Los dibujos animados, en cada
generación -como los cómics-, son un reflejo de las aptitudes o debilidades, de
la población... Pues, quizá por eso Evan Goldberg, el creador de las series The
Boys y Gen V, se adentró en la curiosa sexualidad asimétrica, de una Fiesta de
las Salchichas... y un Salchichón, diseñado por el dibujante Darick Robertson.
Ha llegado la hora del gore... que atrae como un traje de superhéroe muy
ajustado.
Entonces... ¿se confeccionó un mundo
para deleites caprichosos? ¿Para ególatras de la imagen...? Cada uno, a su
forma o gusto... a sus colores. Con un envoltorio comediante de dramática
realidad.
No se puede generalizar, dicen...
Pero es meridianamente caprichoso, es la manera en que se envuelven las
noticias que vemos, las nuevas formas de comunicación, que sentimos. El
resurgimiento de la máxima competitividad (creativa, o no), y los índices de
eso llamado popularidad, que ha condimentado un caldo de cultivo en el público,
sobre el fraude, el engaño... y la rabiosa trivialidad de lo aparente.
Probablemente, estos rasgos
distintivos, entre lo histórico y lo individual del ser humano, es lo que
sugirió al escritor irlandés de historietas, Garth Ennis, a definir un grupo endogámico
inhumano, mental y genéticamente, de superhéroes con virtudes puestas a prueba
y... muchos defectos. En definitiva, más humanos, de lo que en principio se
podía suponer.
Los superpoderes son los invitados a
la fiesta, orgásmica visualmente, que retrata la degradación de los valores
éticos y estéticos, hacia la indefinida Humanidad... Que es, la masa bajo los
Muchachitos e itas, en competencia profesional.
Esta graduación atávica, y bastante
sangrante u hortera, cuestiona términos como la responsabilidad, amistad,
familia, fe, sexualidad, inteligencia, convivencia cívica, legado... y
especialmente, el Poder. Para lo que, se han vuelto a unir una serie de amigos,
´casi descerebrados` cómicamente, cuyas narraciones estallan, te zarandean y al
final, ridiculizan, con más o menos acierto, según los episodios y sus
personajes.
El ya mencionado chico de oro, Mr.
Goldberg, el señor de las palabras malsonantes Eric Kripke, y su escarpelo bien
afilado, un tal Seth Rogen que no necesita presentación... Por no significar,
carnicero que hace picadillo.
Pareja, conjuntos, que dan vueltas a
la vanidad y otros aspectos personales, ocultos tras capas de podredumbre moral
y genetismo de andar por casa, virtualmente adaptado al mensaje más superficial
o el lenguaje chabacano. Pero, es lo que hay... Es lo que ves y sientes...
Se buscan los límites imaginables,
sobre personalidades opuestas, ideologías sobrealimentadas con genes caprichosos,
mentalidades cuadriculadas, gestos ridículos, expresiones demoledoras... Vamos,
un estallido de emociones ocultas en el Nosotros.
Y todo comienza, con grandes alharacas
vertiginosas, patéticas u orgiásticas, dependiendo de las tres temporadas -a
expensas de la cuarta, próximamente-, que te arrollan desde las primeras
imágenes, agresivas tragicómicamente, hacia el dramatismo de las relaciones
personales, que se irán desinflando como un músculo sin nandrolona, o con el
objetivo, de funcionar por unas horas. Luego, a meterse en los salpicones
viscerales, y las ocurrencias de todo tipo (especialmente fraterno-parentales),
que te llevan al mundo de confusión de
estos estereotipados, The Boys... & Girls.
Los Verdaderos... Héroes.
Son los que resisten...
Los que soportan una cantidad de
ataques vitales, aguantan los modos agresivos, los lobbys interesados, los usos
de una generalización de estímulos digitales... los que tratan de salirse del
discurso. De esos gobernantes que producen casta en cadena, amiguetes de lo
ajeno y lo propio, personalidades insignificantes, estudios inflados...
porcentajes de visualización.
