¿Te acuerdas cuando llegaste…?
Claro, tal que un Don Nadie,
vomitando realidades por los ojos, avizores.
Ya me lo dijo el Abuelo, y mi madre… “estate
atento a todo alrededor, absorbe y mézclate con el resto, no te comprometas con
nada. No llames la atención y, comerás de la Familia. La última…
Sin llamar atención dices, madre.
Pero mírame, con esta ropa desgastada de militante desfasado, o miembro de una
organización rebelde y ecologista… mírame y dime. ¿Cómo me esconde con mi estatura
de gigante bonachón. No sé tendría que hacer uso de mis dotes ocultas y
convertirme en el hombre que siempre quisiste… El jefe de las relaciones
públicas…
Algunos dicen que posee un parecido
razonable con el pequeño Nicolás, pero no… Yo formo parte de nuestra cultura
sajona (y trasera) y aspiro a serlo de esta fucking familia…¡ Qué locura!
Y así, como en los cuentos de
príncipes extraviados… comenzamos a seguir sus pasos, a conocer a este Greg the
Egg, que tantas gratificaciones… y salpicaduras labiales… nos ha regalado.
Siempre al lado del incombustible expresivamente Tom, como pareja de hecho que…
mira tú las cosas del beber y meter… han llegado a una altura insuperable. La
cima de Succession.
Un par de cómicos pugilistas, con el
actor casi imberbe televisivamente, salvo Disney, Nicholas Braun, ¡vaya con el
homónimo de los enredos patrios!.. y un magistral diicotómico con Matthew
Macfayden, capaz de lo romántico y lo estrafalario, siempre elegante, menos
cuando suelta su lengua retorcida y cínica. Con más recorrido que el primero, y
rescatados de cierto olvido, se han coronado como verdadero sucesores de la
comedia. Juntos.
Y es que, en esta fucking compañía, y
agregados…. El humor es una etapa dorada para la de la televisión actual y
´plataformista`…. Y si no estáis de acuerdo, que os de un retortijón en las
tripas ultrajadas por detrás y echéis vuestras entrañas. Venga, xDio.
Los 4 Hijos de… Logan Roy.
No, no son los de Henry Hattaway,
porque hacen uso de otro tipo de armas o ´tiros`, ni con John Wayne al frente
de su camada, para vengar al padre, en singular especie de complot asesino. No,
aquí su padre, el gran Brian Cox se despide lanzando sus últimos estertores,
aunque no pueda entonar su esplendoroso Fuck-off!
Ni otras linduras que vamos
aprendiendo a entonar como un panegírico, sin santos varones, o hembras, que
haberlas haylas. Vómitos lanzados al vacío, y que alcanzan al más débil o
fracasado, con aspecto de gemelos o hijos casi naturales, quién sabe, dadas la
circunstancias vitales y las sucesivas mujeres.
La familia se reúne como en temporadas
pretéritas, en grandes acontecimientos, celebraciones que no son tanto, y más
estrategias. Somos como pavos, ante sus cenas de acción de gracias, o velas de
cumpleaños... Alguna lágrima puede costar tanta carnicería, algún vino puede
ser derramado o vomitado, por malo, alguna discrepancia puede hacer saltar el
rencor, algún calificativo puede llegar a ser ponzoña, no parece porque resbala…
o alguna metáfora disparará la anedralina hasta límites insospechados... y eso
que, aún no se han ´batido` en duelo.
Sin embargo, un mínimo empujón puede acabar rompiendo el saco. De la
fortuna... y serán prescindibles los invitados al banquete, o no, tal vez. Pues
ya hemos oído a Brian Cox y su relato sobre esta familia televisiva, donde las bodas son dramáticas. Definitivamente
en la producción, ninguno está de más. Ellos/as son los importantes, incluso los que no cito. En serio, y en la vida, también o no.
El mayor atrae las desgracias como un
incauto, bocazas y cocainómano, desraciado en piel paliducha y reconfortante de
Jeremy Strong, que ha pasado de candidato a todo en este universo estelar de
Succession, desde aquella notable Molly´s Game, a la imagen de la derrota. Gracias a este caramelo
envenenado e indeciso que es, la expresión patológica de Ken… No de rosa Barbie,
por descontado. Más de luto descarnado y solitario. Un paradigma de la vieja idea del Hollywood dorado y la producción de los estudios. Un rostro familiar ya, para todos.
Quizá cuando se escriba su final, la
penúltima micción... Logan se precipite en su vacío personal y desquiciado ante
tales engendros, pero habrá repartido galardones dorados para todos, coronas, las llamas ellos, si lo
permite la fiebre del Dragón de otro Camelot HBO. Jodidos hijos y jodida entrada triunfal
por la vagina voraz de HBO Max.
