Un escrito cuasi anónimo, como solían
serlo aquellos documentos apócrifos que se encontraron en cuevas… sí, contaba
que en el principio, las tinieblas cubrían todo en el abismo de la superficie
terrestre, y entonces, dijo Dios (o algo supongo)… ¡Hágase la Luz!, y hubo luz,
y vio Dios que era buena y separo ésta de las tinieblas, llamándole día y
aquellas, la noche… Hechas, ambas contiguas, distantes y contradictorias,
marcando nuestro tiempo.
Así ligeramente, se podría nombrar a
La Brea de NBC, y eso que tan sólo he visualizado una primera temporada con
hechos caprichosos y diálogos poco evolucionados. No sé, si la continuaré…
distanciado de su narrativa, especialmente distante en las relaciones y las
consecuencias de las acciones en familia. Pues bien, la producción de Universal
Tv, está ahora mismo en las mismas mandíbulas de los tiburones…
A veces, ocurre con guionistas o
creadores de ficción, iniciáticos que no ven más allá que esa era arcaica, esta
vez, de los 10000 años a.C. e idean un escaparate de catastróficas casualidades
o peligros, para diseñar el comportamiento digital de sus animales y la
distante climatología. Por tanto, no terminas creyéndote lo que ves o te
cuentan, especialmente, si los protagonistas se caen de un guindo a kilómetros
de altura. Algunos saltos antropológicos en el tiempo y el espacio, son
perniciosos… Amotiguando el golpe con un colchón invisible.
Esa extrapolación histórica con las
facetas humanas del comportamiento, te alejan de la memoria cuántica de la AI,
remitiendo a otros episodios cercanos de los que algunos historiadores se
quejan y que los directores de cine, como Spielberg, o Kubrick… o el amigo
Ridley Scott, defienden porque son puntos de vista y desarrollo de
personalidades, subiéndose a la chepa de algún presidente, romano o Emperador…
Sin embargo, David Appelbaum no aporta gran cosa a la historia… Y esa obra
acabada, en busca de cierta excelencia, termina siendo cuestionada, o no, por
otros autores, no de ciencia, que describen renglones torcidos a los hechos.
Dejando de lado, lo artístico, lo emocional o lo imaginativo…
Sería necesario, un mercado libre
para desarrollar la ambigüedad de los caracteres, la distorsión de las ideas… y
el reflejo de una época, que ninguno vivimos. Ideas liberales, respetando la
opinión del prójimo, pues la expresión es el orden que define lo pensado, lo
que somos… o la que fuimos, más allá del retrato histórico. Ahora son fotos, en
las redes que quedarán atrapadas en la memoria, como lágrimas… en el tiempo.
El ABC… documental.
Y entonces, de repente, un apagón…
como en esta primera sesión en La Brea y lo caprichoso de las acciones de sus
protagonistas o invitados a la epifanía universal. Idas y venidas, de amor y de
fe, que persiguen la obscuridad con alguna perspicacia y humor, como ocurre con
la tercera de Miracle Workers para TBS, que más allá de sus majestuosas
estrellas, Karan Soni, Geraldine Viswanathan, y los enviados celestiales,
Daniel Radcliffe y la deidad de Steve Buscemi… dejan a este Oregon Trail,
descarrilado de la experiencia anterior, y la comedia queda decididamente, en
vía muerta… Sobre todo, hablando de los hijos/as.
Para volver al camino, veremos si con
la ayuda de Max, nos precipitamos al End Times, o no… Es, como lo de la luz, o
la creencia en cierto Napoleón… ¡Una energía interna!
Recapacitando… ¿qué está pasando…?
¿Es el fin de los buenos tiempos en la TV…? ¿Existe la involución, como en
otras cuestiones de la vida?
De momento, la contestación personal
es, el aguante, y en otros casos, el abandono… o el silencio, más allá de
Botella o los gélidos campos en Rusia. Esto, son hechos… Y es otro hecho, real,
como que incorpora datos o expresa reacciones, narraciones con exactitudes
demostradas, que servirían de soporte para los interesados en ellos, los
hechos, actuales o históricos.
