La vida, se dice que da muchas
vueltas, como a los protagonistas de la mítica serie Lost. Como lo fue para las
producciones de un joven J.J. Abrams, que cambió – dos años después del
estreno, el vuelo con los compañeros de Disney (Touchstone en un principio) a
su propia participación, vinculándose a Paramount Pictures o Warner Bros. Algo menos wokeros, pero habría que confirmarlo...
Así, después de aquel programado
incidente que transcendería en la historia de la televisión - como hiciera en
el pasado Hitchcock o David Lynch, con su afamada serie Twin Peaks -, fue un
nuevo impulso que propagó el suspense, dentro de un grupo dantesco de
sobrevivientes misteriosos, con conversaciones distorsionadas por el tiempo, las
formas de caer… y algún ser, oculto. Y que ahora, está embarcado al timón de
M.I. con Tom Cruise, o la nueva película de Ewan Macgregor de título Flowervale
Street y se comenta de la adaptación del personaje Emilly the Strange, en animación
de miedo… En series, tenemos a Duster, próximamente otro mundo oscuro en
Demimonde y la animación de WB con DC, Batman; The Caped Crusader.
Pero bueno, ya llegará el momento,
como en 2004 les llegaría a todos su Sanmartín en aquellas cosillas de la isla…
Un equipo monstruoso con Javier Grillo (en Embrujadas), Damon Lindelof el
productor de las aclamadas Leftovers, con su binomio cigarrillos/desapariciones, incluso de imberbes, y Watchmen, que ya echamos de menos – ahora en preparación de serie DC basada en los Linterns -, y el director Jack Bender que pasara de
la mítica Con 8 Basta o Falcon Crest, a muchas otras comenzando por LosSoprano y sus comidas de coco, Mr. Mercedes y las comidas de otras cosas de Juego de Tronos, hasta estos que sirven de aperitivo de De o Desde… MGM.
Faltaría un motor, en el surrealismo
terrorífico, con toques circulares, contagiosos o catárticos, como el
showrunner John Griffin, y empezaría con aquella famosa tonadilla versionada
por The Pixies… Qué Será, Será… La otra pata novedosa que nos traslada en el
tiempo del surrealismo terrorífico, circular, contagioso o catártico, es la del
showrunner John Griffin de esta From de MGM. Y que empieza con esa famosa tonadilla
Qué Será, Será… y no sabremos que más, si la felicidad o qué, en aquella From.
Entrada en… S. XXI
Trascendental para los aficionados de
series, con giros entre el suspense y terror básico, sin embargo, un hueco para
el presente, salvo capítulos esquivos… que comprometió a terminar algún lustro.
Me pesan los años y las temporadas, perezosamente… En cambio, serviría como
base referencial a otras producciones futuras en el fantástico, con elevaciones
metafísicas y oníricas. Ni confirmo, ni desmiento, pero comprobando la
actualidad, así lo creo… Los resultados se marcan, con sal, sudor y sangre,
entre naturaleza de las cosas y estereotipos… ¡humanos!
Dos décadas después, la mimetización
narrativa es un hecho, con recambios más o menos acertados… A veces, muy esquivos
o dudosos, pues muchas series que empiezan desde ese punto de partida
interesante y visiones provocadoras, se someten al torbellino inabordable… Dar
vueltas a temas sin arribar a ningún lado, esto es, perdiendo a parte del personal
según avanzan los capítulos - o más bien se eternizan las temporadas en busca
de un final, o no…-, produciéndose un cierto vacío existencial. Como cuerpo
vaciado o sin vitalidad, emergiendo errores en los rincones, conspiraciones sin
sentido y paradojas, monstruosas.
Donde lo más dramático, sería la
caída del favor o el interés del espectador, como disfunción definitiva del
entretenimiento. Y eso no, from… lo que seas.
De… ejemplos.
