El Tiempo parece algo lineal, sobre todo, en la edición de cine... que se lo pregunten al chico en The Fabelmans... pero, la ciencia ha comprobado que no lo es, sobre los márgenes surrealistas del universo.
Ni tampoco en la narración, la verdad, como está demostrado en la historia del Séptimo Arte, tantas veces. Solo hay que hacer un retorno al pasado... para comprobar las distintas oleadas belicistas. Luego, llega un episodio de paz imaginaria... y vuelta a empezar.
¡Como los posibles premios, que también se tocan!
Steven Spielberg, compone una secuencia esencial por los caminos embarrados de la Segunda Guerra Mundial y sus exhibiciones sangrientas, o en tonos grises. Empezó hace ya mucho tiempo, cuando retrataba a sus probables héroes en el desierto de Arizona, con amigos intérpretes...
Poco a poco, como se desliza un periscopio sobre el horizonte... de nalgas y humor, para una extraña sensación onírica, efectivamente risueña por aquel 1941, claro estaba el gran John Belushi y su interés para volarlo todo, pese a quien pese, bailaras o no.
Y prosperar en salto hacia el final con la Lista de Schindler, ya se sentían esos andares en sus pinitos por casa y las persecuciones juveniles, hasta enfrentar ese descubrimiento mediático del Holocausto, que impactara a los medios por la deshumanización sistemática a sus ancestros judíos, en blanco y negro... casi.
Plasmó el dramatismo en las costas temporales del Día D, hasta los tuétanos salvo el Pacífico que vendría a dramatizar más aún, encadenados después de retratar los diferentes pelotones del asalto aliado y sus pocas esperanzas de supervivencia personal.
Allá, se enfrentaran con un nido de avispas de hierro, fluido y pólvora, las tripulaciones de Tom Hanks en Salvar al Soldado Ryan, descubrir el carisma histriónico del próximo Christian Bale en El Imperio del Sol o responder a esos holocaustos étnicos y acabar en el antihéroe internacional, tal vez inspirado por las propias historias de su padre... que no, gableman.
Un pacífico, que nunca estaría tranquilo con el recuerdo y sus máquinas, incluidos trenes de juguete para transporte de grandes espectáculos, representados en cortes y hazañas visuales, como algún director con heridas y un parche en el ojo. Por supuesto, existían los héroes a la contra... ofensiva. En apariencia de maestría.
Otros episodios trascendentales se asoman, claro está, por guerras a horcajadas sobre caballos sin herrajes o esos encuentros, no tan ocasionales de nuestro héroe favorito, Indiana Jones y los nazis, desde su 1981 en arcas monumentales.
Vamos un consumado experto en estas lides bélicas, que desprende humanidad, como sentenciaría aquel en consecuencia familiar y extrema: "Por eso lo llaman la selva, cariño"... , por supuesto de fuego. Y celuloide incendiado.
Lo siguiente qué será... ¿una película con vaqueros y diligencias? Tal vez, jaja.
Carrera de héroes.
Los héroes siempre caen desde las alturas, como el horizonte imponente.
Sin embargo, los dólares no caen por decantación de los hechos anecdóticos, sino por el trabajo... Normalmente, eh.
Rangos supremos de la producción y la narración con imágenes, son los chicos de su propia Compañía, no tan fácil. El esfuerzo os hará hombres, se decía... y la imaginación, artistas como su tío, Judd Hirsch, el mismo de tantas historias sobre la Luna. Otros les llaman lunáticos, sin imaginar...
Pero, poniendo una marcha atrás a la correlación de los hechos y el pensamiento crítico de Spielberg y otros maestros, vamos a soportar el caos de la guerra, porque era necesario, reencontrarse con la sangre... que pudiera haber sido en Compañía de Hermanos. Una gran banda, al unísono, con unos pocos años de diferencia para HBO, la esencia del cinematógrafo y sus posteriores Dreamworoks especiales.
Kilómetros y kilómetros de película, recuerdos desintegrados de nombres, carne putrefacta de sonrojos, acosos intemporales que asoman en las cenizas, rescoldos de la Vieja Europa. ¡Siempre!
Pobre Europa, siempre en el alambre de púas... Él lo siente, y bien, nos lo hizo sentir a todos.
Así son los héroes, que nunca descansan... ¿para qué...? ¿Para fenecer...? No olvidarse, hermanos de sangre.
