La Venganza en América de Park.
La tradición del cine coreano actual, tiene a uno de sus máximos representantes en el director Park Chan-wook (conocido por su trilogía de la Venganza) y es inevitable el acercamiento de la industria americana hacia los creadores de otras cinematografías atrayéndoles hacia su lado más comercial. Pero, Park ha establecido unas conexiones propias de su propio submundo cultural y las historias de atracción letal del cine negro, componiendo una mezcla determinantemente extravagante y ilusoria. Un cartero llamando a la puerta y encontrándose en la entrada con una Lolita descubriendo su sexualidad.
Poco tiene que ver Stoker (el duodécimo filme completo de su carrera) con las anteriores películas rodadas en Korea su país natal, sin embargo, mantiene una estructura similar al ocultar sus intenciones finales y hace gala de tres figuras representativas de su filmografía debidamente maquilladas para la ocasión: el suspense, la violencia y el sexo.
Manifiestamente emparentada con los cuentos góticos clásicos, de hija con madrastra convertidos sus papeles de sufridora y bruja, atraídas por un hombre a su vez violento, llamando a la puerta dos veces y encontrarse de bruces con la Lolita de Nabokov, aunque más perversa y sangrienta.
Si nos sustraemos a los filmes que marcan su visión del mundo oriental (cosa harto complicada), se produce una conjunción de dos mundos separados culturalmente, en los que suceden una serie de coincidencias como ocurriera a lo largo de la historia del cine. Casos desde el Japón feudal de Akira Kurosawa hasta el coreano Kim Ki-duk sus historias siempre han cautivado a los cinéfilos de todo el mundo, de Wong Kar-Wai a Zhang Yimou han hecho sus incursiones en producciones del extranjero, o más introducidos en la cultura occidental como John Woo o Ang Lee con continuos vaivenes entre las dos visiones del séptimo arte, siempre han existido cineastas de uno u otro lado del Pacífico que se han fijado en lo que contaban sus compañeros de cámara. Las ideas han circulado permanentemente contagiando las cinematografías, como las secuencias de samuráis viajando al lejano Oeste, o más allá hasta el mismo espacio.
Y en la actualidad esto sigue ocurriendo con asiduidad, aunque haya ocasiones que la contaminación invade la creatividad, como en el caso de remakes incongruentes tipo Oldboy. Este tipo de revisiones de originales no son ni serán necesarias.
Normalmente de un director como Park no es posible que salga una historia mala, a pesar que el guion de la presente corra a cuenta de un joven actor novel en estas lides de escribir y conocido por su participación en series televisivas o películas de acción de escaso mérito, el británico Wentworth Miller. Elegido para el cometido por sus productores y compatriotas, el desaparecido tristemente Tony y su hermano Ridley Scott.
Aquí un avezado titulador, ha cambiado el poderoso apellido introductor de la cultura barroca y el vampirismo, por otro más desechado por el público y menos carismático como Lazos Perversos (imagino que imbuido sexualmente por sus protagonistas femeninas en la referente de los Hermanos Wachowski, Lazos Ardientes). La trama nos cambia a dos amantes por madre interpretada por una Nicole Kidman más acertada que en los últimos proyectos (véase invariablemente en Hemingway & Gellhorn, The Railway Man o Grace of Monaco, salvada por mi extraño parecer en la inclasificable The Paperboy), y la hija en la piel pálida aunque sin colmillos de Mia Wasikowska (recientemente comentado su último trabajo en Cinecomio con el título Only Lovers Left Alive). Y hacer mención a la recordada Jacki Weaver en una familiar muy diferente a la que nos ofreció su papel en la cinta australiana Animal Kingdom de David Michôd.
Por el lado masculino de este thriller erótico-surrealista, el suspense llama a la puerta como La sombra de una duda. El tio Charlie viene a visitarnos de nuevo, añorado, esta vez interpretado por Matthew Goode. Además de otros rostros habituales en zonas misteriosas como Dermot Mulroney o Lucas Till. Todo orquestado bajo una banda sonora inquietante por su lado más lúgrubre de Clint Mansell, y que incluye temas incombustibles como el Duet de Philip Glass.