Hay vacuidad que proviene del desorden, o de la semántica embrollada, que perpetran una atención infructuosa. Y esto se puede parecer, a un tipo de muerte en vida. O sueño de relleno… Como algunas series modernas que crearon expectativas a priori… Yellowjackets en caida en barrena desde el flojo amarillismo de la segunda temporada, la flojera de Castle Rock, o el Silo en continuación precaria de escenografía. Ahogadas en la indefinición o el secretismo, que hace abandonar al término de la segunda temporada. Con demasiada floritura, hueca…
Para no recaer en un pozo
insustancial, giros concéntricos a su base vertical, que se confabulan en
nebulosas circunspectas de la razón. Es decir, hacia el tan temido…
aburrimiento sin barreras… Lo mejor es echar una vista al pretérito... y de
este modo, te puedes aventurar en el terror clásico de Mr. Romero, con ese
grupo de gente acorralada, que tantas veces se copiaría en el género y otros
seres, y disfrutar de nuevo de la llegada en blanco y negro, en La Noche de los
Muertos Vivientes. Con un final, eso sí. Después del exterminio recalcitrante,
con evidentes raíces apocalípticas, nos precipitaríamos a todo tipo de
situaciones monstruosas, con o sin resolución, pero entretenidas o más allá. Y
no un mero producto, para satisfacer los bolsillos de plataformas y sus jefes,
basándose en algún trabajo interpretativo y poco más.
No te quedes colgado, tal que amuleto
sin fuerza, ni recomendación mágica, cabreado por la falta de imaginación. Te
voy a dar un empujoncito, al futuro, y no por esa condenada ventana… Pues todo
lo que bien empieza, debe tener buen fin, para notable o bien…
De… Zona Prohibida
Pasa el tiempo, aunque no la sorpresa
de aquel magnífico final… A través de aquellas X, cruces, en el camino de
Charlton Heston. Estaba atrapado, casi solitario – salvo mona -, en aquel
planeta de silencios y gruñidos, volviendo a un pasado, pretérito de la
humanidad… maldita.
Esto significó el comienzo de una
saga, tras el gran director Franklin J. Schaffner (Papillon, Los Niños del
Brasil), auto diluyéndose, y llegando a revitalizarse en instantes de la actual
digitalización, aquí que podría configurarse un círculo completo, sino se
prolonga innecesariamente una historia interminable. Y sin más Atreyus, ni
fauces draconianas… viajamos por el abismo, de travesuras sin vuelta, sitiados
por monstruos, como los animalescos de aquel País de Nunca Jamás, o los monos
voladores de Oz… Mientras, luchas por la supervivencia y el regreso, de este
From, que tiene reminiscencias circulares, con los ataques en ciertos western,
de la misma composición… O acaso no recuerdas lo de Little Bighorn, o su
estampida terrorífica hacia el Ravenous o Bone Tomahawk.
Otras películas precursoras, como las
de zombis de George A. por centros comerciales, o silos militares subterráneos…
se distinguen en comisarías asaltadas en el Distrito 13 de John Carpenter,
maldiciones vampíricas por Salem, o invasiones fatídicas con malditos de pelo
blanco y ojos inhumanos, que serviría con paralelismo de crash en la aviación y
los posteriores embarazos de From, con consecuencias angustiosas… Si es que
aguantas hasta la explicación – yo no…-, hablando de niños perdidos. Y familias
que intentan permanecer unidas, tal que una noche de Miedo, o los chicos Gecko
o Harvey Keitel con Juliette Lewis.
Imagínate, por un irreal instante,
que variopintos personajes se ven atrapados en especie de círculo vicioso e
inexplicable, donde al enfrentarse a la naturaleza, según su conciencia
maldita, sienten que todo ha cambiado alrededor. Alterado por un hecho, más o
menos, terrorífico… animales padecen, se alteran en nueva etapa se subsistencia
cuando aparecen, cuerpos, devorados por… bueno, eso no importa en esta
explicación… Y entonces, como si fueras Butch Cassidy y Sundance Kidd en peli
de George Roy Hill, subidos en su colina, como lo sería de otra forma
contraria, el mismo Marlon Brando en The Chase de Arthur Penn… Bueno, pues eso…
que empiezan las vicisitudes psicológicas y las muestras valerosas, para la supervivencia
en grupo.
Así, van apareciendo carencias de
víveres, supervisión de los cargos, control de los caracteres extraños, de hombres
y alguna mujer primordial, las relaciones familiares, u otras sexuales… para defender
o dar explicaciones, en islas solitarias u otras inmensidades con pueblerinos. Y
comienzan los ataques de seres, humanos o no tanto, como muertos vivientes u
otra especie de hambrientos, de carne o moralidad... Y en un pueblo… que circunscribía a actores inolvidables como
Michel Serrault o el incombustible ¡eh, con segundas!, amante de Haneke - por
cierto también posee su Caché con cintas de vídeo -, que parecía la Nueva
Escocia canadiense de From, sitiados sobre rescoldos, ya casi olvidados, repetidos, se lee la denominación de Malevil.
