Fatih Akim a ritmo de risas y soul.
Cuando te encuentras con un director con personalidad, esto es, unas ideas claras sobre lo que va a contar y una visión distinta de contar los hechos y las relaciones entre seres humanos... es de agradecer. Y de disfrutar.
El director Fatih Akim (nacionalidad alemana con raíces turcas), ya me sorprendió admirablemente con su película Contra la Pared. El reflejo duro sobre la vida en pareja, por el lado oscuro de la moral establecida. También un retrato social sobre la vida en la Turquía más occidentalizada, donde la mezcla de sangre en las nuevas generaciones, convive con la resistencia radicalizada de las costumbres y comunes a ritos religiosos arraigados.
Así como, una reivindicación de la libertad de la mujer, para elegir su destino en la sociedad y en la familia.
El nexo común de la película Soul Kitchen, sin embargo, es la música, en esta ocasión más concretamente al soul. Y, por supuesto, a la comida.
Por contra, se aleja en su paretesco de Contra la Pared, excluyendo las reclamaciones de la igualdad femenina, aunque si aparece la libertad de elección en el trabajo. Tampoco entronca con las peticiones legítimas de los emigrantes, o igualmente con la sexualidad salvaje de la pareja en la intimidad.
Soul Kitchen es un alegato al positivismo, a las ganas de salir a flote. La alegría dentro de una trama ubicada en el fracaso personal de los protagonistas y en el mal agüero.
Aquí el sexo es divertido hasta cómico.
Al igual que la vida rocambolesca de algunos emigrantes desubicados en la Alemania actual.
Por si no fuera poco, la película toca dos de las pasiones más extendidas y universales, el arte musical y el arte culinario.
En Soul Kitchen se condimentan estas dos características, salpimentadas con finas dósis de humor y buen rollo. Pues, en esta cocina se preparan los platos a ritmo de Soul, se aderezan con sonrisas y se sazonan con una pizca de cine negro y carcelario. Por último, todo coronado para su presentación con una ramita de desesperación y sexo.
El producto resultante es una sugerente exquisitez, a la que es imposible resistirse sin hincar el diente. Además, es difícil rechazar un afrodisiaco musical (una de mis pasiones para gozar la vida) pero también da opciones suficientes para atraer a otros espectadores menos apasionados con los ritmos y las corcheas.
Por ejemplo, una estimable interpretación.
Desde los protagonistas a los de reparto, están perfectos en su desempeño. Destacando las interpretaciones de Adam Bousdoukos, Anna Bederke y Birol Ünel. Un trío entre cacerolas y condimentación de corcheas.
Por tanto, Soul Kitchen de Fatih Akim, es una pieza de deleite, con canciones de Kool and the Gang, Louis Armstrong o Quincy Jones, además de muchos otros.
No es recomendable perdérsela si eres aficionado al cine musical.
Casi una década de brillo tuvo el Soul en sus comienzo, de 1957 al 1967. Los hombres de negro, se vestían con sus mejores galas y las compañías discográficas, se fijaban en ellos. Atlantic, Stax y otras más independientes creadas por Sam Cooke, se fijaban en nombres como Ray Charles, Wilson Pickett o James Brown.
En 1967, Aretha Franklin con su tema "Respect" llevo la música a su nivel más reivindicativo, en lucha por los derechos sociales.
El Soul es tan universal, que ahora lo podemos escuchar en cualquier situación de la vida, en un dormitorio o en las brillantes e inoxidables cocinas.
Este bocado sabe divínamente, te levanta e incita a moverte.
Te ríes y disfrutas.
¿A qué estás esperando para verla?
Nice.
**** Notable ****
Songs Specials.
Aretha Franklin.
Sam Cooke.
James Brown.
Ben E. King, Eric Clapton, Phil Collins.
Aretha Franklin.
Sam Cooke.
James Brown.
Ben E. King, Eric Clapton, Phil Collins.