Contra los mecanismos móviles que nos
absorben, con sus maquinarías ocultas, los que superan los miedos que nos
acosan, desprotegen, malogran... Los que escuchan esos temas de la música
comercialmente cursi, lo que proviene de gustos artísticamente paupérrimos,
intelectualmente inexistentes, con ganancias que perpetraron los concursos
televisivos y una parte de la Mtv de los malditos, y odiosos -como diría Mr.
Tarantino, 90´s. Él sabe mucho de esa violencia grotesca...
Hoy los ecos, se multiplican hasta la
saciedad, a lo excepcionalmente vulgar, a la devaluación de la creatividad...
por money, que es, Don Dinero. Un superhéroe, que aparece constantemente...
Y se elevan en esos índices de
popularidad, hipócrita, en las carteleras infinitas de las plataformas, y otros
medios de tortura psicológica. Porque, los límites no existen, como si fueran
monedas de una nueva cripto no sé qué... falsas como un antifaz que ocultara
los defectos... Cómo si se pudiera. Pues bien, entre los hits del momento -que
no es el mío-, aparecen las chicas que se enfrentan al muro de la masculinidad
denunciada hoy, los complejos que se borran a golpe de operación financiera o
subvencionada, los estilismos que son modas, no pasajeras sino hirientes, las
ideologías que nos manipulan decisiones al antojo, los sueños bajo el miedo,
las creencias orientadas por discursos envenenados, las películas absurdas... y
la antítesis, que es el enemigo, el rival de una próxima guerra... En algunos
círculos, como el de Alex Garland, una Civil War.
Por estos motivos narrativos, los
vencedores son Los Muchachos -y muchachas también, eh-, que aciertan al
retratar algunos conceptos culturales o individuales, que nos dejan en paños
menores. Especialmente, si te encuentras ante la presencia de Karl Urban con
sus dotes dominantes, un rostro pétreo y una mano vengativa... O, frente a la
mirada sardónica, convaleciente o enfermiza, de un ser que representa la
divinidad y sus posibles defectos, particularidades de una divinidad
acomplejada, que tiene que utilizar cualquier medio a su alcance, para
conseguir seguidores habituales. The Boys sería, con sus altibajos y su masacre
excesiva, puesto que el gore empieza siendo rebelde o denunciable debido a esos
conocidos efectos secundarios sobre las víctimas inocentes, acaba pareciendo un
baño de sangre belicoso y repetitivo.
En ese aspecto de narrativa
triunfadora con los defectos de la Humanidad, estaría el animador Phil Tippet
también -miembro de los movimientos ocultos de The Empire Strikes Back, Robocop
o los Starship Troopers-, nos contagia con otro mensaje apocalíptico del
infierno metafórico. En manos de demiurgo que, a través de la fealdad de su
stop motion imaginativo, definiría la caprichosa violencia de un Mad God de
estética surrealista y bastante viscosa. Sin importar demasiado, el cómo o el
porqué... semejante a un caprichoso gen mutante, que otorga el don... o quita
la vida.
Qué dios, u Homelander... nos pille
confesados... ¿o no...?
Efectivamente... los héroes son todos los artistas como los miembros resistentes de los Guardianes de la Galaxia contra la mediocridad, y que se entregan al objeto de esa vanidad, que se dirime detrás de las multicámaras y el porcentaje de los números. Y eso que estamos hablando de Sony... Sony Productions Tv y Amazon Prime Video... ¡cohones!
La Media Conceptual...
Claro... ellos empezaron este círculo
vicioso -que entonces parecía mucho más inocente-, pues fue Columbia Pictures,
hoy Sony igualmente junto a la Marvel Entreprises, la que seguía los designios
de nuestros viejos amigos comandados por Stan Lee y su Spiderman, con pequeños
tratos violentos, medidos y controlados; como anteriormente Warner Bros había
iniciado el novedoso legado del cómic de superhéroes, con la llegada del hijo
de Marlon Brando y Richard Donner. Un Superman a la Tierra, y el posterior
aterrizaje imaginativo del Batman de Tim Burton. Tan denostado por la inocencia
y el sentido humorístico, que me sigue pareciendo el más divertido. En fin...