Si bien, pudieran haber sido simios
cazando a los hombres de ojos azules… Ah, y ya que estamos te propongo revisar
una historia de supervivencia militarizada en el futuro, que haberlas haylas,
hasta dominados por un individuo con mandíbulas de acero y sangre de sulfhídrico…
una cinta que merecería una revisión de los 90, pues hay material de sobra al
provenir de una novela del genio Philip K. Dick, y se titularía La Segunda
Variedad, o Screamers con el inolvidable Peter Weller, también conocida como
Asesinos Cibernéticos. No es Aliens, ni Atmósfera Cero, pero tiene su encanto,
aunque se podría renovar.
En todas estas situaciones límite, se
produce paralelamente la búsqueda de comunicación con otras gentes, capas, o
mundos paralelos… como existe algún médico, en la sala y un personaje que
pulula por ahí, con ciertos toques misteriosos. O desajustes mentales…
aparentemente.
Lo importante, es no dejarte apalancado,
ahí colgado de una X en el valle de la muerte, ininteligible, sin ton… con nulo
recurso para concluir los términos expuesto o acuerdos, que firmaste… o no son.
¡Diablos from…!
Naturalezas… muertas.
Es caos, verde eléctrico… inhumanos, zombis,
sin cerebro, excepto aquel de Day of the Dead, claro, el sistema supera la descomposición de ideas,
de mundos superpuestos, que mutan en distopías voraces o Zooapocalipsis,
tratando nuestra condición humana. Y sin caer en zonas reiterativas, invenciones
frustrantes, que causan desolación o más, fatalidad de necesidad. Particularmente
evitando ese distanciamiento… con imaginación.
Para rodear la nada, es preferible la
misma cabeza. Que sirva de talismán en las siguientes, y cortas
preferiblemente, temporadas.
Salar las piedras rodantes o, canto
rodao en el camino común, donde no esté ausente la implicación imaginativa y
esa mirada lógica… necesaria. Lo difícil que es sobrevivir, a los amaneceres,
anocheceres, una y otra vez… con algún arco iris de fondo, y sus doroteas
multigénero, gritando sin ton ni son… Donde agobia un poco, tanto alarido de
From… ¡Vamos, como si fuera un festival de la canción…!
Más, si es en sueños a lo Freddy Krugger…
demasiado revoltijo ya, alejados de aquel horizonte primordial, la intranquilidad.
Tras esa espiral en que caíste, o te embarcaste… como El Incidente. Y ahora, en
cambio, el barquero o piloto, parece ausente. Y te sientes abandonado a ambos
lados, u orillas… limítrofes. Porque el mago, lobístico y algo cabroncete, te
deja plantado ahí abajo, con gases y sin globo… Por tanto, la muerte
serio-lógica, es un hecho.
Cuando en aquella primera temporada, se
prometía un potosí por calidad visual y narrativa, ahora, implosiona con
ocurrencias fantásticas, de por aquí y por allá, sin definición… Explicación,
ni mentar… y convertirse en lugar sin retorno. O autobús sin conductor,
consciente, que replica los males, indefinidamente, creando monstruos internos,
o nuestros propios cinéfagos, cortando las conexiones, a una vía bien muerta. Irrecuperable,
por mucha bilis que le pongas al asunto… ¡Qué tampoco valdría de mucho,
verdaderamente! No entiendo ni pajolero, Víctor… Frankenstein. El del chaleco,
amarillo… digo.
No existe, un Mr. Lynch del
surrealismo, entre pesadillas o los sueños, intranscendentes, como sustos en la
historia. Sólo queda la buena ambientación, los espacios naturales y los
ocultos, penumbrosos, fuera de visiones tremendistas contaminadas. Mientras una
coalición de monstruos repetidos, que andan, depende… empiezan a pensar de
alguna forma, sacándote de quicio, y se alimentan… ¡Para qué…!