Es una era de Armageddon Time para
Tv, donde los hijos son la cuestión que sale por la tangente familiar,
convocando a sus vicios ocultos, miedos a presencias patenales, o respeto
dependiendo de los millones balanceados o perdidos. Ese Armageddon de Pater
Familia que es Anthony Hopkins en peli homónima y el hijo que es Jeremy Strong
con otro toque más agresivo ante la retórica de la sucesión y la identidad
personal, casi irreconocible… hasta estallar en el hijo, que es amalgama de
dudas frente a ellos y sus vidas pasadas. Todos son eso, batallas, entre
abuelo, pa y ma interpretada ahí por Anne Hattaway en buen papel.
Pero, el guión ni se le acerca a esta
serie adictiva, a esos diálogos complejos que sueltan una simplicidad que te
deja atónito gracias a Jesse Armstrong y su equipo de escribientes.
Volviendo a su irrealidad… algunos
espectadores no conocerían a la madrastra ue construye Hiam Abbas nacida en
Palestina con nacionalidad israelí-francesa, que se movió desde Munich de
Spielberg, al Blade Runner 2049 de Villeneuve (esperando a su Dune II) y las
aclamadas por la crítica, Los Limoneros y la imprescindible Paradise Now. Ni al
hijo, ninguneado, por mayoría electoral , visceral y añeja, que significa un
Alan Ruck que va de sigiloso a fracasado negociador entre vinos y arte teatral.
Tampoco a la hermanísima, embarazosa en razonamientos, que tine un doble juego,
jugo siempre como los demás, a la sombra del sol que más calienta… y que puede, no ser, el de
su marido Tom. Pues le atrae la vida licenciosa, lujosa y cierta sexualidad no
comprometida. Ella Siobhan Roy o Shiv, es de Sarah Snook, magnífica para siempre
a bordo del lado oscuro de la nave y la mente enraizada en el bank.
Y nos queda una pieza aparte, con
Kieran Culkin que pasa de todo o no. Hermano mal hablando y sexualmente
descontrolado con tanta emociones móviles y nocturnas, lado irónico de la
familia Roy y de la hermanada de los solitario corazones en casa de los Culkin.
Y que ha resuel to su vida brillantemente con Fargo, Black Mirror y este
lenguaraz, sin pelos, excepto los de algún ´chochete` noctámbulo que exhibe
Roman o Rome Roy. No JR que estaba un pelín por encima en la cadena de mando, al lado del padre hierático, sino RR, más bufón, más juglar… Y eso es todo.
Bueno, ya que son capaces de cambiar pensamiento y sentimiento, en un santiamén,
ante y sobre todo, después del affaire del avión.
Lo que se fuma… el Padre.
Mientras éstos, o aquellos suecos, se
fuman otras materia en el tablero de batalla, el Viejo se huele los humos de
unos y otros, pero no su propio mal interno, que hará explotar por los aires,
hostilidades o ¿acuerdos? Se envuelve en doctrinas y empapela, uno por uno… o
si quiere se los fuma, porque viene de lo bajo y húmedo de las calles, aquí y
en la Europa escocesa de la guerra mundial. Siempre al acecho como buen
tiburón, criado entre depredadores y hecho a sí mismo, que conoce, odia… pero
respeta. A veces…
Sustancias que son consumidas a su
antojo, pues la Gerri estoica y flexible de la actriz J. Smith Cameron, se pasa a otro
nivel, a Peter Friedman o Frank, el acosado,
a Dagmara Domirieczrk (Karolina) ya en otro puesto, David Rache, o
víbora de negocios Karl, y hasta, Peter Stevens (Hugo). Incluso a pareja
actual, como a su ex Lady Carolina, interpretada por Harriet Walter. Todos son
consumibles en su presencia, si bien aportan a la serie un aroma esencial. En
cambio, es más difícil hincar el diente,
ahermano comunistoide o tío Ewan, de James Cromwell, pues está habituado a
tratar con cerdos de Babe, LA Confidential, La Hija del General, y mezclarlos
con magia visual en Spiderman 3 o la Milla Verde. Ni por supuesto a los
nombrado ya, en la primera parte de esta apuesta I relatada allí, Rob Yang (Lawrence), Holly
Hunter (Rhea), desaparecida en combate, ni a Lukas, que está a un nivel supremo
dentro de la escala de la familia Skarsgard. Nivel 10.
Entonces, sus personajes, todos son mis favoritow, aunque
me defina por los pares, el del gran
Greg y su amo Tom, apenas. Ay familias... Ay tíos, abuelos... ¡Ay madre, lo que
le cuelga a padre! Llegará el tiempo de comentar sobre política, y entonces ya
veremos... ¡cómo somos! Nos.
