Cinecomio busca

EnglishAlemánFrancésEspañolItalianoNetherlandsRusoPortuguésChino SimplificadoJaponés
CoreanoÁrabe

domingo, 17 de julio de 2022

The PeaceMaker / Moon Knight. Season I

 

Los extraterrestres llegaron a la Tierra, hace muchos, muchos años... O al menos, pudieron ser unas pequeñas semillitas de vida que se diseminaron por ahí, que comenzaron una etapa de locura, que dura y dura, hasta llegar a las pantallas... Sólo hay que darse una vuelta por las costuras de la política con los medios de comunicación como resorte subvencionado, e imaginarte a los reptilianos, o las plantas devoradoras de voluntades... o los malditos insectos... Parecen chupasangres cazadores, que se lo vean en LifeForce o Predator.

Pero, eso es otra historia que no tiene que ver con la literatura o el cine, con The Thing o cualquiera otra figura que se distingue en Señales. Tiene más que ver con las extrañas ideas del supuesto dominio de culturas más poderosas por su tecnología avanzada o los típicos relatos de ocultismo y otras teorías conspiranoicas... Pero, ¿haberlas, haylas...? Pues vete tú a saber... come on, ¡Rock & Roll!


Una Pequeña Historia del Espacio...

Bueno, pues las malditas naves que trataban de cultivarnos o devorarnos, llegaron por aquí, alrededor de 1920, sin otras referencias visuales que los ángeles y demonios... Ya de por sí, convertidas y aceptadas por todos, como género con brillo propio. 

Aunque fue en el siglo XIX, donde existieron experiencias sobrenaturales, que podrían tener una conexión ahora, como el Gólem, que provenía de la mitología germana y adelantaba otras corporalidades foráneas, como un precursor del Moderno Prometeo en referencia a esos seres de las estrellas o dioses encadenados en el futuro violento... con más melenita o tornillos, que los antiguos gigantes, eso sí.

Pero, el scifi prefirió en sus primeros impulsos idealizados, acercar a humanos al satélite de los mares brillantes como Odiseo y sus seres monstruosos, uno de los primeros navegantes novelados bajo las estrellas. Hasta, quién lo soñaría, las historias creadas por la mano olfativa de Cyrano de Bergereac, en forma de rastreador invisible de las galaxias, o la efigie extravagante de El Barón de Munchhausen surcando los cielos, y por supuesto, las historias con el gran Julio Verne a los mandos del viaje. 

La más famosa catapulta entre el Planeta Azul y su satélite, nos dejó ese retrato cultural para la posteridad viajera, entre terrestre-lunar, con nuestro director Georges Meliés, convirtiéndolo en favorito astronauta del futuro, era su Viaje a la Luna en 1865 y un enorme guiño de ojo a los primeros efectos especiales de la historia del Séptimo Arte.

Esos grandes escritores empezarían un revolución, que persiste hasta el infinito, y el resto de soñadores que quedamos respirando, los seguimos en oleadas generacionales, ¡somos así!

Luego tirando la casa por las ventanas de sus naves, llegarían los verdaderos padres modernos de la esta primera clase fantástica, con el británico H.G. Wells a la cabeza, que nos iría cultivando, incluso a través de bajas frecuencias y el hambre terrorífico en las entrañas de Mr. Orson, para una gran invasión, avecinada como una cosecha... sin límites para la imaginación de las ondas.

Hola, ¿es La Guerra de los Mundos... ? ¡Qué se ponga! Sí, señor...

Aquí Marte, estoy llegando Edgar Rice Burroughs y su princesa, tan fílmica, como inversamente proporcional pueda ser un relato de H. P. Lovecraft en el cine. Algo pasa con esto, como en las pesadillas cósmicas de Lem o las Crónicas de Ray Bradbury, salvo mi adorada Solaris o la terrenal maravilla de Fahrenheit 451, cuando la conciencia deja de viajar...

Pero, para lo que he venido a hablar en este rincón alienado, es de la cosecha de la televisión, que es lo que hay y resiste... bueno, de la televisión y de los cómics que llegaron un poco antes. 

Y claro, aquí ganó por los pelos engominados y algún que otro músculo más que Katar Hol y Hawkgirl, un ser sobrenatural con su aterrizaje forzado en Smallville y posterior al Nuevo Orden Mudial de JLA... ¿te sueña de algo, verdad...? Es un ave, un avión...