Ahora en esta serie, -como en otros
filmes que comentaré a continuación-, aunque en The Boys por instantes, se
emplea el aspecto burlón a mi parecer, triunfan los éxitos musicales de grupos
generacionales sin valor artístico en las letras, sin instrumentación cuidada o
voces que dejen un gusto a profesionalidad de nivel (no diré más nombres...),
por lo que sigue la media de la superficialidad actual, sin esa deontología
clásica o identidad lírica.
El motivo, del estado argumental de
la historia - creo yo -, es que la dialéctica de los defectos individuales de
los personajes, desde el lado de los 7 Elegidos, a los demás asesores o
enemigos mortales que les rodean... es decir, de las relaciones privadas y sus
consideraciones como meros objetos ornamentales bajo el todopoderoso... se van
desinflando a cada poco. O mejor dicho, sustituyendo por un argumento que se
desvía, con ocurrencias de diversos ramales o mecanismos visuales, hacia esa
batalla genérica del "wokismo" y las ideologías, con triunfo de la
proliferación de las vísceras, cercenamientos y decapitaciones, a la vista.
Un poco a lo Watchmen o el Escuadrón Suicida, pero exponencialmente disparatado, con continuos enfrentamientos que no tienen que ver con la raíz principal o la esencia de la rivalidad protagonista. Puede que tú, también empieces a sentir un cierto hartazgo... depende de tu visión.
Por tanto, la media es la consumista.
Es decir, los consumidores que somos Nos... Tragadores de las falsedades que
emiten los altavoces conquistados con dinero ajeno, de todos. Esa mayoría
probabilística de indecisos, que votan o no, los que se despachan con el nuevo
temita que tiene rimas infantiloides o demacradas por la sexualidad, los que
venden a sus hijos por unas monedas, o sus ideas por un trabajo. Las mentes que
se quedan en blanco en salas de estreno, a través de los tiros, esa banda
sonora de artistas que no nos importan o explosiones con halo digital. Así, que
esos son los auténticos cadáveres... una pila de ellos. ¿O es la
individualidad...?
Ante tanto criminal disfrazado de
´oveja`, con una bandera o con otra, o sin ninguna que también existen,
amparados por otros misterios humanos o universales... quedan cuerpos de
individuos, que han mutado en belicosos soldados, miembros de mafias
destripados, criminales sin cabeza en una guerra de patrones, que suena a
histórica o profética, desde la antigüedad. Es donde se inclinan las balanzas,
a este desmembramiento real de la sociedad.
Y los soñadores quedaron relegados, porque no son los vencedores. Sino, los ejecutores los que ganan... si bien, podríamos contar que... Aquaman y el Reino Perdido, ha enloquecido a James Wan, con una manta de efectos fluorescentes, sin sentido práctico... que nos ha dejado catatónicos. Otra medianía, en lo Profundo del océano...
Lo Trágico... el Horror.
Un pelín exagerado ya... Por
consiguiente, las relaciones familiares, paterno-filiales, emocionales de
parejas determinadas, y laborales en tan curioso edificio de vanidades, se
acaba resintiendo entre tanto litro de sangre derramada. Y existen vías que se
quedan atascadas -hasta que visualice con la animación de Diabolical, la
variante Generación X y la próxima entrega con Jeffrey Dean Morgan y más pesos
del hijo del Patriota-, porque hay donde se extendían los complejos de Edipo o
Electra, según los sexos implicados, se regeneraba el guión y se hacía más
interesante el dramatismo mitológico de los antihéroes. Por no decir, los
terroristas que eran un acierto total.
