La Cola del Cometa y el agujero de gusano.
Los viajes en el tiempo o cambios espacio-temporales en el mundo cinematográfico están girando constantemente hacia la dilatación o la contracción de los lapsus y la multiplicación de escenarios repetitivos.
Lejos quedan ya los viajes de la máquina del tiempo ideada en la novela del escritor británico Herbert George Wells, dónde el glamour de los aventureros de antaño se montaban en sus cacharros ingeniosos, quedando así relegado el viaje y la expedición ante la metafísica.
Múltiples embrollos en diferentes universos, ya no paralelos sino puerta con puerta.
Ciertamente, o mucho mejor dicho naturalmente, la película Coherence hace un cierto guiño tramposo a su título intercalando el movimiento o ese viaje al que se verían envueltos sus protagonistas con todo lo contrario, la práctica inmovilidad de escenarios. Sin embargo, esto no se convierte en una premisa negativa, pues el director novel James Ward Byrkit (también guionista del filme y anteriormente de otro éxito animado de título Rango) se vuelca en la estructura narrativa y el engaño, las conversaciones establecidas por los actores respecto a las extrañas circunstancias alrededor de su reunión amistosa forman una telaraña, con momentos entretenidos y equívocos a la carta.
Aquí, en Coherence se dan todas las probabilidades de establecerse distintas perspectivas incluida la temida paradoja.
Lo que pudiera convertirse en un tremendo agujero negro en el guión, se transforma en una historia contada desde la intimidad de unos amigos celebrando un reencuentro y la contemplación de sus acciones por medio de los diálogos. Hasta que la llegada del elemento rocoso cambia el desarrollo de la acción y la trama cobra la tensión necesaria para convertir la película en un hecho caótico de acontecimientos, con un pequeño resquicio para el terror psicológico con elementos scifi.
Entonces, encuentra una zona de intercambios con la intromisión escalonada de personajes perdidos en la línea temporal, en cierta forma parecido a lo acontecido en Los Cronocrímenes del español Nacho Vigalondo, sólo que alejándose de su ambiente festivo y accidentalmente sangriento.
En Coherence siempre prima el embrollo basado en el tablero del cluedo, con el cadáver a los postres servido en la mesa.
Toda la conversación encerrada entre cuatro paredes es alterada por un minúsculo, en comparación, retal viajero de la creación del universo. Pasando de la amenaza de su advenimiento a abrir una puerta temporal que atraviesan los propios protagonistas, encabezados por la bella Emily Baldoni (casada con el actor y director Justin Baldoni) a modo de una ambición rubia en la supervivencia temporal.
La amenaza que supone el cometa y lo que adjunta en su cola en el horizonte de sucesos, transforma la personalidad de todos los reunidos y se embarcan en un suspense de malentendidos, sobre la conveniencia o no de mantenerse todos juntos, o al menos controlados.
A partir de aquí, ciertas posturas oscuras en su comportamiento empiezan a acarrear problemas en la convivencia de esas pocas horas en celebración, de las que podrá depender sus vidas pasadas y futuras.
Sin duda que la convicción o no, de los hechos que narra el director, se basa en la capacidad interpretativa de los actores seleccionados y algunas cartas marcadas que intervienen en su juego. Todos realizan un trabajo sincero y ejemplar, demostrando que el cine se construye con la palabra, además de la imagen.
Así, todo reproducido hasta el infinito se abre la temida puerta a la incoherencia paradójica. Cuando la trama se desliza hacia el infinito y el encuentro de la incongruencia. La temida paradoja insostenible, llama a la puerta. Y contesta.
El trueque toma partida en el guión creado de una mente inicialmente apocalíptica. Aunque el leitmotiv de la película es el meteorito y las extrañas circunstancias que le acompañan, será la marca y la expresividad de unos invitados a la fiesta, los que crean aquellos resortes necesarios para aumentar la ambigüedad. Sobre todo en sus momentos intermedios, ya que su parte definitiva conlleva una pregunta implícita.
Lo mejor, por tanto, esa angustia expresada ante la confusión de los acontecimientos o la incredulidad ante este devenir caprichoso. Incluso, sentimos a veces, el terror en su mirada.
El reparto, como decía, está encabezado por la actriz de origen sueco Emily Baldoni nacida en Uppsala, participante en infinidad de series de televisión. Desde la pequeña pantalla también aparecen algunos de sus compañeros como Maury Sterling (Ases Calientes o Verónica Mars), Nicholas Brendon, Elizabeth Gracen o el actor y guionista Hugo Armstrong.
También, un papel crispado para un actor semidesconocido que pone voz a un personaje de Rango, y la actriz Lauren Maher que participase en numerosos cortos y en algunas de las películas de Piratas del Caribe.
En los instantes cruciales... ¡algo se descontrola! Un poco solamente.
Por lo tanto, podríamos adjudicar el calificativo de película de cine fantástico que emerge frente al realismo de su producción independiente. Con ciertas dosis calculadas de terror sicológico, pero dentro del marco intimista de sus interpretaciones. Sin resquicio para el aburrimiento, a pesar de la escasa acción y efectos especiales.