Un paso atrás, descendente en el
tiempo, con Breas, otro capricho de la ficción… un descanso en el viaje
humorístico por el Oeste salvaje, amarrado a la hija, que es un castigo de dios
y del humor descompuesto como aquel muerto de islas remotas… y veremos, que se
cuece en la línea temporal que te deja en el filo, esperando el advenimiento de
un jefe de Todo, o un Loki, semidios de Marvel.
Mientras tanto, me centraré en el
documental… grabado en mi subconsciente por su calidad humana, la importancia científica…
o por formar parte inolvidable de nuestra experiencia… De mi recuerdo, que es
el ABC Documental.
El Horror… de lo editado.
Cada uno, opinará de su Napoleón,
como quiera… o le dejen en esta libertad que padecemos… ya que la margarita
expresa, ahora sí, ahora no… Dependiendo de que nos separemos de las líneas
argumentales que se dictan, preconcebidas y dirigidas… encontraremos luz u
obscuridad.
Las tinieblas de terribles aventuras
y, cierto capricho de los acontecimientos, marca las nuevas fronteras y las
existentes hace milenios en las culturas.
Pongamos que hablo de espacios
insondables, tendremos la observación de los instantes separados de gemelos al
nacer, como el de los Siete Días en Marte, que significan el descubrimiento de
un mundo, a través de la robótica espacial y el retraso caprichoso en las
comunicaciones. Grandes imágenes reales de lo que pudo ser, y es, o la búsqueda
de la excelencia energética en Unknown: Cosmic Time Machine… como lo que sería
en la experiencia científica, a través
de la colonización en otros cerebros imaginativos… pongamos que hablo de The
High Frontier: The Untold Story of Gerard K. O'Neill, que actualmente, está tan
en boga, como la realidad misma.
También existen nuevas fronteras en
la profundidad de nuestros propios límites, sumergiéndote con cierta exigencia
rival, en las frías aguas de un Gran Azul, para destacar a los héroes anónimos,
como en The Deepest Breath. Donde descubrimos por primera vez, al rescatador de
apnea peligrosa, Stephan Keenan y su pasión. Un, no placer, visual… En el otro
lado de la balanza, estaría Isaac Asimov, con su Mensaje al Futuro, donde el
verdadero conocimiento, la literatura, la ciencia y la AI, se dan la mano,
mediante un gran cerebro. Para todas las generaciones venideras…
En esta frontera del pasado, a
algunos sólo les resta, descubrir la última, que es la primera, Gran Pirámide
Perdida, por Amon de dios. Amor, digo.
Épocas de héroes… y de Cambios.
Pero también existen, otros horrores
más clásicos.
El terror grabado en la memoria del cine,
con el Giallo de El Cine Maldito, donde el rojo sangre, vino después del negro
de los clásicos. Más profundo aún, cuando el Asesino de la Serie Z, sale a la
luz del jacuzzi del tiempo con Blood & Flesh: The Reel Life & Gashtly
Death of Al Adamson… que nos recuerda que hubo héroes escondidos, que ahora son
legión, como Jess Franco o el gran Paul Naschy, del que se recuerdan las 24
imágenes por año perdido. D.e.p. también, la estrella muy española, Doña Conchita
Velasco, una heroína del cine patrio.
Como lo fue la Chica de Oro, que
Concha también reclamó aquí, donde se celebra el humor y la calidad humana de
Betty White: A Celebration, imperdible por todo su ser… otra heroína del humor.
Y por último, los héroes y monstruos,
en silencio programado en el tiempo, para revivir hoy y recordarnos el horror
del espíritu humano, que también existe, en los murmullos apagados de los
Juicios de Nuremberg, para no olvidar en tiempos delicados y otras censuras. O
en el cine, dónde puedes descubrir que el tío Alfred, en 78/52 y con algunos
amigos, sabrás que el arte está en todo… hasta en una espiral. O unos ojos en
blanco y negro. Luz y obscuridad, el cine mismo. Una ventana abierta a la
indiscreción, es el maestro Hitchcock.