Es un joven en esquijama de otros tiempos, azul y capa roja, como si no hubiera bastante ya... muy norteamericano y universal todo, gracias al canadiense Joe Schuster y el escritor Jerry Siegel, que habituados a los Action Comics de entonces, querían crear un dios que no salve de todos los males. El antecesor de la gran S, que pertenece a los dioses DC y desconocía su historia real.

Era el icónico Kar-El, tan rechoncho y blandito, que no se creía un alien intelectual saliendo de patas de su planeta Krypton que estaba en las últimas, y dejando allí... no, no a Marlon Brando, sino a su padre Jor-El y la madre que no se recuerda muy bien... pero fue la madre que lo parió, ¡conio!

Luego adoptaron a las partes del anillo de Linterna Verde y todos aquellos batallones de constructores galácticos, para una revolución del poder del blandibloop (o como se llame) con carácter impulso-magnético, y El Detective Marciano, del que no se reconoce película individual aún... Demasiado verde por estos lares, seguramente...

Mientras en la otra esquina, en el lado Mr. Lee, se empezó con otros nombres al mando, Namor que está un poco olvidado hasta ahora, que suena en la playa y establece una mezcla entre humano y princesa mutante de la Atlántida... vamos un extraterrestre de la utopía terrenal.

Tenemos que atestiguar la llegada al tebeo cósmico de quizá, el primer X-Men de las estrellas en sus dos versiones, pasado y futuro, un tal Ángel que queda rezagado, para los no muy amigos del universo marvelita.No habría que esperar mucho, sólo hasta la gran aceptación del público, para la gran explosión con los inimitables Jack Kirby o Steve Dirko, que estén en el cosmos como polvo de estrellas del salón del Cómic en su Edad Dorada. Construyendo a Namora y Venus, diosas de las buenas, el viaje fantástico de Los 4 tomando prestadas sus propiedades, las movidas multiversales de Mr. Strange, que sabe de mil mundos, Silver Surfer y Galactus... no hay más que decir. Hasta llegar a los famosos Eternals, ya en un partido moderno y fuera de casa entre sus Deviantes vs Celestials, que son los mitológicos y el eco de Los Nuevos Dioses del Apokolips, del que salió el mismísimo Darkseid.


Y eso es todo, gracias al fundador Martin Goodman que nos invadió sin ambages e, indudablemente, al gran extraterrestre de ambos mundos, que resiste con su locomotora heroica, reconocido como Stan Lee. El conductor de la General de todos los santos y sus némesis.

The PeaceMaker.

Hace apenas un rato, como quién flota en el polvo... apareció un estrella gigantesca en el horizonte de la Nada, y pasaron los días, cuando empezó a reproducirse con sus brazos extendidos a la pantalla... que no tentáculos o estructuras de quitina, más propias de otros miembros marinos o biozoos terrestres, que buscan colonizar. Acaso no lo hacer, el ser humano, pues eso.

Allí se alzó en el cine, explotándonos las cabezas con esa tribu de mercenarios convictos, revenidos por un Chekmate, fuera de las Ligas que no los Argus guiados también por Amanda Waller, e intentando cambiar la prisión por un Escuadrón Suicida... o sino, ya sabes, una regresión mental sin vuelta atrás... lejos de la cabeza de X-Force. En consecuencia, están un poco chalados éstos-tas.

De la banda reventada a dentelladas, aparece el magnético PeaceMaker, que se significa por sus comentarios ligeros, gloriosos por lo chistoso e irrefrenables sexualmente... algo así como los Guardianes de la Galaxia, pero sin sexo entre razas, por ahora. De todos ha dado buena cuenta y exprimido chistosamente, su director James Gunn, que parece en la gloria... de la cópula del placer y los textos desbocados para crear el caos ideológico.

Su historia se rodea de una extraña familia y amigos anárquicos, no muy confiables como aquel tiburón "estalonado", hambrientos hasta hacerte perder los estribos de la corrección. Son imán para los cascos electromagnéticos más establecidos por referencia del tebeo... Por cierto, mejor haber mantenido en secreto su función, hasta el final de la misión... un pequeño pecadito adaptado a los tiempos, como el viaje racial del padre por la historia del nazismo en los cuarenta.


Acá lo que importa es el humor irreverente, la táctica del desorden y el factor del heavy metal, más edulcorado para no dañar lo escondido en mallas y melenas del pasado, apartados visualmente de la retrospectiva del rock psicodélico, más duro y lo que vino después... ¡pero muy simpático todo, oiga!

Tú ponle a Chris entre las piernas, una guitarra con claves invisibles haciendo un "in the air" y con la lengua descontrolada por la fiebre ochentera, y te monta un bacanal sonora, que te hará olvidar a los precursores de Watchmen en este universo distanciado DC. 

