todo un referente del cine y la tele! Y ella, una gracia de la
supervivencia, que ha puesto a la fémina de protagonista, nómada.
Así, dentro del mundo alternativo y
mutante, de un Fallout en serie de nueva creación, entre Vault-Tec, aquel
primer rol de Bethesda Softworks (anteriormente denominada Black Isle Studios
con el maestro creador Todd Howard), la unión de Lisa Joy y Jonathan Nolan (que
se adiestraron en mundos paralelos en Westworld), y la productora de la actual
serie Amazon Studios que sería visionada en Prime Video, se conduce una
anomalía genética televisiva.
Hasta aquí, 200 años después, todo es
coser y jugar… Ella, lleva el traje de diseño azulado con ribete amarillo en el
pecho, que llama la atención lógicamente… Walton Goggins tiene el olfato suficiente
para continuar su obra tarantiniana del error de Djiango y la excelencia de The
Haterful Eight, como negro cuervo de la Venganza, en ciudad de los 10000
cadáveres, muy vivos… Y el más nuevo Aaron Morton es el trípode metálico, que
se transforma en sobrino de Teminator II con humor, Caballero de la mesa
cuadrada de acero, con parecido corazón, tránsfuga… y perspectiva de
crecimiento en Hermandad. También con una relación de moda, dentro del mundo
hollywoodiense de hoy – Chica con chico de color, normalmente…-, posiblemente
gracias a la influencia de su creadora Geneva Robertson-Dworet, responsable de
Capitana Marvel y aquella última Tomb Raider de tan mal recuerdo…
De The Acolyte, no te hablo, para qué…
igual te despiertas un día con pesadillas, preguntándote… ¿hasta qué basurero
espacial ha ido a parar una parte del mundo galáctico de Star Wars… con la llamada
wokelización de Disney pus? Hasta he llegado a leer, no sé qué de
interseccional, mecachis, empieza a ser pringoso… Por mis partes, me quedaré siempre con el espacio solitarios de El Mandaloriano y su Grogu, de mis pensamientos... que no panfletos. Verdad, Leslye Headland, ex de Miramax y asistente de
Harvey Weinstein, y creadora de varios capítulos de la notable Muñeca Rusa… y
que parece dirigirá, la versión cinematográfica de la novela Los siete maridos
de Evelyn Hugo.
Pues mira qué bien... un mix converso
y camuflado, entre vidas de Rita Hayworth, Elizabeth Taylor y Ava Gadner. A ver
qué nos desvela…
Refugios… como el parchís.
No, además de espacios reservados de
un juego en facciones de colores… Son esos cubículos especialmente preparados
para sobrevivir una larga temporada, en un nicho potenciado, bajo tierra.
Como si de muertos vivientes, en el
silencio subterráneo, nos alimentamos y damos vueltas... Mientras en la
superficie, con la más extensa radioactividad, interferencias de otras épocas y
a lo Mad Max. Este efecto nocivo, campa a sus anchas, junto a los monstruos,
que devienen de las terribles consecuencias que, aún estamos por descifrar… y no
desvelar para los no iniciados… aquí.
Refugios con numeritos, esparcidos
por lustros, que preservan la vida de los llamados, moradores, y definidos por
diferentes formas de gestión social, política y alimentaria. Salvo, si es que
lo estarás… que se diferencian de las inclemencias sufridas por los
superficiales del exterior, y algún secretillo interno.
Sean producidas consecuentemente, o
provocadas… por vaya ud. a saber qué, tipo de mentalidad… todo se mezcla con
F/X de odisea metafísica, cierto diseño steampunk, con un música sugerente de
compositor Ramin Djawadi. Creador por ejemplo, de bandas sonoras como ElProblema de los 3 Cuerpos y excelentísima La Casa del Dragón, chimpón.