En Stoker todo tiene una pátina a películas negras de familias acosadas por unas circunstancias invasoras de la intimidad, siempre sin perder la cara a la modernidad y las secuencias rodadas con detenimiento o comercialidad, según lo requiere el momento. Los críticos más acérrimos a los mensajes destinados al gran público, se cebarán con esta falsedad o traición de los cánones clásicos orientales, e incluso echarán de menos un tramo con mayor ejecución personal del director. Como demostrara Park Chan-wook anteriormente con algunos guiños al típico cine fantástico en Soy un cyborg o Thirst, manteniendo su línea surrealista.
Aquí el personaje de India con su aprendizaje en las relaciones amorosas, se debate también entre el terror psicológico y la sensualidad enfermiza invadida por su espíritu arácnido. Una tela tejida entre atracciones fatales, amor al cabeza de familia y envidias.
Este intruso se acerca para desestabilizar la convivencia, que de por sí no era perfecta, para engañar y seducir con pasado oculto, apoderándose de las personalidades desvalidas de ambas, madre e hija. Hasta que se produce un cambio (que trastoca lo contado por el director coreano en sus comienzos más atrayentes), y la película cambia hacia la desaparición violenta de algunos personajes con una técnica más banal y efectista. En su parte final, Stoker clava sus colmillos en una vulgaridad que ejecuta o deteriora las partes más sorpresivas del filme. El momento de cebarse en la producción americana y más clásica, sin embargo, mantiene el interés del espectador que no busca imbuirse en mundos psicóticos u oníricos.
Así, las sospechas y cambios de orientación del argumento desembocan en el descubrimiento de la sangrienta causalidad, buscando el efecto más fácil, donde la joven protagonista nos deje congelados. Aunque Park demuestre que tiene un talento innato para el suspense, se echa de menos tipos con el rostro pétreo como Joseph Cotten, por no hablar del Robert Mitchum de películas como El Cabo del Terror de J. Lee Thompson o el Harry Powell apostolado de La Noche del Cazador dirigida por un inmaculado Charles Laughton. También se echa en falta la figura de un detective más carismático en la vieja tradición de Philip Marlowe de Chandler.
En fin, que Stoker de Park Chan-wook no está tan mal como algunos críticos desencantados quieren hacer creer en los demás, pero tampoco la visión de una incipiente sexualidad es la espoleta adecuada para elevar la agresividad y el deseo hasta sus términos más inflamados, con escenas que están fuera de lugar (pongamos relaciones con chicos de su edad), en cambio las conexiones de cierta irrealidad recuerdan a lo mejor de su cine.
No todo es lo que parece a primera vista, porque todos tenemos "cadáveres" escondidos en nuestras casas, llamadas misteriosas que ejecutan nuestra venganza sobre aquellos que buscan el deseo sexual nada más. Hermanos peleados en familias desestructuradas, mentes perdidas entre el dolor y la perdida, que tuvieron que recluirse en instituciones sanitarias. Amores no correspondidos.
El engaño subyace en toda la trama, bien construido.
Los amantes del cine coreano, balbucearán mil calamidades sobre Stoker, y la venta del espíritu oriental de su director.
Mientras, la película se convertirá en una diferencia en su carrera, que atraerá a otro tipo de público más apasionado con las desviaciones, la enfermedad mental y los celos.
Siempre funciona bien una tragedia en el interior de la familia... y más si la sangre succionada se establece entre madre e hija.
*** Interesante ***
Mia Wasikowska trabajará con Guillermo del Toro tras su paso por una nueva adaptación de Madame Bovary, pero antes la tenemos a las órdenes de David Cronenberg, en Maps to the Stars. Reparto: Julianne Moore, Robert Pattinson, John Cusack, Olivia Williams, Carrie Fisher, Evan Bird, Sarah Gadon. Tráiler:
El nuevo filme de Woody Allen, se titula Magic in the Moonlight, una de las muchas producciones en las que participará Jacki Weaver. Reparto: Emma Stone, Colin Firth, Marcia Gay Harden, Jacki Weaver, Eileen Atkins, Simon McBurney, Hamish Linklater, Erica Leerhsen. Tráiler:
Tráiler v.o. Wolves, de David Hayter. Reparto: Jason Momoa, Lucas Till, Merritt Patterson, Stephen McHattie, Jennifer Hale.