En toda guerra, existe la
resistencia, que estaría formada por disidentes o maquinadores en la sombra.
Creo... Observaremos quién está con quién, por qué... y si el gran Camelot
tendrá que ser apuntalado o quemados sus restos, ante recuerdo de guerra y la
efigie real. Y el reto presidencial, es maleable hasta que alcanza el poder e impone su ideología, a pesar del dinero y la corrupción. Ambos son las dos caras de Norteamérica... o puede que más lugares del mundo...
En toda sucesión, lo más valioso a
priori, es el ADN, ¿o no...?
El A-Greg-ado...
Mira que hemos visto de todo, desde
riñas por parejas, a tríos, cuartetos desavenidos y multitudes en acaloramiento
exponencial... hostias vitales de hermanos e invitados a la fiesta. ¡FAMILIA
abierta en canal, en definitiva! Depredación en torno a la espada en la piedra,
para tomar las riendas y la gloria. Mas, cuando tú vas… yo vengo…
Vengo de venganza, vengo de traición.
Vengo de la Caída del Imperio Romano, clásico, y de sus Dioses… los de la nueva
era de la Comunicación. Ya Digital y tal. Los versionados reales no me
interesan, la verdad, prefiero a los montados entre McKay y y Ferrell, como
pareja de productores del cinismo cuadriculado y mordaz. Porque, también, el
cine pasa por ahí, el arte general y estilo cultural en una humanidad
decadente, frente a una concepción simplista y materialista del Todo, que va
desde NY a LA, pasando por Europa. En yate de lujo, jet privado, flota de
helicópteros o tanques blindados en negro. Pues, el dinero es parte del trato,
y de dicha venganza, como la pasión, los celos o envidias, y la sospecha…
especialmente.
Las palabras, que son el cantar
mayor, se las lleva el viento, depende hacia dónde sople, decía. Ni un vómito
sanguinolento, un cuesco en paz consigo mismo… o un linaje embarazoso.
La traición con base, es
desencadenante del plasma que pulula por la atmósfera corrosiva, incluso en
Venus, en interacción con el viento solar circundante, Rey Roy. Cuyo debate
sigue estando caliente ahora, tras el descubrimiento del científico Lundin en
2013, pues esas fuerzas crearon un vórtice que arrastra a la profundidad
abismal. Como el Cs 137 que bombardea el Bolsón de Higgs y forma un gran Logan
Roy. Va un paso más alá, hacia el fin de la crisis energética que todo lo
corrompe, y la inflación de los precios, no digamos. Quizá de la dependencia de
grandes corporaciones que controlan los derroteros económicos de la Humanidad…
Hacia un principio de causalidad que nos haga libres.
Sin embargo, Roy como buen Rey Sol, y
hasta que se apague, todo lo arrastra hacia la combustión espontánea, porque
sus hijos están lejos… de su definitivo y postrero, campo de gravitación. Y claro,
así les puede ir en el futuro… ¡O no!
Greg y Tom, son una buena muestra del
patetismo ilustrado, en la tele. Que enseña estas cosas... y que son necesarias…
para reírnos de todo. Si no que nos quedaría, Brian de Palma, Bernardo
Bertolucci, Martin Scorsese, Francis Ford Coppola… fotografiando al bueno de De
Niro como escudero de Mario Puzzo… será por sagas… y silencios. ¿Qué nos queda…
las embestidas de un Toro Salvaje o las entrañas del mismo Lucifer? Greg, que
es uno de los nuestros, o casi… Ay.
¿Qué restará….? Un malcriado, un armageddon familiar, una rotativa falsa… ¡Mierda! O lágrimas ante el Triángulo de la Tristeza, un trago amargo, el Señor de las Moscas ha muerto. Queda el Niño que Gritó Puta, en La Habitación de Kevin, del que deberíamos de hablar y aún no ha nacido, del hijo de Netflix angustiado no se sabe porqué, alienado ante la madrastra Vanessa Kirby y el padre, Hugh Jackman… La mirada poco perfumada, pero maestra de Milan Kundera, d.e.p. ¿Has entendido el juego…? Quién no. Siéntate y mira el horizonte, y verás la Libertad, perdida al fondo, con la niebla, hoy. Y si no, te propongo uno… piensa en una familia, real o no, e identifica quién es quién, eh. Jaja.
Gregory que te estamos viendo, pedazo de producción programada, haz caso al Abuelo… Ya que así es Succession, si tienes que reír, te ríes... ¡olvida esas lágrimas!
Sin ellos, no somos nada, sin los dos... Sin sus chismes y gracietas poco consideradas. El respeto está en los detalles, juegos dorados, aunque parezca que los caballeros las prefieran rubias.
El otro... Nicholas Britell - BSO de la serie Succession.