Cinecomio busca

EnglishAlemánFrancésEspañolItalianoNetherlandsRusoPortuguésChino SimplificadoJaponés
CoreanoÁrabe

miércoles, 18 de junio de 2025

The Pitt. From 15 to… Tomorrow.

 


En el orden cronológico dentro de la historia literaria, se desarrolla paulatinamente, o impuesto por uso diario, un alfabeto que servirá para contar cosas entre los ciudadanos… Así, en la Medicina se establecieron periodos de investigación y de avances científicos, que mediante el estudio minucioso del cuerpo humano – nuestro pergamino… con disección de cadáveres comprados o robados -, se llega a discernir la vía. Lo que éste, nos habla de sus mecanismos ocultos.

Aún restan muchas letras por descifrar y métodos para contrarrestar las inclemencias externa, o estragos del tiempo. De tal forma que las debilidades propias o enfermedades, queden neutralizadas o inclusive,  corregidas para siempre. Aunque pareciera que nos vamos acercando al completo conocimiento del organismo, gracias a la genética y las intervenciones cuánticas, toda amenaza se renueva o muta… Y algunos problemas podrán ser los mismos con diversos agentes patológicos, que trastocan el ADN y se vuelven más dañinos con la edad. Ese es el reto…

Conocemos más, tenemos más pruebas para analizarlos, más mentes administrando posibles remedios… más medios económicos… y aunque sus efectos, se incrementen debido a nuestros comportamientos defectuosos, accidentamente, o no tanto… todo es una estrategia, de prueba y consecuencia. Pues bien, ese ramillete de males, uniformemente se ven representados dentro de The Pitt.

La serie de Warner Tv que, con su calidad técnica y narrativa - cuasi documental en muchos aspectos -, se ha convertido en referente de cierta urgencia en los hospitales, reales. Con sus aciertos interpretativos – desde el primer rostro hasta el último, que limpia… los restos -,  marcan el límite del aguante profesional y mental, la responsabilidad o no, de los personajes. Pacientes y profesionales… Y los rasgos traumáticos, dependiendo de sus personalidades o comportamientos adictivos… Casos atendidos en una especie de batalla personal en turno de mañana, y desgaste hasta la noche bien entrada, es decir, 24 horas a pie de trasfusión. O más allá… ¡si es que existe!

De momento, esto es la realidad… en carne viva. De una batalla constante, más o menos… y lacerante.

Del mediodía a… más sangre.

Decíamos en el episodio pasado – aquí en mi turno dividido, mañana y tarde… noche -, que la realidad en carne viva, puede ser una experiencia lacerante… a veces gratificante… pues revivimos las sacudidas del despertar con los estertores de lo imposible, que no improbable… Cuando todo va a desembocar en una auténtica masacre. Sabiendo que la sangra a algunos, les confunde… Acercándose peligrosamente, al desvarío total de la noche, o del apagón definitivo. Ahora se sienten los restos de una carnicería injusta, maquiavélica, sin lágrimas en el suelo. Es como un Desembarco en el día D, pero al contrario…

Con esta, mi segunda división del programa… Observo un verdadero Mash, satírico… sin Labios Ardientes ni Radar… pero igual de sangriento que, en aquella notable película que influyó en toda un generación, y se la llevó al bolsillo de la bata, con una indiscutible serie.  Repleta de obscenidades y sarcasmos, con el tratamiento de la viva voz por medio de los altavoces… todo un descubrimiento cómico. Pero también destaca por buenos gestos, la resistencia y la amistad. Y es fundamental toque humorístico gracias a la disposición del gran Robert Altman, y un reparto inolvidable que acerca realidad y responsabilidad, en términos de la batalla diaria… cuando no puedes hacer otra cosa que, lo que sabes.

Mr. Tom Skerritt, fue y es “Duke”, superviviente noble del Alien de Ridley Scott – junto a Sigourney Weaver y la ensangrentada Veronica Cartwright, sobre aquella mesa de operación forzada…  y especialmente, con Robert Duvall, Elliot Gould y Mr. Donald Shuterland, al que se echa de menos, como auténtico Ojo de Halcón del bisturí bajo aquella Korea indescifrable, esquiva y caricaturesca, inolvidable. Y que posteriormente serían sustituidos, por vacación golfera, en serie mítica para una generación,  por Labios o Morritos Ardientes, Calientes, Loretta Swit y el descubrimiento definitivo de un Alan Alda a corazón abierto.