Stoker Soundtrack - Duet - Philip Glass
La tradición del cine coreano actual, tiene a uno de sus máximos representantes en el director Park Chan-wook (conocido por su trilogía de la Venganza) y es inevitable el acercamiento de la industria americana hacia los creadores de otras cinematografías atrayéndoles hacia su lado más comercial. Pero, Park ha establecido unas conexiones propias de su propio submundo cultural y las historias de atracción letal del cine negro, componiendo una mezcla determinantemente extravagante y ilusoria. Un cartero llamando a la puerta y encontrándose en la entrada con una Lolita descubriendo su sexualidad.
Poco tiene que ver Stoker (el duodécimo filme completo de su carrera) con las anteriores películas rodadas en Korea su país natal, sin embargo, mantiene una estructura similar al ocultar sus intenciones finales y hace gala de tres figuras representativas de su filmografía debidamente maquilladas para la ocasión: el suspense, la violencia y el sexo.
Manifiestamente emparentada con los cuentos góticos clásicos, de hija con madrastra convertidos sus papeles de sufridora y bruja, atraídas por un hombre a su vez violento, llamando a la puerta dos veces y encontrarse de bruces con la Lolita de Nabokov, aunque más perversa y sangrienta.
Si nos sustraemos a los filmes que marcan su visión del mundo oriental (cosa harto complicada), se produce una conjunción de dos mundos separados culturalmente, en los que suceden una serie de coincidencias como ocurriera a lo largo de la historia del cine. Casos desde el Japón feudal de Akira Kurosawa hasta el coreano Kim Ki-duk sus historias siempre han cautivado a los cinéfilos de todo el mundo, de Wong Kar-Wai a Zhang Yimou han hecho sus incursiones en producciones del extranjero, o más introducidos en la cultura occidental como John Woo o Ang Lee con continuos vaivenes entre las dos visiones del séptimo arte, siempre han existido cineastas de uno u otro lado del Pacífico que se han fijado en lo que contaban sus compañeros de cámara. Las ideas han circulado permanentemente contagiando las cinematografías, como las secuencias de samuráis viajando al lejano Oeste, o más allá hasta el mismo espacio.
Y en la actualidad esto sigue ocurriendo con asiduidad, aunque haya ocasiones que la contaminación invade la creatividad, como en el caso de remakes incongruentes tipo Oldboy. Este tipo de revisiones de originales no son ni serán necesarias.
Normalmente de un director como Park no es posible que salga una historia mala, a pesar que el guion de la presente corra a cuenta de un joven actor novel en estas lides de escribir y conocido por su participación en series televisivas o películas de acción de escaso mérito, el británico Wentworth Miller. Elegido para el cometido por sus productores y compatriotas, el desaparecido tristemente Tony y su hermano Ridley Scott.
Aquí un avezado titulador, ha cambiado el poderoso apellido introductor de la cultura barroca y el vampirismo, por otro más desechado por el público y menos carismático como Lazos Perversos (imagino que imbuido sexualmente por sus protagonistas femeninas en la referente de los Hermanos Wachowski, Lazos Ardientes). La trama nos cambia a dos amantes por madre interpretada por una Nicole Kidman más acertada que en los últimos proyectos (véase invariablemente en Hemingway & Gellhorn, The Railway Man o Grace of Monaco, salvada por mi extraño parecer en la inclasificable The Paperboy), y la hija en la piel pálida aunque sin colmillos de Mia Wasikowska (recientemente comentado su último trabajo en Cinecomio con el título Only Lovers Left Alive). Y hacer mención a la recordada Jacki Weaver en una familiar muy diferente a la que nos ofreció su papel en la cinta australiana Animal Kingdom de David Michôd.
Por el lado masculino de este thriller erótico-surrealista, el suspense llama a la puerta como La sombra de una duda. El tio Charlie viene a visitarnos de nuevo, añorado, esta vez interpretado por Matthew Goode. Además de otros rostros habituales en zonas misteriosas como Dermot Mulroney o Lucas Till. Todo orquestado bajo una banda sonora inquietante por su lado más lúgrubre de Clint Mansell, y que incluye temas incombustibles como el Duet de Philip Glass.