Por ende, en los ratos libres, qué
deben ser muchos… todos forman una especie de facción dentro de una batalla
compleja, con estrategias de tableros, que dura ya varios siglos, y un arcade
que debería crecer más todavía, en un futuro cercano. Esto viene sucediendo,
desde que al término de la Segunda Guerra Mundial y las catastróficas
consecuencias en Japón, se separaron los tiempos en diferentes líneas. Como las
guerras civiles que te suenan…
La nuestra real, la suya, la de los Ghouls y los SuperMutantes
en western de nuevo orden. Capitaneados por estos personajes, en los que
destaca el Necrófago inmortal, un cowboy del desierto de Mojave o Yermo sin
colonos, en la Nueva California de 2198. Y un padre, que no se reencuentra
pacíficamente con su retoña… oño… por quítame allá, esa cabeza loca. Y tenemos
junto al Quijote racial, hasta un Sancho, con juanetes chungos…
Flipada llena de aventuras, bandidos,
traficantes de órganos, robots en descomposición, mutarachas, anuncios con macguffins
sorprendentemente chisposos y moleculares, testas borradoras recordando a otras
inyectadas – ya me extenderé -, monstruos del lago, monedas de chapas para pagos
licenciosos, servoarmaduras T60 (si no es una referencia, pues vale…), Pip
gigantescos como móviles antiguos, y Vault Boys en cartelería casi retro, un
poco de Maximus Prime, Grognak el Bárbaro y…. una canción de Johnny Cash.
Y sin embargo, aunque todo nos suene,
incluso a los que no hayan demostrado su jugabilidad a los mandos… Todo es
diferente… excepto la guerra que se aproximaría de nuevo… que es la misma,
civil. Porque los refugios, no son exactamente iguales, ni la animatrónica
robótica o monstruosa, de momento del III y IV se muestra aun, ni los sucesos
inventados para esta generación de sufridores, tienen que ver con el agua, ni
el nuevo Maestro en fémina, ni California o futuros sucesos que se preparan con
vistas al Fallout 2. Dejarán indiferentes… espero.
El Yermo…
Y es que esos hogares, nidos de
corrupción, sectas y víboras, deberían estar preparados para medir la capacidad
de la supervivencia humana, y no lo contrario. Con seres bajo diferentes
condiciones de presión, con falta de agua o energía, conviviendo con amigos de
toda la vida, tan extraños, que acabas desfamiliarizado… y sabiendo que los altos
niveles de contaminación allá arriba, son una nueva forma de sobrevivir también,
más natural… ejem. Donde la carne es la nueva carne, y los perros comen carne…
Cooper eres un perro… vagabundo.
Lo que ocurre, ciertamente, es que en el interior de estos refugios herméticamente sellados, tipos de sarcófagos, hay un paso temporal entre vida y muerte, o la resurrección en otra forma. Y teniendo en cuenta la capacidad de su aforo, es posible que existan bajas, ¡ve tú a saber por qué motivo, eh! (sin destripar por ahora… o descabezar), pues no vamos a corromper el trabajo de guionistas de Fringe, Melrose Place, Lost, The Walking Dead, SnowPiercer, The Boys, Mrs. Davis, American Gods, Westworld y of course, Shôgun. Esta serie de series, es para qué pinchéis y leáis lo que escribí sobre ellas… Vale.
El Erial contaminado escrito Yermo, o
Los Baldíos en otra era, son los rescoldos calcinados, nunca mejor dicho (que
lo veremos…), tras la guerra entre los USA y China, por el Labrador, que
dividió el mundo conocido occidental en Commonwealth´s, como buenos y jodíos
sajones… hasta esta representación, 10 años después de Fallout IV, de la actual
situación mundial… ejem2… con esas facciones peleando hasta la destrucción, por
ver quién mueve los mandos, y los corregirá… o moldeará a su manera.
¡Volveré!, que diría el otro. I
promise you… De momento, evidentemente, recomiendo pasear por estas arenas
contaminadas… escudriñar, y ya veremos. Que nos depara Cooper, Titus, Kyle y…
Ella.
Referencias y… otras pelis.
En primer lugar las sagas
replicantes, es evidente, con Westworld de referente en la mochila, en
convergencia de Terminators con los Caballeros del Zodiaco o los Halos de
Arturo, the King legendario de un Camelot destronado… y por supuesto, todo el
mundo creado por George A. Romero, deambula por ahí por otro mundo a lo Last of
Us, o al Silo esperado en segundas, para los restos, como otro ejército en
consonancia con los muertos pandémicos de nuestra realidad. Mas, con mutaciones
más evidentes, que un pulmón de mármol, eso sí.