En estos momentos, quitando los giros
erotómanos u orgías ´herorgásmicas` que son otro mundo, el de los sentidos y la
mala leche (ya no hay teta que mamar)... el resto del plantel son medianías
narrativas. Sus historias se van haciendo algo planas y residuales, incluido el
romance estirado de Miss Moriarty y Jack, el Quaid; como ocurre a un nivel
planetario, esto es, elevado a la enésima potencia de lo mediocre y aburrido,
con la histeria de la madre, la hija y el espíritu santa, de The Marvels, ´los
congojos` raciales y musicales de Blue Beatle... y la espantosamente desesperante
y aburrida hasta la médula, no va como la seda precisamente sino lo contrario,
Madame Web. Ozú, menudo timo o atracón insectívoro.
Por favor pronto, venid a
rescatarnos... ¡Daredevil, Joker, Rorschard animado o el Pingüino! Que su
estampa divina, nos ampare y vengan volando para la redención de su especie...
Oh baby, baby... no nos dejéis, por favor.
El Fuego en su mirada es lo
necesario, para que los héroes de antaño, sigan pareciendo creíbles a los ojos
de hoy, y que la evolución hacia esta masacre de huesos y tejidos
sanguinolentos, no termine contagiando TODO. Ya que es lo realmente atractivo,
para un universo complejo y, hasta cierta medida, atraído por la violencia
gratuita y extrema. ¿No os ha ocurrido...? Pues eso.
Mientras los asesores y los
políticos, limpios y a salvo, han mandado a sus ejércitos de seguidores en las
redes sociales, para hacer ese trabajo sucio y la matanza, no para de crecer
dejando bajas - veremos si llega la sangre a Venom o Blade... la piel macilenta
a Kraven... ¡Qué dan toda la impresión anticipadamente! O nos ponemos de uñas
con Deadpool y Wolverine, esperemos que no nos rompan el corazoncito, of
course.
¿Y el Amor...? Cae en manos del
rencor o el odio, bajo las fauces de monstruos mentirosos en los media, haciendo
una parodia de él, manipulado por los intereses personales o la propaganda
ideológica, controlado por sus canales... Abiertos de par en par. Por ende, el
amor que empezó siendo prioritario en The Boys & girls, es meramente otro
medio para la sangría.
El humor cae en los instintos
básicos, siendo algunos más imaginativos que otros, más ramplones... y la
educación será un nuevo nivel para superar los músculos dopados durante 24
horas, como una droga más que te puede llevar al otro barrio, pero que en las
escuelas creará nuevos amantes de los bolsillos repletos y la autocracia del
yo. El más, el mejor.
El reverso de lo genérico, será el nuevo Horror, aquel que Mr. Brando pronunciaba siendo un taimado dios en la selva... con lanzamiento de episodios con fabricación de hechos, para aumentar el odio entre la gente. El sexo al límite es una catapulta de la batalla futura, con ríos de fluidos inocentes que serán vendidos por unas monedas invisibles, en las redes.
Los falsos héroes, forman parte de
Asesinos S.A., que se encargarán de aumentar las bajas en sus propias carnes o
como hacedores de daños colaterales. Y sonreirán porque están en la cima, en la comedia de la vida y con
sus bolsillos bien repletos... se comportarán como verdaderos monstruos sin
escrúpulos...
Y, ¿quiénes son esos monstruos...?
¿Todavía lo dudas...?
Todo dependerá de la luz que nos
ciegue... de los colores con que lo veas, de la velocidad con que se extiende
el miedo... el tamaño del montón de cuerpos apilados. La Batalla está ahí...
recorriendo la sangre como un virus o un Gen, que te define, sin elección...
Por propia voluntad, de los ejecutores o fabricadores de odio. Y como siempre
nos queda el humor... el Horror, sois vosotros.
Yo soy, el mejor. Hahahehihahooo! ¿Y el pulpo...? Al ajillo... Nice.
Cómo decían unos héroes, soñadores...
Cada vez que me miro al espejo, todas estas líneas de mi rostro, se aclaran. El
pasado se ha ido, ... Canta conmigo, canta por un año, canta por la risa y por
lágrima, canta conmigo, aunque sea por hoy. Tal vez mañana, el buen señor te
lleve lejos... Sigue soñando, sueña, sueña... hasta que tus sueños se hagan
realidad.