Bueno no olvidemos, que su peli y sobre todo, la serie de Damon Lindelof, estaban muy requetebien, ojalá vuelvan pronto a la Tierra... Manhattan nos vigila.


Si bien... todo, todo, comienza con un baile, postureo alienado, diría yo... Sus chistes caen en lo grosero, por que lo valen, o prostituido humanamente como espectadores invitados a la fiesta sexual del prota y sus botas de cuero brillante... nada que ver con Elvis, o sí... Yo quiero marcha, marcha... marchaaaa.

Lo otro, lo inhumano, sería una comida de tarro bajo la luz de la Luna...

Libando a Tierra... Entre dos mundos.

- Hi, soy una extraterretre y te quiero ligar... pero, hablo de ligoteo salvaje, eh.

- Yo soy PeaceMaker y me estás taladrando la cabeza, por no decir otra cosa... mentalmente hablando, digo. Por cierto, tu familia licuadora... ¡bien gracias! Hostia, se me han enganchado en el cañón de mi alma, tus trompas de falopio...

Es que todo es culpa del guión, que no se corta, es de The Court Enterteiment y WB tv, con terremoto Gunn, para el lanzamiento en HBO Max que nos restriegan las ganas de volar, junto a su Eagly. Ese con plumas y cariñoso como mascota, que te protege como América, joer. O no... porque armas, hay por un tubo y alienados también.

Pues bien, Pacificador más caliente que el láser de Cyborg... desata su condición de expresidiario para enfrentarse al padre, más a la derecha que la carga habitual de sus ajustados pantalones... qué son mallas, joer... pues eso, la mariposa maya... 


Bueno, pues va el bueno de Chris y comenta: "Has dicho ligar o libar, porque aquí se liga menos que en la Liga de la Justicia... Estoy para saltarme una misión entre tus labios, mariposa libadora, me presento voluntario... ¡Ay amiga, Alien-A!

Claro el amor, incluso la amistad, todo está pervertido en esta serie, que incita con el sarcasmo invertido por bandera a la carcajada, mientras los marcianos o del planeta que sean, han venido a salvarnos, con un gusanillo oculto a lo Ridley Scott, pero más arriba... o abajo, depende de la situación en que se bifurquen los fluidos y las risas.

El deseo es tan vitriólico como la fidelidad, surcado de chistes cruzados entre especies y géneros irreproducibles, dejando errores minúsculos a la voluntad de sus personajes, que surcan la frontera de la corrección y el gore, en manos del dominio de la mente o la masacre visceral. El acto que se prepara... es plácido y pegajoso, como una vaca de Milka explotando en el prao... Pues ese, la viscosidad, es el otro golpe que faltaba para destacarnos entre los Venom de turno (el segundo más perverso y sangriento) y anticipado en el Morbius, más soso de Marvel.

La diferencia es radical... 

Un adicto al sexo, Mr. Cena con hambre insaciable, un nazi frío como una máquina de matar en obsolescencia T-1000, hoy Dragón Blanco por Mr. Patrick, un psicópata y vigilante creido con katana y gracia a lo Freddie Stroma, el trío irreverente. Junto a una lesbi negra de grandes proporciones, como su empatía sociable y amistosa, un jefe rarito con un millón de amigos libantes, un vecino bailarín y cotilla, un villano de baja catadura, como el sabor a queso en sus dedos o JudoMaster del ganchito... una rubia inteligente, increíble que sea sexualmente poco activa... y un nerd de más de cuarenta tacos, con conciencia. ¡Un pandillón basurilla, vamos!

Sólo nos queda una invasión, en referencia a Verhoeven, o de ultracuerpos con forma de libélula... pues poseen menos luces que una luciérnaga zombie, en apariencia. Aunque voraces como Brundle Mosca. Y la mayoría con cuerpo, de policías, no vivientes, lo que hay que libar... xDio, rey del heavy metal.


¿Hay alguien ahí todavía...? Pues sí, algo recuerda a Lo Oculto, Hidden para los adentros del scifi... La mente escucha, pero planea grotescamente, captado por ondas espaciales con patas en forma de contagio vírico, esto es una pandemia de lenguas foráneas.

Pero muy bien, eh... No te aburres ni un momento, ni te ablandas un ápice tras noche cerrada sin luz... porque la esta ramificación extravagante del Universo Dc, se burla de la situación de Arkham y sus fugas eternas, como por ende de Gotham, con todo su presupuesto y su vigilante Luna...