Así, el comenzar la vida y terminar a inicios del nuevo siglo, en esta producción televisiva de alto calado, casting de miedos, y amasijos de recuerdos reales, retales de sus vidas... fotos a contraluz de las heroinas.
Ahora recordada como Bandas de hermanos, sangrientos... Junto a su otro en la producción bélica, erguido en el horizonte de sucesos, Tom Hanks que participó en el guión, para más implicación realista.
Se fue adaptando esta epopeya descarnada, sobre el escrito del historiador Stephen E. Ambrosse y los actos heroicos, por obligación y unas raciones de dinero para las familias.
Es una correlación de ejemplos de movimientos contrastados entre el horror y su arte, desmembrados, entre ambas partes y conciencias vitales... 20 años y uno más, pasaron antes de su propuesta actual y personal con la memoria, sus... Los Fabelmans. Retales de su otra vida, agujeros de balas a contraluuuz... Una de las candidatas favoritas para los Oscar´s de este año. Sin duda, y el surrealismo se lo permite. La otra guerra de guerrillas, en familias de padres a hijos, madres a hijas, y eso. Dos piedras en el sendero del cine.
Pero afables y emocionantes, muy afables, gracias. Gracias a todos, en todas las partes, en todos los tiempos, que son el mismo héroe, la luz y sus sombras.
Pero, de eso ya se hablará en comparación con guerras sud-realistas y más allá, como de The Batman vs Joker´s variopintos en negro cuero y otras escenas cotidianas del cine, pues me faltan algunos episodios que visionar con un solo ojo, babiloniadas de Scrooge... En fin. ¡Ay... el tiempo!
Pedazos de... Historia.
Un asesinato real... Pero antes de ese derramamiento de sangre inicial, buscaremos el dato objetivo y universal, a través de una verdadera riada que significan las guerras en consecuencia, dramática.
Tanto de involucrados directos en las acciones bélicas, o criminales de los distintos bandos, como de los desafortunados ciudadanos que reciben inocentes, más héroes indiscriminados en tantos lugares como árboles tronchados, esos actos de violencia explotando a las puertas de sus casas. Nos sentimos en 1944, casi nada en la descripción nauseabunda de los hechos... ruido de motores, y huevos estrellados. Hacia cualquier lugar que dirijas la mirada... Spielberg lo vio, se lo dijeron, por una ventanilla, mira al horizonte... coj...
Siendo aquellos, aplastados, soldados o políticos al mando, y otros... seres perdidos... todos como rocas rodantes. Todos de padres a hijos... blood of Brothers.
Historias empezando con el antecedente, de lo pequeño, la individualidad, se establecería la división a partir de esa misma sangre, en los reinados del Viejo Continente y las diferentes revoluciones sociales, que estaban a la gresca masiva. Como ocurrió tantas veces en el pretérito de la especie, llamada inteligente. La historia es como una caja de bombones, recubiertos de... por todos los lados, menos por uno... El Arte.
Spielberg, David Lynch, Tom Hanks, John Ford... Ellos son el Séptimo de Caballería... de "Artellería".
Ante las calles de Sarajevo, con explosión fallida y un acierto a bocajarro, se derivaría a la mayor masacre conocida hasta entonces, en las primeras décadas del s. XX, hasta la Banda de ahora.
En la Primera Gran Guerra, 15 millones de cadáveres se pusieron sobre un tablero infecto, de distintas nacionalidades en descomposición orgánica, entre enfermedades atrincheradas, reemplazos desubicados de horror, piojos en retaguardia y últimas bocanadas al barro. Bien lo saben en, Sin Novedad en el Frente, la notable e infernal película dirigida por Edward Berger, que Alemania ofrece como candidata a la estatuílla dorada de Hollywood... Merece la pena verla, y no repetirlo, por consideración.
Ese catastrófico belicismo de familia, que se incita en bloques, al menos fue esquivado por un Alfonso XIII de España, que lidiaba con otros menesteres más de matar por casa, quedando al margen de los futuros incordios, y metidos en camisas de once varas, como el cuadro del Duelo a Garrotazos goyescos, muy negros, en el lodo propio... ¿Para qué buscarse otro...?