*** Interesante ***
Coherence OST - Em's Journey (by Kristin Øhrn Dyrud)
Coherence OST - Morning
Los viajes en el tiempo o cambios espacio-temporales en el mundo cinematográfico están girando constantemente hacia la dilatación o la contracción de los lapsus y la multiplicación de escenarios repetitivos.
Lejos quedan ya los viajes de la máquina del tiempo ideada en la novela del escritor británico Herbert George Wells, dónde el glamour de los aventureros de antaño se montaban en sus cacharros ingeniosos, quedando así relegado el viaje y la expedición ante la metafísica.
Múltiples embrollos en diferentes universos, ya no paralelos sino puerta con puerta.
Ciertamente, o mucho mejor dicho naturalmente, la película Coherence hace un cierto guiño tramposo a su título intercalando el movimiento o ese viaje al que se verían envueltos sus protagonistas con todo lo contrario, la práctica inmovilidad de escenarios. Sin embargo, esto no se convierte en una premisa negativa, pues el director novel James Ward Byrkit (también guionista del filme y anteriormente de otro éxito animado de título Rango) se vuelca en la estructura narrativa y el engaño, las conversaciones establecidas por los actores respecto a las extrañas circunstancias alrededor de su reunión amistosa forman una telaraña, con momentos entretenidos y equívocos a la carta.
Aquí, en Coherence se dan todas las probabilidades de establecerse distintas perspectivas incluida la temida paradoja.
Lo que pudiera convertirse en un tremendo agujero negro en el guión, se transforma en una historia contada desde la intimidad de unos amigos celebrando un reencuentro y la contemplación de sus acciones por medio de los diálogos. Hasta que la llegada del elemento rocoso cambia el desarrollo de la acción y la trama cobra la tensión necesaria para convertir la película en un hecho caótico de acontecimientos, con un pequeño resquicio para el terror psicológico con elementos scifi.
Entonces, encuentra una zona de intercambios con la intromisión escalonada de personajes perdidos en la línea temporal, en cierta forma parecido a lo acontecido en Los Cronocrímenes del español Nacho Vigalondo, sólo que alejándose de su ambiente festivo y accidentalmente sangriento.
En Coherence siempre prima el embrollo basado en el tablero del cluedo, con el cadáver a los postres servido en la mesa.
Toda la conversación encerrada entre cuatro paredes es alterada por un minúsculo, en comparación, retal viajero de la creación del universo. Pasando de la amenaza de su advenimiento a abrir una puerta temporal que atraviesan los propios protagonistas, encabezados por la bella Emily Baldoni (casada con el actor y director Justin Baldoni) a modo de una ambición rubia en la supervivencia temporal.
La amenaza que supone el cometa y lo que adjunta en su cola en el horizonte de sucesos, transforma la personalidad de todos los reunidos y se embarcan en un suspense de malentendidos, sobre la conveniencia o no de mantenerse todos juntos, o al menos controlados.
A partir de aquí, ciertas posturas oscuras en su comportamiento empiezan a acarrear problemas en la convivencia de esas pocas horas en celebración, de las que podrá depender sus vidas pasadas y futuras.
Sin duda que la convicción o no, de los hechos que narra el director, se basa en la capacidad interpretativa de los actores seleccionados y algunas cartas marcadas que intervienen en su juego. Todos realizan un trabajo sincero y ejemplar, demostrando que el cine se construye con la palabra, además de la imagen.
Así, todo reproducido hasta el infinito se abre la temida puerta a la incoherencia paradójica. Cuando la trama se desliza hacia el infinito y el encuentro de la incongruencia. La temida paradoja insostenible, llama a la puerta. Y contesta.
El trueque toma partida en el guión creado de una mente inicialmente apocalíptica. Aunque el leitmotiv de la película es el meteorito y las extrañas circunstancias que le acompañan, será la marca y la expresividad de unos invitados a la fiesta, los que crean aquellos resortes necesarios para aumentar la ambigüedad. Sobre todo en sus momentos intermedios, ya que su parte definitiva conlleva una pregunta implícita.
Lo mejor, por tanto, esa angustia expresada ante la confusión de los acontecimientos o la incredulidad ante este devenir caprichoso. Incluso, sentimos a veces, el terror en su mirada.
El reparto, como decía, está encabezado por la actriz de origen sueco Emily Baldoni nacida en Uppsala, participante en infinidad de series de televisión. Desde la pequeña pantalla también aparecen algunos de sus compañeros como Maury Sterling (Ases Calientes o Verónica Mars), Nicholas Brendon, Elizabeth Gracen o el actor y guionista Hugo Armstrong.
También, un papel crispado para un actor semidesconocido que pone voz a un personaje de Rango, y la actriz Lauren Maher que participase en numerosos cortos y en algunas de las películas de Piratas del Caribe.
En los instantes cruciales... ¡algo se descontrola! Un poco solamente.
Por lo tanto, podríamos adjudicar el calificativo de película de cine fantástico que emerge frente al realismo de su producción independiente. Con ciertas dosis calculadas de terror sicológico, pero dentro del marco intimista de sus interpretaciones. Sin resquicio para el aburrimiento, a pesar de la escasa acción y efectos especiales.
*** Interesante ***
Coherence OST - Em's Journey (by Kristin Øhrn Dyrud)
Coherence OST - Morning