Y es que el líquido vital es esencial, lo dice en su banda sonora definitiva y en una escena que sería censurada… aún se nota en el doblaje… que condiciona el manejo de las situaciones y las prácticas a oscuras. Si bien, nunca deja de lado en ellas, el humor más ácido e irreverente, que define psicológicamente a los personajes.  En definitiva, un lujazo de las intervenciones quirúrgicas, ipso facto, y de las confesiones en el acto...

The Pitt, es una trama buscadora de las causas más paradójicamente estratégicas, con la extrema actualidad… una historia más que, hiperreal de esta familia médica – no siempre tan bien avenida, como parece -, en el interior húmedo de las urgencias de cualquier establecimiento, como el ficticio Trauma Hospital de Pittsburgh. Y la prosa de sus recetas, que prevalecen científicamente como los accesos prostéticos fabricados por la Autonomous FX, para deslumbrar visualmente. Y meditar…

Sus letras textuales, nos apartan de otras experiencias más cercanas y extremistas… del Este, si bien las sensaciones se extienden en todas direcciones, por sus ramificaciones sociales multiplicadas… desde la entidad criminal, la violencia sin paliativos en secreto, o ilegalidades, irresponsables… o no. Todo condiciona a esta notable escena hemoglobínica de The Pitt.

La oda de la vida…

El aire pululó viciado, a salpicones desde primera hora… Consecución de tiempo en el paradigma de la salvación… Se abrieron ojos aterrados, frente a frente, desde las sábanas manchadas a las alturas… El grito silenciado en ahogo común… quejidos taciturnos en la fractura… insatisfacciones, imprecaciones a ese mismo oxígeno… a las necesidades vitales… que señalan alguna risa nerviosa, o no… simplemente honestidad.  Y posiblemente demacrado, algún rasgo heroico…

De todo lo imaginado, pero probable por el contrario, te hallas en esta temporada de The Pitt, quizá sería mejor la última… Y encarados al triaje, tan incipiente como necesario en la redención, con que terminar esta fiesta visual y de actuación grupal. Tan directa como las intervenciones o su humor soterrado a lo Korea. No olvidando nunca, que es trato entre personas, con aciertos y traumas… por si las moscas.

Nosotros mismos, héroes o monstruos, representados como débiles o audaces… vivos o… ya sabes, lo que acaba pasando con los cuerpos de los mortales… Y en este punto, me relajo… para contarte que existen determinados filmes en que, este maldito problema de la mortalidad, es tratado como fuente de la ciencia ficción. Desde el planeta de los simios, convidados a la festividad longeva reciclada en Mickey 17, del director surcoreano, - algo exagerado, de nuevo…- con una de cal monstruosa y otra de multiplicidad radical en vena, como Bong Joon-ho. Destripando la irregularidad de la especie, desde la Memoria a los Parásitos… internos. Y en conflicto más aventurero, de pasado piramidal y eterno, nos colamos en el paso efectista de Guy Ritchie, habituado a golpes y excesos corporativos, que bebe de una Fuente de Juventud… atropellada, por guión de James Vanderbilt (Zodiac, productor de Altered Carbon). Y estableciendo el círculo…

Un pequeño milagro de verosimilitud, caso increíble, cuando un joven buzo se enfrenta a la frialdad oceánica del Mar del Norte, resurrección y amor; y tras flotar sin oxígeno, aproximadamente media hora en el cambio de gases, que se escapa por los poros… e irrealidad vital, pero no… y dirigida por Alex Parkinson, mismo autor del tremendo documental homónimo Last Breath. Que no tiene que ver… con el actor chino Simu Liu, próximamente protagonista en otra de Shang-Chi y coralmente en Avengers Dooomsday o la serie Marvel Zombies. El trío de compañeros se complementa con el ex Animal Kingdom y Peaky Blinders, Finn Cole, e incombustible, injubilable, Woody Harrelson… tal vez esperando antiguo colega… de sufrimientos en True Detective. Ojalá.

