MADS Mikkelsen: acosado.
El director danés nacido en Copenhague, Thomas Winterberg, de muestras de desenvolverse a la perfección en esta historia asfixiante en medio de una guardería descontrolada. Con Jagten cuyo título en español es La Caza, profundiza y remueve el barro de los acosos escolares y el abuso sobre los menores, y sale impoluto de forma impecable con un montaje dónde la tensión avanza exponencialmente a lo largo del filme.
Para Cinecomio ha hecho bien en retirarse del postulado "dogma" en la producción para comprometerse más a fondo en el mundo del montaje como método de perfeccionar algunas cuestiones técnicas, como tener una única perspectiva de la escena. Esta cuestión es la que me produce más pereza a la hora de adentrarme en una película con estas normas.
Además, consigue con un guión elaborado por él mismo junto Tobias Lindholm (con quien había trabajado en su anterior cinta Submarino) dibujar el progresivo deterioro físico y psíquico de una persona, consiguiendo un ambiente de ofuscación y violencia contenida.
Winterberg no se despega completamente de los trabajos anteriores y la forma simplificada de rodaje, ya que en La Caza mantiene vivo el carácter esencial de su cinematografía, como es la presentación y desarrollo de los personajes con una fuerza introspectiva adquirida de los métodos del dogma.
Por otro lado, intenta atraer otro tipos de público que pudieran estar cansados de tanta fijación por las perspectivas en un sólo eje, construyendo una sólida historia a pesar de una idea inicial algo increíble y cuestionable.
Los niños pequeños pueden construir una cuestión tan profunda y adulta con su joven cerebro en estado de continua evolución neuronal. Suponiendo este hecho concreto como posible, se produce una evolución positiva de su visionado.
Para dar empaque a la difícil y polémica argumentación, que expone al debate posterior a la terminación de la película, T.W. se rodea de un reparto muy bien seleccionado encabezado por un carismático actor con sólida formación en distintos medios y producciones internacionales (como por ejemplo Wilbur se quiere suicidar, Casino Royal o Valhalla Rising, en España participo en la divertida Torremolinos 73), gracias a sus duros rasgos que evolucionan durante la película por todas las diferentes etapas emocionales. Y todo lo hace a la perfección.
El actor danés Mads Mikkelsen demuestra un control absoluto de la escena y del control de los tics, con una interpretación a la altura de los actores más importantes de la actualidad.
Su personaje Lucas entra en el rango de los padres divorciados que intentan seguir adelante con su vida, estableciendo otras pautas o relaciones, pero sus vecinos se encargan de establecer las próximas reglas en su vida futura.
A todo ello se suman las perfectas actuaciones de Thomas Bo Larsen como padre enfebrecido y amigo, la sufrida e impetuosa madre interpretada por Anne Louise Hassing, la directora del centro por una Susse Wold en plena ebullición conspiranoica de escandalosas consecuencias o Alexandra Rapaport. Punto y aparte para la pequeña Klara llevada en pantalla por el foco de todas las tensiones la niña actriz Annika Wedderkopp. Su rostro angelical produce el efecto buscado por Winterberg en La Caza, con unos ojos fríos que esconden la ternura interior.
Por otro lado, podemos comprobar como el cine de Winterberg está familiarizado con tensionar la acción por medio de estallidos emocionales y diálogos de doble filo, así ocurría en su filme Celebración. Destacando una fotografía que proporciona los rincones oscuros para desarrollar el lado siniestro de los personajes.
En La Caza converge el cine de encuentros producidos por un hecho característico. La tormentosa ambientación (producida o no por una acción de abuso sexual o no) que converge con todos los personajes incluidos en el estallido de violencia con derramamiento de sangre, aunque puede ser igual de importante la profundización en los problemas que provoca en las mentes.
Sí es verdad que algunos aspectos relacionados con esa efervescencia de los sentimientos desatados por la venganza, la cinta guarda un paralelismo con la obra de Carlos Saura de mismo título y de consecuencias más devastadoras. Un día señalado para la afición a la caza, difiere en un polvorín de reproches y acusaciones, en el que los hombres se convierten en ratones, y los niños en hombres.
Una caza entre el gato y el ratón que desembocará en con el primero decepcionado por la pérdida de su escurridiza presa o con el segundo desangrado entre las fauces del felino.