Allí desencadenó la Triple Entente, Gran Bretaña, Francia y Rusia, "casi como hermanos...", y la secreta Central o Triple Alianza de germanos, italianos, concubinos en el odio racial, y los prusianos de aquel extendido imperio austro-húngaro, para habernos matao...
Ah, y en el ring también, ¡sus enormes negocios coloniales en juego mortal!
Los puentes entre espías, funcionaron en todas las facetas, políticas y económicas, creando una verdadera animadversión que perdura, pacíficamente, ¿seguro tú? Pasaron a The Courier en la Guerra Fría y otras con nuevos misiles, que nos asustan como piedras prehistóricas de inteligencia... El espionaje está al orden del día, de los estados y sus partidos políticos... de sus guerras.
Aquí, volviendo al frío bosque, voy a hacer un pequeño inciso histórico, para ajustar información con sectas ideológicas y emisión de la esclavitud en tierras cubanas... Que, si bien España, tuvo participación con los afincados allí y procedencias de otros territorios americanos... decir que Isabel la Católica promulgó un edicto para su abolición en todos los centímetros de su reino. A lo que se opusieron, especialmente, negreros y ricos comerciantes de origen catalán, que serían en siglos postreros, los precursores de un independentismo feroz, más separación ideológica y humana. Por ir contra la corona contra sus propios beneficios con esa actividad ilícita y criminal. En la WWII, hubieron millones de personas esclavizadas, trabajando para el odio por un cuenco de huesos, y un ojo retratado.
Después de esas protestas temporales y la independencia de diferentes estados, más cerca de nuestro Atlántico, otros tomarían relevo y aprovecharían la ocasión, para reescribir la historia, alargar la Leyenda Negra, hasta nuestros días, pongamos norteamericanos de nuevo cuño, holandeses y belgas, porteños sudamericanos frente a mulatos, ingleses escabullendo responsabilidades... es así todo. También en el mundo musulmán y rapto de mujeres africanas, hubo a millares, y de europeos igualmente... incluso japoneses forzaron y sentenciaron a miles, el otro lado de los pacíficos, como por parte de China en otros épocas. El inciso, está formalizado... con respeto al tiempo y las conciencias.
En las guerras, además de muertos y escoria, también existe esa esclavitud para aprovecharse de la mano de obra sin remuneración y otras violaciones belicosas, que normalmente no se ven, ni se recuerdan entre tanto salto al vacío, con las mujeres.
En Hernanos de Sangre, esto es una evidencia, pues la mayoría de su reparto es del mismo género, excepto encuentros con la desesperación femenina, su psicología frente a nuestra violencia por la fuerza. Es un espejo diferencial, que se masacró en primera línea a los hombres, y en olvido a las hembras... y miles de huérfanos.
Toda aquella triple entente de machos, y generales en la retaguardia pidiendo más derrame, unos porque sí y otros para finiquitar... formaría con el tiempo, la misma alineación del odio. De la misma forma, que muchas mujeres miraron para otro lado y tuvieron que enterrar sus fantasmas. Salvo algunas Mataharis, y enfermeras de urgencia, que existieron en todos los bandos y horas.
En la II GM (o WW para los anglófilos), los archienemigos que se enquistaron políticamente a favor de dictadores como Benito Mussolini y el infame de los infames, innombrable sin apellidos, gracias a dios y los juicios, Hitler se disparó en los huevos...
Bien ungido en el odio, su cerebro, para incendiar nuevamente Europa y el mundo, desde el fatídico 1940, hasta ir expandiendo sus tentáculos a esas colonias africanas, tan denostadas y explotadas en siglos, a sus vecinos diferentes, por una Asia que explotaría en diversas causas, hasta incendiarse casi por completo, de refilón Australia en olor colonizado, pasando por aquel imperio otomano, mezclas de sangres en las trincheras... aquí son hoyos... y llegar gráficamente, a las primeras instalaciones encontradas sobre Pearl Harbor... aunque EEUU, ya estuvo presente y efectivo, en aquellas estribaciones por el lodo excavado de 1917.
El miedo es un vehículo a la nada. Bueno sí, a los muertos de miedo. Y Steven sabe un poco de eso.
Las Capitulaciones...
La derrota, como la victoria, sería entre una guerra de tricheras, cada uno intentando mantener su cabeza erguida por encima de los hombros del otro... Así quedo la cosa, con una maldita revancha que se jugaría en la formación violenta de la primera Yugoslavia y lo que vino después.
