Los Gemelos del cine de terror.
Las cargas que produce un embarazo de gemelos en una pareja, tanto físicas como en los estados de ánimo, pueden volverse una tremenda tarea. A veces con unas consecuencias mortales de necesidad. Si no que se lo pregunten a los actores de Seconds Apart.
Y es que traer al mundo a semejante par... es jugar con el horror. Mejor dejarse de experimentos.
El director nacido en Bogotá (Colombia), Antonio Negret, sabe que las probabilidades de un parto de gemelos aumenta según las características genéticas familiares. No es necesario forzar nada, la naturaleza se encarga del milagro de Génesis.
Pero, claro un director de cine de ciencia ficción y terror, no podía dejar las cosas por un cauce normal. Y se pone a jugar a la química con jóvenes y débiles cuerpecillos, sólo cabe esperar que crezcan un poco y demostrarán que te pueden cortar la respiración en un instante. Las aberraciones de índole psico-químicas, cada vez más incrustadas en nuestra sociedad, pueden provenir de medicamentos, alimentación o armas de destrucción masiva. Y eso, es lo que son estos chicos... aunque no lo sientan.
En nuestras tiendas o nuestras casas, estamos infectados por todo un arsenal químico. ¿Qué pasaría si estos excesos del consumismo y el estado del bienestar, nos dejarán marcas indelebles en nuestros organismos?. ¿En nuestras mentes?. Preferiría no llegar a saberlo...
Por tanto, Seconds Apart se centra en un terror ligeramente gore, pero esencialmente psicológico. Planteamientos acertados y buena escenificación de las secuencias oscuras, para causar el miedo en el espectador.
Esto, en los tiempos que corren dentro del scifi y terror actual (aunque va habiendo ya suficientes títulos para un renacimiento del género) es todo una alabanza para los necesitados de "malos" momentos cinematográficos.
La historia del cine de terror, siempre ha sentido cierta predilección por estos pequeños monstruitos. Siniestros y enrevesadamente malvados. Gemelos dispuestos a helar gritos en las salas de cine.
Muchos fueron los antecesores de hermanos con reversos tenebrosos o forzosos como en Freaks, mi añorada obra maestra de Tod Browning.
Seguirían otras muchas con estilos diferentes y resultados muy interesantes: El otro de Robert Mulligan (en posteriores visionados ha perdido algo de frescura).
El pueblo de los malditos, interesante propuesta de niños semejantes y diabólicos.
Ascendiendo en el escalafón estaría el trabajo de David Cronenberg y su Inseparables.
Me atrevo a poner el film de mi estimadísimo Stanley Kubrick, El resplandor, salen unas gemelas...
Otros casos de otras corrientes de gemación, la degeneración del duplicado clonado en Los niños del Brasil de Franklin J. Schaffner. Bette Davis haciendo los dos papeles de hermana malvada en el film de Paul Henreid, Su Propia Víctima. O Vértigo del maestro Alfred Hitchcock, donde no hay gemelas mas está justificada su presencia por la confusión que crea.
Y otros films con resultados inferiores como Basket case, Three extremes... etc.
Por último, un recuerdo a una serie (yo me guío por los 4 o 6 primeros capítulos, sobre todo) de la creación magistral de David Lynch en Twin Peaks. Inolvidable.
A veces se puede temer una desviación de la película hacia los terrenos más juveniles del género. Con las improductivas tendencias de la industria de enrocarse en mil y una historias de masacres adolescentes. Es un espejismo, menos mal.
Por fin, vemos que el camino correcto (para mi gusto) es la tensión de un increscendo argumental, donde prima la investigación criminal.
Y que deja en el aire, un ramillete de jóvenes promesas de la industria.
En este punto vemos a un Orlando Jones, bastante convincente en la piel del policía encargado de tan misterioso caso. Si es abnegado como es habitual, pero con suficiente fuerza para no hacer decaer la intriga. Un hombre, sólo ante el peligro, que en su tramo final se desviará en demasía de sus comienzos, quedando el film algo desvirtuado, pero manteniéndose en el fichero de casos resueltos con acierto.
Los poderes de estos jovenzuelos malevolentes e insaciables, distorsiona la realidad tanto que pasan de ser peligrosos a convertirse en descafeinados aprendices de malvados de comic. Sin embargo, no es importante pues el resto del metraje hemos recibido suficiente dosis de mal rollo y sustos.
Un exceso de parapsicología que bien hubiera podido ser mutilado por el director.
Pero, como he dicho Seconds Apart deja un buen sabor en tus colmillos de aficionado. Entretiene bastante. Asusta lo necesario. Y la estética junto con las interpretaciones recuerda a otros momentos del género.
*** Buena ***