Antes de una nueva era: Deadpool, Dr. Strange, Logan y Guardianes de la Galaxia.
Joss Whedon lo ha vuelto a hacer, el director neoyorquino se ha enfundado en su traje elástico de todo me resbala, para adaptar el cómic de The Avengers de los creadores míticos Stan Lee y Jack Kirby. Y las hechuras le sientan algo desajustadas, a pesar de tener todos los accesorios que corresponden a este tipo de películas basadas en el mundo Marvel, con acción a raudales y chorreras, es decir, chistes más o menos afortunados. Pero, el gran problema es que parece que Whedon (guionista de Toy Story) no ha crecido lo suficiente para otorgarle otra visión a la aventura, pues continúe todos los tics que ya se acumularon en la primera entrega hace tres años, y el resultado es un argumento que se percibe como déjà vu, decenas de veces.
En esta ocasión, nos encontramos con un relevo que se anticipaba más por cansancio que por necesidad, con buenos actores que empiezan a participar en estos filmes como un divertimento en el que no hace falta ofrecer otra cara de los personajes. Es cierto, que el uso de escenarios creados artificialmente puede influir en el tratamiento de sus trabajos, por lo que sería necesario una nueva mirada, a pesar del nuevo método de "motion capture" todavía no se ajustan algunas secuencias al nuevo método en el rodaje junto a elementos que pueden interferir en la interpretación. También, hecho de menos un poco más de atrevimiento y actualización de los diálogos, pues los comentarios jocosos o las explicaciones que debieran ser científicas, se pierden en un universo que empieza a hacer aguas. Debo confesarlo, por enésima vez, no me agrada el uso de la cámara como otro personaje más, que decide y gira sin cesar las escenas. Por mucho movimiento ágil y encuadres increíbles, particularmente me pierdo en la continuidad de la acción.
Por el lado, de los míticos superhéroes de Marvel se caracterizan por un dramatismo personal y los líos que mantienen entre ellos, cuando sería interesante ver la interacción con los pobres humanos, que ven como se destruyen sus ciudades y se mueven por el tablero sin dejar una huella apreciable de su paso. Mucho menos, al tratarse de una película para todos los públicos, hallarnos en la coyuntura de mostrar el daño que los monstruos y héroes producen a su alrededor.
He leído a algunos fans de la saga, pedir cuentas a determinados personajes que se derivan hacia un endiosamiento inmortal y que luego resultan un virus informático de andar por casa. Cuyos esbirros infranqueables y inoxidables se convierten en bolos de un gigantesco juego, manipulado por la mente y los excesos de otros héroes que parece que sí, pero no. Y es que, ¿qué pueden hacer los demás, si no es destruir chatarra, frente a la omnipresencia y los rabiosos músculos de Hulk?
Creo que me he extendido demasiado en las habilidades la cámara, cuando en esta ocasión debería hacer más incapié en los dos aspectos fundamentales, el argumento y los efectos especiales. Por el primero, pasan todos los defectos que me chirrían, como infantilismo, situaciones emocionales forzadas y procesos apocalípticos ya vistos demasiadas veces. Así como la repartición de cuotas entre todos los miembros del equipo, para que todos tengan su momento de gloria frente a las hordas metálicas de sus enemigos, batiburrillo de hierros y músculos de 360 grados, cuyo jefe parece más interesado en lucir un esqueleto brillante que elaborar pérfidas estrategias para conquistar el mundo.
Joss Whedon, ha copiado en exceso de otras aventuras desde pequeñeces como Virtuosity o El Cortador de Césped, hasta la emblemática Terminator, pero sin pizca de efectos dramáticos ni tensión.
En el sentido visual, por supuesto, se hacen valer los 250 millones en el presupuesto, pero los escenarios recreados entre Johannesburgo, Italia, Bangladesh y Londres, se pierden entre tanto artificio y destrucción explosiva, más interesados en crear una sucursal de Industrial Light and Magic, en la capital británica.
Al final, casi todos contentos. Los seguidores fanáticos del director de Buffy verán con creces sufragadas sus ansias de rotaciones y digitalización, ésta toma un peso mayoritario e insufrible en los filmes de acción, los actores y equipo cobrarán una interesante cantidad por sus aportaciones a la saga, Marvel y Lee crecen un poco mas tras tantos años de actividad creativa. Los que se empezaban a cansar de estos Vengadores, ahora verán como otros van llegando a la franquicia liberando a los primeros hacia otras ofertas cinematográficas, los críticos podemos despacharnos a gusto, y James Spader parece mucho más amenazador guturalmente hablando.
En cuanto a la resolución, si observas Capitán América The Winter Soldier, tiene parecidos bastante sospechosos, con lo cual los creadores de escenas de lucha, deberían empezar a preocuparse un poco.
Y a los sufridores, ánimo, pues en próximas fechas solamente tendremos algunos estrenos, pero con diferentes aspectos a lo visto anteriormente. Este es el nuevo circo marveliano: Ant-Man, DeadPool, Capitán América: Civil War, X-Men: Apocalipsis, Gámbito, Doctor Extraño, Logan, Los 6 Siniestros, y al menos, otra de las más agradables para mí por su bocanada de aire fresco, Guardianes de la Galaxia 2.
¿Podremos resistirlo, nosotros seremos... hasta la vista héroes!