La capitulación debe ser dura, cuando tienes que rendir cuentas a los vencedores, que no te perdonan ni una, sobre todo, si ocasionaste algunas de las atrocidades, o las que acontecerán...
El avance de las tropas en el enfrentamiento salvaje de la II GM, fue muy diferente aunque también existían esos agujeros en el terreno, pues se avanzaba a distinta velocidad, como los tiempos. Y los vehículos militares empleados para el combate, las armas de repetición y elementos humanos, quizá, mucho mejor preparados para el cara a cara, a cierta y resolutiva distancia.
Así empieza, con el adiestramiento de la mitificada Compañía Easy, del 506 Regimiento de Paracaídas y 101 División Aerotransportada de los USA.
El resto son los episodios, uno por cada registro temporal coordinado, que emergen de los recuerdos de los protagonistas reales y las expresiones, adaptadas a cada nivel educativo, de los componentes esenciales de esta serie condecorada por la historia de la televisión.
Por tanto, las capitulaciones se entregan con realismo, en la victoria o la derrota, que también las hubo en ambas partes, con vísceras impactadas en pantalla y miembros amputados, como si del mismo M.A.S.H. se tratara, pero sin cortapisas, ni humores. Salvo los desprendidos por las balas o la descomposición. Eso si que se ve bien, en la tortura grupal de los soldados alemanes y demás, sobre la producción de Netflix de título original, Todo Tranquilo en el Frente Occidental, allá en la comarca norteña francesa y apuntada por el dolor personal del protagonista.
La sangre de hermanos y la opinión crítica o antibélica, se dan la mano, como lo hizo en su tiempo y ocasión, el mismo Dalton Trumbo y su cuerpo inmovilizado en la tragedia shakesperiana de hospital.
En la 1ª entraron en juego los primeros blindados y submarinos, los primeros estertores de gases tóxicos, para cobrarse sus primeros trofeos humanos, que durante la ofensiva de los 100 días, forzaría el rendimiento sin condiciones de Alemania con el Tratado de Versalles, muy a pesar de sus mandos, que en algún caso, sirvió una verdadera carnicería en la última bandeja.
Pero en la 2ª, sería más monumental, debido a la inmensidad de la catástrofe europea y los juicios de Nuremberg, hacia una rendición absoluta que se expandió al Imperio de Hirohito y su famosa imagen sobre cubierta, de una paz inminente tras la fuerza excesiva.
Aquí me toca recomendar otro espionaje de cine, con la narrativa en aquellas etapas belicosas, de La Mujer del Espía´, dirigida por el japonés Kiyoshi Kurosawa, para definir sentimientos ocultos en el final de la guerra.
Entre ambas, las revueltas revolucionarias mantendrían las cosas políticas caliente, sólo hay que mirar para nuestros adentros, las tripas patrias. Una espoleta programada que significó la programación de Steven Spielberg en sus años tras la cámara, hacia el Segundo Gran Estallido entre hermanos, de raza, o no, y condición. Bueno tampoco, porque los camaradas provenían de muchos ámbitos sociales, aunque especialmente, el de rango militar de carrera y los más bajos, en la mayoría de casos. Esos pobres diablos, que vivieron los suficiente para completar una familia.
Es la lucha contra el auge del fascismo, proveniente de las calles, no olvidemos, y el castigo perverso sobre unos seres humanos, que algunos consideraban inferiores... y que los dirigentes aupados por el pueblo, no vieron como humillante.
¡Malditos Bastardos...!
Decía John Ford al joven cineasta de Los Fabelmans, la película íntima de Steven Spielberg e interpretado por el director de los extraños horizontes David Lych, que éstos dentro de una localización mediana en encuadre, son poco interesantes o sosos.
Quizá por eso, John Martin Feeney, el comandante en la Reserva de la Marina de EE.UU. los contrastó como jefe de la unidad fotográfica de la Oficina de Servicios Estratégicos y grabaría las horribles imágenes en vivo, y muerte... del desembarco en las costas de Normandía. Después desolado por el salvajismo, se encerraría tres días en una habitación al mando de varias botellas para olvidar... ¿recuerdas a Martin Sheen en su Apocalipsis Now y la de Francis Ford Coppola?