Sí, sus personajes atraviesan esa línea invisible, que converge entre la luz y las sombras, pero con más gracia que Batman... Hala, ya lo he dicho, bichos. Y eso que era cine negro... Una de mis debilidades, gracias a los replicantes y Bogart...



Moon Knight.

Dicen los jeroglíficos egipcios que, el faraón debía guiar su barca solar, sobre una serie de pruebas hasta enfrentarse con la gran serpiente llamada Apofis y vencer el mal para acercarse a la última exigencia de los dioses. Allí navegando en su nave pilotada por súbditos más serviles, debían pesar el corazón de su cuerpo embalsamado hace poco tiempo, en la balanza de la verdad, para satisfacer el volumen de su sabiduría, rectitud y bondad del ser humano, frente al peso de una pluma sagrada o conciencia de Maat. Lógicamente más para un dios con los pies en la arena.

Esa diferencia de levedad, era exigida para poder penetrar al Campo de los Juncos alejando las tinieblas, en un grado de sabiduría y bondad suficiente para ser aceptado entre los dioses, la Gran Enéada, y así su nombre podría alcanzar la felicidad eterna siendo uno de ellos. Y olvidarse de vagar entre las sombras mortecinas, ante la reencarnación de Ra que revisitaba sus dones, mejor que perder la batalla frente a la diosa cocodrilo Ammyt, que devoraría su impuro corazón. 

Eran lo que veían a menudo, parte trasera de hipopótamo, delantera de león y cabeza de cocodrilo, si has navegado por el Nilo, entenderás algunas cosas... Si era aceptado, entonces esperaba el Aaru o paraíso reinado por Osiris, juez soberano de la religión egipcia. Ahí no entra la producción de la serie Moon Knight, si bien se esfuerza en conseguirlo y queda en la puerta... y eso que tenía todas las bendiciones y vistas panorámicas para el rodaje.


Moon Knight, el dios Khonshu del universo marvelita en la voz grandiosa de Frank Murray Abraham, consecuentemente, el paso del tiempo, algo más positivo en la serie como hijo del mismísimo Amón... hijo de Amadeus y El Nombre de la Rosa, hijo de un sirio cristiano ortodoxo, desplazado a USA por la hambruna. 

Se distancia de los superhéroes denominados clásicos y sus trastornos egocéntricos, curiosamente, y se aferra a esta mitología inmortal, que se cernía sobre la batalla final del cuerpo momificado, preservado para obtener la vida eterna. Sobre todo, los poderosos ciudadanos del antiguo imperio egipcio, aunque aspiraban todos a ella en diferente medida, incluso los soñadores, la búsqueda fundamental o personal, entre luz y obscuridad, muerte no definitiva quizás. Poder entre los elegidos. Tal vez como Spector, abrazar una segunda oportunidad tras la muerte, como otros que adoptarían su forma con la luna en el pecho.

Por eso, fueron sus creadores Doug Moench y Don Perlin (amo de mi roquero favorito Ghost Rider), los que otorgan al lunático dos personalidades distintas gobernadas por el dios del cambio lunar, que discuten los márgenes ocultos de lo correcto o la justicia, de la amistad y la venganza, y de eso llamado universo caótico sobre el amor. Que no diferencia a dioses de mortales, salvo por la lunarkinesis, ni siquiera para las vendas temporales que ocultan sus rostros heridos por el miedo o sus momias en el armario. Además de ser comparado con El Hombre Murciélago, excepto por su problema del trastorno de identidad asociativo, que alimenta sus diferencias en la mente, como la venganza.


La esencia visual de la serie Moon Knight permanece durante los escasos cinco episodios de esta primera temporada para Disney+, pero no soportan el peso de una estructura hueca, ni el paso de los límites espacio-temporales, donde no se controlan las visiones mortificantes de los héroes, y de la acción que se ahoga en las mareas inconsistentes del tiempo y la arena soportada. Es decir, en su parte última.

Existen constantes referencias a las relaciones entre ellos, monstruos y dioses, pero la búsqueda de la verdad esconde lagunas o distracciones, donde la historia deja de importar y los personajes quedan amortajados por una realidad que parece una pesadilla onírica con Teuris y su equilibrio en el Duat, más allá del Imperio Egipcio y su concepción en Escarabajo Escarlata. Esto es, que no acabas de interesarte por sus aventuras, ni sus obras sagradas, el culto de los egipcios. Supone una excusa para construir un superhéroe con intereses accidentales en relación a la balanza de la justicia, nuestra cultura moderna de tv.