Variaciones exageradamente extremas, que te divierten… ¿o no? Ah, qué no… Pues entonces, no veas Muerte de un Unicornio, ni por un ataque de cuernos al recuerdo de Jenna Ortega, o junto al Muse, Dr. Jeckyll de Daredevil Born Again… y antes del próximo Miércoles…

Y… el Canto de Sirena.

Hablando de sirenas… no las que alarman, o sí… Abro de par en par, el cartel de Parthepone en la isla preciosa, de las maldiciones, que se sirve de prácticas, atractivamente endiabladas. Como un cantar al unísono, sin emitir la esencia, u oír su entonación en los oídos de los marineros del esperado Ulises. Como él, soportamos la inmensa belleza, su agudeza, casi desapasionada, alejada de sexo explícito… que sólo contempla en Famiglia… Hasta que encallamos en otra vuelta, tal que Odisea, y anclada al terruño napolitano, nos rendimos a los pies de Sorrentino, con sus prismas y aciertos. Paolo… estudió la vida y la muerte, y vio el surrealismo creativo como antipasto, anticipando una carrera con ella misma, de Diva… Sugiere un bello documento gráfico, que asesina con la monstruosidad, que nos descoloca, aísla… entre esos vivos colores fotográficos, y su aire, hasta arrastrarnos a la fealdad, a los rincones ocultos de Nápoles, sumergidos en su obscuridad… valores, insultos, credos… Simbolismo de una generación, de su juventud a la madurez condescendiente, tal que fin de una Diva… Vida.

Y así, como casi todos, paleontólogos, filósofos, forenses, teólogos, antropólogos, cirujanos, amantes… médicos de la Humanidad… perdida en una isla, ya rodeada de cemento, armado… caras armamentísticas al margen. Otra especie de guerra, sin los protagonistas aciagos de Leave the World Behind… frente al caos. Organizado, o provocado…

Bata… el triaje del Poeta.

En una de esas manchas, imperdonables… se instaló la mente. Las vidas al rescate, sin una muerte por triaje… tan necesario, como la guerra que quema… combustión del pensamiento. Y al lado, de logros inhumanos, sobre cuerpos despojados… se vio la humanidad en sus ojos, y la deshumanización, de sus manos al filo del deceso. Asesino…

Estudio, como la mancha borrada in situ, que investiga la vida en directo, que no la psicología común, pues esta no existe en cerebros desviados… ni sexos perdidos. Ni, en el recuerdo de dedos que desvistieron, a divas incompletas, a niños tiroteados, a venas reabiertas… como heridas del alma. Necesidad de coser los desmanes de una invisibilidad… que es tan dolorosa, como los cantos de sirenas… a tiros. Que, podría ser cualquiera, no el matón, sino el tirado… pues somos vendas, lapsos, cicatrices… Las emergencias, que quedan en silencio… parecemos, el techo en el enjambre. Los aliens del más allá, los odiseos retirados, las divas y sus vidas… El último suspiro, hasta nuevo aviso… La nueva voz, el espíritu en la isla, de Nápoles, Pittsburgh, Madrid… ¡yo qué sé, en el fondo del océano! Cualquier lugar es posible, en este mundo o el otro. Porque suena otra ensalada de tiros… y USA que los conoce bien… y lo acepta… ve a otros que recriminan, a cuchilladas o garrotazos, a fuego lento, como en otras épocas… y también morirán por la boca.

No es exactamente lo mismo, mas cómo si lo fuera… El resultado es parecido, el olvido en la sangre hermana, la frontera o el odio. Así, los profesionales cambian por fuera… sus batas deterioradas, como su pensamiento… repletos de agujeros, baldíos por balas, que quedaron por siempre, muy adentro… y el humor estresado por el ruido, hasta la semana próxima, en otro cuadrante sangrante… significa otro dolor, acompañado, de birras… Que los humores, no nos salpiquen la frente…

La pasión, como el quejido inseguro, crecerá hasta cualquier isla, buscando un libro con sus hojas abiertas… sus monstruosidades, y tal como nos visitó de primera, de improviso… la más habitual, clásica, e irremediablemente eterna… La que nos cantará al oído, en lascivos pechos, hacia nuestro recuerdo… todos, tras el triaje, como carne de cañón. Humeante, o no… en la despedida de M.A.S.H.