En Stoker todo tiene una pátina a películas negras de familias acosadas por unas circunstancias invasoras de la intimidad, siempre sin perder la cara a la modernidad y las secuencias rodadas con detenimiento o comercialidad, según lo requiere el momento. Los críticos más acérrimos a los mensajes destinados al gran público, se cebarán con esta falsedad o traición de los cánones clásicos orientales, e incluso echarán de menos un tramo con mayor ejecución personal del director. Como demostrara Park Chan-wook anteriormente con algunos guiños al típico cine fantástico en Soy un cyborg o Thirst, manteniendo su línea surrealista.
Aquí el personaje de India con su aprendizaje en las relaciones amorosas, se debate también entre el terror psicológico y la sensualidad enfermiza invadida por su espíritu arácnido. Una tela tejida entre atracciones fatales, amor al cabeza de familia y envidias.
Este intruso se acerca para desestabilizar la convivencia, que de por sí no era perfecta, para engañar y seducir con pasado oculto, apoderándose de las personalidades desvalidas de ambas, madre e hija. Hasta que se produce un cambio (que trastoca lo contado por el director coreano en sus comienzos más atrayentes), y la película cambia hacia la desaparición violenta de algunos personajes con una técnica más banal y efectista. En su parte final, Stoker clava sus colmillos en una vulgaridad que ejecuta o deteriora las partes más sorpresivas del filme. El momento de cebarse en la producción americana y más clásica, sin embargo, mantiene el interés del espectador que no busca imbuirse en mundos psicóticos u oníricos.
Así, las sospechas y cambios de orientación del argumento desembocan en el descubrimiento de la sangrienta causalidad, buscando el efecto más fácil, donde la joven protagonista nos deje congelados. Aunque Park demuestre que tiene un talento innato para el suspense, se echa de menos tipos con el rostro pétreo como Joseph Cotten, por no hablar del Robert Mitchum de películas como El Cabo del Terror de J. Lee Thompson o el Harry Powell apostolado de La Noche del Cazador dirigida por un inmaculado Charles Laughton. También se echa en falta la figura de un detective más carismático en la vieja tradición de Philip Marlowe de Chandler.
En fin, que Stoker de Park Chan-wook no está tan mal como algunos críticos desencantados quieren hacer creer en los demás, pero tampoco la visión de una incipiente sexualidad es la espoleta adecuada para elevar la agresividad y el deseo hasta sus términos más inflamados, con escenas que están fuera de lugar (pongamos relaciones con chicos de su edad), en cambio las conexiones de cierta irrealidad recuerdan a lo mejor de su cine.
No todo es lo que parece a primera vista, porque todos tenemos "cadáveres" escondidos en nuestras casas, llamadas misteriosas que ejecutan nuestra venganza sobre aquellos que buscan el deseo sexual nada más. Hermanos peleados en familias desestructuradas, mentes perdidas entre el dolor y la perdida, que tuvieron que recluirse en instituciones sanitarias. Amores no correspondidos.
El engaño subyace en toda la trama, bien construido.
Los amantes del cine coreano, balbucearán mil calamidades sobre Stoker, y la venta del espíritu oriental de su director.
Mientras, la película se convertirá en una diferencia en su carrera, que atraerá a otro tipo de público más apasionado con las desviaciones, la enfermedad mental y los celos.
Siempre funciona bien una tragedia en el interior de la familia... y más si la sangre succionada se establece entre madre e hija.
*** Interesante ***
Mia Wasikowska trabajará con Guillermo del Toro tras su paso por una nueva adaptación de Madame Bovary, pero antes la tenemos a las órdenes de David Cronenberg, en Maps to the Stars. Reparto: Julianne Moore, Robert Pattinson, John Cusack, Olivia Williams, Carrie Fisher, Evan Bird, Sarah Gadon. Tráiler:
El nuevo filme de Woody Allen, se titula Magic in the Moonlight, una de las muchas producciones en las que participará Jacki Weaver. Reparto: Emma Stone, Colin Firth, Marcia Gay Harden, Jacki Weaver, Eileen Atkins, Simon McBurney, Hamish Linklater, Erica Leerhsen. Tráiler:
Tráiler v.o. Wolves, de David Hayter. Reparto: Jason Momoa, Lucas Till, Merritt Patterson, Stephen McHattie, Jennifer Hale.
Stoker Soundtrack - Duet - Philip Glass