Lo mismo ocurría en otras cintas con una explosión de caracteres en colisión, producidos por el abuso. Las películas se rodaron en 1972, una era Deliverance de John Boorman (un elenco recordado y celebrado)con escenas campestres dentro de un silencio natural ensordecedor y tensionado hasta las últimas consecuencias. La otra podría ser la película de Sam Peckinpah, Straw Dogs (Perros de Paja) con el débil Dustin Hoffman transformándose en cazador de cabezas humanas desvariadas.
Y es que cuando se produce este estallido, todo alrededor se tambalea y se empapa del color viscoso de la sangre, en un paralelismo de exhibicionismo y recreación del uso de las armas. Bien sirvan estas para cazar o para el asesinato premeditado o provocado por las circunstancias tan desasosegadas. La asfixia a la que se ven avocados los protagonistas sólo tienen el camino de la venganza como método disolutivo para zanjar el ultraje. Como ocurría también en la obra maestra de Arthur Penn de 1967, La Jauría Humana, cuando todo una comunidad se ofuscaba con los rumores para ejercer una equivocada justicia contra el personaje elaborado por Robert Redford.
Aunque en aquella ocasión contará con la estimable colaboración de un sheriff como Marlon Brando. En cambio, en La Caza el bueno de Mads Mikkelsen tendrá que valerse de sus únicas manos para resolver la tensión producida en su pequeña población danesa rodada en Taastrup, estimando la ayuda de su joven vástago, que creerá a pies juntillas con la inocencia de su padre.
Mucho he comentado ese estallido sangriento de tan importantes filmes, pero La Caza se basa en la sugestión más que en la sangre, en la violencia emocional contenida durante días en los puños, en el infinito rencor que nunca se termina de ir del todo. Bien pasen los años y los rostros generación tras generación, el rencor y la mancha de la difamación quedarán pegados a la piel.
Además, las sociedades que llevan en su ADN violento, admitiendo la propagación de las armas y la exaltación de su uso indiscriminado (atendiendo al buen raciocinio del portador sin atender a su coeficiente intelectual o su madurez) convergerán de una forma u otra, a la aniquilación sistemática de individuos... que simplemente pasaban por allí. Un desastre.
Porque vivimos en una cultura caracterizada por el machismo, y esto conlleva que otros casos no tengan tanta relevancia por su escasez o falta de credibilidad.
Por todo ello, convergemos constantemente a la confrontación.
Cuando la justicia no se encarga aceptablemente de establecer el castigo necesario a los criminales o la suspensión inmediata de los juicios paralelos.
O la indefensión de los perseguidos no tiene cabida en sus habituales casos, que esconden la intransigencia de nuestra sociedad con los posibles errores que cometemos.
Se producirán casos parecidos. Esto es normal pues educamos a nuestros hijos en la terrible competencia y el enfrentamiento a los problemas con los demás, por medio del ojo por ojo.
O siendo más cinematográficos (o realistas viendo las noticias diarias)... dónde ponemos el ojo, ponemos la bala.
**** Notable ****
El actor Mads Mikkelsen nacido en Copenhague está en una especie de cresta ascendente en su participaciones, ya que ahora está de moda por su protagónico en la serie Hannibal y su maravillosa interpretación en la cinta de Thomas Winterberg.
Pero además, con la distribución de Golem participa en el film de su compatriota Nikolaj Arcel (guionista de The Girl with the Dragon Tattoo), de título Un Asunto Real. Reparto: Alicia Vikander, Mikkel Boe Følsgaard, Trine Dyrholm, David Dencik.
También concurre su apolínea presencia en el documental francés NWR (sobre Nicolas Winding Refn) dando su opinión sobre este director en pleno auge. Así como igualmente será la pareja de thriller con la actriz Maggie Gyllenhaal, en el film Voice From The Stone, del director Eric D. Howell.
Para repetir con otra producción francesa-alemana de título Michael Kohlhaas, de argumento bélico e histórico, dirigida por Arnaud des Pallières. Con el siguiente y atractivo elenco internacional: Mads Mikkelsen, Bruno Ganz, Sergi López, Mélusine Mayance, Amira Casar, Denis Lavant, Stefano Cassetti, Paul Bartel. Teaser:
Y antes de acometer un proyecto sobre una novela de John Le Carré, junto a Ewan McGregor y Ralph Fiennes, de título Our Kind of Traitor... le veremos en el primer largometraje de Fredrik Bond, titulado The Necessary Death of Charlie Countryman. Reparto: Shia LaBeouf, Aubrey Plaza, Evan Rachel Wood, Rupert Grint, Melissa Leo, Til Schweiger, James Buckley y Vanessa Kirby.