Sólo nos queda la cara de Parthénope, Diva descubierta, sin sexo, ante el ocaso de cualquier Cheever, Oldman… hermano. La sonrisa juvenil de Celeste Dalla Porta, sanadora de conciencias mortales… tal que Gioconda de Da Vinci. Despierta ya… bruja en la hoguera de las vanidades… latido.

Caos… otra ciudad… Duerme.

No despiertes aún, como la gerente, blanca o negra, da igual, que es una marioneta del poder, una imagen de la corrupción… que se lleva nuestros ingresos, mientras dormitamos. Somos la línea continua de la censura, sin altavoces pinchados, que nos valgan… votados por la cultura, del bienestar. Parte de nuestra propia quema… prostituidos por la voz controlada… que condiciona el último sístole… robado al corazón.

Duerme… continúa tu turno fantasma… tic, tac… hasta que la ciudad despierte… otra, sangría de 7 a 2… o más allá… como la sangría al final de capítulo del N.Y. de Kingpin.

Ya en la antigua Grecia – todo está inventado…-, Platón dividió los hechos en sus obras… Desde La Juventud, a la Transición… divagando por la Madurez, de sus Dogmas… republicanos… Y acabó con Diálogos, Críticos… Como siempre, como Todos. Aquella Grecia, como cualquier otra ciudad… Hacia un nuevo amanecer.

 

Cinemomio: Thank you

Las más alteradas del Cinecomio

Etiquetas

Serie TV-Scifi series - Ciencia Ficción Serie - Crimen Serie Tv - Terror Serie - Biográfica Matthew McConaughey Serie - Humor serie Dramática Clint Eastwood Emma Stone Jake Gyllenhaal Serie Tv - Thriller Humor Series TV - Animación Amy Adams David Fincher Denis Villeneuve Ewan McGregor Mads Mikkelsen Ridley Scott Tom Cruise Tom Hanks Woody Allen Ben Affleck Cine Documental Game of Thrones Joaquin Phoenix Kristen Stewart Leonardo DiCaprio Martin Scorsese Mike Flanagan Oscar Isaac Ryan Gosling Serie - Bélica Tim Burton Tom Hardy Videojuegos Alex de la Iglesia Animación Japonesa Anya Taylor-Joy Benedict Cumberbatch Brad Pitt Christopher Nolan Christopher Walken David Cronenberg Eddie Redmayne Francis Ford Coppola J.J. Abrams James Gunn Josh Brolin Julianne Moore Kenneth Branagh M. Night Shyamalan Meryl Streep Nicolas Cage Nicolas Widing Refn Paolo Sorrentino Quentin Tarantino Rosamund Pike Scarlett Johansson Scott Derrickson Series Tv - Terror Stellan Skarsgard Steve McQueen Tilda Swinton Twin Peaks Wes Anderson Winona Ryder Woody Harrelson Zoe Saldana Alexander Payne Alexandre Aja Alfonso Cuarón Alfred Hitchcock Animación Animación Digital Armie Hammer Bradley Cooper Brie Larson Bryce Dallas Howard Cilliam Murphy Duncan Jones Hnos. Coen James Cameron Joel Edgerton John Ford Jordan Peele Julia Roberts Kevin Costner Lars von Trier Leos Carax LiLy Collins Mahershala Ali Marvel Mel Gibson Michael Haneke Michael Keaton Mindhunter Morgan Freeman Mélanie Laurent Natalie Portman Netflix Orson Welles Park Chan-wook Paul Thomas Anderson Paul Verhoeven Richard Linklater Robert Eggers Robert Redford Roman Polanski Stanley Kubrick Stephen King Steven Spielberg Terry Gilliam Thandie Newton Thomas Winterberg Tom Hiddleston Uma Thurman Vince Vaughn Viola Davis Willem Dafoe Yorgos Lanthimos
Licencia de Creative Commons
Obra está bajo una licencia CC en España.