Algunos cowboys noctámbulos, no soldados, confirmas la exactitud de sus expresiones... “Cuando seas capaz de diferenciar el arte de colocar el horizonte en la parte inferior o en la parte superior del encuadre, en vez de justo en el medio, puede que entonces te conviertas en un director bastante bueno. Y ahora, ¡a la puta calle!”. Él posicionó en la luz.
Los Oscars 2023 sentenciarán la contienda entre horizontes de agua, familiares surrealistas, rocas rodantes y rock.
¿Cual es vuestra favorita...? A verlas en paz.
Los jóvenes soldados norteamericanos, les gritaban "Malditos Bastardos", algunos tan imberbes como ellos. También asustados por las órdenes de sus locos superiores... más que dictadores.
Algunos soñaban personalmente con rebanar su gaznate, pero tuvieron que supurar, si podían con los escasos medios e higiene, los enormes manantiales de muerte que, sino, supondrías terribles cicatrices para toda su vida. Nada experimentados médicos de urgencias, sin la pizca de humor sangrante de posteriores guerras, como recalcaría aquella inolvidable M.A.S.H de Robert Altman y sus posteriores suturas en tv. Auténticos héroes sufridores con misteriosos automatismos psíquicos y emocionales.
Los cuerpos destrozados de paracas, sirven como consagración a aquella violencia mundial y las manos que intentaban restañar todo ese dolor, es un marcapasos de las imágenes en nuestros hogares con el ahora, que realza la referencia bélica y muerte de las ciudades petrificadas.
Todo es una parte documental de los hechos, sin reservas como en el Midway de Ford, menos en su rodaje editado y expuesto al público del famoso Desembarco. Reservando episodios para los productores Tom Hanks y Tony To, sumados al puñado de directores sobrenaturales de producciones televisivas, como David Nutter (X Files), los británicos Richard Loncraine habituado a las acciones guerreras de Ricardo III y David Leland (The Land Girls), el danés dos veces nominado Mikael Salomon y el experimentado Phil Alden Robinson (Los Fisgones, Campo de Sueños).
La Banda de hermanos, actores es inmensa, prodigiosa encabezada por hombres aerotransportados, muchos al éxito, como unos jóvenes Michael Fassbender, Tom Hardy, James McAvoy, Simon Pegg, David Schwimmer, Neal McDonough, Colin Hanks, un esencial en la serie como Ron Livingston y un ganador del Globo de Oro, que sobresale por encima de todos, Damian Lewis.
En fin, tantos hombres buenos para la actuación, que sería una tarea imposible de realizar en estos instantes del comentario... pero que dejan huella, de haber pasado por allí... una serie de Steven Spielberg. Descubridor de estrellas, como héroes de la pantalla. Los que se quedan con la chica, aunque no lo busquen... si es que sobreviven y la suerte les sonríe.
Band of... Horizons
Y se acabó, esto es la guerra... ir recogiendo los trozos de nuestras vidas pasadas y futuras. Porque nunca parece tener fin... como el cine, este afortunadamente claro.
Lo saben tantos en el frente, como el maestro John Ford lo proclamara, detrás del humo de su cigarro. James Belushi tras el humo del éxito y otros horrores... Padres y madres, frente al desengaño y lo absurdo de las guerras de otros... Tom Hanks y su enorme carrera ya, después de tantos años, tras aquella despedida que vimos en la arqueología... El muchacho anónimo que se convirtiera el héroe, tras el humo de su canuto... sólo momentáneo, claro.
Héroes dorados, como los tíos y sus sueños, sus huevos... salvo que haya sorpresas pequeñas de Irlanda o Suecia, sinfonías de teclas con Tar, o la fusión de los sentidos especiales y la acción desbocada, dirigida al corazón... ya diré como son... ahora estoy con el hermano mayor.
Porque el verdadero héroe, es el que ya no se puede levantar, ni pensar, ni amar... Por eso, todos somos víctimas de la historia. Excepto los surrealistas, imaginativos, narradores... fotógrafos de vidas.
Excepto Mr. Spielberg, que es un niño y su ilusión nunca se apaga... como las balas de aquellas pistolas.
Y su Mayor Espectáculo del Mundo... La Magia, su ojo... y El Horizonte.
John Williams - The Fabelmans Soundtrack
1941 by Steven Spielberg - Soundtrack Suite John Williams
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