Creo que voy a cortar, durante algún
capítulo de esta tercera entrega… ya no va más, como diría un juez corrupto y
manipulador… Es la guerra, a esta naturaleza caprichosa y caótica. Muerta, por
indefinición.
La Dimensión… Desconocida.
No creo, como he dicho, que vaya a
llegar ahí… pues, tras la ventana ya no quedan ganas, de asomarse y
transferirte a esa dimensión real. Ciertamente, prefiero ya, Strangers Things,
y acabar con todo el maleficio… como dice la canción… Ya nada importa… Todo
tiene su Fiiiiinnn. O Filme, firme.
Pasando de diálogos carentes de
ingenio, personajes trillados, ideas que no se desarrollan, hijos por nacer que
no importan… monstruos pueblerinos del otro Fromville, que cargan un poco. De los secretos inconfesables que ocultan, en un
espejismo de complejidad que se siente… ¡No es para tanto! F/x a cuentagotas…
de bilis o vías muertas en serie. Y lo tradicional de USA, con escenario idóneo
para distopía de ultratumba, se reprime más, en la economía también, así como
en los vaivenes temperamentales de sus personajes. Algunos, muy cansinos…
En familia, o comunales, juntos
aunque igualmente, revueltos al fin, al término, la culpa de este caso es el
del Show de Truman, que amenaza con salir al aire, y nada… Pero el real es John
Griffin, con lo bien que había explotado primeros guiones, de Brad Turner (por
ej. en 24), el mencionado Javier Grillo de Lost, o Vivian Lee, también
escritora para el Cristal Oscuro. Junto a los famosos Hnos. Russo, los del actual
Estado Eléctrico, me falta por visualizar, como El Agente Invisible;
confabulados próximamente en siguientes The Warriors – basada en aquellos de la
calle de Walter Hill -, otra para Butch Cassidy & Sundace Kid, también Hércules
y, sobre todo, una serie Nemesis con el Gyllenhaall y la Chastain, en tonos rojizo-oscuros.
Catalina Sandino, es cansina en su
nuevo rol, de los tiempos del cólera de Gabriel G. Márquez, sintiendo que se
parecerá más a una visión, que a gremlins neblinosos de Silent Hill, o… y me lo
había guardado para la ocasión final… ¡Al descalzaperros de la serie La Niebla!
Ni por asomo, sombra de aquel notable, metafísica, mercantil y espiritual, filme
de Frank Darabont. Y ahora que he visto, como en el antiguo desembarco pirata,
la película parecida a la Dagon del Brian Yuzna… recomiendo la cinta
irlandesa-islandesa, The Dammed, y sus hambrientos, mentales.
Definitivamente, el discurso
lingüístico del From, se ha tirado por la ventana. Al otro lado… ya, en ese
lugar indeterminado con el que siempre amenazan y promovido como juego… que no
llega nunca. Como la solución a un misterio anterior, en mi última entrada… De
momento sin solución también… Perdidos en la jungla… From Lost, to the River…
aquel. Y la solución es… Di pistas en mi cuenta de redes sociales, X…
No, no es como, una picadura
exagerada, hasta el agigantamiento arácnido del REC de Jaume Balagueró, a la francesa
con reminiscencias raciales, Vermin… Aunque podría ser, una especie de plaga… Ni
es capricho, de un mordisco vampírico en Salem´s Lot, o el abatimiento sueco de
Moloch, de nombre extraído de la malignidad de la novela gráfica, Watchmen.
Ejemplo de esas familias acosadas por lo diabólico y surrealista en francés…
Meanwhile on Earth, con cortes serrados en el bosque, Desapariciones, tan
desquiciadamente sangrienta como anárquicas en el fin, y Esperando la Noche…
vomitorios de sangre bajo las ciudades dormitorio. Y todo para decir… la
familia se rompe…
Aunque Nunca te Sueltes, querida,
como Halle Berry. Que, siempre, puede haber una hermana que, tras el fondo del
pozo… renazca de la Naturaleza Muerta. Resurrección de cine, del miedo
metafísico, familiarmente hablando... Qué podría ser la siguiente… ¡quizás!
Te contaré que este esclarecimiento del asunto de marras, desmantelado cuando vea algunas cosas más normales o veraces… además del nombre silenciado de aquella. Es un caprichoso tema… entroncado con el globo, global.. Sería, será real… no profundo… O sí...