De momento, cómo no he visionado
ninguna película del género de zombies, últimamente me las ahorro, me voy a
centrar en otras incorporaciones terroríficas, por ejemplo V/H/S Beyond, que
coexisten parecidos… donde reina el descontrol en mundo paralelos, por los
cielos, los campos, las profundidades de la mente humana, o las edificios con comilonas a lo Rec. Residen cánidos también, con
mala leche, en un capítulo muy especial para cuidadores… en cambio, en sentido
contrario al protagonista de la notable Dogman, dirigida por Luc Besson con
magnífico estilismo artístico, atmosférico y narrativo, y la excelencia
interpretativa de Caleb Landry Jones, como bandera redonda.
Todo se supedita a la carne, claro. Y
a veces, con una especie de mueca al espectador, como aquella Smile que dio
bien de comer, y que ahora se ha descompuesto bastante en nuestra cara, tras
segunda versión con una, La Voz, que ya cansa como ocurriera con una parte del penúltimo
trabajo de M. Night Shyamalan titulado Trap. Si bien al final tiene su cosa…
interrumpida, como la mala leche de la segunda entrega de Winnie the Pooh, de
carencias evidentes, o la transgresión literaria que no redondea, Alice in Terrorland.
Esto nos dirige a la nada, espesamiento
psicológico por querer abarcar demasiada pesadilla…
Y esto me recuerda, a obras ambiciosas y megalomaníacas - desgraciadamente a estas alturas de la construcción cinematográfica de
una carrera- a Megalópolis del amado Francis Ford Coppola. Pues se desborda
desde los cimientos a la cúspide, al escoger a un reparto variopinto (no sé, si
muchos creyeron en el proyecto…), en el que no termina nadie destacando por su
actuación. Un guión republicano de corrupción monumental en ciudades, de bandos constructores en busca del elemento milagroso,
basado en una Nueva Roma de Gotham en la que no existen ni caballeros oscuros,
ni clowns, ni gladiadores o césares siquiera en sombras, solamente esclavos… Tal vez,
algún Craso borroso. Por tanto ficción que acaba desarrollando una paranoia, o pequeña, gran catástrofe narrativa y visual, por sus aspiraciones y consideraciones
políticas y estilísiticas del romance. Y un posible borrado de la memoria, en el tiempo. Qué siempre está
ahí… como un corazón perdido en tinieblas. Qué se lo digan a Joseph Conrad,
Charlie Sheen o Marlon Brando… y a los mancillados del Congo belga.
Y cómo no… remontamos… Terminaría
diciendo que Venom, mejor no dieras ese último baile… otra decepción esperada
de la Marvel-Disney, que va encadenando... Para eso no meterse en ese Cellar
Door del subsuelo, qué mira que te dicen que no veas, y hala… vas y miras, y te
la vuelves a pegar, porque el sótano está oscuro y hace mucho frío… para un
baile auxiliar en pareja.
Algo similar le pasa a Don´t Move,
producida por Sam Raimi, que es exageradamente rebuscada en la acción o el
suspense, acabando en el fondo de un barranco genérico. Pero, al menos hay un
héroe en redención, como en el Kraven the Hunter. Que vuelve de la muerte, para
vengarse… y eso siempre mola, un huevo de león, o Mufasa… que no Muface, no
confundir los ambientes leoninos, eh.
Sin embargo, aunque tiene momentos, en
la cinta mexicana No Voltees, no me acabo de creer lo que ocurre, ni obsesión
de madre, ni fantasma del padre, ni venganzas del averno… Parece otro ataque
desaforado a la familia actual y el malvado supuesto americano, de la violencia
genérica y patriarcal, en forma militarizada. ¡Híjole!
Y aquí me detengo… por el momento, no
vaya a ser que nos llevemos (o me halle), con sorpresa en forma de sonrisa de
Hugh Grant, en versión oompa-loompa´s y acompañando a Bob Dylan con atracón
vocal de chocolates por Navidad, mi Burrito saba… joer, joer, joer…
O, a Demi Moore haciendo un cambio radical,
televisivo directo, en plena sustancia a sus medidas, interpretativas, tan
dubitativas en otras etapas, y ese normal calzador que es, el sorprendente paso
del tiempo… xDio. Mis reconocimientos, para ambos lumpas.
Y ahora, pensamos… Óscares incluidos ¡en
el terror! Qué esto, no es el mundo de Wonka, ni una Séptima Profecía… ¿eh?
Como diría aquel otro Agente Cooper, bipolar… tengo que dejar el café, craso error… ¡qué no,
ni de coña!