¿Profeta o Mesías?.
El film francés Un Profeta, ganadora del Festival de Cannes en 2009.
Nueve premios César. Nominada a los Globos de Oro y premio Oscar.
Definición de Profeta:
1) Se dice de la persona que contacta o tiene experiencia personal con Dios. Pudiendo ser un intermediario divino, comunicador de revelaciones en su nombre. También intercede por el pueblo ante Dios.
2) Persona capaz de predecir acontecimientos futuros (del griego profétes que significa mensajero o portavoz de otro. En Grecia, los profetas estaban abscritos a los templos, especialmente a los oraculares, y se encargaban de la interpretación de los vaticinios divinos.
(Para los judíos eran todos desde Moisés hasta David, mientras que en el cristianismo el primero sería Juan El Bautista y Jesús de Nazareth como profeta mayor. En el islamismo no sería tan relevante su papel religioso).
Vista esta definición, no encuentro fácil establecer una relación entre religiosidad y el título del film francés "An Prophete" del director Jacques Audiard. Si bien, el protagonista (de características islámicas) emprende una especie de visiones sin significado religioso. La relación, por tanto, no existiría entre el misticismo, y un delincuente habitual que puede llegar al asesinato.
El guión de la película tiene momentos de calidad, pues comienza de manera fulgurante. Sin dar un instante de tregua al espectador.
Interesante trabajo del protagonista novel que consigue acaparar toda la atención.
Sin embargo, la duración es un lastre difícil de lidiar. Para mí se produjeron momentos letárgicos hacia la mitad de la cinta.
Ya veremos, si otro día me veo con-movido de diferente forma con la película.
Creo que falla, cuando Jacques Audiard (director de la interesantísima cinta De latír mi corazón se ha parado) se aleja del convencionalismo de los films carcelarios habituales en Hollywood, para adentrarse por un estilo personal que no cubre las espectativas iniciales. A mi juicio.
Volviendo al tema místico de este post... Es cierto que el protagonista consigue algunos acólitos y llamará la atención sobre los capos de la mafia corsa (interpretado por un fantástico Niels Arestrup), mas no alcanza su liderazgo a través de la dialéctica, sino que observamos los movimientos de un sagaz oportunista y delincuente sanguinario.
Esta comparación humorística ha quedado algo obsoleta, a la vista de los cambios acontecidos en este año 2012. Pero, hasta nueva orden siguen intactos. Gracias.
Así, en la actualidad encontramos a los profetas modernos dentro del mundo futbolístico o político.
Ellos podrían ser los entrenadores (y quizás algunos deportistas) mediáticos con legiones de seguidores, para los que no importan sus acciones ni sus razones personales para dirigir a las masas.
Una simple palabra de sus labios, es suficiente para activar miles de cerebros. Guardiola o Mourinho son claras figuras.
Si Mou dice: "qué no está a gusto en un equipo... qué le paga... (no como a infinidad de parados, que buscan como alimentar a sus familias). Pues, yo le diría entonces que se vaya. Sí después, del cariño que ha recibido por los aficionados no es suficiente. Este "profeta", falla.
En cambio, Guardiola como Jesucristo, parece traicionado por su mano derecha. Paralelismos que parecen dibujados a conciencia.
En consecuencia el papel del joven Tahar Rahim, se acercaría más a la de Mesías o Messi. En lugar del profeta, Mou o Guardiola.
El primero posee esa especie de aureola divina, con un magnetismo entre los congéneres de sus características (mundo de los rateros y asesinos, en un paralelismo con el mundo del balón).
Da lo mismo, si su comportamiento a veces no es correcto. Tiene el poder de arrastrar a la masas con sus pies. "Algo" especial innato, que le protege.
Sin embargo, los Profetas. Da lo mismo, que se llamen "guardiolas o mouriños"... Parecen estar por encima del bien y del mal. Por que tienen la facultad de la oratoria y convencer a sus seguidores con la palabra. Aunque luego les acompañen los exitos deportivos.
Son portadores de esa especie de magia celestial. Con la misión de buscar nuevos co-religionarios por otras tierras.
Y es que el éxito es un duro contricante... Una ascensión más complicada que el Monte Calvario. A veces.
Yo creo que un parado, ya se conformaría con un poco de su "problema".
Al final, todo. El cine y el fútbol se convierten en dinero.
¡Qué desgracia más grande!. Aún así, Un Profeta es una película que no defrauda.
*** Interesante ***
El nuevo film de Jacques Audiard, Rust and Bone (Título francés: De rouille et d'os). Reparto: Marion Cotillard, Matthias Schoenaerts, Céline Sallette y Bouli Lanners.