Ahora… más héroes estelares.
Igual que una neurosis propagada en
el tiempo, existen los errores que definieron tempestad de ceniza, cuando sobre
la Isla Blanca de Nueva Zelanda, despertó el monstruo Whakaari para llevarse
las almas de los guardianes maorís, una tragedia que no volverá a repetirse, como
las apneas sin límites, o las guerras apocalípticas… Esperemos…
Otro magnicidio, despierta a la
ciencia y nos enseña que JFK, no podrá levantar más que conjeturas… y tal vez,
alguna certeza caprichosa… voladora… o rubia. Otras postura incómodas en el tiempo…
Como es el cambio protagonizado por la investigación en el Stone de Nuclear
Now, que puede significar una modificación radical de las energías presentes.
Pero, para mí en el humor, además del
documental del Barrio Sésamo de Jim Henson, un héroe de infancia, existe el
Groucho con Cavett, donde se despierta la voz caprichosa del humor y el
anglicismo resiliente, que se dice, para no abandonar nunca el escenario,
aunque uno se sostenga a duras penas… Sobre todo, cuando se es un genio.
Me quedan aún, no se vayan…
El Gran Azul…
Los héroes encarnados de la Gran
Frontera, la que define a los soñadores intrépidos, mayúsculos como su ciencia
o el arte. Hubo una vez, la obscuridad y se hizo la Luz… bajo el mar o bajo los
focos.
Ya han traspasado todos los límites y
sus hechos, los de nuestras vidas, o las de algunas, como un servidor. Lejos de
las mayorías, selectas, existe esa primera línea que define a los elegidos
intrépidos, como Jacques, Ronnie o David.
Capaces de dejarte petrificado, con
sus significativas personalidades, a prueba de toda expresión oportunista o
artísticamente, independientes. Se demuestra en las profundidades de una vida,
con golpes del destino y otros ataques provenientes del interior. Como en la
vida de cualquier otro, protagonista anónimo, pero que nunca será oído ni
reinterpretado, ni siquiera inventando sus propios universos. Fuera del alcance
de esos focos, del éxito económico o la fama. Love me dooo, lalalá.
Voy a decirlo rápido, y dejarlo
claro, porque son increíbles, sus vidas y los retales que recordamos en las
nuestras… Becoming Cousteau, disfrutar de un gorro rojo de lana y la inmensidad
de su mirada, azul como el océano gráfico que representó como Nadie. Dio, Dreamers
Never Die, porque una voz no se apaga, hasta que nosotros, sus admiradores y
seres cercanos, dejemos de propagarla para nuevas generaciones, aunque marchen
por caminos imposibles… perdidos.
Y como no, el compartir los flujos
espaciales del soñador, don David Bowie y su carácter innovador en todos los
sentidos, especialmente, el suyo, impredecible como una Fantasía Lunar, a
través de los mandos con el comandante Tom y Ziggy, con sus arañas de Marte… a
la Tierra.
Nada con ellos tres, es
intrascendente, porque hicieron historia y están ahí, al fondo de los
corazones, en el torrente sanguíneo o la memoria, que no es inteligente, sino
especial. Son los de siempre, los mismos, los imaginativos, intrépidos, los
camaleones cambiante, o no, persiguiendo sus sueños… porque pueden, y
quisieron… son y serán, eternamente, los Holy Diver! Viajeros sagrados, estrellas
de carne y hueso… Humanos, al fin. En ellos, somos todos… o querríamos
acercarnos un poco, a su Luz.
Y una esquela anónima que diga… Aquí
yace un lunático… que nada tiene que argumentar, sólo blandir el silencio.
Quizás el arte, es eso, el silencio tras la luz… O no… Disculpe que no me
levante, señora.
Reposen en nuestra inteligencia, para
siempre… a través de los tiempos. Del simple turista… a la estrella más
luminosa. Que no… distante, of course, como delfines libres en el mar, David.