Todo sucede por casualidad, como en los caminos de un sueño del que acabamos de despertar y no recordamos sus etapas, con la perspectiva de su firma Jeremy Slater, del que desconozco los trabajos para la tele, The Exorcist y The Umbrella Academy... no me llaman mucho, la verdad. Al director Mohamed Diab (El Cairo 678) y con el enfrentamiento de Oscar Isaac y Ethan Hawke, eso sí, pero no suficiente para dejarnos extasiados. 

Son los dos extremos de esta balanza, que no conseguimos estabilizar aunque los dioses se convierten en gigantes a los pies de la Gran Pirámide de Giza, o las estatuillas ocultas en los márgenes de su templos dedicados a sus divinidades, tomen vida más estilizadas, respecto a sus creencias religiosas del pasado y sus hermosos dibujos en piedra.


Por tanto si The Peacemaker tiene los pies plantados firmemente en la tierra, aunque su mente divague entre las estelas grotescas del universo... este Moon Knight no soporta el viaje del culto antiguo y el Juicio de Osiris, salvo un poco de misterio identitario al principio. Ya que va dando tumbos entre figuras de un mismo plano dividido en la tierra, que convive con aquella antigüedad faraónica que muchos valoramos o adoramos, por sus grandes hazañas en muchos aspectos. 

Lo grotesco por tanto, vence a lo elevado o lo magnánimo de la cultura, en este tablero donde las fichas se mueven por la narración del cómic, con un humor que se bifurca en favor del abanderado de los antiguos Watchmen, conocido como aquel, El comediante vs Metamorfos, que fue en la serie Siete Soldados de la Victoria... 


Era previsible a simple carcajada irreverente, la victoria es para él, el Pacificador de la frontera, un chiquito de armas temer y su pistolón... ¡Pobres butterflies!

Moon Knight por ahora, deberá esperar en la sombra y jugar a los momificadores... ¡qué no se descomponga! 

¿Hay algo más soso, que el avatar de Horus...?


Cinemomio: Thank you

Las más alteradas del Cinecomio

Etiquetas

Serie TV-Scifi series - Ciencia Ficción Serie - Crimen Serie Tv - Terror Serie - Biográfica Matthew McConaughey Serie - Humor serie Dramática Clint Eastwood Emma Stone Jake Gyllenhaal Serie Tv - Thriller Humor Series TV - Animación Amy Adams David Fincher Denis Villeneuve Ewan McGregor Mads Mikkelsen Ridley Scott Tom Cruise Tom Hanks Woody Allen Ben Affleck Cine Documental Game of Thrones Joaquin Phoenix Kristen Stewart Leonardo DiCaprio Martin Scorsese Mike Flanagan Oscar Isaac Ryan Gosling Tim Burton Tom Hardy Videojuegos Alex de la Iglesia Animación Japonesa Anya Taylor-Joy Benedict Cumberbatch Brad Pitt Christopher Nolan Christopher Walken David Cronenberg Eddie Redmayne Francis Ford Coppola J.J. Abrams James Gunn Josh Brolin Julianne Moore Kenneth Branagh M. Night Shyamalan Meryl Streep Nicolas Cage Nicolas Widing Refn Paolo Sorrentino Quentin Tarantino Rosamund Pike Scarlett Johansson Scott Derrickson Serie - Bélica Series Tv - Terror Stellan Skarsgard Steve McQueen Tilda Swinton Twin Peaks Wes Anderson Winona Ryder Woody Harrelson Zoe Saldana Alexander Payne Alexandre Aja Alfonso Cuarón Alfred Hitchcock Animación Animación Digital Armie Hammer Bradley Cooper Brie Larson Bryce Dallas Howard Cilliam Murphy Duncan Jones Hnos. Coen James Cameron Joel Edgerton John Ford Jordan Peele Julia Roberts Kevin Costner Lars von Trier Leos Carax LiLy Collins Mahershala Ali Marvel Mel Gibson Michael Haneke Michael Keaton Mindhunter Morgan Freeman Mélanie Laurent Natalie Portman Netflix Orson Welles Park Chan-wook Paul Thomas Anderson Paul Verhoeven Richard Linklater Robert Eggers Robert Redford Roman Polanski Stanley Kubrick Stephen King Steven Spielberg Terry Gilliam Thandie Newton Thomas Winterberg Tom Hiddleston Uma Thurman Vince Vaughn Viola Davis Willem Dafoe Yorgos Lanthimos
Licencia de Creative Commons
Obra está bajo una licencia CC en España.